XXI Comparten algo en común
Tras esa radio ser interferida por el mensaje de Andrew el continuo dando su discurso que mas que informativo era para demostrar una cosa. Como un hombre era capaz de comerle la cabeza completa a un cuerpo entero de policías e investigadores.
Cada habitante de Norwich paso la voz tan rápido que incluso quienes no tenían su radio prendida se acercaron a hacerlo o se detenían en los locales comerciales para escuchar el mensaje. Todo el pueblo estaba detenido por las acciones de este hombre tan peligroso.
—Mi nombre no tiene importancia... pero la prensa me ha llamado de diferentes formas y otros ni siquiera creen en mi mera existencia.
Al decir esto un ambiente tenso se siente en el ambiente mientras de fondo podían escuchar como unas cadenas se movían y una respiración agitada de vez en cuando salía.
— Lamento interrumpir sus actividades diarias de una manera tan grotesca y que tengan que sentirse así de incómodos. Pero hay cosas por revelar. —Pauso unos segundos para escuchar como tomaba aire y continuaba.— ¡Soy! El responsable de cinco muertes contando la de ayer. No diré el por qué lo hago... Eso es trabajo de su departamento de policías e investigadores que a decir verdad son unos estúpidos e ineficientes.
— ¡Hijo de puta! ¡QUE ME LO DIGA EN LA CARA!
Carter comenzando a temblar de coraje. Mía coloco su mano sobre el hombro de Carter y no le quedó más remedio que sacar otro cigarro para tranquilizar esos nervios.
—Sin embargo... Se me acuso de algo que yo no hice. — Se escuchó como de algún modo era el causante del grito de una mujer que sin dudar les heló la piel a más de uno de los presentes.
El doctor Vanderwall veía como Campbell se alteraba ante esto. Tranquilo analizaba la situación que pasaba en su alrededor. Tomo aire llenando esos pulmones y en silencio espero a que alguien siguiera hablando.
—Hijo de la gran... ¡Puta! ¡Escoria de mierda! —Mía se quedó boquiabierta sabiendo ya de quien se trataba, mientras sus compañeros le miraban impresionados por las palabrotas que decía la inspectora.
—El día jueves veintiuno de enero se cometió un acto...inhumano. En el que marcaron, torturaron y violaron a la Inspectora Mía Campbell...La chica de las fotografías y pantalones ¿Ya la recordamos?
Al decir esto Mía se encogió de hombros pues era algo que ya quería dejar enterrado en el pasado y parecía que este hombre volvía a sacar el tema para darle en el orgullo. Jack fue esta vez quien paso su mano por los hombros de la inspectora haciéndola sentir un poco más tranquila.
Mía con la mirada busco a Carter quien ya tenía sus pupilas puestas en ella. Ella levemente movió los labios que el claramente leyó como un "Gracias". Él solo expulsaba el humo de ese cigarro por la nariz haciéndolo ver como todo un sujeto tan rudo con el cual no debes de meterte.
—Todo está bien. Campbell. — Masajeo ligeramente su hombro.
Clark veía desde su lugar los movimientos de Carter arrojándo una mirada un tanto molesta sin que el ya mencionado se diera cuenta de ello. Pues estaba completamente de espaldas a el cantinero.
—Y de la manera más estúpida. ¡La prensa creyó eso! Solo porque había dinero de por medio. ¡¿VERDAD?!— Se escuchó como desato unas cadenas y la chica daba gemidos de dolor. —Diles quien eres... ¡DILES A TODO EL MALDITO PUEBLO QUIEN ERES!
— ¡Esto tiene que ser una puta broma!—Agarrándose la frente con una mano,Carter casi se va de espaldas.
— S- soy... E-lizabeth Gray. —Su respiración se escuchaba muy agitada y su voz quebrada.
— ¿Qué hiciste con la inspectora? y ¿a quien culpaste?
—Le pague... a un hombre para... que el la violara.— Se escuchó como esas cadenas ejercían fuerza sobre ella para que continuara.— ...yo fui quien la marque en el cuello.— Decía una vez más a duras penas pudiendo hablar.— Y culpe al asesino de la pluma, para encubrir mis actos...¡PARA POR FAVOR! —Se escuchó como es que la chica recibía un golpe con un objeto pesado haciendo que ella simplemente soltara gritos, siendo esto algo que estaba aterrando a todo Norwich en ese momento.— Mis padres pagaron una cantidad de dinero muy alta para borrar mis huellas y las del sujeto.
—¿Por qué has decidido decir la verdad?— De nuevo se escuchaba como es que la chica no podía emitir sonido y se escuchaba como era asfixiada...después de unos segundos el suelta las cadenas.— ¡Puedes hablar con sinceridad! ¡No escondas lo que te he hecho!
—Por qué me has quebrado los dedos de mis manos... me han cortado el cabello, me ha arrancado las uñas, tengo desolladas las plantas de los pies.— Respondía con la voz entrecortada mientras una vez más salía ese llanto de que él estaba pisando sus manos, causándole un inmenso dolor a esas fracturas de sus falanges .— ¡Por favor!... He dicho todo... ¡Maldito asqueroso!
—Tranquila...— Se levantó a ir a agarrar el mismo objeto que le acerco para marcarla hace rato y esta vez sin previo aviso lo hundió en su seno izquierdo comenzando a dejar esa marca de la pluma y siendo mucho más violento con ella.
Los gritos eran espantosos y desgarradores para todos. Campbell reconocía lo que ese sonido significaba. A pesar de que Mía había dicho que la odiaba, no le estaba deseando algo así y las lágrimas en el rostro de la inspectora comenzaron a salir.
— Huele a pollo, sin dudar. — Rio burlonamente Andrew. —A eso le llamo una cucharada de tu propia medicina. Solo falta que te violen...
Un silencio muy incómodo en todo el pueblo se formó esperando a ver que dictaba este cruel juez para Gray.
—Pero... eso se puede arreglar.
— ¡Aléjate de mí!— Suplico a duras penas pues no lograba reponerse de esa quemadura aun.
—Pero si a ti te encanta revolcarte con los hombres...ramera, puta...No te muervas... — Unos pasos se escucharon alejarse de la radio y acercarse a la chica mientras esta lloraba desesperadamente pidiendo clemencia.
—No... quiero que me toques.
—Te aseguro que así te pidió misericordia la inspectora y solo te reíste...sucia asquerosa.
Los gritos de Gray eran tan desesperantes que Mía sin pensarlo exigió.
— ¡APAGA ESO!— Se levantó dando una orden molesta. — ¡NO QUIERO ESCUCHAR ESO!— Rápido se tapó sus oídos al comenzar a escuchar los gritos de la chica Gray de lo que evidentemente sucedía en esos momentos. Le comenzaron a llegar como rayo esos momentos en los que ella sonaba justamente como Elizabeth, pidiendo que se alejaran y que le daba asco.
Jack Carter se levantó a llevarse a Mía a su cuarto.
— ¡NO LO APAGUES!— Dio una orden mientras alejaba a Mía. — !Puede mandar un mensaje! O darnos una señal de su paradero ¡Todavía podemos salvar a Gray!—Siguió empujando a la chica por las escaleras hasta que prefirió tomarla de las piernas con medio torso en sus hombros cargándola.
— ¡Mía...— Iveth De Barnes Intento ir tras ellos pero su propio esposo le impidió seguirlos.
—El inspector Carter tiene razón...— Clark hablo con su esposa. — El trabajo de Mía, implica separar lo que siente de su deber. —Respondió con un tono de voz serio. — No digo que es fácil. Pero lo que si te aseguro es que, actitudes así, la pueden matar afuera.
—¡Clark Barnes!—Replico molesta la señora, llevándoselo a la cocina apartándolo de la radio para que los dejas siguieran trabajando. — ¿Cómo se te ocurre? ¡Es una niña!
— ¡Ya lo sé! ¡Ya lo sé! Iveth. — Reprocho nuevamente a su esposa con un tono de voz más fuerte. — ¿Crees que no le advertí? ¡Que se saliera de eso!— Miro a su esposa con desesperación. — ¡Le rogué! Le pedí de rodillas que se saliera antes de que fuera demasiada tarde...No quiso escuchar, y ya está más que involucrada en esto.— Comenzó a controlar su respiración para volver a calmarse.—Es el trabajo de un inspector afrontarse a cosas así, a costa de salvar vidas.
—Yo entiendo Clark... Que es el trabajo de un inspector.—Le quito las manos de sus propias manos y se acercó a la puerta para reincorporarse de nuevo con los demás.— Pero como ser humano. Es una niña que ha pasado por cosas tan terribles, Es donde no estas entendiendo.
—No es tu hija Iveth. — Con un tono de reproche hablo a su esposa.
—Como si lo fuera Clark...— La señora pauso un momento. — También como si fuera tu hija...
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— ¿Me explicas?—Pidió un tanto molesta a su compañero.
—Sabes que tengo razón ... ¡Podemos descubrir algo! — Respondió intentando tranquilizarla.
—Jack... ¡FUE TU PROMETIDA!— Levantando la voz le reprocho. —La están violando, torturando y humillando por la radio.
—Mía...¡Ya lo sé! —La cogió de los hombros. —No me agrada, ni disfruto escuchar lo que el hacen.... E imagino que ha de ser muy difícil para ti escuchar todo y que sigan metiendo el dedo en la herida, la cual no te dejan sanar. Pero... A veces, nuestras acciones, traen consecuencias.
— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Que se lo merece?
— ¡No Mía!— Nuevamente intento tranquilizarla. — Quiero decir que, ella tomo las decisiones que tomo... ¡Muy malas decisiones!... No midió sus consecuencias.
—Jack...por muy malas decisiones que haya tomado ¡No merece! ¡Eso! —Decía tallándose los ojos sintiendo empatía por esa mujer que le desgracio la vida. — No seamos como él.
—Y no lo somos.
Carter beso la frente de su compañera y ella comenzó a sentir como su corazón estaba acelerándose, notándose un ligero rubor en sus mejillas.
— Trabajaremos para encontrarla, aun podemos salvarla. — Miro el ligero rubor de su compañera y le regalo una sonrisa coqueta sintiendo que un momento único podía pasar entre ambos. —Por eso siempre te digo que eres única en tu tipo. No existe maldad en ti. Y tu justicia es recta.
—No me digas eso... Me siento culpable por la muerte de esa chica. — Agacho la cabeza por el remordimiento que tenía ese pequeño pero útil secreto que pudo cambiar las cosas. — Y por lo que vive Elizabeth.
— ¿Acaso le pagaste a ese hombre para matar y torturar a Elizabeth?— Río sabiendo la respuesta ya.
—No...pero.— Al ella decir eso la sonrisa de Carter comenzó a borrarse y a poner cara de un hombre desconcertado.— Ayer...sabía que el asesino estaba en ese lugar...y no dije nada.
Se rompió en llanto en los brazos de su compañero. La culpa le comía loa cabeza.
— Porque me dijo que si lo hacía visitaría a los Barnes... Y no quería que nada malo les pasara. —Pego ligeramente en el pecho de su compañero frustrada. — ¿A eso le llamas justicia recta? ¡Poner la vida de unas personas por otras!
—Mía...—Se limitó a abrazarla fuertemente comenzando a comprender el cargo de conciencia que cargaba. — ¿Quién era?
—El sujeto que vestía saco carmesí. —Decía aun ocultándose en el pecho de su compañero. — Me siento su cómplice al no hablar. Pero...
—Te asusto la idea de perder a los Barnes...—Interrumpió a la chica mientras ella movía la cabeza afirmando esto y solo se escuchaba su sollozo intentando controlarse. — Son los únicos que te han mostrado el calor de un hogar en... a saber cuánto tiempo. —Continúo abrazado a su compañera con fuerzas. — Eso no te hace mala persona. Te importa su seguridad.
—Pero esa chica y Elizabeth...—Pauso un poco para calmar su respiración. —Hablando con él es que descubrí lo que dije de la corazonada.
—El asesino quería limpiar su nombre... Independientemente si no lo hacia esta noche, lo haría en otra ocasión. —Frunció un poco el ceño al pensar la situación. — Aunque la termino dejando igual o peor, porque prácticamente le hizo lo mismo en vivo... Bueno, bueno, bueno. El punto es que él ya había marcado a Elizabeth Gray. A esa chica Collins posiblemente también. — Levanto el rostro de la inspectora y noto como es que seguía habiendo una mirada cristalina en sus ojos. — Elizabeth Gray está pagando lo que te hizo Mía. —Limpiaba sus lágrimas con sus pulgares mientras ambos tenían una conexión única. — Nos guste o no... todos en esta vida pagamos lo que hacemos. Y ella, está pagando con creces sus actos inhumanos que te hizo.
—La prensa va a terminar diciendo que yo lo mande. — Se agarraba la cabeza y sentía un nudo en el estómago.
—Olvídate de la prensa Campbell...Esto no traerá solo prensa, habrá gente enfurecida afuera de la estación. Y serán personas influyentes, ricas y poderosas.
Carter sentía que debía comenzar a hacer su movida con la inspectora. En esos ojos cafés podía notar que ella no le temía a Carter y que si el daba ese pequeño pero gran paso de besarla ella no lo apartaría.
Por su lado la inspectora sentía su corazón acelerado al sentir tan cerca la respiración de Carter. Ella podía sentir como suspiraba el aire que el arrojaba. Estaba nerviosa y no podía negar que cuando Carter entraba en su espacio personal algo extraño pasaba en sus entrañas. Ambas miradas estaban desarmándose.
—Ejem. — Resonó su garganta Clark Barnes e interrumpió este momento tan íntimo entre ellos. —Mía lamento interrumpir su charla.
— ¡No te preocupes Clark!— Se limpió por si misma las lágrimas restantes. — ¿Qué pasa?—
« ¿Qué te pasa Campbell? ¡Concéntrate!»
Carter miraba a Clark con ojos penetrantes a Clark y este de igual manera sabía que había interrumpido algo bastante íntimo que podía llevarlos a un siguiente nivel.
«Maldito Clark Maltercio...Lo hiciste con todas las intenciones».
Una mirada juzgona se posó en Clark, y este se metió la pipa en la boca prendiéndola con una satisfacción de arruinarle el momento a Carter.
—Logan Hunt está afuera y... quiere hablar contigo.
Al ella escuchar eso se sorprendió bastante, al igual que el inspector Carter.
—Yo voy...— Carter salto ahora más molesto que hace unos segundos.
—Jack... cálmate. — Le detuvo del pecho. — Vamos los dos.
Una vez salieron hacia el exterior encontraron a Logan Hunt fumándose un cigarro en la espera de ellos.
— ¿Siempre vienes con tu perro? Yo le veo cara de Pastor "Alemán"— Río Hunt insinuando nuevamente que este hombre estaba metido con los alemanes.
— ¡Ya me cansaste!...— Carter levanto el puño para intentar golpearle pero Mía le detuvo.
— ¿Qué quieres Logan?— Pregunto Mía mientras el aun reía de lo dicho.
—Quiero saber una cosa...— Se acercó a los dos y haciendo una seña con las manos sus acompañantes se retiraron más para darles espacio. — ¿Por qué no ha salido toda la información clara? Los tres aquí sabemos quién es el sujeto que te hizo tener tu primer orgasmo ese día. — Reía un acomodándose el saco sintiéndose orgulloso de su "virilidad"—Mucho se tomó para sacar la verdad a la luz. No lo estarás protegiendo.
—Mucho se tomó para no decir tu nombre. — Respondió ella con el mismo tono que él lo hizo hace unos segundos. — ¿No será que te está protegiendo a ti? ¿Quién diría?, hasta tienes tus secretos con hombres. Respeto tus gustos...
—En fin... No vine a eso. — Tiraba la colilla de cigarro al piso expulsando el aire por la boca.— King te quiere en la oficina ¡Ya!
Hunt se retiró y Mía se metió a la cantina a ir a arreglar sus cosas para irse a la estación.
Clark estaba por entrar junto a ella y Carter le detuvo.
—No me tienes contento...Clark.
—Lo se...maldito mocoso. — Se sacaba la pila de la boca y la analizaba. — Tu a mí tampoco... primero vas a quererla tomar de la mano, le agarras el cabello, esas cercanías tuyas hacia ella...esas pupilas dilatadas. Le vas a querer robar un beso y de ahí ¿Qué?
— Pues ¿Qué?—Carter no estaba en su mejor momento. Pero no por eso dejaría de ser un caballero. — Si estas insinuando algo... ¡Dilo ya!
— ¡Un acoston!— Claro lo dijo sin problemas. Carter le miro levantando una ceja. — ¡Sexo! ¡Una noche con ella...y ya!
—Estas mal...
—El que estas mal eres tu Carter...— Ponía su mano sobre su hombro ejerciendo presión. — Que a esa niña la hizo a su antojo ese animal. — Apuntaba hacia atrás señalando a Hunt. — Es muy pronto para que intentes quitarle ese trauma...déjalo así.
—Un beso....no tiene nada que ver con Sexo...¿Me crees un puto enfermo? ¡Claro que se lo que le paso.— Carter molesto le quito las manos de su hombro.—¡Yo jamás la voy a forzar a nada que ella no quiera Clark!...Y aprende a dejar que la gente tome sus decisiones sin meter tus narices...maldito anciano mal tercio.— Se metio a la cantina irritado.
—Me lo agradecerás después...Mocoso— Río confiado y se metió no sin antes chocar una mirada de odio con Logan.
----- Departamento de investigación 9:45 AM-----
Si la primera vez las oficinas estaban abarrotadas de prensa, ahora había agitadores, pobres, viudas, gente de clase social media, incluso tenía que haber una barricada de policías que impidieran que entraran al edificio. Por todos lados se escuchaba gente ya molesta, algunos otros con miedo. De unas horas a otras Norwich se había convertido en un pueblo descontrolado. Al comenzar a ver llegar a la inspectora Campbell y a su compañero Carter, los agitadores comenzaron a hacer más movimiento.
Ellos fueron bajando del coche y ya algunos escoltas policiacos comenzaban a abrir el paso de ambos.
—¡TODO SU DEPARTAMENTO ME DA ASCO!— Gritaba un agitador manoteando intentando agarrar a Campbell.
—¿QUÉ LE HA HECHO A ESTE PUEBLO? ¡NOS HA ROBADO LA SEGURIDAD!
Mía veía como es que el pueblo de algún modo intentaba canalizar toda su furia hacia ella. De un momento a otro de no creerle y juzgarla de loca ya la estaban culpando por cosas que ellos mismos decidieron hacer caso omiso.
Uno de los agitadores logro cruzar el cerco policiaco y agarro a la inspectora del saco violentamente.
— ¿CÓMO ESTARÁN SEGURAS NUESTRAS ESPOSAS? ¿NUESTRAS HIJAS? ¿NOSOTROS?— Terminando de decir esto los policías comenzaron a golpear al hombre con la macana hasta que el salto a la inspectora bastante inquieto.
— ¡BASTA!— Pedía a la policía interfiriendo.— ¡NO LE PEGUEN! ¡ESTA ASUSTADO Y QUIERE RESPUESTAS!
—Vámonos Campbell— Logan la agarro de la mano jalándola con brusquedad hasta lograr meterla a las instalaciones. —Regla número uno Campbell. Jamás hagas eso.
—Logan ¡Esa gente tiene miedo!
—Ellos decidieron juzgarte de loca y no obedecer. Ese miedo que tienen los va a hacer que te maten. — Decía llevándolos hasta las oficinas de King. Quien no estaba solo esta vez. — ¡Señor! Los inspectores Carter Y Campbell.
—Al pasar los dos cierran la puerta, y bajen las persianas. — Pidió King
— ¿Qué hacen los Gray aquí?— Dijo Mía negándose a entrar.
—Inspectora...le pido por favor escúchenos. — La señora Gray cogiéndola de la mano con lágrimas en los ojos. — Venimos sin quererle causar molestia.
— ¡Pasa Mía!— Carter le cogió más delicadamente de los brazos y con la cabeza afirmo que todo estaría bien. Mía al ver a la señora Gray tan destruida decidió adentrarse cerrando esa puerta. — ¡Sabemos la situación!
—Tienen que darle prioridad total a encontrar a Elizabeth Gray con vida. — Ordeno King a ambos inspectores.
— ¡Por favor!— Pedía la señora Gray arrodillándose ante la inspectora, tomándole de la mano.—Sé que no tenemos cara para pedirle eso a usted Inspectora... Pero Es la única que estaba confiada de que ese sujeto existía...Debe de tener más pistas.
—No necesito que se arrodille señor Gray.— Pidió soltando su mano.— Puedo ayudarles con mucho gusto porque es mi trabajo.— Comenzó a sacar de su bolso del saco interno la bufanda pues olvido por completo cubrirse el cuello por las prisas dejando expuesta esa marca.— Pero no les puedo asegurar ni dar mi palabra de que lo logre a tiempo... Lo siento, pero no quiero darles falsas esperanzas.
—Toda acción que haga será agradecida inspectora.—
La señora Gray observo con detenimiento como la chica cubría su marca del cuello y estaba sintiéndose con un cargo de conciencia enorme y una vergüenza. Tener que ir como perro con su rabo entre las patas a pedirle ayuda.—No tengo palabras para agradecerle.—Increíblemente esta señora abrazo a la inspectora. Mía se sentía incomoda ante tal acto quien en un movimiento rápido se quiso apartar de ella. Podía ser muy empática... pero estaba frente a unas personas que se había encargado de pagar dinero para difamarla.
La señora Gray sintió el recelo de la chica y decidido darle su espacio.
— ¿Tienen las grabaciones de lo que se transmitió hoy?— Pregunto Campbell a King.
—Si, el magnetofón ya tiene el registro de sonido. — Ella sin querer cruzar más palabras intento salir de ese lugar y King le interrumpió nuevamente.— ¡Campbell! Contamos contigo... En diez minutos sales a responder a la prensa.
La inspectora agarro aire y se dispuso a salir a dar la cara nuevamente a la prensa sin siquiera saber cómo lo haría esta vez.
-----Hacienda abandonada, afueras de Norwich.-----
Andrew sentado disfrutando de cómo era hablado su anuncio por todas las estaciones de radio que lograba poner. Giro su rostro y se encontró que la chica Gray ya estaba durmiendo intentando conciliar ese sueño a pesar del dolor que tenía. Era evidente que su cansancio ya era más fuerte que su dolor.
— ¡No te duermas!...En un rato vamos a seguir jugando.— Decía sacando un bonche de recortes de más mujeres que tenía en la mira.— Por tu culpa mate a alguien que ni siquiera conocía.
Elizabeth Gray aturdida, con casi nada de cabellera, un tremendo dolor en el vientre, sangrando de sus manos y las plantas de sus pies cubiertos de granos de sal de mar, sangrando de la entrepierna, con su seno izquierdo completamente quemado, sus dedos de sus manos atrozmente rotas y moradas no podía seguir tan cuerda como al inicio. Su cuerpo temblaba por esa quemada y en se momento solo le podía venir a la mente la inspectora Campbell y por todo lo que la hizo pasar.
— ¿Puedes dejarme ir ya?—Pidió bañada en sudor y ante cualquier movimiento se infringía dolor ella misma.
— ¡Si acabas de llegar!— Respondía burlonamente retirándose la máscara a espaldas de ella. — ¿Tienes hambre?
— ¿Qué hay de comer?— Pregunto tragándose su orgullo pues enserio las tripas le rugían.
—Si tienes hambre lo comerás. — Se levantó del asiento en el que estaba y dejo varias fotos en la mesa donde estaba Elizabeth Gray. Ella podía ver fácil quince recortes de mujeres diferentes mas la de Mía Campbell. La mayoría las conocía, pero no eran de su círculo.
Andrew abrió la olla en la que tenía una lengua que pretendía preparar. Esta ya mencionada ya tenía cociéndose algunas horas así. Sin decir nada, solo de vez en cuando volteaba a ver a la chica y la veía bañada en sudor y sangre.
Pasaron alrededor de treinta minutos y este singular platillo estaba acompañado de algunas verduras y sazonadores como ajo, sal y pimienta con trozos de zanahoria, papa y cebolla. El desencadeno a la chica de los brazos y le arrojo el plato como si de un cerdo o un animal se tratase.
—Come...—Se sentó al lado de ella y comenzó a consumir de esa singular comida que había preparado.
—No puedo agarrar la comida...—Dijo temblando mostrándole sus dedos fragmentados mientras él le daba la espalda aun. — ¿Me puedes ayudar?— Nuevamente se tragaba su orgullo para algo tan simple como alimentarse.
— ¡Tómalo con la boca! No hay mucha diferencia entre los perros y tú.— Una vez más humillo a la chica y sin más que decir vio de reojo como ella acercaba su boca a coger el trozo de carne con sus labios e intentaba masticar.—¿Te gusto?—Pregunto y ella sin más que decir solo movió la cabeza confirmando que el sabor estaba rico.
Andrew de manera retorcida río y continuo comiendo hasta que vio que ella estaba por terminar su porción. Se pone frente a ella revelando su rostro ante la chica.
— Lo que comes... Es la lengua de tu querida amiga...Emily Collins.
— ¡¿Cómo dices?!
Elizabeth al escuchar eso miro el plato y su mente le comenzó a hacer ver la carne cruda y con sangre. Un enorme asco envolvió a la chica y comenzó a regresar absolutamente todo lo que había ingerido, causándole un fuerte dolor en el estómago por todo el esfuerzo que el cuerpo hacia al regresar.
— ¡oh dios mío! ¡Esto es una pesadilla!—Dijo mientras veía al sujeto.
—Esto es solo el comienzo...Señorita Gray. — La tomo del mentón y comenzó a hacerla entablar contacto visual con él. — Sabes que la inspectora Campbell y tu comparten algo en común. — Ella sin saber a qué se refería guardo silencio y el prosiguió. — Ambas han probado la delicia de la carne humana...solo que ella aun no lo sabe.
—Tú... estás enfermo. — Dijo nuevamente llorando y queriendo vomitar hasta la bilis porque ya había terminado de regresar lo que había consumido.
—Estoy mucho más cuerdo que tú. Solo mi método es diferente.
https://youtu.be/WbaDz8kkRIA
Próximo capitulo titulado "Jack Carter" ¿Ideas?
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