XVII Un sello peculiar
-----Viernes 29 de Enero de 1937 2:14 PM-----
Los días habían pasado y la inspectora comenzaba a tener ciertas mejorías. De menos en su pelvis, matriz y zona intima. Los dolores comenzaban a desaparecer sobretodo el del cuello y los desgarres que había sufrido. Aunque eso no quitaba que ella siguiese con pesadillas y sin ánimos de levantarse de la cama.
El inspector Carter le había llevado todos los casos que tenían hasta ahora contra el asesino, y eso le servía para mínimo, poder distraerse y poner a trabajar su mente. En esa cama tenia pilas de hojas las cuales leía una y otra vez, esperando encontrar algo que se le hubiese pasado.
Tenía los cuatro casos apilados y ordenados con sus respectivas fotos.
«Intestinos, muslos, pulmones, estomago, lomo, hígado, riñones y medula espinal.» Pensaba en su cabeza intentando sacar ideas, o vincularlo.
« ¿Estarás haciendo un cuerpo humano con todas tus víctimas? ». Ponía su dedo en su frente pensando una y otra vez.
« Si hicieras eso, los órganos de los primeros cuerpos ya estarían en estado de putrefacción. Para recrear otro cuerpo humano, tendrías que atacar una o 2 veces por noche. A menos que... tengas congelados todos esos órganos.»
Tomaba una hoja del primer caso y después otra.
« Tengo que ponerme en tus zapatos, para lograr entenderte... ¿Qué estás haciendo?...será posible que...»
Mía sabía que comenzar a abrir su mente a ese territorio sería peligros. Pero, en ese punto, tenía muchísimo tiempo libre, para pensar.
Sus pensamientos se vieron nublados por la esposa de Clark quien subía para darle su comida de ese día.
— ¿Sigue trabajando inspectora?— Se acercó a dejarle un cocido. —Si no come, jamás atrapara a ese sujeto.
—G-gracias señora Barnes. —Decía con una voz rasposa y débil. Pero de menos daba a entender que podría recuperar el habla paulatinamente. — Hay algunas cosas que no logro entender. — Resonaba su garganta como podía. —No entiendo que le hace los órganos de las mujeres que mata.
La esposa de Clark se acercó a mirar y vio todo lo que ella tenía apuntado en un papel.
— ¿Y qué quieres demostrar sabiendo que hace con ellos?—Pregunto inquieta mientras veía a la joven inspectora.
—Entenderlo. — Dijo sin más comenzando a tomar de esa sopa que le había preparado la amable señora.
—No creo que se pueda entender a alguien que mate... inspectora. —Viendo que ya ella estaba más animada a comer. —Me alegra que te gustara. Era el favorito de Viviane... Nada mejor que muslos de pollo en caldo, para las vitaminas. Son bajos en grasa así que no te preocupes por ello. — La señora se agacho a besar la frente de la chica recordándole a su hija. — ¿Por qué quieres entenderlo?
—Creo que entendiéndolo, seré más capaz de saber quiénes entran en su radar. — Intentaba sorber ese caldo como podía. —Creo que lo hace... por miedo a algo.
—Inspectora. — Iveth de Barnes al decir esto le miro y ambas por unos segundos guardaron silencio. — ¿Esta segura que es por ese motivo que quiere descubrir que hace?
— ¿A qué se refiere con eso señora Barnes?— Un poco sorprendida levantando ambas cejas.
— Creo que eres una chica muy lista inspectora. — Decía tomando un poco de te haciéndole compañía. — Creo que más bien, quiere descifrar la mente del sujeto. Para así cerrar esas puertas en su mente y jamás llegar a cometer tal acto.
—Señora Barnes...creo fervientemente que...—Puso su tazón a un lado para poderse explicar. — Todo hombre y mujer, en circunstancias excepcionales, pueden llegar a ser delincuentes y hasta asesinos.
— ¿Estás diciendo que incluso tú puedes cruzar esos límites y matar a alguien?— Esperando una respuesta, pues le preocupaba lo profundo que podía llegar a ser los razonamientos de la inspectora.
—¡Así es! — Nuevamente agarro el tazón y sorbió un poco más de caldo. — Si usted, Clark, mi compañero Carter o incluso mi gato estuvieren en peligro a morir... y yo pudiera detener ese hecho. Sin duda lo haría sin pensarlo en qué consecuencias tendría yo. — Se terminó la comida y acomodo todo para intentar no dejarle un desastre a la señora. — Son mi única familia...y no pienso perderla.
—Inspectora, cree que entendiéndolo ¿pueda...
—Llegar a predecir su siguiente movimiento, y atraparlo. — Con una mirada penetrante que incluso la señora Barnes entendió que la inspectora ya estaba cansada de no avanzar en la investigación. Cada día que pasaba estancada era poner en peligro a una nueva víctima, y la inspectora tenía una empatía enorme por las victimas.
—Si hay nuevas víctimas... no será tu culpa. — Sorprendiendo nuevamente a la inspectora.
— ¿Cómo sabe usted que...
—Por todo lo que Clark me ha contado y lo que hemos llegado a hablar en todo este tiempo juntas. —Le cogió la mano a la chica. — Tu y ese mozo inspector son los únicos que piensan en las victimas, sin importarles si la prensa los ve bien o mal. Los demás solo quieren ser reconocidos. —Agarro los platos vacíos y se dispuso a salir. — En la noche le preparare un cocido de res, necesita vitaminas inspectora y nada mejor que los tuétanos de res para ayudarle.
—No quiero seguirla molestando señora Barnes. Mi estancia no será muy larga ya... Es hora de moverme.
—Es tu decisión, pero esta casa no había estado tan viva desde que Vivian partió. —Pauso un poco para verla nuevamente. — Solo no olvides en visitarnos, por favor... Llamare al inspector para que él te ayude. —Dicho esto cerró la puerta y continúo con sus actividades.
-----Calles de Norwich 5:27 PM -----
Jack Carter estaba en las calles haciendo su trabajo, seguía buscando pistas sobre el caso Campbell. Mientras intentaba poner orden en la ciudad, hasta la fecha no se tomaban enserio el toque de queda que pidió la inspectora Campbell, pues, aun los pueblerinos estaban divididos en opinión si la inspectora tenía razón o no.
Cada que pasaba por la cárcel, veía más gente con carteles y alborotadores por que se hiciera justicia y se abrieran los casos sospechosos que habían cerrado los investigadores. Gente alborotada no era buena señal ni para el pueblo, los investigadores ni el mismísimo alcalde de la ciudad.
Carter se estaciono y cerrando el coche comenzó a caminar por ese lugar entre las personas que exigían justicia.
Sus ojos se detuvieron en un sujeto que tenía exactamente la misma mascara que había puesto a su compañera colgando hace algunos días atrás.
—Disculpe. — Se acercó a él cogiéndolo del hombro. —Investigador Carter...necesito que me acompañe...Quiero hacerle unas preguntas.
El sujeto enmascarado acertó con la cabeza. Cuando se dispuso a ir pacíficamente con el inspector, lo empujo a la multitud de personas y salió corriendo.
— ¡HEY!—Grito Carter a todo pulmón, pero el sujeto no se detuvo y siguió corriendo.— ¡DEMONIOS!— Salió disparado a ir tras el.— ¡ALTO O DISPARO!
Mientras el sujeto corría comenzaba a tiras objetos en el piso para complicarle al inspector el paso. Carter hábilmente los esquivaba o los brincaba pero no permitiría que se le fuera de las manos una pista después de varios días.
El sujeto seguía corriendo y se adentró a un barrio de escasos recursos pensando que perdería al inspector. Se ocultó en una finca que estaba abandonada, de manera sigilosa y cuidadosa se asomaba para ver si el inspector pasaba y le perdía de vista. Sintió un cuerpo detrás de el.
—Si me preguntas por mi opinión...—Carter prendiendo un cigarro sorprendiendo al sujeto, sin saber que ya lo tenía por detrás. —Yo creo que aquí no te encuentra.
El intento moverse pero escucho el arma del inspector que el seguro estaba siendo retirado.
—No he cometido ningún delito. — Hablo el chico.
—Entonces ¿Por qué corres?...— Hubo un silencio entre ambos y Carter rompió el hielo sacando su lado agresivo de nuevo. — ¡Levántate! ¡Lentamente con las manos arriba!
El sujeto comenzó a obedecer.
— Retírate la puta mascara y date media vuelta ¡Es una orden!— Nuevamente obedeció y al retirarse la máscara y darse media vuelta se encaró a Carter viendo el su rostro. — ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?
—Soy Lucas Morgan. — Un tanto asustado respondía. — ¿Por qué me amenaza con un arma?
— Las preguntas las hago yo.... ¿Y qué mierda haces vestido así? Lucas Morgan. — Sacando unas esposas y bruscamente poniéndolo de espaldas para esposarlo. — ¡No me digas! ¿Te gusta matar chicas en tu tiempo libre? ¿Asustar inspectores?
— ¿Qué?— Negó con la cabeza rápidamente. — No... está loco. ¡Estoy trabajando!
—Cuéntame una mejor en la estación... Este detenido por el posible crimen de las mujeres asesinadas...Tienes derecho a guardar silencio y si no tienes para un abogad, Norwich te facilitara uno.
— ¡Le digo la verdad! ... un sujeto me pago para vestirme...— Carter sin dejarlo terminar le planto un golpe con la palma de su mano en la nuca bastante fuerte.
— ¿Estas sordo? Imbécil... ¡Cállate! ¡CAMINA! ¡MUÉVETE!
Sin decir más lo comenzó a llevar a rastras a la estación. Carter no soltaría ninguna pista a estas alturas. Si tenía que verse como un completo imbécil con tal de asegurar el bienestar de la inspectora lo haría.
Los minutos pasaron y el llego rápidamente bajando de manera brusca al sujeto. Lo empujaba evidentemente molesto y cuando llego a un cuarto lo sentó para interrogarlo dentro del departamento.
—A ver... pedazo de idiota. —Prendió un nuevo cigarro y subió los pies sobre la mesa mientras se meneaba con la silla. — Ahora si... ¿Quién según tú te pago para usar esa puta mascara?
—No es que fuera preguntando su nombre... Solo vi dinero fácil y lo cogí.
Movió esas esposas por la mesa de brazos despreocupado.
— No eres muy inteligente....o obviamente no tienes preocupación por el dinero...imbécil— Esto último lo refunfuño en voz baja bastante incómodo.
—Escúchame bien...Grandísimo idiota...estas metido en un problema muy grande. Que tiene que ver con muertes de hasta el momento cuatro mujeres...usas su misma ropa ¿Quieres que te lo pida de buena forma con palmaditas de aliento en la espalda? Y ¿Porque mierda corriste?— Preguntaba molesto. — Y Responde con coherencia... no tengo ganas de aguantar sarcasmo y menos personas que me hagan perder mi tiempo.
—Es de la policía...Me dijeron que a cualquier policía que viera corriera.
— ¿Disculpa?—Decía tallándose los ojos viendo que era una pista posiblemente muerta.
—Que me dijeron que si veía a la policía idiota, como usted... corriera.
— ¿Me puedes describir al sujeto?— Aun irritado le jalaba de las esposas acercándolo a él. — Y cuidado con que mientas que tengo una habilidad para detectar mentirosos entre las cejas.
—Pues alto, tenía una máscara diferente, sombrero y uno de sus dientes brillaba... Posiblemente era de plata. O me va a decir que nunca ha visto un diente de plata... ¿Necesita que lo dibuje para que aclare su mente? Porque con lo estúpido y retrasado que lo veo creo que no me estoy dando a entender.
Carter fastidiado le dio un golpe con la palma de su mano en la nuca tronando por todo el lugar el fuerte impacto en la cabeza al chico.
— ¡Levántate! Vamos a ir a que conozcas a alguien.
Carter reincorporo al sujeto, que a decir verdad rondaba entre los veinte años. Se le hacía muy escuálido, y pequeño para que fuera el atacante de Campbell. Pero prefirió llevárselo a ella misma a la casa de los Barnes.
En cuestión de minutos Carter llego a esa humilde casa y la señora Barnes ya estaba esperándole.
— ¡Te he estado llamando desde hace horas a la oficina!— La parlanchina mujer saliendo antes de que el tocara la puerta. — ¡Es la inspectora!
— ¡¿Esta bien ella?!—Pregunto desesperado jaloneando al chico para evitar que saliera corriendo.
—Sí, ella está bien. —Abrió la puerta y le dejo pasar. — Ya sabes el camino Jack Carter.
—No tengo que entrar a casa de desconocidos. — Poniéndose nervioso Lucas Morgan arrastraba los pies al piso para no entrar.
—Cállate... Cállate la boca, que no eres un crió de diez años. Hablando con sujetos enmascarados...pero te da miedo entrar a la casa de una humilde señora. — Lo empujaba a meterse a la fuerza.
—De seguro ha escuchado mucha radio y piensa que lo voy a desaparecer. — Iveth de Barnes decía con toda la normalidad del mundo. — Por cierto...en nada inicia mi programa de radio favorito...Yo creo que se terminaran enamorando.
Carter le regalaba una sonrisa a la señora Barnes de lo simpática que se él hacia tenerla enganchada en la radio y al pasar a ver a Lucas Morgan es como si el mismísimo diablo poseyera su mirada
— Si ella te reconoce... estas bien jodido, pequeño idiota. Te voy a colgar de tus partes nobles en el hasta más alta de una mástil de una bandera... ¿Estamos?
—Está abusando de su poder...y me está amenazando con colgarme del miembro... ¿Está usted loco?
—Sigue rezongando y te aseguro que esa cuerda la cual te va a tener privado de tu libertad es capaz de cercenarte hasta los testículos...— Le hizo un gesto como de unas tijeras con una mano poniéndolo nervioso.
Lo seguó empujando a que subiera por las escaleras y entro a ese cuarto donde sabia estaría su compañera.
—Métete... ¡MÉTETE! ¡PEDAZO DE IDIOTA!
Mía estaba un tanto alterada de ver al sujeto en ese cuarto y simplemente movía los brazos preguntándole a su compañero que estaba pasando.
— ¡¿Jack?!—Hablo con esa singular voz raposa.
—¡Ponte la puta mascara!
Apunto con la pistola al chico. Una vez la inspectora vio por qué él estaba tan molesto ella se puso de pie.
— ¿Es él?— Pregunto Carter a Mía mientras veía como su compañera se acercaba. — Puedes acercarte Mía... cualquier movimiento le reviento la cabeza a este idiota.
Ella se puso frente a él y noto que la estatura de él era la misma que la de ella. Saco un aproximado en medida de los hombros del sujeto aquella vez y él no era tan fornido.
—Usa toda tu fuerza... por favor. — Mía rápidamente le agarro un brazo y el en un intento de quitarse vio que le costaba trabajo a pesar de las débiles fuerzas que la inspectora tenia. — No...no es el Jack...es un farsante...—Dijo al final alejándose de él muchacho.
—¡Lárgate!...Y cuidadito y lances una queja...estamos en medio de una investigación por asesinato sin mencionar que tu comenzaste empujando a un oficial.
Carter le quito las esposas y el chico salió de ese lugar mas asustado que nada.
—Pensé que lo tenía.— Sentándose en la silla de siempre cuando le visitaba.—Cierto— Chasqueo los dedos—La señora Barnes me dijo que me marco por horas. ¿Encontraste algo?
—No es eso... necesito que me ayudes a moverme a mi departamento. —Pidió cambiando drásticamente de tema.
— ¿No estás a gusto aquí?— Pregunto viendo la acogedora casa. — Las lentejas de la señora Barnes son mi nueva debilidad. — Agarrándose su estómago como todo un glotón.
—No quiero abusar Jack... No es obligación de ellos mantenerme. —Intentando acomodar todo para no dejar desorden
—A penas te mueves...sin mencionar que ese loco sabe dónde vives. —Intento hacerla entrar en razón. — No lo creo prudente. Tienes que seguir acompañada... yo les pagare a los Barnes si te hace sentir mejor.
—El señor King me sigue pagando no hay necesidad de que gastes más de tu dinero. — Rodó los ojos hacia el levantando una ceja. — Además ¿De dónde sacas tanto dinero?
—Tenía un buen ahorro para la boda. —Menciono regalándole una sonrisa. — Que mejor que gastarlo en mi compañera...Y aparte cobro dos sueldos.
—Qué te parece si le rento a Clark un cuarto en su cantina. — Le pico la frente con su dedo índice intentando hacer que dejara de presumir su sueldo que cobraba. — y así, el podrá trabajar, yo no daré problemas y no estaré sola.— Intentando buscar otra alternativa.— He afectado mucho a la economía de los Barnes . Ademas, necesito ver al señor Bigotes.
— ¡Es un gato! Ellos se saben cuidar solos... son independientes. — Menciono abriendo la puerta para oler ese exquisito aroma de comida. — Además he ido alimentarle yo. — Rodo los ojos refunfuñando. —Nomás ve que no soy tu... y se limita a exigirme comida. — Cerró la puerta nuevamente. — Pero me parece una buena idea lo que propones.
El comenzó a ayudar a su compañera a arreglar la habitación, para llevarla a la cantina de Clark. Después de todo ese lugar estaba repleto de gente que la conocía, parecía una buena idea.
-----Jueves 4 de Febrero de 1937 6:38 PM-----
Mientras Campbell seguía recuperándose después de catorce días de que la habían derrotado de una manera tan humillante. Ella seguía sin ánimos de querer ir a la oficina a ver a Hunt. Se ve interrumpida por sus propios pensamientos cuando entra Jack Carter a visitar a la chica.
— ¡Tock! ¡Tock!— Dijo el inspector ya asomándose a ver a su compañera. — Grato verte que estas de pie. — Entregándole unas flores como cotidianamente lo hacía.
—Creo que desde que he estado en recuperación— Levantando las cejas viendo ese diseño tan peculiar. — La señora de las flores ha de bañarse en tu dinero. La has sacado de la pobreza. — Respondió oliendo las nuevas que él le entregaba. — ¿A qué se debe que sean más grandes esta vez?— Arqueo la ceja desafiante hacia Carter.
—Me descubriste. —Menciono quitando esa sonrisa. — Dos noticias, que creo no serán de tu agrado.
Vio como ella puso las flores en el jarrón donde siempre acostumbraba junto con las del día de ayer. Una vez ella dirigió su mirada a Carter el continuo.
— Primero. King te quiere en las oficinas trabajando para el lunes.
—Eso... Sí que será un reto. — Menciono agarrándose la cintura pues era la herida que le daba más incomodidad hasta el momento debido al constante roce con su ropa. — ¿Qué hay de la otra noticia?
—Fui a tu departamento a revisar que todo esté en orden, y me encontré con esto. — Le mostró un sobre. — Me limite a no abrirlo por respeto... pero, creo que sé de qué es.
Vio a la inspectora un tanto temerosa pero solo tomo el sobre y nuevamente puso su mirada en el inspector.
— Yo recibí una igual... es de los Gray. Y tiene ese distinguido sello en particular.
— ¿Que buscan esta vez?— Pregunto estando a punto de romper el sobre.
—Hacer una fiesta de máscaras y antifaces... Casi todo Norwich de los de clase alta, están invitados. — Se acercó a ella más y le apuntaba con el dedo índice.— Es por tu recuperación... Ya sabes los rumores que ella se vio involucrada llegaron a la prensa y lo hacen para pasar desapercibidos.
—Pues regrésales su puta carta. — Se la entregó a Carter rodando los ojos irritada. — Que se la pongan por donde nunca les da el sol. — Nuevamente refunfuño molesta. — Esa puta familia solo me está tocando los...
—Si no vas... la que quedara mal eres tú, Mía. — Sentándose al lado de ella intentando tranquilizarla. — Esta vez...— Levanto su mano como si fuese a hacer un juramento ante la corte— Te juro por mi vida que no te dejare sola. Ya no tengo una Elizabeth Gray queriendo acostarse con mi casto cuerpo.
—Virgen ¿TU?— Rodo los ojos una vez mas en forma de burla. — No me hagas reír... Seguro eres de esos sujetos que se miran todos rectos y formales y han de tener sus fetiches raros...Si te gusto Elizabeth Gray en un principio de seguro tendrás tus ideas raras.
—Me ofendes. ¿Por qué crees que soy un tipo Logan Hunt o qué?— Pidió una respuesta. Este cuerpo casto y reservado esta empaquetado y nuevo.— Acomodaba su saco.
— Entonces... ¿Sabes desatar un corset con una mano? ¿Sabes hacer sentir bien a una mujer en la intimidad?— Pregunto retadora.
— pfff ¿Quién no? Con lo del corset...— Hacia unos ligeros movimientos con sus dedos simulando en el aire como lo haría.— Y a la otra pregunta...surgirá natural...soy un romántico.
—Los vírgenes no saben desatar un corset con una mano...— Río viendo como el inspector también reía con ella. Por muy curioso que sonara este tema ya era una curiosidad para Campbell. No había logrado descifrar si el solo jugaba para hacerse el santo o si en verdad era un hombre que no se había introducido al mundo sexual aun— En cuanto a tu petición...sigue siendo ¡No! no iré... la última vez, fui la burla de todo el puto pueblo.— De solo recordarlo ese trago amargo se sentía incomoda.
— ¡Te doy mi palabra! Estaré contigo en todo momento y no te dejare sola. — Se acercó nuevamente a ella cogiéndola del hombro intentando convencerla. — Imagínate. — Hacia señas con su mano en el aire intentando hacer que visualizara lo que él tenía en su memoria. — Lo imponente que te verás regresando después de casi quince días encerrada... con un vestido que hará que todos dejen de ver a Gray y te miren a ti.
Esa imaginación de Carter comenzaba a revelar pequeños detalles de...¿Sentimientos?
—Con tu simple presencia todos se morirán cuando te miren en un vestido Campbell y un antifaz que te conseguiremos que te de el estilo de la mujer más codiciada de todo Inglaterra.
—Mmm si muy bonito, solo que hay tres errores en ese mapa mental. — Dijo levantando tres dedos. — Uno: Que yo use un vestido. Dos: Que yo asista. Tres: de codiciada nada porque te recuerdo que Logan me dejo como una cualquiera tirada entre las sabanas de un prostíbulo.
Replico pegándole los tres dedos en la frente al inspector empujándolo unos centímetros hacia atrás.
— ¡Mía! ¡Por favor!...Te juro por lo nuestro.
Ella le miro arqueando la ceja como preguntándole ¿Que nuestro? Carter trago saliva y decidió ser mas especifico.
— Nuestra amistad... que nada te pasara. — Le seguía en ese pequeño cuarto intentando convencerla. — Si no asistes, ellos tienen la opinión pública.
— ¿Y cómo voy con esto?— Pregunto quitándose la venda del cuello y apuntándole a Jack su marca. — Esa maldita idiota... me marco de por vida...como si fuera su puto asno de carga.
Dándole la espalda viéndose al espejo esa marca en su cuello de la pluma. Eso le removía el estómago y Carter observaba que esa marca la tenía bastante afectada y le había destruido la confianza en ella misma. Y precisamente por eso Jack Carter se encargaría de regresarle la confianza.
—Es solo una marca, me encargare de conseguirte un vestido que te cubra eso si te incomoda. — Se acercó por detrás hacia ella tomándole los hombros tiernamente.
Él podía al acercarse a ella percibir ese aroma que le volvía loco cada que entraba en su espacio personal. Ese dulce aroma que impregnaba su nariz. Con el simple perfume podía saber dónde estaba la inspectora.
—Confía en mí. Sé cómo se mueven mejor los de arriba.
—No puedo creerlo.— Se dio un ligero golpe en la frente. Rodo los ojos y miro a Carter empujándolo sintiéndose un poco intimidada con esa cercanía de él. — ¡Esta bien!.. Pero, nomas y me consigas algo de escote prominente o salgas con algo depravado.
-----Algún lugar de Norwich. 9:18 PM-----
El jefe Ryan King se encontraba en aquella cabaña con pinta de abandono, junto a su hijo tratando de entrar en algún dialogó con él para llegar a ir a esa fiesta.
—Andrew, nadie te reconocerá. Aparte de que usaran máscaras, tu cambio de apariencia es notable. Será bueno que fueras a esa fiesta de alta sociedad, así puedes irte mezclando como me lo comentaste. Desde la partida de tu madre has cambiado mucho.
— Ni te llegues a atreverte mencionar ese suceso... Porque mejor no continuas con tu vida fingiendo el que no llevo tu apellido como lo haces siempre.
Molesto esta vez, como si el inspector King hablase con otra persona a la última vez que el mismo quería mezclarse en la sociedad noble.
—Si te preocupa el que yo esté presente en ese lugar, puedes irte despreocupando. — Vio a su hijo con una plena seguridad. — No iré yo, tengo otros asuntos pendientes que arreglar sobre cierto alemán... Ve diviértete, encuentra una linda chica y acuéstate con ella, como la gente normal lo hace hijo.
—Como si quisieran acercarse a un fenómeno que no sabe ni como acercarse a una mujer.
Ryan King pensó que no había conseguido nada en esa plática con su hijo. Sin embargo le llegó a dejar un traje muy elegante junto a esa máscara para poder entrar a la fiesta. Acompañada del boleto que le habían dejado a él.
Andrew se quedó mirando unos segundos perdido en la nada. Esto no podía ser más perfecto para él. Su propio padre le estaba dando todas las herramientas para acercarse a Elizabeth Gray. Y estaba más que seguro que la inspectora Campbell estaría presente. Solo tendría que encontrarla y si lleva su ropa habitual, no sería difícil.
https://youtu.be/Cp5vPkzQrVY
Proximo capitulo titulado " Desde las cenizas he regresado " ¿Ideas?
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