VI Año Nuevo
----- Jueves 31 de Diciembre de 1936 7:00PM-----
El asesino estaba en un callejón perfecto para ocultarse en la oscuridad. Descubriendo los ojos de la señora Fisher, por fin poniéndola en libertad, la había aseado y parecía que ese mes y poco más de su ausencia nada había pasado. Estaba intacta.
—Recuerde... en cuanto entregue el paquete. —Se acercó a ella a mover los mechones de cabello de la cara. — Nos encontramos de nuevo en el puente para ir a la catedral de Norwich... ¿Ya sabe cuál es? ¿Verdad?
—Si Señor...— Pensando que por primera vez, vería su rostro. Pero se percató de que él se cubría con una singular bolsa improvisada de tela, como si se tratase de un ejecutor.
—No me voy a arriesgar a que veas mi rostro. — Cogiéndola delicadamente de la mejilla. — ¡Ve!
Sin más que decir y con un miedo que invadía su cuerpo, la mujer corrió justo hacia la dirección que él le había comentado. Aun con sus dudas el espero, sabía que si intentaba escapar, una vez entrando ese edificio, la única salida era donde el esperaba.
La señora Fisher temblaba de miedo, pero, defendería a su hija a toda costa aun sí eso implicara tener que regresar con su secuestrador y ayudarle en sus planes.
Lentamente se fue adentrando hasta dar con su destino. Saco el sobre y fue Introduciéndolo debajo de esa puerta. Sin más, salió corriendo de ese lugar.
Una vez este hombre la vio salir, comenzó a moverse, pues tenía trabajo que hacer aun y tenía que verse con la señora Fisher más tarde.
----- Departamento de Campbell 7:15 PM-----
Mientras estos hechos se desarrollaban, la joven Campbell estaba sentada en su cama haciéndose los ánimos de que pasaría toda una noche con gente que la tenían catalogada como rara, molesta y poco refinada.
Intentaba pensar en una excusa para no ir, pero sabía que haría quedar mal a su compañero Jack Carter y a su anfitriona que la invito, Elizabeth Gray.
Se tomó un enorme suspiro y comenzó a agarrar su traje más refinado, el que aún no había estrenado que había comprado hace poco. saco sus zapatos más nuevos de una caja y los lustro, sus medias negras, su corbata y su blusa color blanco. Al terminar de vestirse y verse muy impecable, tomo ese labial y maquillaje, el cual no estaba muy acostumbrada a usar y comenzó a arreglarse lo mejor que ella pudo.
No le gustaba mucho arquear su ceja como en esa época así que lo hacía todo lo más natural posible, al igual comenzó a pintar sus uñas y como toque final se bañó en un perfume que con mucho trabajo había comprado, porque, era un tanto más fino. No quería dejar en ridículo a su compañero.
— ¡Creo que todo está listo!— Se miró a un espejo y noto que se veía más elegante de lo habitual, comenzó a caminar por su departamento para arreglar las cosas y prepararse. Cuando notó un sobre por debajo de su puerta. Estaba por abrirlo y leer su contenido cuando en la puerta suena tres veces "toc toc toc", ella un poco nerviosa por tener ese sobre pego su oído a la puerta intentando escuchar algo.
— ¿Quién es?—Pregunto un tanto seria y trago saliva.
— ¿Cómo que quien es? ¿Esperas a alguien más ya?...Soy Carter...— El inspector, burlándose de su compañera comenzó a mover la chapa de la puerta en señal de que le dejara pasar.
— ¡Jack!—Se relajó un poco y dejo el sobre en uno de los abrigos que tenía colgando en un perchero al lado de su puerta.
— ¡Sorpresa!
Al ella abrir la puerta pudo notar como su compañero le tenía un ramo con unas flores y rosas
— ¡Wow te maquillaste y todo! ¡Quien te viera Campbell! Yo creo que tienes un admirador secreto, en ese lugar. —Soltó esa sonrisa de galán que solía darle a la inspectora cuando estaban payaseando— Estas... perfectamente...Unica.
— ¡No seas idiota!— Río por los comentarios de Carter y agarro las flores.— No soy muy experta en esto de las relaciones pero... ¿No deberías llevarle uno de estos a la señorita Gray?...yo solo soy tu invitada.— Comenzando a oler las flores frescas que desprendían ese agradable olor.— Aunque... huelen muy bien.
—Las de la señorita Gray están abajo...Además. — Comenzó a oler ese nuevo perfume de su compañera y reconoció que era una fragancia espectacular. — Se lo mucho que te cuesta estar haciendo esto. Lo menos que podía era darte un pequeño obsequio. — Pauso un poco y se agarró la nuca riéndose de nervios. —No te ofendas, pero no sabía si te gustaría eso o una botella.
—Nunca me habían regalado flores...a decir verdad...Son un lindodetalle para ser la primera vez que alguien me las obsequia.
Carter al escuchar eso le dio un poco de nostalgia.
—Toda mujer debería recibir flores. — Quitándose su sombrero haciéndole una leve reverencia.
—Pues, ¡Que buen detalle de su parte! Señor Carter. — Se dio media vuelta y busco un jarrón. —Deja las pongo en agua.
—Agradezco que no las arrojaras por tu balcón. — Se acercó a ella doblando el brazo para que ella lo tomara. — Déjeme mínimo encamínala al auto como la bella dama que es. — Actuando como si pareciera un mayordomo.
— ¡Ahora veo por qué la señorita Gray esta tan enamorada!— Río ante el comportamiento de Carter. — Eres todo un caballero cuando te lo propones.
Mía tomo el brazo de su compañero y se encaminaron a su puerta. Antes de cerrar, ella grita como de costumbre.
— ¡Regreso en un rato señor Bigotes!— Al ella cerrar la puerta solo escucha un maullido de su minino sabiendo que el pequeño felino le escucho. — Inspector Carter...andando.
Ambos comenzaron a encaminarse al coche y por ende a la casa de los Gray.
----- Calles de Norwich 8:45 PM-----
La señora Fisher miraba como es que se estaba acercando la hora de encuentro y aquel hombre no aparecía. Tenía miedo de moverse y que el pensara que escapo.
En ese momento un coche pasa al lado de ella y cruza miradas con la mujer que estaba en ese coche, la señora Fisher la reconoció al instante. Pero al parecer quien estaba en el vehículo no la distinguió del todo, posiblemente por la velocidad, o porque su mente estaba en otro lado en ese momento. Después de todo, era año nuevo y la gente estaba con la cabeza en otro lado.
A los pocos minutos ve llegar a este hombre y ambos comienzan su charla.
—Entregaste la carta al lugar correcto ¿Verdad?
—Si. Apartamento treinta y siete. Inspectora Campbell.— Afirmo sin duda en su voz.
— Bien...sé dónde estarán. Acompáñame y después de esto le espera la libertad... Prometo dejar a tu familia en paz.
La señora Fisher sintió un respiro. Esa pesadilla estaba por terminar.
— Sabes que soy de palabra. — Hablo él, transmitiéndole seguridad.
—Si señor. ¡Es usted muy misericordioso!
No la juzguen, cuando uno sabe que su vida o la de un ser amado está en peligro, se hacen muchas cosas. Hasta perder la poca dignidad que tienes.
-----Mansión de los Gray-----
Afuera de la mansión de los Gray estaba una inspectora Campbell muy nerviosa. Su corazón estaba a mil por hora y pensaba en tirar la toalla.
—Jack...hay más gente de la que pensé... ¿Cuantos invitados hay?— Pregunto moviendo las piernas desesperada y pasando sus manos por su saco para quitarse el exceso de sudor.
—No lo sé... Yo pensé que sería de la familia y nosotros. — Miro que su compañera. Estaba entrando en nervios y le cogió la mano.— Puedes perseguir a un loco con un cuchillo peligroso. Pero ¿no puedes con esto?
Río enternecido por los nervios de su compañera.
—Vamos Campbell...Enséñale a estos ricos quien es la jefa.
— ¡Bien! Terminemos con esto. — Al ella decir esto tomo un suspiro.
Jack toco la puerta, que fue abierta por la mismísima señora Gray.
— ¡Joven Carter!— Abrazándole ya conociéndolo y estando familiarizada con él. — Y...Compañía. —Noto como la joven la extendió la mano. Y ella rodó un poco los ojos.
—Mía Campbell. Es un gusto señora Gray...Y Gracias por la invitación.
La pomposa señora extendió la mano. En cuanto la estrecho, Mía noto como ligeramente ella se limpió la mano en su ropa.
— ¿Podemos pasar?— Intento no hacerle caso a lo que notaba pues observo que Carter estaba más que ilusionado. Como niño en navidad con juguete nuevo.
—De poder... pueden. — Una vez mas su tono era un tanto seco y hasta golpeado. —Adelante joven Carter y... "señorita" Campbell. — Les extendió la bienvenida y los encamino a su enorme patio que daba justo a la catedral de Norwich con una vista esplendida.
Lamentablemente para la querida joven Campbell, la noche apenas comenzaba y sería una pesada, larga y horrible noche.
Al hacer entrada junto con su compañero Carter, recibió las miradas de los demás, como era de esperar eran con desaprobación. Jack Carter noto esto y cogió la mano de su amiga haciéndola que le voltease a ver.
— ¿Estas bien? O ¿Te quieres ir?— Ahora comenzaba a comprender el por qué ella estaba tan negada a ir. Jamás pensó que esa gente pudiera ser así. Él se movía entre esas personas y pensaba que jamás las había visto actuar así. O de plano era tan idiota para no observar.
—Sería una grosera si me voy ahorita— Dijo en un tono de voz que solo ambos podían escucharse.
— ¡JACK!— Se escuchó un grito emocionado y vio cómo Carter soltaba la mano de la inspectora Campbell. — ¡Te estaba esperando!— Era Elizabeth Gray
Jack como todo un caballero se inclinó a besar la mano de la joven Gray, entregándole ese ramo de rosas. La joven Gray se veia hermosa. Un vestido unico que nadie tenia. Le quedaba a la perfeccion. Esto embobaba al inspector.
— ¡Hermosa dama!— Carter le extendió las flores a Gray, quien se le ilumino el rostro al ver lo hermosas que eran.
Mía veía como su compañero tenía su lado refinado y se sorprendió un poco.
«Tremendo teatro forman para conquistar a una mujer»
Pero al final le dejo ser. Estaba feliz si Carter lo estaba.
— ¡Jack! ¡Son hermosas!
Elizabeth besó la mejilla de él joven. Carter sintiéndose bien servido con ese beso, suspiro. Al instante miro a la inspectora y se decidió a hablarle.
— La famosa ¡Mía Campbell!
—No sé muy bien si sea famosa para bien...que lo dudo. — Pauso. —Pero si ¡Soy yo!.— Con una amplia sonrisa hacia la chica que a decir verdad era muy bonita. — Señorita Gray !Un placer conocerla! ¡Gracias por la invitación!— Extendió la mano igual para saludar. — Esta preciosa.
—Nunca me habías dicho Jack, que... en persona es muy bonita...¿Eres gitana?— Reconociendo también la belleza un tanto oculta de la chica.—Los periódicos ocultan tu belleza.— La tomo de las mejillas pasándole el ramo a uno de sus mayordomos.—Me encantaría verte con un vestido Campbell.
— Asi es ...Mi madre es gitana y lo siento Señorita Gray...creo que eso no será posible...Lo de el vestido — Una vez ella le dejo las mejillas, Campbell se quitó su sombrero en forma de respeto. —Pero posiblemente me veo mejor porque hoy sin duda me bañe.
—Siempre que los periódicos te agarran. — Carter lanzo una risa burlona. — Es con ese singular cabello alborotado Mía. Pareces limosnera con traje.
—Bueno...voy a trabajar, no a salir en un desfile. — Lo miro con un rostro un tanto burlón. — Ya me doy cuenta porque nunca atrapas a nadie. Tu si vas a salir en las fotos en vez de atrapar rufianes.
Ambos compañeros comenzaron a discutir como habitualmente lo hacían por unos segundos y Elizabeth Gray observo la familiaridad que tenían ambos.
Carter tomando nuevamente su papel serio, le extendió esta vez el brazo a la joven Gray y ella se afianzo de su novio.
—Adelante señoritas. — Dándole aun el debido respeto a Campbell. No podía ser su pareja, pero sin duda era una dama que merecía respeto.
Después de esta introducción Mía se sentía un poco más tranquila al menos al notar a la señorita Elizabeth como una buena persona.
Ya cada quien en su mesa, había un bullicio enorme. Nadie dejaba de hacer ruido. Campbell miro que la señora Gray estaba entrando en desesperación por no recibir la atención de nadie. Cuando se le ocurrió su primera brillante idea; Con una cuchara comenzó a golpear una copa de vidrio haciendo que todos miraran en silencio hasta que rompió esta copa de lo fuerte que la azoto.
Jack Carter aguantándose la risa. Sus cachetes se inflaban sabiendo que en cualquier momento podía soltar esa carcajada al ver a su amiga con su primer desorden. Mientras Elizabeth Gray intentaba procesar que había pasado en ese momento.
— ¡Lo siento!— Se acercó a Elizabeth y le dijo al oído. — Yo te pago la copa.
—Descuida Mía... Al menos lograste hacer que todos le prestaran atención a mi madre. — Regalo una sonrisa a la fotógrafa haciéndola sentir un poco más tranquila.
Se dio el anuncio de que la comida iniciaría por tiempos, empezando por las sopas.
Campbell no podía creer en el aprieto que se metía. Había tantos cubiertos que estaba tan confundida. Al instante miro a Jack y él le apunto la cuchara que debería tomar. A Carter se le hizo muy tierno y a la vez divertido que su compañera se estuviese esforzando por encajar. El sabia que pasaba por todo eso, por darle gusto a el.
Una vez sirvieron la sopa, la chica comenzó a ver como todos comían refinadamente y ella intento copiar a las demás damas. Era imposible ser exactamente igual a ellas. Desde lejos la señora Gray observaba a la chica con sumo desprecio negando con la cabeza que esa mujer de la sociedad más baja estuviese en su mansión, conviviendo con su hija y sus invitados.
Desde lejos alguien observaba a la chica Campbell muy complacido de tenerla en ese lugar. Reía divertido como es que ella se viera en semejante aprieto entre la alta sociedad.
—Y dime Mía ¿A qué te dedicas ahorita? Jack me comento que no estás trabajando en los investigadores. —Elizabeth intentó conocer a la chica un poco más pues la veía nerviosa.
—En una cantina... sirviendo ta...
Al decir esto con suma naturalidad para ella, notó como une vez mas se llevó la atención de varias personas del lugar con algo de desaprobación. Enserió si ella estuviese sola ya se habría salido de ese lugar. Pero Jack no tenía que pagar los platos rotos de sus acciones impulsivas.
— ¡Que sorpresa!— Se le borro su sonrisa y se puso un tanto nerviosa. —... Entonces, ¿También te vendes? Disculpa mi ignorancia. — Dudosa y un poco sorprendida que lo dijera con tanta naturalidad, ella espero una respuesta.
—No...ella no se vende Elizabeth. — Carter pidió disculpas a Mía y continúo. —Es que aquí, Mía se tiene la creencia que las mujeres que trabajan en taberna es para venderse. — Le hizo una leve seña con las manos dándole a entender que ofrecían servicios sexuales. Miro a su amada. — Mía solo rellena tarros de cerveza, lleva las bebidas a las mesas, aseo del lugar y a veces hace cosas de cocina.
— ¡Ya veo!— Asombrada la joven Gray, levantando las cejas. — Disculpa si te incomode Mía.— Le regalo una sonrisa a la chica.
—¡Oh no descuida!— Regreso esa sonrisa —Lo bueno es que ya ahora sabes que no siempre se involucra la prostitución en esos lugares...Clark no permitiria algo asi.
—Si para eso supongo que estan Scarlett y sus niñas.
En la fiesta estaban acercando unos panecillos. Mía al partirlo y comerlo se le hizo muy desagradable pero para seguir la plática y no sonar grosera intento sacar platica
— ¿De que esta relleno esto?
—Steak & Kidney Pie. — La señora Gray finamente le respondió y vio que, como era de esperar la joven Campbell no comprendía nada. — Pastel de Riñones...para que los pobres entiendan.
Mía al escuchar esto se sintió tan asqueada que se llevó la servilleta a la boca escupiendo ese trozo que tenía masticando. De nuevo Jack Carter estaba aguantándose la risa por ver a su compañera tan expresiva como siempre.
— Disculpen... ¿Pueden decirme donde queda su sanitario?— Campbell guardo la servilleta con comida en su pantalón disimuladamente sin que nadie más que Jack y quien la observaba de lejos notaron esto.
—Si claro...—Elizabeth llamo a uno de sus mayordomos. —Le indicas a la señorita donde está el baño.
Aquel hombre se acercó a la señorita Campbell y le indico el lugar siguiéndola detrás.
A lo lejos este hombre estaba atento a la chica, se levantó acomodando su saco, dispuesto a seguirla. Desapareciendo del lugar tan disimuladamente que nadie noto que su presencia faltaba.
Por otro lado Carter seguia al lado de su novia y la curiosidad lo invade.
— ¡Ejem!— Carter resonó su garganta. Elizabeth miro al instante a su novio. — ¿Qué tal te ha caído Mía?— Pregunto el dándole un bocado a su comida.
— Valla personaje de amiga que tienes. — Levanto un poco las cejas divertida— ¿Crees que se ofenda si le pregunto de eso que todos hablan?— Guardo silencio unos segundos y continuo después de que ambos cruzaran miradas. — De eso que dijo la policía de su idea de alguien siendo el mismo que ha asesinado a las chicas desde octubre.
—No se ofenderá. Ella cree en los hechos. Además la policía no dijo toda la información bien. — Respondió dándole una sonrisa a su novia.
Se veían tan perfectos juntos que sin duda la prensa no podía dejar de hablar de ellos.
Mientras ellos dos hablaban Mía estaba limpiando en el baño la servilleta y graciosamente deshaciéndose de esa comida bajándole al inodoro para no dejar rastro.
—Jack, cabrón...me va a deber una botella por este puto lio de mierda—Se decía a sí misma en voz alta mientras tallaba esa servilleta. — ¿Quien mierda come pastel de riñones? y le pone un nombre inventado del culo.
Molesta seguía tallando la servilleta, arremedando a la señora Gray que ya la tenía fastidiada.
— "Para que los pobres entiendan".— Refunfuño.—Los pobres no andamos comiendo riñones...Señora estúpida.—Pauso.— Con su estúpido peinado que parece nido de pájaro.— La joven Campbell estaba bastante irritada.
Pasaron unos minutos cuando dejo todo en orden y salió por esa puerta, chocando con un hombre de espaldas. Tumbando por completo la copa de vino del sujeto.
— ¡OH DIOS MIO! Disculpe.... — Abrió sus ojos impresionada de quien estaba al lado de ella.
—Mía.... ¡Que Sorpresa verte aquí!— Tomando el brazo de la chica haciéndole una seña al mayordomo que se fuera. Este al instante se retiro del lugar obedeciendo a este sujeto. —Necesitamos hablar.
— ¡Logan!—Se sorprendió al verlo. — Todo lo que tengas que decirme frente a Carter... ¿Que mierda haces aquí?— Un tanto inquieta, se movía hacia los lados intentando salir de esa situación.
—Yo y el señor King somos de esta sociedad tan refinada. Y amigos íntimos de los Gray...no podíamos faltar. —Respondió empujándola hacia el baño de nuevo. —¡Hablemos!
—Hablemos afuera...Estamos en una casa de invitados ¿Enserió quieres estar en este lió?— Pidió molesta poniendo resistencia.
—En nada comenzaran los fuegos artificiales. —Río como solo la sabia hacerlo. — Habrá tanto ruido que podremos pasar desapercibidos. — Aventó con más fuerza a la chica dentro del baño. —No sabes cuánto te he echado de menos en el trabajo.
—Logan. Aquí no...estoy de invitada especial de la señorita Gray. Si nos encuentran a los dos en un lugar así, afectarías a tu amiga. —Intento razonar con él. —Mira...yo mañana regresare.
—Aun así no tengas razón. Rogare porque te dejen regresar...te necesito en ese lugar...te deseo tanto. — Le decía desesperado a Campbell mientras comenzaba a toquetear su cuerpo. —No me quiero imaginar, que pasara cuando te haga mía. —La tenía en la pared como un loco desesperado necesitado de copular con la chica.
—Logan ¡QUÍTATE!
Campbell le pego en su entrepierna con la rodilla y el hombre se dobló del dolor, ahogándose un grito en ese bañó.
— Aléjate ¡No me toques! CABRÓN— Mientras ella a paso rápido, intentaba encontrarse con toda la multitud. Dejando solo a aquel hombre deseoso de tener a esa mujer tan única en su clase.
Jack al ver que su compañera venía a paso apresurado y un tanto inquieta cuando ella se sentó. Él le toco el hombro.
— ¿Estas bien? Tardaste un poco. — Miro como ella miraba hacia la dirección de la que venía una y otra vez.
— ¿Que? ¿Como?— Su cerebro tardo en procesar.—¡Estoy bien!— Respondió soplando aire por la boca aliviada. — Me encontré con alguien conocido en el camino.
—Mía...te importa si pregunto. — Elizabeth interrumpió.
La joven Campbell le dijo a Elizabeth con señas que podía continuar con la pregunta.
— ¿De dónde te salió la idea de que los asesinatos son por la misma persona?,¿Has visto algo así en tu vida? De Rockland. O ¿Algún otro lugar?
— No. — Pausó. —De hecho nunca en mi vida eh visito algo así hasta ahora. — Era un tema que si le interesaba a todos y varios presentes de esa enorme mesa fijaron su atención en la chica. — Hay patrones, en los cuerpos, que no dijeron en la radio. — Dijo sin saber que el jefe de la radio estaba en ese lugar escuchándola. — Quizás no le pasaron toda la información. Pero estoy segura que hoy aparecerá otra víctima, confirmando que es la misma persona, de la cual dije.
— ¿Y si no aparece? ¿Quiere decir que te equivocas?— Nuevamente Gray pregunto interesada.
—Quiere decir que... la radio al difundir lo que dije. Le dio una pista al asesino de que ya no es tan secreto... pero volverá a atacar.— Confiada en su teoría, mostraba un rostro de confianza.
Un silencio de unos segundos se escuchó en el ambiente cuando de repente comenzaron a salir burlas de diversos lados.
—Después de una semana de paz y tranquilidad en mis oficinas. Me arruinas la noche Campbell.— Comenzó a reír Ryan King desenfrenadamente mientras más gente le seguía. Haciendo que Jack Carter se quedara en silencio, junto con Campbell y la señorita Gray. —Sigue con esa tonta idea de que hay un loco suelto matando gente por diversión.
—¡PERO YO LO VI!... ¡Le seguí!— Diciendo esto tan convencida mientras seguían burlándose de ella.— Me creerán y se tragaran sus palabras.
Nadie parecía escuchar lo que ella decía y entre más hablaba más carcajadas se unían. Ella estaba tan segura de lo que pasaría que simplemente les dio el gusto que se rieran de ella.
—Acompáñame... sirve que las cosas se tranquilizan un poco.— Extendiéndole la mano Elizabeth Gray a Mía de manera amigable.
Ella miro a Jack un poco desconfiada y cuando él, le hizo la seña de que fuera se sintió un poco en más tranquila y le siguió. Mía estaba muy incómoda con toda esa situación. Y ahora seguía a alguien que apenas tenía a lo mucho dos horas de conocer.Quería salir corriendo, su sexto sentido le estaba diciendo que estar en ese lugar no era bueno.
« Vamos Campbell. Ella no te ha hecho nada. Tranquila.»
https://youtu.be/ffw3PpkNb0s
Pues un capítulo más...claro que notaran está más corto, esto con la intención de dividir mis capítulos grandes en 2 de aproximadamente 3 mil palabras un poco más, para no hacer la lectura tan cansada a quienes tiene poco tiempo.
Proximo capitulo titulado "Una carta de introduccion " ¿Ideas?
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