IX Te quería conocer en persona


-----Prisión de Norwich 1 de enero de 1937 10:04 AM -----

La inspectora Campbell y el inspector Carter recorrían esa instalación. Más que prisión parecía un hospital psiquiátrico, tenían a los presos en condiciones deplorables. Se escuchaban gritos por todos lados, de esos gritos que te llegan hasta la medula y sientes que te ahogas.

Es cierto, algunos de ellos tenían serios problemas mentales. Mayormente tenían que ser controlados a golpes. De vez en cuando, alguno que otro sacaba las manos de las celdas para intentar agarrar a la inspectora Campbell, pues tenían tiempo sin ver mujeres. Estando encerrados y esa fragancia los hacia saber que una mujer estaba presente. Las hormonas oxitocina y vasopresina los hacían mostrarse como animales en celo.

— ¡Ven!...No te voy a hacer daño. — Insinuaba un prisionero.

—Acércate. ¡Interrógame a mí!— Un segundo rufián pedía a Campbell. Carter estaba bastante incomodo de ver esto.

—Te enseño a abrir esas piernas...ven y súbete aquí... sobre de mí, hehehe. — Un tercer prisionero decía con una risa depravada

—Le dije que no era buena idea venir  mujer...digo...Inspectora. — Decía el carcelero mientras guiaba a ambos a lo más profundo de las celdas.

—No me da problema. — Cruzo miradas con el carcelero. —Es algo de la vida diaria. Con gente que no está detrás de una celda.— Mostrándose seria a pesar de que esos brazos estuvieran a escasos centímetros de tocarle para jalarla hacia ellos. 

— ¿Ya mero llegamos con el señor Cooper?— Intrigada de por qué era el camino tan largo.

—Pasamos dos puertas de vigilancia más y llegaremos. — El carcelero  los miro a ambos asegurándose de que no se hubieran quedado atrás o que algún loco los hubiera agarrado.

— ¿Por qué esta en esa zona?—Carter mantenia su mirada hacia todos lados. 

Mientras seguía viendo como había tanta gente en ese lugar haciendo cosas tan extrañas. De repente se escuchaban gritos como de gente endemoniada o que estaba sufriendo agonías horribles. Otros de ellos trepaban las celdas como podían. Algunos otros tarareaban ritmos tétricos y de un de repente se les dejaban ir a los inspectores para intentar  agredirlos.

Eran golpeados por los policías, amarrados, disciplinados y hasta les arrojaban baldes de agua fría para callarlos cuando tenían rato gritando sin razón aparente.

—Estos tratos son inhumanos señores. — Carter se lamentaba un poco de ver esto.

—La mayoría de ellos son asesinos inspector Carter, no tiene sentido dialogar con ellos. — El carcelero respondió golpeando con una macana a uno de ellos que saco el brazo. — Si ellos no estuvieran tras de esas rejas, lo estarían ahorcando o sacando las vísceras mientras se desangra como un cerdo.

Pasaron los dos últimos filtros de seguridad cuando llegaron a donde estaba el hombre.

Apartado de los demás intentando ocultarse en la sombras de su celda.

— ¡COOPER!— El carcelero golpeo los barrotes llamando la atención del sujeto. —Tienes Visitas.

La inspectora Campbell vio que él hombre jugaba con sus manos. Notaba como es que se intentaba arrancar sus propias uñas desesperado.

— ¿Por qué haces eso?—  Tranquila Mía  intento acercarse   un poco a la celda.

—Porque de todos modos ya estoy condenado a ir a la horca. —Respondió Cooper ya hecho a la idea de su destino. — Acercarte... puede ser peligroso para ti.

—El reporte dice que asesinaste a tu esposa en tu granja... después a la chica la recuerdas ¿Verdad?— Campbell lanzo esto de golpe sin previo aviso

— ¡SE LO MERECÍAN! ¡AMBAS!—Mirando a la inspectora con rabia, acercándose a la celda intentando jalarla hacia él. Ella retrocedió dos pasos atrás tranquila quedando justo a unos centímetros de que él le agarrara. — Creo que ya tienen mi maldita declaración ¡PERRA!

Los insultos que Cooper le decía a Campbell le hacían hervirle la sangre a Carter . Cerraba sus puños para contenerse.

—Sin duda hay gente que merece ser castigada...—Intento  hacer su primera jugada haciendo que el inspector Carter comenzara a conocer una etapa que el jamás había averiguado de ella. — ¿Me puedes hablar de la señora Cooper? ¿Recuerdas sus ojos? ¿Sus medidas de busto? ¿Algún extraño lunar o marca que la distinguiera?

—Yo recuerdo todo de ella...— Pauso para recordar a su difunta esposa. — Ojos cafés claros, hermosos... ochenta y ocho  de busto... tenía un lunar justo al lado de su cuello que era su marca. — Con facilidad respondía  a esas preguntas.

Campbell notaba cada movimiento del hombre. A pesar de seguir cubriéndose el rostro.

— ¿Por qué la mataste?— Intentando hacer contacto visual con los ojos de él.

—Porque mato a nuestro hijo !La hija de puta bebía tanto que perdió a nuestro hijo!

— Yo también estaría molesta con mi pareja si hiciera semejante irresponsabilidad.—Mía se intentó acercar  ahora que él estaba más tranquilo.— El reporte del señor Hunt, dice que te enamoraste de la segunda víctima y la asesinaste por celos.

—Ya he confesado  ¡SI! ¿Qué más quieres escuchar de mí?— Golpeándose la cabeza con los barrotes. Salpicando sangre a los pies de los inspectores. Hablo  rompiendo el silencio.

— ¡LÁRGATE!...Y déjame morir en paz... Asquerosos inspectores de mierda... Sobretodo tu... ¡PUTA ASQUEROSA!

— ¡HEY!— Carter molesto le grito y en cuanto se movió aquel hombre se tapó el rostro mostrando miedo. — !Respeta a la inspectora!

—Tranquilo Jack. — Puso su mano sobre el pecho de Carter tranquilizándolo. Se acercó más a Cooper hasta que ella agarro los propios barrotes de la celda. — ¿Cómo se llamaba? ¿Cómo eran sus ojos? ¿Qué medidas de busto tenia? ¿Qué seña característica tenia?

—...

Guardo silencio sin siquiera poder dar respuesta a esas preguntas. Cooper solo podía emitir el sonido de queja al seguir intentando arrancarse esas uñas y un ligero tarareo que resultaba espeluznante.

— ¡Abre la celda!

 Al pedir esto Campbell. Tanto Cooper, el carcelero y Jack la miraron un tanto sorprendidos.

— ¿Mía?... ¿Estas segura de eso?...este sujeto mato a su esposa. — Carter agarro de los hombros a Mía intentando hacerla entrar en razón. — No te fíes de todo lo que dicen estas personas.

— No había estado tan segura de algo Jack. — Miro al carcelero y ordeno una segunda vez. — Carcelero...¡Abre la puta puerta!

Aquel hombre un tanto confundido accedió a las órdenes de la inspectora. Abrió la celda y en el momento que ella se introdujo a la celda Jack Carter saco su arma y le quito el seguro.

—Tranquilo Jack... Confía en mí. — Pidió Mía a Carter quien a estas alturas no dudaba para nada de su compañera. Asi que,  intento relajarse

— ¿Por qué has entrado? ¿Sabes que te puedo matar en segundos?—Cooper Se acercó a ella pero,  solo toco su cabello con sumo cuidado. Ella solo podía estar respirado tranquila dejando que el hiciera su primer movimiento. — ¿Cómo sabes que no te quiero hacer daño?

—Porque un asesino sin corazón...no hubiera preguntado. Ni se hubiera asustado ante un inspector. — Comenzó a percibir el olor a podredumbre y veía que el a pesar de acercarse a ella seguía ocultándose el rostro. Ella le cogió del mentón con muchísimo cuidado y en cuanto las yemas de sus dedos tocaron su piel sintió sangre fresca. El seguía cubriéndose gran parte de su rostro con su brazo.

— ¿Qué te hicieron Cooper?— Rompió el silencio  y este hombre no quiso decir nada una vez mas — Tu... No mataste a Tamara Pearson.... ¿Verdad?— Hacia contacto visual con él y se atrevió a poner su mano descubriéndole el rostro.

—.... 

Sin decir nada  comenzó a ver como ella terminaba de poner su mano completa en su rostro. Era una mano llena de calidez, sintiendo el contacto con un ser humano que no le estaba golpeando ni torturando. Los ojos de la inspectora le transmitían seguridad. Esto  quebró por completo a Cooper y se le puso de rodillas a la inspectora confesando.

— ¡NO! ¡YO NO LA MATE!

Aquel hombre se aferró a la ropa de Campbell derramando lágrimas de desesperación y sentimiento. Campbell veía como por tanto tiempo este hombre grito por ayuda sin ser escuchado. Pudo ver con claridad como varias de las heridas del rostro ya estaban llenas de pus y emanaban ese olor fétido. En sus pies tenía otras heridas que se comenzaban a engusanar. Ella con un nudo en la garganta se enterneció de este sujeto.

—Yo ya lo sabía.  

Poniéndolo de pie y sacando un trapo que guardaba en su saco para de manera delicada quitar esa sangre que él ya tenía en el rostro. En cuanto el trapo pasó por sus heridas la pus comenzó a emanar 

— Si te torturan para que confieses algo que no has hecho...con tal de que se detengan, terminas confesando solo para que ese dolor pare.

Cooper  agarro las manos de la inspectora y ella sin negarle el contacto  intento consolarlo.

Le dejo el trapo y le dio la espalda por completo. Se sentía segura con el después de esta charla que ambos tuvieron.

— Ya puedes abrir la puerta. — Ordeno al carcelero, él al instante abrió  la chapa y la inspectora salió. Al fin obteniendo la verdad. Miro a su compañero Carter y dio su veredicto — ¡Él no es Jack!

— ¿Segura?— Pregunto aun con algo de dudas, pero estaba muy asombrado de la interacción que había visto hace unos segundos entre Campbell y Cooper. — Esta gente es experta mintiendo... No deberías ser tan crédula con ellos.

—Completamente segura. — Cogió el hombro de Carter.— Quien le hizo eso a Pearson no hubiera dudado en matarme, aunque tú lo hubieras disparado al final.— Explico a Carter.— Su comportamiento no encaja.— Resonó su garganta.— Incluso creo que la muerte de su esposa fue en un momento que perdió el control... Quizás cuando se enteró de la pérdida de su hijo.

Se comenzaron a retirar del lugar.

— ¡Inspectora!— Cooper La hizo frenar en seco antes de irse de ese lugar. Hablo una última vez. — ¡Gracias!...Si salgo de aquí, tiene mi eterna gratitud.

—No dejare que te manden a la horca por un crimen que no cometiste, Cooper. — Avanzando retirándose del lugar.

Una vez salió de esa prisión, y entraron de nuevo al coche ella comenzó a meditar, hasta saber dónde seria su próxima parada.

—Debo de admitir que eso que hiciste fue... Impresionante. —Carter reconoció el trabajo de su compañera. —Y muy humano.

—Tiene meses siendo golpeado Jack...Le hacía bien sentir el calor humano, la compasión y el afecto. — Su mirada era de tristeza por recordar en el estado en que lo tenían. —Logan lo ha de haber obligado a confesar ese crimen, a pura  tortura.  

Se agarraba la frente sin poder creer lo que estaba descubriendo. Hacia ligeros movimientos de negación con su cabeza y soltó un gran suspiro

— Para llevarse esa victoria...mando a un hombre a la horca... y el hijo de perra de King se lo permitió.

— ¿Lo harás público a la prensa?—Pregunto sin rodeos. — Si lo haces... créeme que King te va a comer viva. — Advirtió a Campbell.

— ¿Y dejarlo solo sin decir nada ? ¿Que lo maten?— Levanto una ceja mientras arqueaba la otra viendo a Jack fijamente.—Solo porque algo me va a costar trabajo.— Pregunto mientras Jack guardaba silencio.—¿Ya tienen los resultados de quien era la chica sin piel del campanario?

—Si...— Se quitó el sombrero con una pesadez y ese semblante ella lo conocía bien. — Lo siento Mía, era la señora Fisher.

—.... 

Se llevó una mano a su frente, llenando sus pulmones de aire y comenzó a llorar en silencio lamentándose de lo que su compañero le había revelado.

 — ¿Estás seguro?—Su voz era entrecortada. Esta vez paso su mano a su boca por como ella misma había escuchado su voz.

—Completamente...—Guardo silencio unos segundos esperando a que ella se controlase. Al ver que estaba formándose un silencio incomodo decidió continuar. — Hay algo más... También había un chelín y una pluma.

— ¿Cómo?— Asombrada intento limpiarse las lágrimas con ambas manos y enfocarse en el caso de nuevo. — Eso no puede ser posible. Él nos lo dejo ayer en el sobre...no debería haber eso en esa escena.

—Es lo que yo sé hasta la fecha Inspectora. — Igual de confundido que ella. — ¿Qué quieres hacer?— Pregunto buscando entre su saco un pañuelo para entregárselo a la chica. — ¿A dónde?

— A la morgue. — Tomo el pañuelo y seco las lágrimas que aún estaban saliendo involuntariamente. — Tengo algunas preguntas para ellos.

Jack Carter encendió el coche y se dirigió a donde la inspectora pidió, después de ver el trabajo que hizo con Cooper, tenía la certeza de que ella más o menos tenía un mapa mental ya bien establecido. Claro, podía variar dependiendo de las respuestas que obtuviese.

La morgue no estaba tan lejos de prisión, pues ya que cuando ellos eran sentenciados, trasladar ese cuerpo a que los incineran, sepultaran o a saber que destino tendrían, no tendría que requerir tanto tiempo de traslado.

Una vez en esas instalaciones. Campbell se presentó con el hombre encargado.

—Buen día, somos los investigadores Mía Campbell y Jack Carter. — Ambos mostraron su placa en el primer filtro para identificarse.— Estamos aquí... porque necesitamos examinar el cuerpo de la recién fallecida Anne Fisher Hill.

 Pauso un momento mientras abrían esa celda para que pasaran a esperar.

— También me gustaría procesar algunas órdenes de exhumación.—Saco los papeles de un portafolio el cual tenía los nombres y los números de casos.

—De la señora Fisher, si aún tenemos el cuerpo. — Hablo el encargado. — Lamentablemente los otros tres han sido mandados a incinerar. — Respondió un tanto nervioso.

— ¡¿Cómo ha dicho?! — Carter estaba furioso. —Si sabe que comete un delito... ¡Muertes violentas!  ¡JAMAS!... se deben incinerar.— Tomándole del cuello de su camisa. — ¿Quién te ha dado la maldita orden de hacer eso?

— ¡Jack!...el solo sigue ordenes...déjale. 

Pidiendo a su compañero tranquilizarse, vio como el comenzaba a soltarlo del cuello. Campbell comenzaba a notar que Carter era de carácter explosivo, pero eso no lo llevaba a cometer injusticias. 

— Sin embargo caballero, mi compañero tiene razón. —Levanto su dedo índice tranquila,  citando una ley de memoria. — Está violentando una de las leyes más importantes, toda muerte que sea considerada como acto violento y/o no sean causas naturales como: enfermedad o sentencia a pena de muerte deben de conservar los cuerpos, por si se requieren órdenes de exhumación como las que necesitamos. Para poder analizar los restos.

— ¡Lo siento inspectores! yo le repetí muchas veces eso al inspector Hunt, pero me comento que son ordenes de arriba. — Decía temeroso entrelazando sus manos. Les hizo una seña para que se acercaran. — Todo esto ocurrió hoy en la madrugada, y también querían mandar a incinerar el cuerpo de la señora Fisher. Pero tienen que esperar cuarenta y ocho  horas para que se le haga la autopsia adecuada.

—Ese Hijo de puta...— Carter se pasó una mano por el mentón molesto. —¿Tenia sello de aprobación por alguien? ¿Firma?

—Si. Estaba firmado y aprobado por el señor Ryan King.

—Muy bien...trabajaremos con lo que tenemos—La inspectora comenzó a meter más cosas a su mente para intentar acomodarlas en ese mapa de ideas que estaba actualizando. — Si es tan amable de mostrarnos el camino.

Una vez dicho esto, el hombre los encamino abriendo uno de los cajones donde estaba el cuerpo sin piel de la señora Fisher. Ya comenzando a emanar un olor más podrido que los otros cuerpos.

— ¡Oh Por Dios!- Campbell se tapó la nariz, no esperaba este olor tan fuerte.

Carter igual se agacho un poco para ocultar su nariz debajo de su saco, estirándolo un poco.

—Este cuerpo a diferencia de los demás llego con los órganos que son remplazados lleno de gusanos— Explico el encargado a los inspectores

— ¿Que órganos son los que faltan esta vez?—Carter se ponía unos guantes y le pasaba a Campbell unos igual para que pudieran tocar sin contaminar la evidencia.

—Hígado y riñones, sin mencionar que falta gran parte de la médula ósea. — Entrego el expediente a Carter.

— ¿Y esas marcas?— Pregunto Campbell viendo cómo es que había cortes más profundos en algunas partes del cuerpo. — ¿A qué se deben?

—Es donde el asesino comenzó a levantar la piel enterrando el cuchillo. — Explico el encargado. —Es lo que dicen mis forenses. Utilizo uno de desuello.

— ¿Y sus pertenencias?

Aquel hombre rápido se movió entregándole las cosas de la chica donde habían logrado recuperar ese chelín junto con la pluma de cuervo.

— Gracias. — Campbell estaba frente a frente del cadáver despellejado sin retirar la vista de el—Encontrare a quien le hizo esto señora Fisher.  

Ella ordeno cerrar el cuerpo  Se dirigió al encargado. 

— Me gustaría hablar con usted, en otro lugar...— Saco un papel apuntando  a  una dirección y la entrego al encargado. — Para evitar ponerlo en riesgo...será el lunes cuatro  de enero a las dos de la madrugada.

—Con gusto inspectora. — Respondió guardando ese papel en su bolsillo más interno de su saco. Haciéndole una despedida en forma de respeto inclinándose ante ella. Campbell de igual modo le regreso el saludo.

Ambos inspectores se retiraron y al llegar a su coche Mía noto que había un paquete dentro, envuelto en periódico.

— ¡Jack!

Ella al apuntar hizo que su compañero se alarmase. El abrió la puerta para descubrir que ya tenía un hedor fétido y moscas. El agarra el paquete y al desenvolverlo logran ver que había una lengua  ya de unos cinco  o seis  días de descomposición. 

— Este lugar está vigilado... ¿Cómo mierda plantaron esto aquí?

—No debe de estar lejos. — Carter agarro a la inspectora y cerró  el coche. Ambos centrando su atención completa en las masas de personas que pasaban. Era un lugar transitado. — ¿Qué estamos buscando exactamente?

—Algo que sea o muy obvio... o muy poco usual.

Campbell enfocaba su mirada a todos los que podía. Recorriedo persona tras persona, hasta que sus ojos se toparon con un sujeto de traje, que tenía una cámara seguido de una máscara que cubría por completo su rostro. Ella espero unos segundos y esa caja de fotografía jamás emitió flash.

— ¡EL!

Al ella apuntar con el dedo ve como este hombre sabe que ha sido descubierto y tira esa cámara echándose a correr entre la multitud. 

— ¡ALTO!—  Ella se lanza corriendo tras de él.

—MÍA... ¡ESPERA!— Gritando esto, también sale a perseguir a su compañera. — ¡ES  PELIGROSO!

Hay estaban. El sujeto escapando de Campbell. La inspectora siguiendo al sujeto misterioso y Carter persiguiendo a su compañera.

Llego un momento en el que Carter perdió de vista a Campbell por la multitud de gente que había ,sin mencionar que una carroza casi le pasa encima y eso distrajo su atención de Campbell. Ya no le era posible seguir el ritmo viendo cómo se perdía entre la multitud.

— ¡INSPECTORA!... ¡MÍA !... ¡MIERDA! —Busco una alternativa para encontrar a su compañera, ya para el tiempo que tenía sabia mas o menos a donde daba cada calle.

Mientras el inspector Carter intentaba ubicar a Mía. La inspectora seguía corriendo tras el sujeto entre la multitud sin perderle de vista, hasta que le ve entrar a una finca que aparentaba estar abandonada. Ella lo pensó unos segundos, pero dedico adentrarse a ir tras él, subiendo varios pisos. Al llegar hasta el último de estos el sujeto estaba de pie frente de ella aun con su rostro oculto tras su máscara.

— ¿Por qué me sigues?—  Intentando atemorizarla con una voz más gruesa y tenebrosa.

— ¿Por qué corres?—Respondió con otra pregunta. La inspectora no mostraba miedo ante él. — En nada llegara mi compañero... ¡Por las manos donde las pueda ver y no te resistas!

—Tengo tiempo para hablar contigo entonces. —Se escuchó una leve risa de satisfacción. 

Se abalanzó sobre de ella derribándola con una facilidad tremenda. Campbell entendió que este sujeto tenía una fuerza impresionante. Descartado que le pudiera ganar en fuerza.

—Inspectora Campbell, va por muy mal camino. — Dominándola fácilmente colocando un cuchillo de desuello en su garganta. — Quería tener el placer de conocerla en persona.

Escucho la respiración agitada de ella, de esa persecución previa entre ambos.

— Una parte de mi me dice que es muy atractiva y me encantaría invitarla a salir...Pero... la otra parte de mi me cuestiona a saber cómo se vería su cabeza en una estaca. Como gritaría de dolor al derramar sobre sus oídos cera caliente. Abrirle los talones y dejarla colgando de los tendones como un animal en el matadero. Esos gritos llenarían mis oídos de música. — Rio dando un suspiro mientras se impregnaba de ese aroma que ella desprendía. — Mejor vete antes de que sea demasiado tarde.

—Gracias por el consejo...pero no soy de las que se rinden. Mucho menos de las que se retiran dejando algo inconcluso. —Respondió sin una pizca de miedo a pesar de tener ese cuchillo en su garganta.

—Me encantaría mutilarla. Sacar todas sus vísceras y exhibirla en la estación de policía mientras sigue respirando sus últimos alientos de vida... Me tiene fascinado. Tantas cosas en mente de como la quiero despedazar, exhibir... humillar públicamente. —Le respondía mientras con ese afilado cuchillo comenzaba a bajar y a pasarlo por una de sus piernas haciendo una fina herida derramando sangre.— Pero matarla así... en cuestión de segundos, no sería algo que yo me permitiría hacerle a usted.

—Y si no aprovechas esta oportunidad. — Escupió sobre la máscara del sujeto mostrando desprecio. — Te juro que por mi mano... te rompo el cuello en la horca, o te fundo el cerebro en la silla eléctrica.

Él  al ver que ella le escupió  le metió una tremenda bofetada que le reventó el labio.

—¡Contrólate!— Escucho como ella  se quejo de dolor  y ligeras gotas de sangre salían de sus labios esparciéndose por su boca.—No comprende inspectora. — Enterró un poco más ese cuchillo en la pierna haciendo que ella soltara un leve chillido  de dolor. — En el ajedrez...a las reinas no se les sacrifica por algo insignificante. 

Agarro una cuerda que previamente tenía ya en ese lugar y amarro fuertemente de las muñecas a la inspectora hasta dejarla completamente con los pies colgando

— No pierda su pluma y su chelín— Advirtió. Tomandola de las mejillas con fuerzas obligándola a  ver la mascara.— No le daré otros...esos son de usted.

Había logrado infundirle miedo. Noto como sus ojos se abrieron ligeramente, y sus pupilas se dilataron. De manera agresiva ella aparto el rostro de el para no seguirle viendo.

Terminando de decir esto guardo su cuchillo y saco otro más pequeño para dejarlo clavado en el muslo que ya había herido previamente.

— ¡Aah!

Mientras estaba colgando sintiendo como ese objeto puntiagudo penetraba sus capas de piel.  Su sangre comenzaba a correr por toda su pierna. Tranquilamente  esa sangre que escurría de ella. El asesino  la limpio con sus guantes y  dándole la espalda a la inspectora  tarareaba y reía como todo un enfermo.

Campbell vio cómo se retiraba la máscara y se llevaba el dedo con que limpio su sangre a la boca, haciendo que un escalofrió recorriera su cuerpo y la piel se le erizara.


—Justo a lo que pensé que sabría inspectora.—Se coloco su máscara , para girarse hacia ella y comenzó a bajar esas escaleras.— No me quitaría el cuchillo si fuera tu. A saber si agarro alguna vena importante y te desangres sola.— Mintió para mantenerla al margen y evitar que hubiera una nueva persecución. Ya había dicho todo lo que quería en ese primer encuentro.

Cuando la inspectora se encontraba sola intento salirse por su cuenta de ese aparatoso lió en que se había metido. Intento aferrarse de esa cuerda con las manos para evitar seguir colgando. Intento primero levantar sus pies a la altura de sus manos.

 Se preparaba mentalmente para desenterrar ese cuchillo y cortar la cuerda.

Estaba nerviosa ya la sangre que brotaba de su muslo comenzaba a esparcirse, había un goteo continuo.  Al intentar descolgarse la primera vez tenía sus manos tan quemadas de agarrar esa cuerda que solo le basto tener unos segundos de debilidad para resbalarse y  tensar esa pierna cuando sus músculos se contrajeron.

— ¡Aah! ¡MIERDA!— Exclamo pegando un grito de dolor.

Pasaron diez minutos y comenzó a escuchar a su compañero subir esas escaleras, seguido de unos gritos buscándole.

— ¡JACK!— Hacia ruido como podía para guiar a Carter.— Jack...¡Aqui!

— ¡INSPECTORA! 

Apresuro sus pasos y al llegar al último piso la encontró aun amarrada, ya con un charco más grande de sangre. 

— ¡MÍA!  ¡RESISTE! — Se acercó a cortar la cuerda y poderla poner en el piso. — ¿Era él?

—Si...era el sin duda. — Respondió sintiéndose completamente segura con su compañero al lado.

— Jack... mi pierna. — Pidió ayuda quejándose de dolor, sin mencionar que estaba ya entumida.

—Tranquila. —  Se arrancó un trozo de manga y lo enredo en su pierna. — Te va a doler...pero es mejor eso para que el sangrado comienza a parar. 

Con fuerzas apretó haciendo un improvisado torniquete para evitar que siguiera sangrando haciendo a su compañera soltar un gruñido 

 —Ya...ya pasó Campbell.— La intento abrazar pues sentía sus manos heladas.

— ¡Estoy bien!...!Gracias por la ayuda!— Se intentó poner de pie pero estaba tambaleante. Solo lo consiguió con la ayuda de su compañero pasando su brazo por sobre sus hombros, para evitar apoyar su peso en esa pierna.— Necesito que me hagas una rueda de prensa.

—Mía, tienes que atenderte eso. — Un tanto mortificado por ella. — De suerte estas viva.

—Él no quería matarme Jack...sabes qué tiempo, le sobro para hacerlo. — Frustrada aun apoyándose en Carter estaba con la mirada un poco perdida.

— ¿Te dijo algo?— Noto la reacción de la inspectora— o ¿Descubriste algo?

—No solo me inmovilizo para que no le siguiera. — Mintió.

En su interior con tanto miedo por la plática que ellos tuvieron. Prácticamente ella ya estaba marcada por ese hombre y prueba de ello es que ella ya tenía su propia pluma y chelín, sin duda la piel se le erizaba al saber esto. Pero no estaba dispuesta a decir más hasta un momento más conveniente.

Mientras por las calles de Norwich este sujeto se mezclaba por la sociedad como si nada hubiera pasado. Satisfecho y feliz por haber tenido a escasos centímetros a la mujer que le estaba volviendo loco. Sentía aun en su garganta y en su lengua ese sabor a sangre que le había logrado robar a la inspectora. Sin saber que esto ocasionaría nuevas emociones en él.


https://youtu.be/bOGGswSC9B8

Proximo capitulo titulado "Tiburones" ¿Ideas?


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