IV Noche Buena


-----Martes 24 de Noviembre de 1936-----

Los recuerdos borrosos no le permitían descansar. Su mente la atormentaba con todo lo que había pasado hace unas horas y era tanta su angustia que comenzó a mezclar su horrible experiencia con los asesinatos de las dos mujeres.

La inspectora Campbell estaba en una pesadilla la cual era tan real para ella que no tenía duda que lo estaba viviendo en carne propia.

—¡NO!— Levanto medio cuerpo aferrada a sus sabanas, bañada en sudor.— ¡Gracias al cielo! Una pesadilla.

Se dijo a sí misma, y al ver que sus sabanas estaban tan húmedas las utilizo para secar su sudoroso cuerpo. Notando al pasarlas por el pecho que no tenía absolutamente nada de ropa.

—¡¿Pero que?!— Al ver su torso desnudo, levanto las sabanas para cubrir sus senos y en un segundo le entro la curiosidad; Una vez mas  se asomó debajo de estas y vio que sus braguetas tampoco estaban.

—Entonces...— Escuchó un ruido fuera de su habitación y la chica se alarmo tanto, que de su armario saco ropa interior y se puso la primero que encontró.

Abrió la puerta con mucho cuidado,  ni siquiera la madera logro crujir  y lo único que tenía para defenderse, era un cinturón en sus manos. Estiraba dispuesta a dar una pelea digna si era necesario. Escucho como se freía posiblemente carne en su estufa y lentamente se fue acercando hasta encontrase al mismísimo Jack Carter en su comedor con un periódico desayunando tranquilamente.

— ¡JACK! ¿Pero qué mierda haces? Y ¿POR QUE TRAES MI TOALLA ENREDADA EN TUS PIERNAS? ¡TÁPATE!— Observando un tanto apenada el torso desnudo de su compañero.

— ¡Buenos días Mía!— Sorbió su café. — ¡Lo siento por eso! Lo que pasa es que mi uniforme seguía sucio por lo de ayer, la pelea con Logan. Así que me puse a lavar. También lave tu ropa. —Miro como su compañera desconcertada no entendía absolutamente nada. —No tienes recuerdos de nada pasado ayer por lo que veo ¿Verdad?

—Ayer... ¿Qué paso ayer?—Intentaba recordar pero lo primero que se le vino a la mente fue que ella estaba sin ropa hace unos minutos. — No me digas que tú y yo... ¿Dormimos juntos? —Comenzaron a llegar varias imágenes sin sentido a su mente. Un café, una rosquilla azucarada y un papel para llenar unos reportes. — ¡Jack! ¿Qué paso ayer?

—Bueno en cuanto a tu pregunta. — Sorbió de nuevo  el café. — No... no dormimos juntos Mía. —Noto como la chica se puso más tranquila. — Ayer Logan Hunt, te dio una bebida adulterada en la noche...No note ninguna jeringa así que asumo lo bebiste. 

Espero un poco  y volteo a ver a su compañera. El  la noto tranquila así que prosiguió. 

— Los encontré sin ropa en su oficina, y algo me decía que no era por voluntad propia.

— ¡¿Pero qué?!— Rápido  se sentó en la silla— ¿El acaso me...quito mi...?— Apenada sin poder terminar frente a su compañero llevo su mano a la boca un tanto mortificada.

—Todo indica que no ¡Tranquila! 

Carter se levantó y le sirvió un poco de comida y un café. Al darle la espalda, Mía se percato de que su compañero tenia cicatrices marcadas en su espalda. A juzgar por sus cicatrices  el accidente o lo que hubiera sido, fue bastante fuerte. Sin embargo, no se atrevía  a preguntar. El hecho de pensar que podía revivirle  cosas, las cuales el no quería, la hacían silenciar.

— Ayer que te deje en cama, mientras te traía a tu departamento, no hubo sangrado...Sigues inmaculada. —Le regalo una sonrisa amigable a su compañera. — Hoy vas a descansar Mía. Tengo que hablar con el señor King respecto a lo sucedido. Eso que Logan hizo está mal y lo volverá a repetir hasta que logre lo que tiene en mente.

—No !Jack¡ ...Si hablas con King me va a culpar a mi.— Debatió comenzando a darle un bocado a los alimentos.— Además necesito el día pagado... Como puedes observar. — Girando sus ojos a su alrededor. — No tengo lujos y voy al día.

El observo como Mía seguía dando bocados al desayuno y continuo explicando su compañera al inspector.

 —Sin mencionar que King es un idiota más del montón, que dice que tengo que estar agradecida de que Hunt me vea como compañía sexual. Y que es mi deber como mujer "satisfacerlo y corresponderle".

— ¡¿Eso te dijo?!— Abrió los ojos como plato. — ¿Por qué no me dijiste eso ayer? ¿Te dijo que te acostaras con Logan?—Esta vez el soltó el periódico molesto esperando a que ella le respondiera.

—Si Jack. Cuando le dije que no tenía un interés intimo en Logan.— Bebió del café y trago grueso.— Me salió con la grandiosa estupidez de que como podía saber eso si era, tu sabes... virgen. Que me daba miedo y confundía las cosas. — Siguió devorando el desayuno hambrienta. — Y me dijo que dejara que me comprase un trago para que me sintiera más "relajada" cuando eso pasara.  

Ambos guardaron silencio unos segundos y ella para tragar le dio un sorbo al café una vez mas .

 — Así que por favor...no te metas. Agradezco todo lo que has hecho por mí y no sabes cuánto. Pero ese hombre con esa mentalidad solo me suspenderá y necesito el dinero.

— ¡Mía! eso es abuso ¡Y está mal! — Se pasó una mano por el mentón y después agarro su cabello haciéndolo para atrás. —Mía... Deja ese trabajo...

— ¡NO!— Le interrumpió bruscamente, levantando el dedo índice. — Amo lo que hago, y sé que con esfuerzo todo mejorara... No me pidas que deje de hacer lo que me gusta. — Levanto su plato y su taza de café. — Además, nadie cree que ese sujeto que mato a Pearson y a Mills sean el mismo. Hasta tú dudas.  Yo voy a demostrar  que es la misma persona.

—Mía...si sigues en ese trabajo, Logan un día de estos te va violar, y no me sorprendería que le ayuden más idiotas de la estación. — Hizo una pausa pues vio que eso le causo un poco de inquietud a su compañera. — ¿Enserió quieres que abuse de ti  uno o más de esos animales?

 Refunfuño molesto. Al verla quele causo escalofrios, decidio seguir presionando.

 — Ayer, te fue bien. Que nomas estaba Logan. Pero quien quita y a la siguiente vez sean dos o tres ¿Crees que lo vale por esas chicas? Ponerte en peligro.

—Si Jack, ¡Lo vale!— Quitándole los platos a su compañero para ella lavarlos.— Si voy a descubrir la verdad,  darles una muerte digna a esas mujeres y que no les digan en los periódicos que fue por andar  en la prostitución—  Molesta, tallando con fuerzas los platos.— Estoy dispuesta a destrozar mi cuerpo, y a correr el peligro que haga falta, porque soy una investigadora.

Miro a su compañero con las cejas arriba. Parecia que no creia lo que escuchaba. 

—Hicimos un voto sobre la justicia y la rectitud, que intento cumplir todos los días de mi vida lo mejor posible.— Siguió tallando los platos para quitarles los restos de comida.— ¡El valiente vive hasta que el cobarde quiere!

Campbell le dio en unos segundos una lección a Carter que jamás olvidaría, viendo como para ella su trabajo era tan importante como  sus principios morales. Tanto que estaba dispuesta a todo aun así su vida estuviese de por medio.

— ¡Hay Mía!...Ven aquí. —Abrazo a su compañera. — Intentare protegerte, y te ayudare con esa idea que tienes, eres mi compañera, y como te dije esa noche, si algo te pasa, recae sobre mí.

— ¡Quítate! Sentimental. — Un tanto apenada. — Que no vez que estas sin ropa. — Lo empujó hacia atrás nervios por  haber posado su rostro en el pecho de su compañero.

—Báñate y vístete, que tenemos que llegar a la estación temprano. — Miro su reloj.— Hay algo que tienes que ver. — Río con un tono de burla.

----- En algún Lugar de Norwich-----

Para ser de un día a otro la prensa ya tenía periódicos en primera plana, de la muerte de la chica Jacqueline Mills, y más abajo la desaparición de la esposa del panadero el señor Fisher. Teniendo en primera plana a la mismísima Mía Campbell. Era justo como había pensado este asesino que pasaría. Saco unos chelines de su bolsillo y pago llevándose el periódico que tuviese la mejor foto de la mujer.

 Lo guardo bien y se dispuso a irse a su cabaña alejado de la sociedad. Pasó saludando a todos como un ejemplar pueblerino y al llegar a su morada noto que tenía visitas. Así que guardo bien el periódico y se acercó a saludar.

— ¿En qué le puedo ayudar?—Al asomarse al coche se percató que era su mismísimo progenitor.

— ¿Dónde estabas hace dos noches?

—Fui de cacería...Sabes que me mantengo vendiendo carne. — Apuntándole con el dedo para que viera los animales desangrados y con las vísceras expuestas. — Más bien ¿Qué quieres tú?

—Ver a mi muchacho. — Un poco sentimental. — Trabaja conmigo, estar solo no te hará bien, necesitas una rutina diferente.

— Estoy bien...— Alejándose un poco de su padre. — No necesito de gente a mí alrededor.

—Hijo.— Pauso un poco tomando el hombro del muchacho.— Me gustaría que no hicieras planes para  noche buena. Hay que pasar en familia, mínimo ese día.

—Tengo planes ya... Es época de buena cacería. — Guardó silencio  y escucho un suspiro melancólico de su padre.— Pero... puedo llegar en la noche a tu casa.—Se alejó a su cabaña, listo para dar por concluida la plática.— Adiós viejo

—¡Adiós hijo!— Se dispuso a marcharse del lugar un poco nostálgico, pero contento de que hubiera aceptado su hijo pasar la noche buena juntos.

Este sujeto una vez se dio cuenta ya no estaba su padre afuera de la cabaña, saco  el periódico y comenzó a recortar la fotografía de la inspectora Campbell, poniéndola con el resto de las fotografías de sus victimas  marcadas.

Que fácil había sido para el conseguir una foto, acercarse a la chica y sobretodo hacer contacto con ella y sentir sus manos entre las de él.

— Espero hayas disfrutado del muslo... Campbell. Tómalo como mi buena voluntad hacia a ti. —Rebusco entre su cajón y saco una fotografía de su víctima que ya había elegido—Veamos si logras seguirme el ritmo.

-----Estación de investigación 8:48 PM-----

Aproximadamente cuarenta  minutos después de los hechos con este loco asesino, un inquieto inspector Carter estaba  hablando con el señor King.

—Señor... Necesito a Campbell como mi compañera...— Al parecer lo que Mía le había pedido a Jack de no involucrarse en  sus asuntos, le tomo poca importancia y decidió hacer su jugada.

— ¡No! Carter  Ella está trabajando con Logan...

— ¡QUE NO!— Puso las manos sobre la mesa molesto. Ambos tenían una mirada desafiante el uno al otro. — Logan lo único que quiere es acostarse con Mía.

— ¿Y eso a ti que te importa? O ¿En qué te afecta?— Respondió molesto. — Lo mismo que le dije a Campbell te lo digo a ti. — Cerró el puño molesto. — Su trabajo como mujeres...

Saco su singular puro lo prendió y prosiguió

— Uno. Asear la casa, y no andar levantando la voz a los superiores. Dos. Usar ropa de mujeres que les note su cuerpo y no andar con vestimenta barata de poca calidad masculina. Tres. Que si se nos antoja a nosotros los hombres sacar el estrés, procrear, o simplemente tener sexo... que estén en silencio ¡Abriendo las piernas!  Ser ese contenedor de traer familia al mundo. Para nada más que eso sirven.

—Posiblemente muchas tengan esa mentalidad, y si ellas lo aceptan no me voy a meter en eso. — Arqueo la ceja encarando a King. — Pero Campbell es diferente. Ella no encaja en eso y lo que Logan quiere hacer, se llama ¡VIOLACIÓN! — Levanto un dedo apuntándole. — Y eso señor King, es como lo dice la palabra, es violar un derecho de un ser humano.— Molesto espero a que respondiera algo su Jefe.

—Creo que ya sé que pasa...— Dio una calada a su puro. Haciendo que Carter se desconcertara un poco. —La quieres para ti... la quieres estrenar tú¿Verdad Carter?—Río cínicamente. — Es muy difícil de encontrar, aunque la sociedad diga que está mal. En eso si te puedo decir que es una joya la señorita  Campbell.

—¡Mía Campbell no es un juguete! Viene a trabajar, no a venderse. Mucho menos a regalarse. Y está mal, con todo respeto señor King, pero está mal.— Amenazo a King.— Si no cambian las cosas, en mi siguiente reporte mandare la pedida de alguien más como jefe de este departamento, explicando que usted  se hace de la vista gorda cuando a uno de sus propios elementos corre peligro.— Se levantó de su silla advirtiendo.— Y también ella necesita un aumento. Trabaja más que todos en este lugar y le paga una miseria.

—  O sera que... ¿Te estas acostando con ella?— Insinuó molesto por que no le gustaba recibir órdenes, y menos de alguien que pretendía chantajearlo. — ¿Es eso? Se hace la inocente aquí, pero te tranquiliza tus ganas.— Puso el puro entre sus dedos.— Porque yo no encuentro algo lógico por la cual la defiendas tanto más que eso.

—Se le llama, darle su lugar a las personas señor King— Aun molesto se alejó con pasos lentos a la puerta.— No es negociable, lo que le pedí. Tiene  menos de veinticuatro horas para hacer algo.

 En cuanto salió de esa oficina escucho como él grito por todo el edificio el apellido de "Campbell" y ella entro.

Carter sintiéndose un poco más aliviado prosiguió caminando por las instalaciones, sabiendo que ese hombre seria discreto y le escucharía sus peticiones. Sus pensamientos se esfumaron cuando Logan Hunt choco hombro a hombro con él a propósito.

—¡Carter!... Si sabes que apuntarle a un inspector con un arma es un delito ¿O no lo sabias?— Pregunto tranquilo viendo sus uñas. Parecía que las limpiaba a penas viendo de reojo a Carter.

—Y si sabes que tener gustos como los tuyos de andar esposado desnudo en público es un delito igual que merece la  cárcel... Sin mencionar que meter prostitutas en instituciones gubernamentales  a esas horas es otro delito más.

—Sé que esa prostituta aquí... de algún modo u otro eso fue gracias a ti... Yo no estaba con mujerzuelas ¡Yo estaba con Campbell! — Estaba por perder los estribos y respiro haciendo su cabello hacia atrás peinándose de nuevo. — ¿Te lloro mucho anoche?

—Ni siquiera lograste tú cometido. — Hizo cara burlona. — Eres tan  inutil, que no sabes ni tratar a una mujer para que eso no cueste trabajo.

—No se van a quedar las cosas a si Carter...cuídate. — Se alejó con una singular sonrisa de satisfacción que desconcertó a Jack y fue a buscar a sus compañeros.

 A los pocos minutos Mía venia saliendo de la oficina.

— ¡Jack! —Miro a su compañera y vio que venía con una mirada que ni el mismo podía descifrar. — ¿Qué le dijiste a King? —Ella al instante soltó una leve risa.— ¡Somos compañeros de nuevo!

— Solo le dije que no me sentía preparado para el caso de Mills... Estaremos averiguando donde está la señora Fisher. —Su corazón volvía a latir con tranquilidad.— ¡Enhorabuena que estamos juntos de nuevo!

—Pues vamos a trabajar.—Fue por su cámara y se encontró en el camino al odioso Logan impidiéndole el paso para salir.

—Campbell. ¿Qué tal anoche? ¿Recuerdas nuestro encuentro?

Se burló de ella mientras la joven intentaba salirse de ese lugar, de igual modo  mantenia su mirada abajo sin querer ver a los ojos a aquel hombre. Él seguía impidiéndoselo. 

— Hermosura de cuerpo el que te cargas y que me dejaras manosear. Fue sin duda una fantasía hecha realidad. — Le cogió del brazo usando un poco de fuerza. — Ya sé que, eres una sucia en el fondo como todas las demás.

—Muévete...— Un tanto molesta intentaba ocultar sus nervios. —Muévete...por favor.

—Logan. — Jack Carter le interrumpió. — Deja pasar a la "Señorita".— Enfatizando la última palabra, recordándole su fracaso de anoche.

—Me vas a rogar Campbell. — Haciéndose a un lado para que ella pasara y dar por concluido la plática hasta un momento más oportuno.

----- Jueves 24 de Diciembre de 1936-----

Rondaban aproximadamente las ocho de la noche y ya todos estaban preparándose para celebrar noche buena, eran fechas importantes donde la nieve se hacía presente y pintaba de blanco todo Norwich.

Las cosas en la estación parecían normales, los acosos de Hunt ya no eran tan cotidianos. Jack y Mía seguían siendo compañeros y por muy loco que pareciera no había habido un crimen tan violento desde aquella noche. Aunque, el caso de la joven Mills seguía sin ser concluso. Nadie había ido a reclamar su cuerpo. No tenía familia que se preocupase por ella, por ende la opinión pública no tenía tanto interés en ello.

Estaban en las afueras del departamento de investigación Carter y Campbell listos para despedirse.

— ¿Qué harás esta noche Jack?—Viendo cómo se miraba  el reloj y estaba pendiente de la hora. — ¿Ya tienes planes?

—La familia de la señorita Gray me invito a pasar noche buena. — Estaba un tanto nervioso.

— ¡Oh! Vas enserió con ella ¿eh?— Se emocionó por su compañero elevando las cejas.

—Sí, es una chica que, lo que he conocido de ella es increíble, refinada, valiente, culta, lista.

— ¡Basta! Que me harás enamorarme de ella también. — Bromeo un tanto divertida— ¡Me alegro por ti! Esa chica no terminara con algún idiota y se que  le trataras bien. Eres un buen hombre Jack. 

Se acercó a su compañero y le comenzó a acomodar el saco y la corbata para dejarlo alineado. 

— ¡Listo!

— ¿Qué harás tu Campbell?— Sintió curiosidad pues sabía que su compañera era solitaria. — Puedo decirles que te pueden invitar.

—¿Enserió? ¿Quieres llegar con una mujer a casa de otra mujer?...—Se río por el razonamiento de su compañero. —Carter. Así no llegaras ni a proponerle. 

Una leve risa salio de sus labios.

— Sin mencionar que me tendría que poner un vestido... Yo paso— Le guiño el ojo y prosiguió. —Clark abrirá hasta las diez y la pasare hasta esa hora con él en la cantina. Ahora que me pagan más, poder comprarme una botella y beber junto con el señor bigotes.

—Ellos ya te conocen Mía...les he hablado de ti y saben que somos compañeros. — Menciono un tanto tranquilo refiriéndose a los Gray.— Hasta donde sé, le agradas a la señorita Elizabeth.

—Se quiénes son y donde viven, pero nunca he cruzado palabra con ellos... Luego tendré el placer de conocerla Jack. Pero hoy no. —Estaba por despedirse cuando recordó. — ¡Cierto! me dejaron tu correspondencia y creo te llego una carta importante. —Saco el sobre con un sello en perfecto estado. —El sello está intacto ¿Vez? Pero eso sí, tiene remitente de procedencia Alemana.

— ¡Oh!—Dijo un poco nervioso y le quito el sobre a la chica de inmediato.— Estados Unidos tiene asuntos que arreglar con Alemania, mi superior a quien le envió las cartas está hablando con una división Alemana para ver si logran llegar a algún tratado de paz.

—Cada vez se escucha más que Alemania  dará  con todo. Los famosos fascistas ¿No? — Lleno sus pulmones de aire y expulso todo dejando mostrar ese humo blanco por el frio.— Se siente un ambiente de tranquilidad...pero como falsa ¿No?

—Así es. Pero, nosotros tenemos con nuestros problemas... No pienses en eso Campbell.— Carter alboroto el cabello de Mía y eso la tranquilizo.

Ambos amigos se abrazaron sinceramente dando por concluida la plática, la chica se encamino hacia la cantina de Clark a pie, mientras Carter subía al coche alistándose para ir a ver a la señorita Gray y a su familia.

Campbell caminaba por las solas calles de Norwich pensando en lo mucho que había podido progresar, tenía aumento de sueldo e increíblemente le pagaba tres cuartas partes ahora. Seguía siendo menos que sus compañeros, pero ya podía darse sus gustos más seguidos, su nevera tenía más cosas y había podido comprar un nuevo traje de una calidad más fina que los que tenía. sin mencionar que  su compañero le respetaba y la trataba con dignidad.

Al seguir adentrándose por las calles de su barrio, entro a la cantina de su estimado amigo y le vio con menos movimiento que el de otros días.

—Parece que seré de las pocas tomadas esta noche. — Levanto la mano para saludar al cantinero. — Deberías estar con tu mujer Clark. Vives para trabajar. Toma un respiro.

—Lo normal, es que la gente tome. — Limpiaba los vasos como de costumbre. — Pero con sus familias. — Soltó una  carcajada. — ¿Cómo te va pequeña?

—Estoy bien. Gracias Clark... Eres lo más cercano a una familia. No me hará daño pasar unas horas contigo y que después pases la noche con tu familia.

—Acompáñanos a la noche buena Mía— Le dijo alborotando  su  cabello como lo hacía seguido.—Iveth no tendrá problema en darle de comer a alguien que es como el vivo recuerdo de nuestra hija.

—¡Siempre me dices eso! Pero... nunca me has dicho ¿Cómo se llama?—Saco unas monedas y él le entrego su habitual trago.— Ni la he visto en foto ¿No tienes alguna de ella?

—Su nombre era Viviane...—Se agacho y agarro un montón de fotos que tenía un tanto ocultas. Desempolvándolas y entre todas esas busco la de su hija. Dio un suspiro al verla de nuevo y prosiguió. —Ella era una persona muy feliz, siempre opinaba lo que sentía. 

Le entrego la foto a Mía y ella observo a esa mujer que si tenía un parecido a ella.

—Tienes muchas cosas parecida a ella Mía.— Una traicionera lagrima se asomaba por su lagrimal.— Solo que tú definitivamente le ganas en carácter.

—Clark... ¿Qué le paso?— Un tanto curiosa prosiguió indagando.—¿Nunca me has hablado de donde está?

—Murió...Bueno, la mataron. — Dándole la espalda a la inspectora. — Su esposo la mató a golpes, porque ella no podía darle hijos. —Se sirvió un trago en su vaso y lo bebió al instante. —Mi hija, fue...brutalmente asesinada, por su esposo y nadie dijo nada. Nadie abrió una investigación.

—¿Hace cuánto fue eso Clark?— Seguía viendo la foto de la chica, pero ahora cargada de  melancólia.

—Hace diez años, cuando ella tenía veinticinco . Se casó joven...—Lanzó un suspiro al aire,  sus ojos se comenzaron a llenar de agua, con una voz un tanto entrecortada. —Puedes creerlo. Me dijeron que ella se había metido en problemas con gente peligrosa. 

Unas lágrimas comenzaron caer por las mejillas de Clark. Despues de volver a reunir valor el cantinero continuo hablando.

—Y que unos hombres la habían golpeado por no poder pagar... Por eso no se abrió la investigación. —Se detuvo un poco y suspiro. —Pero ella ya me había confesado que su marido y ella no estaban bien. Pero nunca nos dijo a qué grado.

—Clark... ¿Quién fue su esposo?— Decidida y molesta, viendo el genuino dolor de un padre por perder a su hija ante una injusticia así.

—Te conozco muy bien Mía y si te lo digo... Sé qué harás algo y te conviene no meterte. Ese hombre es amigo directo del gobernador de Norwich y también de King. —Se sentó a servirse otro trago y lo bebió queriendo ahogar sus penas en el mismo alcohol.

—Clark. — Cogió la mejilla de su amigo  de forma tierna.Como si en verdad los lazos de sangre los unieran — Abriré el caso y si hace falta  pondré en la cárcel o en la horca a ese sujeto... ¡Por favor! Dime.

Metió presión y se acercó a su adolorido amigo, logrando que él se abriera y le revelase la verdad.

— ¡Lo...Logan Hunt!

Dijo expresando a todo pulmón y llorando desconsoladamente. Mientras Mía no podía creer lo que escuchaba. 

—Logan Hunt ha sido un animal desde hace años. — Le cogió de las manos cruzando miradas  con ella mostrando su  angustia. — Mía por eso no quiero que sigas trabajando en ese lugar. Corres un peligro con ese asesino.  

La inspectora estaba anonadada. Comenzaba a tener sentido para ella porque el fuerte acoso de Hunt, siendo tan parecida a Viviane, pero se decidió a no quedarse callada.

—Te ayudare a hacer justicia Clark ¡Abriré el caso de Viviane!  —Abrazo a su amigo y unica figura paterna  e intento apaciguar su dolor.

—Mía. Tu sola no podrás con él. King lo cuida demasiado...

No pudo terminar de completar lo que tenía que decirle,  pues ambos lograron captar como en la puerta se escuchaban ciertos ruidos. Pareciera como si alguien estuviese desesperado por entrar, seguido de varios perros haciendo un escándalo por fuera. Mía se levantó rápido y subió las escaleras que daban hacia la puerta, pues la cantina estaba escaleras abajo, algo escondida.

— MÍA ¡ESPERA!— Agarro su rifle y lo cargo. Clark era un hombre que seguido imaginaba los peores escenarios. Era muy precavido.

Mía subió  y al abrir la puerta por las escaleras fue cayendo un charco de sangre, seguido de una mujer que estaba siendo devorada por los perros hambrientos. Esta chica  seguía intentando luchar desesperada para que la dejasen en paz, así como también noto que un hombre corría lleno de sangre a la lejanía

— ¡DAME TU RIFLE CLARK! 

El cantinero   lanzo el arma  a la joven  junto con una bolsa de municiones, ya que  la escopeta solo tiene dos tiros antes de cargarse de nuevo. Mía dio un disparo espantando a los perros, quienes le habían abierto todo el cuello  a la chica y tenía expuesta varias zonas de su garganta al exterior escuchando como le costaba jalar aire. Se quitó el saco haciendo presión en la garganta y arrojo sus zapatos de tacón. 

— ¡ATIÉNDELA CLARK!

—MÍA ¿A DONDE VAS?—Se acercó rápido a levantar a la mujer lleno de miedo.—¡MÍA!

— ¡ VOY A ATRAPAR A ESE HIJO DE PERRA! 

Salió disparada a la dirección donde aún lograba ver al sujeto y sin esos tacones que impidieran ir más despacio, parecía que  volaba al correr a una velocidad increíble. El frió de la temporada era lo de menos para ella, tenía su adrenalina a todo lo que da y esa corazonada de que era quien estaba buscando hace meses.

— ¡ALTO O DISPARO! 

Mía viendo como no se detenía, en esa persecución estaba agarrando velocidad para alcanzarle. La chica dio un disparo al cielo como advertencia y esto hizo que el sujeto bajara un poco su velocidad para ver hacia atrás y ver que ella lo estaba alcanzando. 

— ¡MIERDA! ¡QUE TE DETENGAS!— Sin dejar de seguirlo.— ¡ALTO!

El asesino sabía que ella tenía que recargar su arma,  así que, dio vuelta en una de esas calles para intentar perderla.

Al ella dar vuelta se percató de que el sujeto no estaba por ningún lado  de la calle. Estaba desierta. O corría muy rápido, se había esfumado, o siguió a un fantasma.

— ¿DONDE ESTAS? ¡MIERDA!— Dio un disparo al aire una vez mas  esperando a ver si salía de su escondite y solo veía gente asomándose por sus ventanas por el ruido de la escopeta. Tanto la calle como el rió que cruzaba el pueblo estaban en completo silencio y serenidad.

— ¡AUNQUE ME LLEVE TODA LA VIDA! ¡TE VOY A ATRAPAR Y TE VOY A LLEVAR A  A QUE TE PARTAN EL MALDITO CUELLO!

Debajo de los muelles, estaba este hombre oculto intentando no hacer ningún ruido escuchando la clara amenaza que le lanzo la inspectora, y esto simplemente la hacía tener más deseos de seguir tentando a la chica, tenía ese retorcido deseo de sentirse con esa adrenalina para poder atacarle cuando menos se lo esperase. Y claro la haría sentir que él tenía miedo de ser atrapado e intentaría siempre correr, para darle cierta seguridad a la chica y seguirla invitando a que lo persiguiese.

Campbell por su parte,  regreso corriendo hacia donde Clark con las plantas de los pies  congelados desapareciendo de esa calle.  Muy frustrada y llena de coraje. Pero tenía que ver si podía ayudar a salvar la vida de esa chica.

Clark por un lado podía ver como venía llegando Mía hacia la cantina de nuevo, su accion natural y  rápida , fue  abrazar a la chica.

— ¡MÍA! ¿ESTAS BIEN? ¡ESCUCHE LOS ESCOPETAZOS!

— ¡Estoy bien Clark! ¡¿Cómo esta ella?!

Se acercó a ver a la chica. Clark ya la tenía cosida con un hilo  de la garganta, pero, en un estado muy lamentable por la pérdida de sangre, estaba tan pálida y débil que su cuerpo temblaba de forma involuntaria. 

— Vas a estar bien ¡Resiste!—Le tomo de las mejillas cuando sitio como sus frías manos le agarraban un brazo y ambas cruzaban miradas.

— ¿Mía?...— Dijo con un tono de voz muy  débil y provocando un dolor horrible en su garganta al instante que comenzó a arrojar bocanadas  de sangre por la boca.

—No hables... ¡RESISTE! 

Mía veía como la chica comenzaba a abrirle la mano que sostenía algo y pudo ver que era nada más y nada menos que lo que ella temía. La pluma y el chelín juntos de nuevo. La rabia y la desesperación le estaban ganando. 

— CLARK ¡HAGAMOS ALGO!

—Mía...—La mirada del cantinero era de melancolía, sin embargo  procedió a hablar con la chica. —Ese sujeto le apuñalo repetidas veces... ella va a morir. — Agacho la mirada derrotado. — Lo siento.

— ¡No lo escuches! ¡Estarás bien!— Desesperada intento cargar a la chica, pero solo lograba  lastimarla  más, haciendo que la joven negara que la siguiera moviendo con los brazos con las ultimas fuerzas que tenía. — Resiste...por favor.  

Al decir esto comenzó a ver como esos ojos dejaban de brillar y ese temblor de su cuerpo desaparecía dando por concluido el último aliento de vida de la mujer. 

—¡OYE! ¡DESPIERTA! ¡DESPIERTA POR FAVOR!—Se aferró a la chica mientras Clark intentaba hacerla entrar en razón.

—Mía... Déjala ya. La chica ha muerto. — Mía se arrojó al pecho de la chica llorando amargamente.

— ¡PERDÓNAME! ... MI PUTA INCOMPETENCIA TE TRAJERON HASTA AQUÍ ¡PERDÓNAME!

Aferrada a la chica y culpándose por esta muerte, se sentía patética, miserable  y que todo le quedaba muy grande.

—Mía...No es tu culpa. —El cantinero se acercó a cerrar los ojos de la chica y acto seguido sintió como la joven se le tiro esta vez al pecho a él buscando un consuelo. —Ya mi niña... No siempre vamos a poder salvar a todos.

— ¡CLARK!—Respondió a su amigo mientras sentía unas palmadas en la espalda.

—Llora todo lo que creas necesario... Sácalo ¡Anda!—Seguía intentando consolarla mientras escuchaba a la chica llorar  por este nueva derrota.

-----Mansión de los Gray-----

Jack Carter estaba disfrutando de la compañía de esa hermosa chica,  Elizabeth Gray. 

A decir verdad todos estaban impresionados con lo bien visto que era el joven y con el respeto que trataba a la joven Gray. Ya habían pedido informes de él y todo apuntaba a que era un hombre bueno, en su departamento y en su trabajo. Tenía buen salario. Ya comenzaban a conocerlo en el pueblo, y no se le veía rondar borracho ni por los prostíbulos con las prostitutas.

—Y díganos joven Carter ¿Qué le ha parecido la cena?— El señor Gray espero una respuesta.

— Sin duda la mejor que he probado en un tiempo señor.— Sorbiendo un poco de ese vino que quedaba en su copa, mientras veía muy  enamorado a la joven Elizabeth Gray.— Gracias enserió. ¡Todo ha estado delicioso!

— ¿Y cómo ha estado tu trabajo? ¿Sigues de compañero de esa fotógrafa?— Pregunto un tanto interesada Elizabeth.

— ¡Oh sí!— Se limpió con la servilleta la boca para continuar. —Sus fotografías y su trabajo son, espectaculares. Deberían conocerla. Ella me enseño la ciudad.

—Si bueno...seguido sabemos de ella por la radio, es normal que sea parte de un escándalo seguido.— Rodando los ojos con algo de desaprobación se quejaba la señora Gray, haciendo que Jack se extrañara un poco.—Ten cuidado joven Carter, esa mujer siempre trae problemas.

—Eso dicen mama, pero no podemos juzgar un libro pro su portada... ¿Por qué no la invitas la siguiente semana para año nuevo?— Al decir esto los padres de la joven Gray estaban un tanto inconformes, pero no dijeron más que dejarla hablar. —Sería interesante ver si tengo competencia.

— ¡Hermosa dama! Te aseguro que entre ella y yo solo hay compañerismo ¡No hay quien se iguale a ti!— Beso  de manera educada la mano de la joven. —Pero te tomare la palabra.  la invitare, sirve que pasa esa fecha estará acompañada. Siempre está sola.

— ¿Cómo? ¿No tiene familia?— Pregunto extrañado comenzando a llenar su pipa para fumar. — ¿Entonces con quien vive?— El señor Gray estaba un poco desinformado al parecer.

—¿No sabes querido?...—Todos viendo a la señora Gray esperaron a que continuara.— Se dice, que sus padres la echaron de su casa. Ella no es originalmente de este pueblo. 

Refunfuñaba un poco asqueada al ir contando de la chica. 

— Ella viene de Rockland... Nada bueno sale de Rockland. —Acomodo su servilleta la pomposa señora que distinguía por si singular peinado. — Sabes que si un padre te hecha es porque eres una deshonra ¿Estás de acuerdo o no joven Carter?

— ¡Madre!— Elizabeth mirándola con ojos de desesperada. — Ahora no ¡por favor!— Jack noto esto y a decir verdad se estaba sintiendo algo incómodo que hablaran así de su compañera. El conocía bien a Mía y sabía que intentaba ganarse su dinero de forma honrada.

—A decir verdad Señora Gray, creo que sí debería de conocerla. —Limpio nuevamente su boca con la servilleta y prosiguió. — Ella no tiene muchos recursos, y aun así nunca la he visto ganando dinero de forma indecente, ni coqueteando con hombres. Eso es algo que le admiro mucho. Ella sola se ha hecho cargo de ella misma sin necesidad de vender su cuerpo ni hacer algo humillante.

—Bueno si claro, ya está invitada para la próxima semana. Dile que se traiga su mejor vestido. — La señora Gray estaba por dar por concluida la plática cuando Jack recuerda ese pequeño pero importante detalle.

—Bueno... ¿Hay problema si se viene de traje? Creo que no tiene vestidos. 

Todos le voltearon a ver impresionados. Y de nuevo  los padres de la chica Gray rodaron los ojos hacia arriba.

—Si no tiene vestido Jack. Que venga de traje ¿Verdad?— Miro a sus padres y ambos confirmaron con la cabeza. — ¡Mira! No hay problema.

En ese instante tocaron a la puerta de los Gray,  la mujer que hacia el aseo abrió encontrándose con la mismísima Mía Campbell, bañada en sangre y completamente descalza. Lleno sus pulmones de aire y rompió el silencio.

— ¡Buenas Noches! Disculpe que moleste a estas horas y en estas fechas. — Con la mirada perdida, apagada y sus ojos hinchados se notaba que había llorado bastante. — ¿Esta el inspector Jack Carter aquí? Es sobre un caso...

Jack pudo escuchar claramente la voz de su compañera hasta dentro y se paró disculpándose con los demás. Al instante que se fue, la joven Gray y sus padres fueron  tras de él.

— ¡Mía! ¡¿Qué te paso?!— Al verla en el estado en que venía su compañero se asustó.

— ¡Oh, dios mío! —La joven Gray se llevó las manos a la boca al ver a la chica bañada en sangre, y descalza a pesar de que afuera caía nieve.

Los pies de Campbell comenzaban a tener partes rojas y otras un tanto  moradas por la temperatura tan baja , mientras ella seguir descalza.

—No me sorprende verla aquí con esos trapos. — Retirándose sin darle importancia y algo molesta la señora Gray  veía a la inspectora.

— Disculpen que los interrumpa. Enserió no era mi intención molestar su noche de familia.

—Ya interrumpiste jovencita ¿Qué se te ofrece?— Molesto el padre de la joven la veía de arriba abajo.—¡Que sea rapido! Interrumpes nuestros alimentos.

Carter  miraba de nuevo a los señores Gray con incomodidad por los tratos que le daban a su compañera.

— ¡Jack!— Ella abrió la mano lentamente y le mostró lo que la joven le había dado hace rato atrás. —Hay un cuerpo, en la cantina de Clark... con esto.— Aun seguía con la mirada perdida y desanimada.

— Llamando a su compañero por su nombre y  aparte estaba en una cantina... ¿Qué clase de mujer es esta?— Se escuchó desde el interior quejándose la señora Gray  una vez mas.

—Creo que me tengo que retirar por hoy...— Jack Carter fue a agarrar su abrigo y su sombrero. — En verdad lo lamento, pero el deber llama. — Se despidió de forma educada  de los señores Gray y beso la mano de la joven Elizabeth. — ¡Hasta otro día hermosa dama!

— ¡No olvides!... ¡Próxima semana!— Se acercó la chica a besar la mejilla del inspector, poniéndolo  nervioso, pero al instante regreso a poner los pies sobre la tierra.

— ¡Vamos Mía!—. Se llevó a su compañera a la escena del crimen una vez mas.

-----En algún lugar de Norwich-----

Aquel hombre llego empapado a su cabaña,  se vistió lo mas rápido que le permitían sus posibilidades  y salió encaminado a la casa de su viejo padre. Habían tenido un arreglo y él pensaba llegar.

No pasaron ni treinta  minutos, cuando  el hombre ya estaba tocando la puerta de su padre, el señor canoso abrió la puerta y no podía creer que su hijo estuviese ene se lugar.

—Pensé que no vendrías por la hora... Hijo, que gusto verte.

— ¿Quién es?—Pregunto una voz  masculina desde dentro.

— ¡Mi hijo! —Sorprendido y con una enorme alegría.

—No sabía que tenías hijos—  Se escuchó ese mismo varón un tanto sorprendido. Los pasos comenzaban a acercarse a la puerta.

—Con que no hablas de mí—Su hijo reclamándole un poco a su padre. Ambos hombres se miraron a los ojos y se reconocieron al instante. Llevándose una sorpresa uno de otro. — El investigador Logan Hunt, cenando en mi casa !Que agradable sorpresa!

—Admito que estoy sorprendido...— Dijo estrechando la mano del joven. — ¿Qué hace un joven tan refinado vendiendo carne como un simple pueblerino más?— Logan Hunt estaba intrigado.

—Una larga historia, la cual me gustaría mantener en privado si no  te importa.—Moviendo sus manos de un lado a otro.— ¿A qué se debe tu visita Hunt?¿En que te puede ayudar mi viejo?

—Necesito investigar a alguien, y este refinado caballero, me ayudara.— Apuntando al padre del muchacho. —¿Has visto a este sujeto?

Mostró un periódico más reciente apuntando a al mismísimo Jack Carter. Quien para el deleite de este hombre salía en primera plana junto a la inspectora Campbell una vez mas.

—¡Anda por la zona! Creo que es muy eficiente en su trabajo. —Menciono tomando el periódico poniendo toda su atención en la joven Campbell. — ¿No te fías de ese idiota? ¿O temes que te quite tu protagonismo en este pueblo de mierda?

—Al menos tienes sentido del humor.— Serio, Logan Hunt continuo a los pocos segundos. —Te voy a decir lo que creo... Este idiota, dice que viene de Estados unidos, pero, sus cartas tienen algo raro con letras alemanas... Sencillamente creo que ese cabrón es un puto alemán. — Se cruzó de brazos. — O en el peor de los casos. Un simpatizante nazi.  

Los dos se quedaron en silencio y siguieron escuchando a Hunt. 

—Según ellos, los nazis... !uieren una Alemania fuerte, y metieron mierda de propaganda en las olimpiadas. Pero ustedes saben que se ha escuchado que han atacado judíos y gitanos. Yo creo fervientemente que Jack Carter  es un espía de los nazis. —Muy seguro refunfuñaba.— Pero necesito evidencia.

—Y ¿Cómo te puede ayudar mi padre en eso? ¿Te conseguirá evidencia?—Un tanto inconforme, espero una respuesta.

—Lo voy a ayudar. Por nada del mundo un cabrón Alemán va a estar mandando mierda de nosotros al  puto Führer. Si involucra a Inglaterra seria decirles a las tropas alemanas que estamos contra ellos.  Y el maldito imbeci de churchil ya esta buscando pelea con Hitler.— Dio una respuesta el padre del muchacho.

— ¿Cuánto tiempo tardaras en conseguir esta información?— Logan Hunt se miraba las uñas de las manos.

—No lo sé Logan. Pero lo mandare urgente. Tengo mis medios aun para investigar personas.

—Si es un nazi... ¿No sería mejor hacerlo hablar nosotros?— El cazador  opino,  ambos lo miraron en silencio y prosiguió al ver que no había respuesta. — Nos tomaría días en vez de semanas  a esperar por cartas.

—En eso te doy la razón. —Se sentó de nuevo en la silla  Logan. —Pero el muy cabrón tiene papeles de Estados Unidos, como oficial y detective. Si saben que atentamos contra él, tenemos las de perder. Y no se en que tantos problemas nos meteríamos con Estados unidos...El muy hijo de perra tiene un rango más alto que el mío. — El detective Hunt estaba molesto. Sus ojos se oscurecian  y su quijadase tensaba. 

—Bien los dejare trabajar a su modo, yo solo proponía una idea.— Tranquilamente y sin dar importancia.— Lo que sí es raro es que siempre este como perro tras de esa mujer.—Intento sacar a la inspectora Campbell al tema porque era lo que él tenía interés, arrojo el anzuelo y Logan Hunt fue a morderlo directamente.

—Si ella llega a saber que Carter es un nazi  y le ayuda. Me encargare de hacerle la vida miserable hasta que nos pida en la cárcel piedad. —Se cruzó de brazos. — Tengo asuntos pendientes con esa zorra.

—¿Enserió?...— Siguió indagando pues si usaba bien sus cartas podría salir algo de ese coraje de orgulloso de  hombre —¿No te ha respondido como mujer?

—Se rehúsa... Más bien a hacerla mi mujer.

—Y con ese idiota al acecho imagino que no te deja ni acercarte ¿Me equivoco?— Disfrutaba meter más rencor a la mente de este inspector.

—Estas en lo correcto. — Logan Hunt estaba frustrado.— Y no dejo de pensar en ella...mi cuerpo reacciona cada que ella esta en mis pensamientos.

—Mujeres con esa mentalidad no traen nada bueno, ellas se quieren creer superiores. — Mirando a su padre y este prosiguió apoyándole.

—Dale un escarmiento Logan. Yo lo hice con mi mujer en su tiempo, y fue la solución a todos mis problemas.

— Solo tengo que separarlos a esos dos y cada quien tendrá lo que se merece. Ese estúpido por querernos ver la cara de idiotas. Y esa zorra por no cumplir ante los deseos de un hombre.

Este sujeto estaba tan entusiasmado de seguir metiendo veneno a la cabeza de Logan que sin duda aprovecharía cualquier mínimo detalle para corromper esa mente que tarde o temprano si no pensaba bien las cosas, terminaría siendo uno más igual de enfermo que este sujeto


https://youtu.be/uBZZ0FkVHHY

Proximo capitulo titulado "Alguien observa " ¿Ideas?

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