001.

Salón del club de Oratoria.

Heeyoung había estado muy intranquila desde que había llegado temprano a la escuela por la mañana; su madre se había tomado la molestia de pasar a su habitación antes de ir al trabajo y desearle un buen día, no sólo eso, decirle lo mucho que la amaba. En un principio, se sintió bonito, porque era algo que acostumbraba a hacer cuando era pequeña y su madre sólo tenía que ir a las oficinas del partido o campañas, pero esa costumbre había desaparecido desde el día que su madre, Park Geun-Hye, asumió el máximo cargo gubernamental del país. ¿Y qué era lo que la hacía estar preocupada? Su madre pudo haber tenido ese gesto de un manera amable y amorosa, sin embargo, en su voz había notado el desasosiego.



A lo lejos, la hija del Jefe de la Policía y el hijo de uno de los jueces del Tribunal supremo, la observaban con cuidado.

— Mírala, está temblando.— Dijo Hyosun con voz baja, Namjoon suspiró sin despegar los ojos de la chica.— Sabes qué, iré hablar con ella. Tal vez necesita un chocolate.


— ¿Un chocolate en qué serviría?— La miró incrédulo.

— Un chocolate calma a las personas.— Saltó de la silla en la que estaba sentada.— Ya vuelvo.

— ¡Hyosun!— La chica que casi llegaba a la mesa de Heeyoung, se giró al escuchar el gritó de Jungkook, el chico que cruzaba la puerta del salón en ese momento.

Ella lo miró desconcertada, no sólo ella, incluso Namjoon y Heeyoung, hasta Taeyong, quien hacía anotaciones en la pizarra se giró a verlo con su habitual semblante serio, pero en cuestión de segundos se encontraba escribiendo de nuevo.

Jungkook, quien había salido de su práctica de Taekwondo, miraba algo exaltado a Hyosun, ella notó su alterada respiración, lo que la hizo desconcertarse un poco más. Ambos salieron al pasillo, Jungkook cerró la puerta.

— Mi padre me acaba de llamar, él está con tu padre.

— ¿Qué?— Hyosun ladeó la cabeza a la vez que se cruzaba de brazos.— ¿Y eso por qué?

No lo entendía. La sede del padre de Jungkook estaba muy lejos de la sede de su padre, además, ¿por qué el Jefe de Policía con el Comandante del Ejército? No era un día festivo, ni tampoco había algo en la agenda de la presidencia.

— No lo sé.— La miró.— Pero me dieron el mensaje de que tenemos que salir de aquí.

Salón de baile C, segunda planta.

— Entonces, así fue como me permitieron practicar lo que más amaba.— Hoseok le explicaba a Yugyeom; ya que éste seguía sin asimilar que Hoseok, el hijo del primer ministro, era aspirante a un famoso bailarín, no un político como de seguro todos esperaban.

— Bueno, por mi parte, mis padres son amantes del arte y el hecho de que yo baile, les fascina.— Toda la familia Kim era amante del arte, Yugyeom, bailarín y sus padres, dos pintores famosos con obras en galerías famosas por todo el mundo.

Soonyoung no hacía nada más que escucharlos mientras guardaba sus pertenencias.

— ¿Y tú, Hoshi?— Hoseok lo llamó por su apodo.— ¿Tuviste tu camino fácil o difícil?

— A mis padres les da igual.— Se encogió de hombros.— Y eso está bien por mí. Siendo los encargados de la Comisión de Comunicaciones, están muy ocupados para saber de mis gustos.— Tomó su mochila, pasándola por los hombros.— Están más preocupados en los impuestos de las televisoras.

Hoseok se colocó el saco del uniforme y dio un fuerte suspiro; no sabía que responderle a Hoshi. En ese momento, escuchó a alguien gritar su nombre y resultó ser Hyosun, su novia, quien corría escaleras arriba, acompañada de Namjoon.

— Hey, justo estaba yendo por ti para ir a almorzar.

— No hay tiempo, tenemos que salir de aquí.— Lo miró, pero pasó sus ojos a los otros dos chicos.— Yugyeom, Hoshi, tomen sus cosas.

— Para, me estás asustando, ¿qué pasa?— Hoseok la miró preocupado, ahora la tenía tomada del brazo y la miraba a los ojos, y con ese gesto, supo que algo andaba mal.— Está bien, vámonos.

— Yah, entonces tengo que ir por Jeri.— Se interpuso Yugyeom.

— Sí, para allá vamos.— Dijo Namjoon.— Dahye está con ella.

Los cinco salieron del salón de baile, en el camino Hyosun les iba explicando lo de la llamada del padre de Jungkook. Hoseok preguntó por Heeyoung, Jungkook y Taeyong, Namjoon le contestó, diciéndole que ellos habían ido por el resto de sus amigos. Estaban saliendo del edificio de Artes ya, pero Hoshi pidió ir antes al salón de canto, ya que, Soah, su mejor amiga, se encontraba ahí.

— ¡Soah, Gonggi, Baekhyun! ¡Vámonos!— Gritó sin siquiera entrar por completo al aula. Las tres personas lo miraron con muecas.— ¡Es urgente!

Byun Baekhyun, hijo de Baek Hyunjae, uno de los cantantes más prestigiosos del país.

Choi Gonggi, hija del cirujano Choi y la cardióloga Gonhye.

Yoo Soah, heredera de los mejores hoteles de toda Corea del Sur.


Gimnasio principal.

Jungkook entró casi corriendo por las puertas, Heeyoung venía con él, la primera sección del gimnasio era el de artes marciales, Jimin y Hagun se encontraban entrenando, ambos hijos de grandes deportistas, él, del boxeador coreano con más campeonatos en la historia, ella, del luchador de Ssireum.

— Ambos, cámbiense, ahora.— Jungkook pasó de largo, con el objetivo de salir por la otra puerta que daba acceso a la piscina.— Heeyoung, quédate con ellos y vayan por Taehyung lo antes posible. Nos vemos en la cafetería.

— ¿Qué sucede?— Hagun le preguntó.— Hace unos minutos estabas de lo más normal y ahora...— Hizo una mueca.

— Tenemos que irnos, Hagunnie.— Dijo y salió por la puerta.

— Okay...— La chica suspiró y si no hubiera sido por las expresiones de Jungkook y Heeyoung, no habría interrumpido su entrenamiento, sin embargo, se encontraba acatando las indicaciones de Jeon.

Jimin miró a Heeyoung y se acercó. Ellos eran amigos de la infancia, la conocía bien y sabía que algo andaba mal.

— ¿Qué tienes?— Preguntó.

— Algo anda mal, Jimin. Mi madre, los padres de Jungkook y Hyosun, no sé qué sucede, pero es algo malo.

Piscina.

— ¡Hyung! ¡Hyung! ¡HYUNG!— Jungkook le gritaba desde el otro el extremo al hijo del Presidente del Tribunal Constitucional, Kim Seokjin.

Y ahí se encontraba también el futuro presidente de KIA, Kim Mingyu, quien señaló a  Jungkook, entonces Jin volteó.

— ¿Qué sucede?— Gritó Seokjin.



— ¡Tienen que salir del agua! ¡Tenemos que irnos!

— ¡¿Qué?!— Lo miró confundido.— ¡Yongguk está en los vestidores! ¡¿Le decimos también?!

— ¡Sí!

— Yah, yah, ¿por qué tanto grito?

Jungkook miró a Son Hyunwoo entrar por la misma puerta que él, listo para entrar a la alberca también.

— Hyung, necesito que los cuatro vayan a la cafetería ahora. Es una emergencia.

Edificio de Tecnología.

— ¿Alguien sabe por qué se ha caído la señal del internet?— Jisoo tecleaba varios botones de su pc tratando de recuperar la señal.

— Ni lo intentes.— Dahye se recargó en el escritorio del chico.— Lo intenté hace minutos y fue inútil.

— Mierda...— Murmuró irritado.— Estaba por iniciar una video llamada con mi padre.



— Lo siento, amigo.

El padre de Jisoo era el embajador de Corea en Estados Unidos, él y su madre se encontraban en Washington, mientras él en Corea, estudiando. Muy pocas veces al mes tenía la oportunidad de comunicarse con su padre y ahora que podía, no había señal, algo que era muy raro.

— Jessica, hey, Jessica.— Jisoo la llamaba, la chica que estaba entretenida mirando vídeos en YouTube.— ¡¡Jeri!!



Jessica Wang, hermana de Jackson Wang, ambos estudiantes de intercambio de China, hijos del presidente de Wang Technology & Corporation; la empresa que vendía al gobierno coreano y japonés sus productos tecnológicos e informáticos.

Jessica también era conocida como Jeri.

— ¿Qué pasa?

— ¿Cómo es que no se te ha caído la red?

— Oh,— Alzó su celular lleno de stickers.— la tengo formateada con la señal de mi celular. Ya saben, 4G.

— ¡Yo igual!— Comentó Wonwoo desde su escritorio.— Pero...

Los cuatro se giraron a ver al grupo de personas que entraba por la puerta.

— ¿Qué haces aquí?— Le preguntó Jeri a Yugyeom, su novio.

Dahye miró sin entender a Hyosun y Namjoon, éste fue a donde ella y la ayudó a guardar sus pertenencias.

— Tenemos que irnos.



Club de Idiomas.

Gain miraba divertida a Chanyeol desde un extremo de la sala, el chico que estaba altamente bobo y perdido viendo a Haru, la chica japonesa, la cual estaba entretenida haciendo unas traducciones, del otro lado, se encontraba Yixing, haciendo lo mismo, pero en una versión china.

— ¿Quieres que te traiga un bote para la baba?— Se burló Gain.



— Ja, ja, muy graciosa Lee.— La miró con los ojos entrecerrados.— Ahora déjame seguir en lo mío.

Era gracioso el cómo Chanyeol había terminado en Idiomas y eso era por su enamoramiento con Haru, la chica japonesa, hija del embajador de Japón, ahora era el representante del coreano, Haru del japonés, Yixing, hijo del embajador de China, el chino y Gain del inglés.

Gain había estudiado un tiempo en América, decisión que fue tomada por su tutor, o sea su hermano, Joonkyung, mejor conocido como Dok2; una estrella del hip-hop y dueño de su propio sello discográfico, famoso en Corea como en otras partes del mundo.

Chanyeol era hijo del presidente del Partido Democrático Unido.

En ese momento, Mingyu, el casi novio de Gain, entró al salón junto con los chicos del equipo de natación y Jungkook. Gain dejó a Chanyeol en el olvido y se apresuró a abrazar a Mingyu, él la apretó.

— Temo que la sesión de hoy será interrumpida.



Laboratorio de Química.

Taeyong había estado recibiendo llamadas de las oficinas del Ministerio de Estrategias y Finanzas, o sea, las oficinas de su padre, pero no le importaban; sabía que la situación era tensa y que algo se aproximaba, sin embargo, lo único que le interesaba en esos momentos era tener a su novia a su lado.

Era un chico frío, lo aceptaba, pero con ella era diferente.

Empujó la puerta del laboratorio y entró con paso firme, encontrándose a Gyoori, su novia, haciendo unas prácticas con el mechero, mientras Hyungwon, se encontraba lavando unos recipientes.

Chung Gyoori, la chica que había atrapado el corazón de Taeyong. Con buen gusto a la ciencia, la empresa de su familia era Hyundai.

— Amor, tenemos que ir a la cafetería.

— ¿Uh?— Lo miró, quitándose las gafas de seguridad y seguido la bata blanca.— ¿Por qué?

— Sólo vámonos.— La ayudó bajar del banquillo.— ¡Hyungwon, tú también!

Campo de Golf.

Taehyung se encontraba subiendo a su carro de golf, su practica había terminado al fin. Odiaba el golf, ¿la razón por la que estaba dentro? el carro que le brindaban. Además, era bueno y tenía buena puntería.

— ¡Tae! ¡Tae!

El chico detuvo su pie al visualizar a su mejor amiga gritando a lo lejos, Jimin y Heeyoung venían con ella. Hagun le hizo señas para que se acercara con el auto, una vez con ellos, los tres se subieron, Hagun adelante con Taehyung, Jimin y Heeyoung atrás.

— Ve a la cafetería.— Le indicó Jimin.

— Pero no puedo entrar a esa área con el carro.

— ¡Hazlo!— Le gritó Hagun y Taehyung arrancó.

Campo de Baseball.

Yoongi se había salido de sus clases extras de Matemáticas para ir a ver la práctica de su novia, en su escapada, había persuadido a Youngmi para que lo acompañara. Ahora se encontraban en las gradas, mirando a la hija y hermana de dos grandes jugadores. Su padre ya estaba retirado, sin embargo, su hermano estaba actualmente en la MLB como pitcher titular.

Quién lo diría, la hija de un beisbolista, novia del hijo de un juez.

— ¡Vamos, Sunmi!— Yoongi aplaudía mientras le gritaba en apoyo.

— No entiendo nada.— Youngmi dio un fuerte suspiro.— ¿Te gusta el deporte?

— Me gusta por ella.— Confesó con una pequeña sonrisa en sus labios.— De hecho, Sunmi me enseñó todo lo que sé del deporte.

— Oh, ya veo... Pues, mi padre es cantante y mi madre ama de casa, la verdad no sé nada de deportes.— Se encogió de hombros. Ella era Byun Youngmi, hermana de Baekhyun.— Pero creo que a Hyungwon le gusta.

— ¿Hyungwon?

— Chae Hyungwon, mi mejor amigo.

Sunmi recibió la pelota por parte de la segunda base, cuando iba a devolvérsela los gritos de su mejor amiga desde la entrada del campo la detuvieron. Dahye le gritaba, mientras Hyosun estaba a su lado, pero atendía una llamada.

— ¡Vengan! ¡Los tres! ¡Y todo el equipo! ¡Tenemos que irnos!

Yoongi fue con Sunmi, mientras Youngmi se fue con los que estaban en la entrada, entre ellos su hermano.

— ¿Qué le pasa?— Preguntó Yoongi.

— No sé, pero vamos, antes que se ponga más histérica.— Sacó el guante de su mano y se dispuso a caminar hacia ellos.

En ese momento, el sonido de los altavoces cobrando vida se hizo presente y todos miraron a aquellos postes con las bocinas en la punta. Era la misma voz de siempre, la del chico que decía los anuncios.

— Un chico está dando un anuncio.— Hyosun decía al teléfono.— Dice que no es un simulacro y que...— Hyo se calló de golpe al escuchar lo siguiente, algo que dejó a todos inmóviles y con miedo. El chico había soltado un desgarrador grito.— Un disparo. Papá, acaban de dispararle.

Y sí, después de que escucharan el fuerte estruendo del cañón, el mismo sonido de antes se hizo presente y una voz con acento raro dijo:

— Este territorio a quedado bajo las manos de Corea del Norte.

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