Chronos User: Proximamente

Tenía tantas cosas que decirle.
¿Por donde empezar?

Era dificil imaginar que unas cuantas palabras eran capaces de albergar todo lo que tenía para decirle. Demasiados sentimientos afloraban en mi corazón para que el solo el hecho de guardarlos, convertiera en caos infinito sus pensamientos.
Emociones que morian con ella. Al igual que las palabras no dichas. Sus deseos y sueños. Finalmente su existencía en este mundo, dejando un misero cuerpo para velar que con el pasar del tiempo no sería reducido a más que polvo que transitaria el aire.

Todo se terminaba en cuestión de segundos y el dolor de entender que abandonaria este mundo, la quemaba por dentro. La dejaría. Sin decirle nada. Ni una sola palabra de lo que le depararía en un futuro. De manera que se lamentó profundamente.

Esta era la ironía de la vida.

Pudo haberle confesado todo, ahorrale el sufrimiento a su perosna más querida pero decidió callar pensado que era lo mejor. Y ciertamente asi lo creía. Por eso no se arrepentía. Lo que la destrozaba eran sus gritos incrontalables del más puro sufrimiento y esas cristalinas cascadas que decendian por sus mejillas. Parte de esa persona se moría con ella y maldeció a la vida porque esta era la unica que podia demoninar con el adjetivo cruel. La muerte no es culpable de nuestras desgracias.

No podría estar a su lado, verla sonreir y continuar creciendo de manera pacifica. Ignorante del peligro y la terrible tormenta sernía sobre ella. No vería aquel particular brillo en sus ojos, ni su extravagante color que tanto admiraba. Esas mentiras, engaños que desenbocaban en futuras traiciones y traian consigo más dolor del que podría imaginar estaban tan cerca que podía palparlas. No podría apoyarla ni mucho menos ayudarla a superarlo. Sabía lo que se avecinaba pero decidió que hacer el tonto era mejor que prepararla para el oscuro destino que carga desde antes de nacer.

Espero tanto tiempo para conocerla y escaso fue el tiempo que se le dió para permanecer a su lado.

Eternamente lo mismo. Se moría en sus brazos al igual que las verdades en mis labios. Siempre dejandola sola contra su nueva realidad, una donde no existia. Todo lo que alguna vez pense y desee decirle se evaporaba en el aire como las fuerzas que me quedaban.

Ciertamente no podía comunicarle todo lo que hubiera deseado, y en los ultimos segundos de mi vida no sería capaz de expresarle cúan importante era para mi. A pesar de todo lo ya dicho, por fin encontre una frase que era capaz de abarcar todo lo que sentía por ella, usualmente son solo dos palabras utilizadas por amantes para transmitir entre ellos millones de palabras no dichas pero lo cierto es que quedaba perfecta para describir lo que siento.

Asi que con una mano dulcemente apoyada en tus tersas mejillas y una sonrisa de agradecimiento por haber podido ser parte de tu vida, es el momento de decir adiós, Aiza.

[...]

-Te amo- soltó su ultimo aliento para no resistirse más ante el destino que le esperaba, dejando unas cuantas palabras atrás que no lograrian curar el corazón sangrante de la joven que veía como la vida misma se escapaba de los ojos de su amiga- Eres mi mundo entero, Aiza.

-¡HIKARI!- soltó un gritó de desbordante dolor, directo desde el alma. Los presentes no pudieron evitar estremecerse, la mujer delante suya acababa de romperse ante sus ojos cuando dejo salir en un alarido de todo su sufrimiento por la perdida de la persona más importante de su mundo.

¿Cuales seran los limites de amar? Si a veces incluso dentro del circulo de la amistad se puede llegar a hacerlo más que cualquier pareja de amantes.

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