A Beomgyu no le gusta caminar por calles traficadas.

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Beomgyu disfrutaba mucho pasear por cualquier lado con su novio. Saliendo de la universidad, Yeonjun siempre iba a buscarlo a donde quiera que estuviera y lo llevaba a pasear al parque que se encontraba cerca de casa, seguidamente lo llevaba hasta su casa y se despedía. Era una rutina que a Beomgyu le fascinaba y era imperturbable para él, si algo hacía que cambiara, se ponía de mal humor, cosa que a Yeonjun le causaba algo de gracia.

Hoy no era excepción, Yeonjun había llevado el auto al taller por lo que tendría que caminar con Beomgyu. Pensó muy bien sus palabras antes de explicarle que tendrían que caminar, sabía que se pondría de berrinchudo y bueno, sería un caos.

– ¡Jjunnie! – el castaño corrió a los brazos de su novio apenas lo vio parado fuera del aula, y el mayor no dudó en rodear su cintura con sus brazos, para luego dejar un beso en sus labios.

–Gyunnie, ¿cómo te fue hoy? – Yeonjun llevó una de sus manos a su mejilla para dejar suaves caricias en ellas, ambos se sonrieron con amor, recibían una que otra mirada pero sabían que no los criticaban, en realidad todos estaban acostumbrados a ellos.

– Me fue bien, pero algunas clases fueron aburridas – volvió a abrazarlo momentáneamente y luego tomó su mano – ¿Nos vamos?

Yeonjun tragó duro y asintió. Ambos empezaron a caminar y Yeonjun tomó aire antes de hablar.

– Bami, ¿no tienes ganas de caminar hoy?

Contrario a algo que esperaba, Beomgyu soltó una leve carcajada.

– Que chistoso eres hyung, ya sabes que no – Yeonjun tuvo que fingir una risa.

– Si... ¿estás seguro?

Beomgyu lo miró levantando una ceja.

– ¿Algo que decir?

–... Mandé el auto al taller – aquí va.

3... 2...

– ¿Tuviste todo el fin de semana y esperas hasta ahora para hacerlo? – respondió en un tono si bien no molesto, algo irritado, pero no parecía querer pelear.

Afortunadamente.

– Sí... bueno, el fin de semana tuve mucho que hacer, además... no hace mal caminar de vez en cuando, ¿no te parece? El clima es demasiado lindo como para desperdiciarlo.

Beomgyu pareció pensarlo por un momento, suspiró y asintió, aunque claramente seguía irritado porque simplemente emprendió camino fuera de la facultad sin decir una sola palabra. Yeonjun se río por el comportamiento infantil de su novio y continuó caminando con él.

Primero avanzaron unas cuantas cuadras hasta alejarse de la universidad, enseguida llegaron a la avenida, no era hora pico por lo que los autos pasaban con velocidad, motos, coches, camiones... todo pasaba de un lado a otro creando el típico escándalo de una calle muy traficada.

Si bien era fastidioso, Yeonjun estaba acostumbrado, a pesar de tener un auto propio muchas veces prefería caminar a los lugares que le quedaran relativamente cerca para ahorrar en gasolina, pero al parecer Beomgyu no parecía estar tan contento. Beomgyu siempre fue un niño de casa, lo cuidaban mucho y lo llevaban a todas partes, apenas hace dos años fue que empezaron a dejarlo caminar sólo y hace uno aprendió a andar en transporte público. Seguía sin ser muy fanático de ello, así que para Yeonjun no fue difícil ofrecerle transporte cada que necesitara.

Ahora mismo ver a Beomgyu cubriendo sus orejas mientras fruncía el ceño exageradamente y puchereaba inconscientemente le generaba bastante gracia, definitivamente estaba muy consentido.

Unos cuantos minutos más de caminata bastaron para llegar a casa del menor, este seguía con el ceño fruncido, una mueca de disgusto prácticamente tatuada en su expresión.

– Por favor no volvamos a caminar por la avenida, me duele la cabeza.

Yeonjun rió, le pareció que estaba siendo dramático, pero igualmente asintió, tampoco quería hacerlo enojar tan seguido.

– Esta bien, nos vemos mañana, amor – se despidió dejando un casto beso en sus labios y seguidamente se retiró.

En el camino, pensaba que Beomgyu exageraba un poco para lo ruidoso que él mismo era, pero lo amaba igual.