Algo en mi pecho se rompe mientras la veo avanzar resueltamente a través de las sombras siniestras de las calles de París. Se aleja velozmente y deseo perseguirla, conseguir que me mire con sus preciosos ojos celestes; que me mire de verdad.

Sin embargo, sé que aunque la persiga y la atraiga hacia mí, no bastará. Aunque físicamente estemos cerca, nuestras alamas están lejos. Ser consciente de ello, al momento en que su figura se desintegra en la oscuridad de la noche, es lo que acuchilla completamente mi pecho.

Otro relato corto, lo sé xD. Surgió mientras recreaba mi cuenta de Tumblr, donde, por cierto, este microrrelato está publicado. Aún así, espero que os haya gustado.