Capitulo 2
Salimos del ascensor en el séptimo piso del edificio, caminamos por un pasillo color gris claro y atravesamos una puerta de cristal para finalmente estar en la amplia sala dividida por cubículos en la que trabajamos.
—Hasta pronto nena— Mariana se despide de mí con un gesto de su mano y avanza hacia su área de trabajo saludando a todo mundo a su alrededor.
Ella es como una pequeña llama que va encendiendo todo a su paso, es adorable y mandona en partes iguales. Yo en cambio no soy muy buena para hacer amigos, supongo que el tiempo que paso leyendo dificulta un poco la tarea, pero no voy a fingir que lamento no tener una vida social activa, me siento bien con mis pijamas gastadas y las páginas viejas de mis libros favoritos.
Camino hasta mi cubículo asintiendo como forma de saludo hacia algunos compañeros que me notan al pasar, entro, pongo el bolso junto a la computadora y me siento. El lugar no tiene nada demasiado llamativo, una computadora y una lámpara sobre una mesa que abarca gran parte del espacio, un pequeño cactus junto a ella y una papelera metálica en el suelo es todo lo que hay, cada quien puede personalizar su área de trabajo como prefiera, pero a mi me gusta no sobrecargar demasiado el lugar donde estoy.
Trabajo en una editorial llamada Bluesky, leo y corrijo manuscritos que luego son enviados al siguiente piso para comenzar su proceso de maquetación e ilustración si lo requiere y así van avanzando hasta llegar al décimo piso donde está la imprenta.
Enciendo el computador y voy directo al manuscrito en el que estoy trabajando, comienzo la lectura y me pierdo en ese otro universo olvidando por completo mis propios problemas.
–
—Me pregunto si siempre tendré que venir a buscarte hasta aquí…
Doy un saltito en mi asiento cuando escucho la voz de Mariana proveniente de la puerta, estaba completamente inmersa en el libro.
—¡Por dios! ¿es que no puedes avisarme antes de llegar hasta aquí e intentar matarme de un susto?— bufo levantando la cabeza para observarla.
Está de pie junto al marco observando sus uñas y posa su mirada en mí levantando una ceja.
—¿Ni siquiera has mirado el reloj cierto? además, no sé porque te asustas estoy muy segura de que soy lo suficientemente escandalosa para que te percataras de que venía hacia acá — sonríe y niega con la cabeza — apresúrate o nos quedaremos sin almuerzo, las chicas ya están esperándonos.
Bajo la mirada asustada al reloj en la pantalla frente a mí y compruebo que tiene razón, ya es mediodía y de hecho me pasé diez minutos la hora del almuerzo. Recojo mi monedero, mi teléfono y la sigo hacia el ascensor, bajamos al piso tres que es donde queda la lonchería y en efecto nuestras amigas están esperándonos en la mesa donde solemos sentarnos siempre.
El lugar es bonito y bastante amplio tiene muchas mesas con manteles de distintos colores pasteles, una barra al fondo con bandejas llenas de distintas comidas que puedes poner en un plato y al final una chica pone tu plato sobre una báscula y te dice el precio según su peso, unos cuantos cuadros de pinturas de comidas cuelgan en las paredes y mi parte favorita es la pared completamente de vidrio que da vista a la avenida que queda enfrente del edificio, y justo frente a esa vista está la mesa donde esperan nuestras amigas con sus comidas ya servidas.
Mariana y yo tomamos cada una un plato y nos disponemos a servir nuestros almuerzos y luego vamos con ellas a la mesa.
—Al fin llegamos, de qué hablaron en nuestra ausencia mujerzuelas— Mariana se introduce de forma sutil en la conversación tomando su lugar en la mesa.
Yo solo me siento junto a ella y sonrío ligeramente a las chicas como forma de saludo; no es nada de qué extrañarse saben que no me gusta malgastar palabras.
Shelcy dirige sus ojos marrones hacia mí con dulzura y sonríe antes de acotar con naturalidad como si Mariana no la hubiese ofendido en lo absoluto.
—Sobre la explotación laboral, querida.
—Juro que uno de estos días me quedaré ciega por tanto leer en esas computadoras. — Pronuncia Rebeca frotando sus sienes con pesadez.
—Muy bien, muy bien parece que se está fraguando un motín en esta mesa señoras se avecina una noche de chicas— Exclama Mariana chasqueando los dedos— ¿Alguien quiere agregar algo más al buzón de las quejas?— Bromea y prosigue
>>Grace cariño, no grites podemos escucharte perfectamente.
Grace que se encuentra sentada junto a mí al otro extremo de la mesa dirige sus ojos grises a Mariana y sonríe un poco con la boca cerrada por acabar de engullir un bocado de su plato.
—Por qué no puedo mantenerme yo también al margen de sus conversaciones, Katherine siempre lo hace y nadie dice nada— Infiere Grace y yo levanto la mirada de mi comida ante la mención de mi nombre.
Estaba pensando en el sueño que tuve en la mañana con Kasandra, el final se repite una y otra vez en mi cabeza como un disco y a decir verdad me pregunto porqué un sueño tan descabellado me persigue, hoy pude dormir un poco más de lo habitual pero casi siempre paso las noches en vela y no me duermo hasta que la madrugada ha avanzado procurando a toda costa evitar mis pesadillas.
—Porque solo hay espacio para una taciturna en esta mesa, además, tu no eres callada sino amargada hasta la muerte y estoy casi segura de que Katherine se sienta con nosotras y es nuestra amiga porque la arrastró a todos lados ¿verdad cariño?— Mariana refuta el comentario de Grace mirándome.
Miro de un lado a otro entre ambas con cara de idiota buscando el hilo de la conversación pero no lo encuentro.
—¿Qué?
Son las palabras que salen de mi boca un tanto confundida y todas se ríen como si hubiese contando un buen chiste.
—A veces pienso que nos ignoras a propósito Kate, no te creo que estés distraída en cada almuerzo— Replica Rebeca entorchando un mechón de su cabello rojo en uno de sus dedos mirándome como si buscara algo dentro de mí.
—Ya deja de succionarle el alma con la mirada Beca, no encontrarás nada que ella no quiera decirte.
Shelcy me salva del escrutinio de la mirada de Rebeca dándole un ligero empujón en el hombro.
—¡no se desvíen del tema, dios santo ayudame, hasta una mosca las distrae!—Mariana rueda los ojos— noche de chicas este fin de semana, sin novios, ni trabajo, solo nosotras, discoteca, música muy alta, alcohol, baile…¿qué dicen?
Propone levantando las cejas y moviendo las caderas en el asiento como si de esa forma fuera a convencernos más rápido de su idea.
—Yo paso, tengo planes para este fi…—no termino la frase porque Mariana no me deja
—no querida, le preguntaba a ellas, tú irás y no me importa si tienes que ir a un convento a alimentar niños sin hogar o lo que sea que hagas los fines de semana.
>>llevas seis meses trabajando con nosotras y no hemos salido juntas ni una sola vez Katherine, esta vez no aceptaré un no por respuesta.
—Pero en serio tengo planes y no puedo cancelarlos solo asi…— r
Replico frunciendo el ceño fingiendo estar disgustada cuando en realidad estoy nerviosa.
—A ver dinos ¿qué es eso tan importante que no puedes posponer para salir por primera vez con tus amigas del trabajo?
Pregunta ella y todas me miran de forma inquisitiva esperando una respuesta de mi parte pero no sé qué responderles, siempre les digo que no puedo y nunca preguntan por qué solo lo aceptan y ya, no puedo decirle que no iré porque voy a quedarme en casa leyendo el extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde por enésima vez.
—Yo voy a…es que tengo que…—me sudan las manos y tartamudeo inevitablemente.
—Eso suena a que no tienes ninguna buena excusa para rechazarnos otra vez Kate— sonríe Grace
—Bueno, a mí no tienen que preguntármelo dos veces, si habrá alcohol iré y lo saben— Rebeca interrumpe el momento incómodo reclamando la atención dirigida hacia mi para ella y lo agradezco mentalmente.
—Yo también iré, necesito relajarme un poco— Anuncia Shelcy mirando el reflejo de su tez blanca en la pantalla de su móvil acomodando un poco su cabello castaño oscuro— Y me despido chicas porque ya se acabo la hora de almuerzo, pero sepan que me voy un poco más feliz sabiendo que iremos de fiesta el sábado.
Miro la hora en mi móvil y me levanto anunciando que voy a marcharme al igual que ella, el resto hace lo mismo y después de poner los platos en su sitio nos vamos juntas hacia el ascensor; las sigo en completo silencio mientras ellas afinan los detalles del plan para el fin de semana sintiendo que acabo de salvarme por poco de ir con ellas.
—Eh Katherine, no creas que pasé por alto que no diste ninguna razón válida para faltar el sábado, así que irás— señala Mariana mientras entramos en el ascensor.
—No tengo que ponerme— contesto rápido tratando de evadirla.
—Yo te presto algo— refuta
—No me gusta usar ropa prestada— replico.
—Entonces iremos de compras— insiste.
—No tengo demasiado dinero— concluyo.
—Conozco un lugar donde venden ropa hermosa a precios de ensueño— dice con detenimiento retandome con la mirada a través del reflejo de las puertas y prosigue— y creeme cuando te digo querida que puedo estar toda la tarde contra refutando cada excusa que pongas pero esta vez irás con nosotras.
Trago grueso ante la seguridad de su afirmación, nunca he ido a una discoteca, no es lo mio. Mucha gente sudada y ebria, música demasiado alta para conversar, tener que bailar. ¡yo no bailo, no sé hacerlo! siento que me sudan las manos solo de pensarlo.
—Vamos Katherine, te pusiste pálida cualquiera diría que estamos tratando de convencerte de usar drogas— Grace interviene acariciando mi brazo con suavidad para que me relaje.
—Cariño, será solo un día para relajarnos, disfrutar entre amigas y bailar…— asegura Shelcy apretando una de mis manos tratando de hacerme sentir segura.
—Bailar…yo no sé bailar— susurro mirándolas como si eso fuera un secreto oscuro y un problema grave.
—No te preocupes nadie sabe hacerlo realmente las luces se encargan de todo, además, es solo una noche de chicas no deberías angustiarse tanto— dice Mariana y me mira con suavidad intentando restarle importancia al darse cuenta que realmente me siento insegura ante la idea.
—¿¡Ay por favor, es solo una noche de discoteca que puede salir mal!?—Rebeca interrumpe el momento con desdén y sale del ascensor restándole importancia.
Mariana, Shelcy y Grace la fulminan con la mirada mientras salimos del ascensor tras ella y luego me observan esperando que les dé al fin una respuesta.
—En serio nos gustaría que fueras— Shelcy afirma mirándome con sus ojos marrones y juro que me mira como el gato con botas.
—Está bien iré— les aseguro y siento como si acabara de hacer algo de lo que seguramente me arrepentiré luego.
—¡SÍ!— Dicen las tres al unísono.
Grace y Shelcy se marchan a sus cubículos por lo que solo quedamos Mariana y yo.
—No te vas a arrepentir, iremos de compras el viernes después del trabajo al lugar que te dije hace un minuto y te conseguiremos algo GE-NIAL— Suelta Mariana hablando apresuradamente y gesticulando como si estuviera frenética.
—Puedo ponerme algo de mi armario…—propongo evitando tener que ir de compras el viernes.
Mariana detiene la verborrea como si le hubiese tirado un balde de agua fría y voltea lentamente como el exorcista a mirarme.
—Oh no, no chiquita antes muerta que dejarte ir a la discoteca con un jean negro y una sudadera blanca, porque estoy seguuura que eso era lo que pensabas usar. — afirma entrecerrando los ojos.
—Pfff no, claro que no iba a ponerme una sudadera yo tengo ropa elegante, vestidos y unos botines con tacón— Refuto elevando la voz unas cuantas octavas dejando en evidencia mi mentira.
—Si claro…adios. — ironiza despidiéndose con la mano dando la conversación por terminada.
Me quedo un segundo parada en el sitio sintiéndome confundida y ofendida a partes iguales pero finalmente recuerdo que tengo que trabajar y avanzó hacia mi cubículo. me siento y antes de proseguir con lo que estaba haciendo antes del almuerzo pienso en todo lo que acaba de ocurrir, el fin de semana será "noche de chicas" en la discoteca y yo iré, no puedo evitar sentirme ansiosa y como si estuviera en un gran problema.
#####
Nota de la autora: aqui está el segundo capítulo queridos, por favor si les va gustando la historia no duden en tocar la estrellita para votar, no tienen idea de lo feliz que me hace. Otra vez les doy las gracias por la oportunidad y espero poder engancharlos y que se queden aquí viviendo esta historia hasta el final.
Posdata: este es el primer libro que escribo y estoy muy emocionada al respecto; a lo largo de la historia les contaré en mis notas cómo surgió esta idea, mi motivación para al fin plasmarla y los acontecimientos graciosamente trágico que hay detrás porque al parecer cuando una persona decide comenzar a escribir cosas locas pasan XD tengo cero dudas de ello 🤣 . En fin, quisiera saber que tal lo estoy haciendo y la unica forma es que comenten y me digan que les parece:
Los personajes.
Lo poquito que va de trama.
Las descripciones.
Y dejaré este espacio por acá para posibles especulaciones sobre lo que pasará el sabado en esa discoteca...😏😏😏
¡Besitos de insomnio para todos!
Prishka.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top