38

Te pregunté que te sucedía.

Me contaste que tu novia te había engañado.

Sentí lástima de ti, habías dejado todo por ella y no lo valoro.

Justamente, lo que me sucedió a mi.

Lloraste en mi brazos, me pediste perdón.

No te respondí. Aún no olvidaba las palabras horribles que me habías dicho.

Me miraste a los ojos y me confesaste que en el fondo nunca habías dejado de amarme.

Luego... me besaste.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top