La cama de tejo

   Luego de besar a su amada Luna, Kaoru se separó de ella por falta de aire.

-Ka-Kaoru -había dicho la de ojos celestes entre cortadamente.

-Luna te amo

-Yo también te amo.

  Tras decir eso, nuevamente Kaoru beso con tanta pasión a Luna, que tuvo que parar no por falta de oxígeno, sino porque aun no queria llegar a hacer "eso".

-¿Ya podes dormir? O ¿necesitas estar despierta un rato más? -se lo preguntó muy sonrojado.

-Cuando me despierto, no puedo dormir más. Si queres anda a dormir, yo estaré bien. -le contestó con una sonrisa.

-La verdad es que a mi me pasa lo mismo.

-Ya veo. Las estrellas son hermosas.

-Sí, pero no tanto como vos.

-Gracias, sos muy lindo. -se hiso un silencio que duro unos minutos.- Amm... etto... Kaoru.

-¿Que ocurre Luna?

-Te quería preguntar que fue que me viste, para que te enamoraras.

-Lo que vi para enamorarme perdidamente de ti fue tu valentía, tu forma de liderar, como te preocupas por todos nosotros, tu forma de cuidarnos y protegernos, la forma de pensar que tenes para llegar a tomar buenas decisiones, cuando necesitaba en quien confiar siempre estabas cuando lo necesitaba, también tu amabilidad, y muchas cosas más. -Le contestó con una sonrisa y con algo de sonrojo en sus mejillas. -Y ahora te hago la misma pregunta ¿Qué fue lo que me viste para enamorarte de mi?

-Ammm... bueno... lo que vi de ti que me hiso enamorarme de ti fue el echo de que siempre me salvavas, que siempre confiaste en mi para contarme cosas que nadie sabe de ti, vos también estavas cuando estava deprimida, de que alguna forma siempre me hacias sentir mejor, y muchas otras cosas más.

-Ya veo. - después de que Kaoru le contestara eso a Luna, el joven estaba acercando su rostro al de su amada para darle un tierno beso.

-¿Qué es lo que mis ojos estan viendo?

    Al escuchar eso de la mascota de Luna, la pareja se separó bruscamente y algo sonrojados ya que casi los ven besandose.

-Desde cuando estaba aqui- pensaban la joven pareja.

-Chicos, ¿no se dan cuenta de la hora que es? Deberían estar dormidos. -Dijo Chako, regañandolos como si fuera una madre retando a sus hijos que se quedaban despiertos hasta tarde.

-Lo siento Chako, es que no podía dormir- se confesó la chica de pelo naranja.

-Esta bien luna, no los estaba regañando, solo me preocupé de que no estabas durmiendo como los demás.

-Ah esta bien Chako, no te preocupes, en un rato volvemos a las habitaciónes.

-Esta bien- después de decir eso, la gata robot de Luna se fue a  dormir.

-Eso fue algo raro- comentó Kaoru

-¿Por qué lo decis?

-Lo digo porque es como que si Chako, nos estuviera vindo a escondidas.

-Mmm... podrías tener razon, pero en algo tiene razón ella, sera mejor que vallamos a dormir. Buenas noches mi querida Luna. -Después de decir eso, Kaoru le dió un beso y se fue a la habitación de los chicos para irse a dormir.

-Buenas noches mi querido Kaoru- Luego de eso, se fué a dormir en la habitación de las chicas.

     Cuando despertaron, no había nadie. Se ve que se han quedado dormidos, asi que desayunaron y luego se hicieron cargo de los quehaceres de la casa.

         Luego de que todos regresaran a la casa de todos, Luna y Kaoru tuvieron que cocinar. Después de comer, Howard contaría otra de las historias de su libro, esta vez la historia se llama "La cama de tejo"

   La cama de tejo

         Aquella noche de verano no sólo se había desatado una tormenta como pocas veces recordaban en sus largas vidas, sino que también se cortó la luz. Repentinamente, el dormitorio donde descansaban Oscar y Elisa se quedó sin la televisión, la luz de los veladores y el ventilador, escuchándose solamente los truenos y el silvido del viento huracanado que movía incesatamente las persianas.

       Por mometos los relámpagos iluminaban la vieja cama de madera con sus cuatro puntas labradas, dos a los costados de la cabecera y las otras a los pies.

       Sin programas para mirar y sin novelas para leer, enfrentaron luego de mucho tiempo nuevamente el silencio. Al principio intentaron taparlo con comentarios sobre la tormenta y el corte de electrisidad, pero poco a poco ya no tenía nada más que decirse. Hacía décadas que ya no hablaban de su relación, no se decían "te quiero" ni "te odio", y no inventaban proyectos.

        Podían haberse dormido, pero la situación los había desvelado y no había indicios de mejoramiento, y fue así que al cabo de veinte minutos se escuchó la voz de Oscar, carpintero jubilado:

-Querida, ¿conoces el tejo?

-¿Qué es eso? -atinó a preguntar su esposa, intrigada por la pregunta.

-Es un árbol muy especial. Hay quienes dicen que no se muere nunca. Hay uno cerca de una iglesia en Irlanda que ya lleva 1600 años y está tan rozagante como siempre. Dicen que tiene muchos trucos para sobrevivir. Mientras los demás árboles son derrivados por las tormentas y los vientos, el tejo se mantiene erguido por su madera dura y flexible. Otros árboles también resisten, pero no pueden hacer nada frente a las lluvias y las inundaciones, que acumulan agua en sus huecos y terminan pudriendose.

-¿Y que hace el tejo?

-Este árbol tiene una estrategia de supervivencia increíble. En cuanto se le junta agua, una de sus ramas más altas empieza lentamente a crecer hacia abajo, apuntando directamente a la zona donde comienza a pudrirse. Penetra allí, absorve todo, sigue creciendo hacia abajo y crea una nueva rama.

       Un descomunal trueno sonó en el cielo, y quedaron enmudecidos unos minutos, al cabo de los cuales Oscar dice, como al pasar:

-Esta cama está hecha con madera de tejo.

     En un primer momento, Elisa no alcanzó a comprender las implicaciones del hecho. Simplemente se regocijó de dormir en una cama con tan noble madera.

-Y como el tejo no se muere -continuó Oscar -esta madera todavía está viva.

    Elisa acostumbrada a alguna que otra extravagancia de su marido, se rió con ganas y pudo aliviar la tensión que sentía por la fuerte tormenta, y por no poder mirar televisión ni leer su novela de todas las noches.

    Oscar no se rió, y agregó:

-Yo creo que nosotros somos como el agua acumulada, una amenaza para el tejo. No lo dejamos crecer condenádolo a ser siempre una cama. En algún momento nos absorverá y ya no seremos nosotros sino parte de él.

      Afuera la lluvia creció con más violencia y los truenos parecían aumentar su intensidad. La habitación estaba sumida en la más completa oscuridad, salvo cuando era invadida por el fugaz resplandor de los relámpagos.

        Quizás fue su imaginación, pero en uno de aquellos resplandores Oscar y Elisa vieron como una de las cuatro puntas de los extremos de la cama comenzaba a doblarse muy lentamente hacia ellos, como gárgolas siniestras y amenazantes. Elisa no pudo evitar pensar en aquel documental que había visto el año pasado, donde había una especie de jabalí que le iban creciendo los colmillos hacia arriba sin parar, hasta que finalmente sus puntas se arqueaban y penetraban en su cerebro matándolo.

       A la mañana siguiente la tempestad había amainado, y la doméstica que llegaba para la limpieza no encontró a sus patrones por ningún lado. Al cabo de cierto tiempo sus hijos desistieron de la búsqueda de sus padres y, luego de cortar la rama que había crecido en el medio de la cama de tejo, decidieron venderla a una pareja de recién casados que nunca alcanzaron a interpretar los crujidos ocasionales del mueble, que parecían musitar algo así como:

-Vamos mi amor, es hora de absorberlos. Tenemos que seguir viviendo.

Fin de la historia

Narradora

   Luego de que Howard terminara la historia, los demás lo alagaron otra ves y estuvieron hablando entre rissas hasta la hora de dormir.

    Esta vez Kaoru se quedó despierto, viendo hacia el lago, con una sonrisa de oreja a oreja, por lo que pasó en la noche anterior, se había convertido en el novio de la adolecente mas hermosa que había visto y la más valiente y dulce que pudo tener, no podía dejar de pensar en ella en todo momento, no importaba que era lo que hacía, siempre se la pasaba pensando en ella.

    en el cuarto de las chicas, una peli naranja, se despertó de otra pesadilla y se fue a ver el lago, al salir de la casa de todos se encontró con la persona que más amaba.

Kaoru: -¿ otra vez no pudiste dormir?

Luna: - No, otra pesadilla

kaoru: - ya veo, ven- (le extiende los brazos para que luna lo abrasara)

Luna: - gracias, x todo- (se acomoda en su pecho sintiendo como Kaoru lo abrasa de una manera muy dulce)

kaoru y luna se quedan dormidos en la orilla del lago, pero no había ningún problema, ya que hacía demasiado calor y dormir en el aire libre no les hacía nada malo, todo lo contrario, para ellos era agradable estar en ese lugar.

  Otro capítulo terminado, espero que les guste y perdon por tantos años de espera. espero que les halla gustado este nuevo cap y que cuando tenga de nuevo ese libro haré los demás capítulos, por cierto esta historia no sólo habrá la pareja de kaoru y luna, los demás también tendrán así que espero que no se molesten con los shipeos, espero que les gusten, que tengan un buen año. 🎉🎉🎉🎉🎉🎉😙😙😙😙😙
   

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