Capítulo 12 (Final). "Hasta que la fuerza nos separe"
Esa noche llegó llorando a mi casa, al verlo sabía que algo le había pasado a su padre, lo invite a pasar y lo abrace para darle consuelo, el me abrazó por igual, no decía nada, y no era necesario. Kylo me besó, y comenzó a tocarme como solo él sabía, como hacia cuando quería hacerme suya, y aunque no lo sentía correcto, no lo frené, si mi cuerpo le daba consuelo que así fuese.
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El día del funeral de Snoke llegó, no pude hablar como era debido con Kylo, se bloqueó por completo, cuando estaba con el me ignoraba, la pérdida de su padre adoptivo realmente le afecto, y no lo culpo, lo vio cómo su hijo y lo hizo una gran persona, si no hubiese sido por él no sé qué hubiese sido de mi prometido.
La productora no trabajó esos días, y no es como si me importara, la última cosa oficial que hizo fue despedirme. Le brindé a Kylo todo mi apoyo como se puede esperar de su prometida.
Ese día, Hux y Kylo dijeron unas palabras, al igual varias de las personas más cercanas a él. Lo llevaron al crematorio y después de unas horas les entregaron la urna que llevaron al lugar de su eterno descanso.
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Al terminar la ceremonia Kylo, Hux, Pashma y Rey fueron a la casa en la que crecieron los hermanos, después de unas horas de silencio, copas de vino blanco y melancolía tocaron a la puerta, era el abogado que iba a leer el testamento de Snoke.
-Es hora Kylo...- le decía Hux –Vamos al despacho.-
-Ve, anda, yo te esperaré aquí...- le dijo Rey acariciando su mejilla.
-¿Y usted es?- preguntó el abogado.
-Rey, Rey Kenobi, soy la prometida de Kylo, mucho gusto.-
-Me alegra conocerla señorita, y que también esté presente, su nombre aparece en el testamento.- Kylo y Rey se miraron a los ojos. El abogado se dirigió a Pashma –También usted señorita Pashma, no es un secreto que el señor Snoke, que en paz descanse, le tenía aprecio.-
Los cinco se dirigieron al despacho. El hombre mayor tomó asiento en la silla de Snoke, los restantes tomaron lugar sillas y un sillón que estaba dentro.
-Entonces vamos a comenzar, - dijo el hombre –antes que nada lamento completamente su perdida, sé que fue un hombre irremplazable en sus vidas y que fue un buen hombre. Si me lo permiten procederé a leer el testamento de Snoke Ren Plagueis, actualizado dos días antes de su deceso-
Sacó un sobre sellado de su maletín, frente a todos rompió el sello y sacó el documento. Comenzó a leer.
"Yo, Snoke Ren Plagueis, identificado con DNI N° 1236687196, En pleno uso de mis facultades mentales, declaro mi voluntad de hacer testamento."
"Antes que nada, quiero decirles a ustedes, mis queridos hijos, que lamento todo lo malo que les pude llegar a hacer, sé que en vida no fui la mejor persona, y que los llegue a tratar mal, pero en ese entonces era lo que consideraba correcto. Quiero decirles que de algún modo desearía haberlos tratado mejor, pero no me arrepiento, de un modo u otro mis acciones los hicieron ser las personas talentosas que son hoy, nunca olviden que los amo, y que siempre han sido las personas más importantes para mí."
Hux y Kylo derramaban lágrimas al escuchar las palabras que había redactado su padre.
"Hux, hijo mío, sé que eres temperamental y que te costó mucho acostumbrarte a tu hermano y que aun cuando peleaban tratabas de aceptarlo, de verdad muchas gracias, por respetar mis decisiones y querer a tu hermano."
"Kylo, sé que no soy tu padre real, y si estas escuchando esto ya sabes quienes son realmente tus padres, no los odies, por lo que sé, no fue su culpa no estar contigo, quisiera que los busques hables con ellos y los aceptes de nuevo, si hice todo esto fue para no dejarte solo. El día que lo hagas lleva a tu hermano contigo, y preséntalo como tal, como tu hermano."
"Pashma, te agradezco la paciencia que has tenido con migo, eras realmente un miembro importante de mi equipo de trabajo y aunque al inicio me negaba a creerlo te fui tomando aprecio como a la hija que nunca tuve, te deseo la felicidad que mereces. Muchas gracias por todo."
La mujer rubia lloró, y abrazó a Hux buscando consuelo.
"Rey Kenobi, no te conocí como debía hacerlo, te rechacé por estar con mi hijo e incluso llegue a pensar mal de ti, déjame advertirte que él llega a tomar decisiones precipitadas, al igual que yo cuando estoy molesto, somos más parecidos de lo que crees. Niña, déjame decirte que tienes talento, no solo con la voz, me atrevo a decir que eres una genio y que me arrepiento de haberte tratado como lo hice el día de hoy, el día que partiste con mis hijos a ese viaje. Te pido disculpas por eso, espero las recibas y me llegues a perdonar."
Rey asintió con una sonrisa, nunca lo odió por nada.
El abogado los miró y prosiguió.
-Esas fueron las últimas palabras que el señor quería que escucharan. Prosigo a leer la división de bienes.
"Dicho lo anterior quiero dejar a cargo de la Productora a mi hijo legitimo Hux, Kylo, no lo tomes a pecho, pero él es mejor con el papeleo que tú, por eso quiero que tu continúes como el subdirector de la empresa. Quiero que ambos sigan trabajando para mantener el negocio a flote como lo han hecho hasta ahora, por lo que todo lo que se encuentra dentro es de ambos."
"La casa en la que se criaron, hijos míos, será para Hux, así lo habría querido tu madre. La casa del lago será para Kylo, hijo sé que compraste un pent-house y que vivirás ahí bien, por lo que he decidido reembolsarte el costo total del departamento, así que ese será mi regalo de bodas."
"Pashma, te he dejado una cantidad de dinero para que vivas bien y puedas viajar como siempre has deseado y puedas dejar el trabajo si lo deseas, aunque serás una gran pérdida para Hux."
"Rey, para ti y Kylo les dejaré una pequeña dote para que tengan la boda que merecen, lamento mucho no estar ahí con ustedes."
"El resto de mis bienes capitales e inversiones se repartirán a mitades para mis dos hijos."
"Mi última voluntad es que no dejen de ayudar a las fundaciones a las que doy donaciones, dentro de los documentos que recibirán encontraran el nombre de cada una de ella y como es que hacia yo para poder mantener todo a flote."
"Gracias por todo, no olviden que los amo."
El hombre terminó de leer, entregó unos documentos, dio las gracias y se retiró.
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Después de una semana, todo iba con más tranquilidad, Rey ya había acordado una fecha para poder presentar sus padres a Kylo, aunque él no quería hacerlo todavía.
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Fui a la oficina de Kylo, todavía no se sentía bien por lo de Snoke, pero debía hacer algo, podría entrar en un estado de depresión grave si no hacía algo.
Entre como la dueña del lugar, sin pedir permiso a la recepcionista, aunque no trabajaba ahí debió entrar por Kylo. Lo encontré hablando con parte del equipo creativo, lo interrumpí sin preocupación.
-Kylo Ren...- me puse las manos en la cintura y puse todo mi peso en mi pi derecho –Vámonos, nos esperan.-
-Estoy ocupado, ¿no ves?- se movió de donde estaba, paseándose por la oficina entregando documentos y dando indicaciones.
-Sí, es lo que veo, pero tienes que venir con migo ahora, nos espera el auto abajo.- me ignoraba por completo, iba a tomar una hojas de un escritorio, le puse la nano arriba del documento para evitar que lo tomara, y lo miré a los ojos.
-Ya no trabajas aquí, y debo hacer cosas, te voy a pedir que te retires.- peleaban sus miradas.
-O vienes con migo ahora, o cancelaremos esta boda.- le dije levantando la voz y con el corazón en la mano esperando que no se negara, todos ahí voltearon para ver que ocurría. Kylo suspiro cerró los ojos.
-Te veo abajo en cinco minutos.- quitó mi mano del documento con delicadeza.
-Si no bajas, te mato.- advertí antes de irme.
Bajé a la recepción a esperarlo, Finn y Poe estaban con migo, Hux hablaba por teléfono afuera. El tiempo corría, y cuando estaba a punto de cumplirse el plazo de los cinco minutos sonó el timbre del ascensor, se abrieron las puertas y bajó. Respiré con alivió. Le hice una señal a Finn y Poe que subieran al auto a encenderlo para marcharnos.
-¿A dónde vamos?- preguntó
-¿Es un secreto?- le respondí.
Finn y Poe nos llevaron a una pequeña iglesia, bajaron del auto y abrieron las puertas.
-Es aquí, le indique.-
-¿Qué hacemos aquí?-
-Que no es obvio,- Le dijo Hux –Es tu boda.-
-¿Sabías de esto Hux?-
-Sí, el me ayudó a planearlo todo, adentro están tus cosas, la ceremonia comienza en una hora, date prisa.- Kylo me tomo de los hombros y me miró.
-Creí que no querías hacerlo hasta que terminaras tus estudios, Rey ¿Estas segura?-
-Tan segura como que mi nombre es Rey Kenobi- le sonreí y di un beso delicado en los labios.
-Rey, tienes que vestirte...- Gritó a lo lejos Rose que estaba con Emili.
-Primero voy con Kylo, en cuanto pueda las alcanzo.- respondí.
-Pero date prisa- dijo Emili. Volvi a ver a Kylo, le tomé la mano.
-Ven, creo que es hora de darte tu regalo de bodas.- lo guie por los pasillos de la iglesia, llegamos a una pequeña habitación, afuera estaba el viejo Luke, este lo miró y sonrió, se acercó a él y lo abrazó.
-Cuida de ella por favor.- Le susurró al oído.
-Así aré.- le respondió, soltaron el abrazó.
-Entremos.- dije poniendo la mano sobre la manija de la puertita de madera. –Dentro esta lo que usaras.- él me sonrió, abrí la puerta, me dispuse a entrar, antes retrocedí un poco, lo volví a mirar. –Dentro está tu regalo de bodas.-
Sin más palabras entre a la habitación, él me siguió. Dentro estaban Han y Leia, ella estaba sentada en una silla, él estaba a su lado, la habitación se iluminaba por la luz del sol que entraba por la ventana, parecía la imagen de una película, me puse en medio de los tres, y extendí una mano a forma de presentación. Me dirigí a Kylo.
-Kylo Ren, te presento a Han Solo y Leia Organa.- despues me dirigí a sus padres. –Han Solo, Leia Organa, les presento a su hijo, Kylo Ren.- En ese momento la mujer ya desgastada por lo años se levantó y fue a abrazar a su hijo.
-Ben Solo...- dijo Han abrazado también a su hijo –Ese es el nombre que nosotros te dimos.- la familia estaba feliz mente reunida, se abrazaban como nunca lo habían hecho, los tres derramaban lágrimas de felicidad. Ben me agradecía, Leia extendió su mano, la tomé y sentí como me abrazó.
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Después de unos minutos salí de la habitación y fui donde estaban mis cosas. Ellos debía hablar y yo debía vestirme para la boda.
Para ese día especial elegí un vestido de novia color negro, estraple con olanes en la falda, Emili y Rose me ayudaron, ellas eran mis damas. Emili me peinó con un moño alto, rose me maquillo de forma delicada. Escuché que tocaban la puerta, era Leia, mi futura suegra.
-Rey, quiero darte esto.- me acercó una caja, la abrí y era un hermoso collar de diamantes, al verlo me sorprendí, le pasé la mano por encima.
-No lo puedo aceptar debe ser muy valioso para usted.-
-Y lo es, justo por eso quiero que lo tengas querida.- a fuerzas lo acepté, ella no iba a esperar un no como respuesta, era justo lo que hacía falta para completar el conjunto.
Unos segundos después se volvió a escuchar un golpe en la puerta, era el viejo Luke, indicaba que ya era la hora.
Las tres mujeres nos dejaron solos, para poder hablar unos segundos.
-Sabes que te quiero como a mi propia hija, verdad Rey.- comenzó él, yo asentí con la cabeza. El continuó. –Desde que llegaste ese día a mi bar, me di cuenta de que necesitabas apoyo, por eso te lo di, y me da mucho gusto saber que formas parte de mi vida. Tu padre fue hijo de alguien muy cercano a mí, por eso te acogí, Obi-Wan Kenobi fue tu abuelo, y aunque no lo hubiese sido, yo hubiese actuado igual.- Lo abracé con fuerza y el hizo igual. Dejamos caer unas cuantas lágrimas y unos segundos después me dijo. –Es hora.- me colocó el velo y me ofreció su brazo para ir hacia la ceremonia.
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Estaban al inicio del pasillo, Rey sostenía el brazo de Luke, desde donde estaban podía ver a Kylo parado ante el altar, a su lado estaban Hux y Han, del otro lado estaban Leia, Emili y Rose.
Entre los invitados estaban Poe, y Finn que sostenían las correas de BB8 y BB9. Estaba la mujer que había ayudado a Rey para no ir a la casa hogar y una lista de las personas más cercanas para ambos.
Comenzó la marcha nupcial, y ellos caminaron a paso lento pero firme, Rey y Kylo estaban felices. Después de unos metros Luke entrego a Rey a Kylo.
Kylo levantó su velo y la miró a los ojos.
-Te ves hermosa.- Le susurro –Gracias por todo Rey, te amo.-
-Lo sé,- Respondió ella –También yo te amo y así será hasta que la fuerza nos separe.-
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