35. Así es el amor

Octubre.

—¿Ya viste la hora que es? —cuestionó Park Jimin a su mejor amigo, quien estaba escondido entre los edredones de su cama.

—¿Las cuatro? —murmuró desde algún sitio y Jimin soltó un resoplo.

—Nop —contestó luego de un segundo, cerrando la puerta tras sí y caminando hasta el menor—, es hora de que te levantes... Ya han pasado tres días, ¿Acaso no piensas salir de tu habitación?

—Hyung... Por favor, no digas nada —pidió con seriedad y se hizo bolita bajo las sábanas.

—Jungkook —dijo, sentándose a su costado y poniendo su mano en la espalda del chico—, nunca imaginé que te vería pasar por algo así.

—Si soy sincero, yo tampoco —musitó y luego soltó una triste risita.

—Niño, tienes que levantarte.

—¿Con qué cara, Hyung?... No me pidas que haga eso, no estoy listo. Ahora mismo me siento tan avergonzado, quedé como un estúpido alienígena frente a él... ¿En qué momento me volví tan débil?... Yo no me iba a dejar llevar, yo iba a eliminar mis sentimientos por él...

—La vida no es así, Jungkook.

El Golden Maknae salió de entre las sábanas y observó a Jimin, con extremada angustia.

—Entonces, ¿Cómo es? —preguntó, sintiendo como sus ojos volvían a tornarse cristalinos y aquel nudo en la garganta, que apareció en cuanto Taehyung lo dejó solo dentro de su consultorio, decidió molestarlo nuevamente.

—Escucha Jungkook —murmuró, tomándolo entre sus brazos y haciendo que se acostara sobre su regazo—. Dejar de querer a alguien no es tan sencillo como parece; no es solo convencerte a ti mismo, sino que debes pasar por un proceso increíblemente duro... Iba a ser muy difícil que lograras olvidarte de Taehyung cuando era la persona que veías más seguido, y entiendo absolutamente que se haya metido en tu corazón sin siquiera darse cuenta. Así es la vida, así es el amor. Desgraciadamente, nosotros no podemos elegir a la persona en quien nos fijamos, si está destinado a ocurrir, ocurrirá. De la misma manera, no podemos evitar que las personas tengan sus propias ideas al respecto. Ser aceptados o rechazados es algo que no depende de nosotros. No podemos obligar a nadie a querernos.

—Eso lo sé muy bien Hyung... Es solo que... Dejé que las cosas se salieran de control, pero aún con lo que siento no pensaba decirle nada.

—¿Entonces, por qué lo hiciste?

—Porque... porque creí que Taehyung sentía lo mismo —confesó y Jimin no tuvo más que alejarlo de su pecho. Estaba realmente sorprendido, cualquier otra causa no hubiera surtido efecto en su persona.

—¿Cómo es que...?

Enseguida, Jungkook bajó la mirada, no podía soportar los ojos de nadie sobre los suyos—. Él... es muy lindo. No sé cómo explicarlo, pero nos comenzamos a llevar demasiado bien. Se acercaba excesivamente y hacía que nos sintiéramos cómodos con eso, demostraba su preocupación por mí y se interesaba en mis asuntos... Cuando lo besé por primera vez no pude soportar su mirada, creí que había quedado al descubierto, pero él me pidió que olvidáramos el suceso, parecía que no quería darse cuenta. Toleré que eso sucediera, lo menos que quería era perder su amistad y hacer que las cosas se pusieran raras, pero luego, cuando estaba muy ebrio, me dijo muchas cosas. Básicamente confesó que yo le agradaba, que le gustaba tenerme cerca y que quería que lo cuidara. Pensé que jamás iba a sucederme algo más fantástico que escucharlo decir eso mientras me tomaba de la mano y se abrazaba a mi cuerpo, pero luego me besó y fue tan hermoso —murmuró lo último y sus mejillas se volvieron coloradas—. Aun cuando fui sincero y le dije que me gustaba, él correspondió a mis labios y se abrazó de mí como si... sintiera lo mismo... Aún no puedo creer como es que me equivoqué tanto, soy un idiota.

—Jungkook, ¿Cómo puedes pensar eso de ti?

—¿Por qué lo preguntas?

—¿Acaso no es obvio?, tú has dicho todo lo que se necesitaba saber... Por ende, no te has equivocado en nada, Taehyung siente algo por ti.

—¿Eso crees? —cuestionó el menor sorprendido y Jimin asintió sin rechistar.

—¡Por supuesto! —exclamó—. Sé que en este momento parece que te ha rechazado, pero nadie corresponde a un beso durante una confesión, si en realidad es ajeno al sentimiento. Yo pienso que Taehyung está muy confundido ahora mismo, no sabe que es lo que le está sucediendo, en primera: porque creía que era hetero e incluso tiene a su novia, y en segunda: no entiende sus sentimientos. Creo que solo debes darle tiempo, para que él pueda procesarlo. Todo se solucionará... y si no lo hace, Taehyung perderá una de las mejores oportunidades de su vida. En definitiva, vendrán personas mejores... No quiero seguir viéndote así. Tienes que levantarte, afrontar lo sucedido, esperar a saber lo que él piensa y aprender a vivir con lo que pase; pero no te hagas sufrir más, esto tiene solución.

—Jimin —susurró Jungkook después de unos segundos y solo pudo acostarse nuevamente sobre las piernas de su amigo—. Creo que ya tomé una decisión.

—¿En serio?, ¿Cuál es?

—Voy a...

[...]

Había transcurrido una semana desde que Jungkook confesó sus sentimientos a Taehyung y, a partir de ese momento, el alma del castaño no había podido descansar como era debido. Seguía tan perturbado, triste y angustiado como en un inicio. Jamás se imaginó que aquello le afectaría de esa manera.

Eran cerca de las tres de la tarde cuando esperaba al pelinegro en su consultorio. Para ser franco, no creía que el joven se presentaría a su sesión, pero, aun así, muy en el fondo, tenía la esperanza de verlo. Mentiría si dijera que no se había pasado noches enteras tratando de llamarle o enviarle un mensaje al atleta, para saber si se encontraba bien. Desgraciadamente, no se atrevió a hacerlo. Ahora que sabía todo y al notar que el ajeno había estado inactivo en sus redes sociales, suponer lo que le estaba sucediendo era cosa sencilla. Por ende, prefirió dejar las cosas así.

Un par de minutos más tarde, la puerta de su consultorio fue tocada y sintió que su estómago se revolvió en demasía. Se levantó sin tener intenciones de hacerlo, y antes de dignarse a abrir la puerta, tuvo que tomar un par de respiraciones para hacer que su corazón no se acelerara ante los nervios por verlo de nuevo.

Sin embargo, cuando abrió, no era Jungkook quien lo buscaba, sino una enfermera del área de recepción.

—Señor Kim —dijo la enfermera al saludar.

—Buenas tardes, ¿Puedo ayudarle?

—No se preocupe, en realidad solo vengo a informarle que se ha establecido un cambio.

—¿Un cambio?, ¿En mi horario?

—Prácticamente sí, pero no como tal... El paciente Jeon Jungkook, decidió cambiar de fisioterapeuta —así fue como el corazón de Kim Taehyung comenzó a doler poco a poco.

—¿Qué?... No... ¿Es... es en serio? —murmuró y la enfermera miró los papeles que llevaba entre sus manos para confirmar lo que había dicho.

—En efecto. Me parece que hace un par de horas se presentó, habló con algunas personas y lo transfirieron sin problemas.

—¿Quién... es su nuevo fisioterapeuta? —rápidamente, la enfermera echó un vistazo a los papeles.

—Jung Hoseok.

Y ni siquiera tuvo que transcurrir un segundo para que Kim Taehyung saliera corriendo de su consultorio, en dirección al de su Hyung.

Cada paso que daba, le hacía sentir que su corazón dejaba de latir. Le faltaba el aire, quería gritar y ponerse a llorar como un niño pequeño, pero luego, cuando ya estaba en el pasillo antes indicado, se topó con la espalda de Jungkook, quién avanzaba en la misma dirección y, entonces, sus piernas dejaron de responder.

Se quedó parado viendo como el chico caminaba con seguridad hacia el consultorio de Hobi. Quiso tumbarse en el piso y, lamentándolo, concluyó en que había sido un error haber ido a buscarlo. En consecuencia, no pudo evitar sentir que su pecho se contraía frente al dolor: pensó en que la situación era injusta y decidió que no podía dejar las cosas así.

—¡Jungkook! —cuando acordó, ya había soltado aquel grito, y tuvo que tomarse del costado de la pared, preguntándose de dónde había sacado el valor para pronunciar ese nombre.

Y sin imaginar lo que sucedería, su corazón se hizo añicos cuando el cuerpo de Jungkook se volvió hacia su persona mostrándole una expresión dolida, para luego tomar la decisión de darle la espalda y seguir avanzando hacia su destino. Pero Taehyung no fue capaz de contenerse y le siguió hasta tomar su brazo, obligándolo a que lo mirara.

—Taehyung, no...

—¿Por qué estás haciendo esto?, ¿Por qué te estás yendo de mí? —cuestionó, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas. En serio que estaba a punto de soltarse a llorar. Durante todos esos días había esperado cualquier cosa, menos que Jungkook decidiera irse.

—¿Realmente me estás preguntando esto? —le contestó y con su brazo libre retiró la mano de Taehyung que lo seguía sosteniendo—. Yo... me estoy yendo porque no es sano para mí, seguir pasando tiempo contigo. Me hace daño tener que mirarte y soportar que me veas justo de la manera en que lo estás haciendo ahora... Así que tengo que hacerlo por mi bien —concluyó, tomando una bocanada de aire para evitar que el nudo en su garganta surtiera efecto. Le dolía, estaba siendo increíblemente difícil mantenerse en su postura—. Por favor, no te lo tomes personal.

—¿Cómo esperas que no me lo tome personal si tú estás... si yo...? —se quedó callado y entonces intentó ser fuerte—. ¿Por qué me estás haciendo sentir un miserable?, ¿Por qué tengo que ser el malo, el villano de esta historia?... ¿Yo... qué culpa tengo de que tú te hayas fijado en mí?

—Taehyung, no es mi...

—Jungkook, yo... jamás había permitido que ninguno de mis pacientes rebasara esa línea. Sin embargo, cuando te conocí, sentí que debía incluirte en mi vida, pues lograste brindarme una paz que ni siquiera yo sabía que podía llegar a sentir... y ahora te estás yendo —dijo lo último a la par que un repentino sollozo salía de sus labios—... ¿Cómo iba a saberlo?, ¿Cómo iba a intuir que tu presencia me provocaría problemas?... Sé que soy culpable, de verdad, no debí haberte dejado entrar a mi vida, pero tú debes asumir la responsabilidad por haber cometido este error. Yo no estoy siendo el causante de que nuestra amistad se desvanezca, no quiero cargar con este sentimiento. Ojalá no hubieras salido con esta... tontería.

—Basta ya Taehyung —soltó Jungkook, sintiéndose herido al comprender que el castaño estaba menospreciando sus sentimientos—. Así se dieron las cosas. Si yo hubiera sabido que ibas a reaccionar de esta manera, me hubiera trasladado de hospital en el instante en que vi tu cara. Desgraciadamente, no pude percatarme a tiempo. ¡Y sí, me gustas!, pero estás siendo tan inhumano y egoísta que ni siquiera te estás dando cuenta del dolor que nos estás causando a ambos... ¡Total!, ¡Sí esto es lo que piensas, simplemente lárgate y sal de mi vida ya!, no te quedes a hacerme pedazos... Sé que no te importa en lo más mínimo lo que suceda conmigo, sé que lo que te diga no va a ser que te sientas más infeliz que yo. Al fin de cuentas, parece que no tienes corazón, solo te aprovechaste de mi compañía porque no tienes a nadie más que pueda compadecerte. Así que vete y no vuelvas a pretender que me necesitas o que te intereso. No vuelvas a ser hipócrita.

—Tienes toda la razón —soltó Taehyung sintiendo que la cólera no podía ser más alta—. El venir a buscarte fue una equivocación... Y efectivamente, no me interesa lo que le suceda a un tonto gay como tú.

Y fue tarde cuando reaccionó, fue tarde cuando analizó lo que acababa de decir, no sabía que al estar enojado podía llegar a ofender de tal manera. Se arrepintió, quería pedir disculpas, quería soltar el llanto e hincarse ante el chico de los ojos amielados, quería que todo volviera a ser como antes. Pero la expresión herida que había en el rostro de Jungkook y sus ojos repletos de lágrimas, le hicieron creer que ya no había vuelta atrás, ya había dicho lo que quería, ya había roto completamente al pelinegro.

—Esto es todo... Ten una buena vida, Kim Taehyung.

Entonces, el atleta, abandonó el pasillo, adentrándose al consultorio de Jung Hoseok y cerrando la puerta tras su persona. Dejándose caer hasta el piso y comenzando a llorar silenciosamente frente al joven "sonrisas", quien simplemente se levantó para ir a abrazar a Jeon Jungkook, sin poder creer lo que acababa de escuchar.

Mientras tanto, Kim Taehyung no tuvo más que salir corriendo a su consultorio para poder llorar a sus anchas, siendo consciente de que había puesto punto final al problema que más le causaba dolor... Sabiendo que se había llevado arrastrando a ambos corazones... ya destrozados.

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