12. La falta de Taehyung
Junio.
Min Yoongi se encontraba esperando en el pasillo al siguiente paciente que atendería durante aquella tarde calurosa. Dio un suspiro y se recargó en la pared; si algo odiaba en la vida, era el calor veraniego que azotaba a la ciudad de Seúl durante cada junio. Estaba pensando seriamente en acostarse a dormir en su consultorio, pues el ambiente abrasador le robaba las pocas energías que tenía.
En ese momento, su celular vibró dentro de su bolsillo, lo sacó de inmediato y una mueca de incredulidad se posó en su rostro cuando observó la notificación que contenía un peculiar mensaje.
Park Jimin
"¡Hey, gatito!, mira lo que comí hoy".
El muchacho de piel pálida no tuvo más que abrir el chat a la brevedad, pues la comida era su tema favorito. Entonces le vio, el tonto velocista rubio le acababa de enviar una fotografía donde se veía muy feliz mientras presumía una pierna de pollo exquisitamente aderezada. Se le hizo agua la boca al instante, pues se trataba de su comida favorita.
Gatito ♡
"Jimin, ya te he dicho que no sigas mandando fotografías, saturas mi galería y me dejas sin almacenamiento. Es muy molesto tener que vaciarlo siempre".
Contestó con una pequeña sonrisa en sus labios. Sabía que le había respondido de forma muy grosera. Sin embargo, Jimin no le caía mal, simplemente le divertía demasiado el molestarlo, debido a que el joven de mejillas regordetas resultaba ser muy tierno cuando estaba enfadado.
Park Jimin
"Agh, siempre con tu tonta actitud. A veces pienso que debo dejar de hablarte".
Gatito ♡
"¿Y qué te lo impide?, seguro yo no".
Park Jimin
"¡Mira gato maleducado!, sí por mí fuera dejaría de hablarte, pero eres demasiado lindo, así que no sucederá. Va en contra de mi régimen nutricional. Además, yo no soy el culpable, eres tú, por gustarme tanto".
Yoongi soltó una carcajada ante el reciente mensaje. Ambos jóvenes se conocían desde que estaban en la secundaria, no porque fueran al mismo colegio, sino porque el padre de Yoongi también era fisioterapeuta, y se encargó por muchos años de atender al pequeño Jimin, desde que éste empezó a practicar su deporte.
Park Jimin era homosexual y Min Yoongi lo sabía desde el día en que se conocieron, incluso ayudó bastante cuando el más pequeño cayó en una fuerte depresión al salir de la adolescencia. No se veían muy seguido, de hecho, ya había pasado más de un año que no se topaban, a pesar de vivir en la misma ciudad y transitar por el mismo rumbo.
El pálido era muy consciente de que Jimin gustaba de él. Se enteró justamente la última vez que se vieron, y desde entonces el rubio no paraba de mandar mensajes diciéndole lo guapo que le parecía y lo mucho que le gustaba. A Yoongi no le molestaba aquello, en realidad, se divertía bastante pensando en la expresión que debía tener el niño de los ojitos pequeños cada vez que confesaba sus sentimientos.
Gatito♡
"Mochi, tú eres el lindo".
Respondió negando levemente en medio de una sonrisa burlona y de inmediato eliminó el mensaje recién enviado, provocando la ira de Park Jimin. Segundos después fue bombardeado con cientos de textos donde el más joven le reclamaba por haber eliminado el mensaje sin darle la oportunidad siquiera de sacar una captura de pantalla.
Gatito ♡
"Lo siento Park Jimin, te contestaré por la noche. Tengo que trabajar.
PD: Me debes el pollo frito".
Tecleó, por último, para después bloquear su celular y seguir esperando a su próximo paciente. Pero casi en un parpadeo, Jeon Jungkook apareció en el pasillo, caminando lo más apresurado que podía, apoyándose en una sola muleta.
—¡Hola joven Jeon! —saludó Yoongi, sin darse cuenta de que su humor había mejorado bastante.
—Hola, buen día. ¿Kim Taehyung está en su consultorio? —inquirió al instante, prácticamente queriendo pasar de largo frente al fisioterapeuta que lo había saludado, pues además de que estaba ansioso por ver al castaño, sabía muy bien que había llegado bastante tarde a su cita.
—Desgraciadamente no, hoy no vino a trabajar. Por ello, yo le atenderé. Estoy familiarizado con su caso, y Taehyung me informó lo que debíamos checar durante la sesión.
—¡Muy bien! —exclamó en una sonrisa, aunque en el fondo le decepcionó saber que no vería al muchacho de cabello ondulado durante ese día—. Mmh, a Kim Taehyung, ¿Le pasó algo? —preguntó unos minutos después, cuando ya estaban dentro del consultorio.
Min Yoongi levantó la vista, primero observando a Jungkook, luego mirando por la ventana que estaba tras él. Se quedó pensando, provocando que los nervios del más joven se tensaran, debido a que aquella intensa mirada parecía estar llena de preocupación.
—Espero que no. Solo sé que tenía asuntos personales que atender —su tranquilo tono de voz desconcertó demasiado al ojimiel, pues contrastaba increíblemente con la angustia que sus ojos dibujaron segundos antes.
—¡Oh!, ya veo —fue lo único que dijo, sabiendo bien que no podría indagar más en el asunto.
[...]
Durante aquella noche el clima no había mejorado mucho, el ambiente seguía tan caluroso como si el sol aún estuviera alumbrando fuertemente sobre la ciudad.
Jungkook salió del baño con el cabello mojado y su pijama puesta, acababa de darse una larga ducha que alivió tajantemente la rigidez de los músculos de su cuerpo. Se sentó al borde de su gigantesca cama y miró hacia el frente, justo donde las puertas de su balcón se encontraban abiertas y podía divisar perfectamente las estrellas brillantes.
No pudo evitar pensar en Kim Taehyung. Esto no le sucedía a menudo, pero el no haberlo visto por la tarde le causó demasiada propensión, y eso sin mencionar la respuesta que dio Min Yoongi al hablar sobre el estado de su colega.
Quizá, muy en el fondo estaba preocupado, no sabía porque y tampoco deseaba experimentar aquel sentimiento gobernando sus emociones, simplemente lo reprimió. Pero segundos después recordó lo que le había dicho Taehyung al niño simpático del otro día: "No olvides llamarme sí necesitas algo".
Entonces, sin pensarlo dos veces, alcanzó el documento que estaba sobre una de sus mesitas de noche. Era el plan de cuidado que redactó el mayor, semanas después de haberse conocido.
Sonrió exageradamente cuando se percató que el número telefónico del fisioterapeuta estaba escrito con tinta legible en una esquina del papel. Tomó su celular y lo registró en menos de un santiamén.
"No olvides llamarme sí necesitas algo". Volvió a escuchar en su mente, y cuando lo pensó bien, se regañó.
¿Qué es lo que pretendía?, ¿Llamar a su fisioterapeuta?, pero ¿Para qué?, ¿Qué le diría?, No tenía ninguna excusa, y no necesitaba nada. En realidad, sólo quería saber si se encontraba bien. Era muy tonto siquiera pensarlo, ¿Por qué el castaño contestaría aquello?, ¿Quién era Jungkook para pedir explicaciones?, ¿Por qué sentía que debía hacerlo?
Y lo más importante, ¿Por qué no podía dejar de pensar en él?
Recordó entonces el rostro angelical del castaño, pensó en cómo se achicaban sus ojitos oscuros cuando sonreía con amplitud. No había caído en la cuenta de cuan grabadas tenía las facciones del mayor en su mente. Se frotó el cabello y pensó con seriedad, tal vez sería mejor si solo mandaba un mensaje.
"Hola Taehyung".
Digitó en su teclado, y dudó. Borró el texto, pero segundos después lo volvió a escribir, lo pensó dos veces más, borró nuevamente y reformuló.
"Buena noche Kim Taehyung".
Se quedó observando la pantalla de su celular y se golpeó levemente el rostro. Parecía un idiota. Volvió a reprenderse, eliminó el texto y bloqueó su móvil. Se acostó en la cama mirando al techo de su habitación, cerró los ojos y la carita de Taehyung se dibujó en su memoria. Apretó sus párpados a la par del móvil que yacía en su mano. Se sentó en un movimiento y abrió el chat del rizado.
—Soy tan tonto —murmuró para sí, perdiéndose en sus pensamientos.
[...]
—Taehyung, ¿No cenarás hoy? —preguntó Kim Chulmoo desde el pasillo, golpeando levemente la puerta de la habitación de su hijo.
El muchacho castaño se removió entre las sábanas de su cama. Tenía la luz apagada pero el resplandor de la luna se asomaba por su ventana, e iluminaba su rostro perfilado con delicadeza.
Quiso mofarse del comentario de su padre, ¿De dónde venía aquella repentina preocupación?
—Ya lo hice padre —contestó cordialmente, contrario a todo lo que pudo haber contestado.
—No te vi hacerlo, no mientas.
—Papá, ya lo he hecho, no miento —pero si mentía—. ¿Podrías irte?, estoy ocupado.
Chulmoo soltó un fuerte resoplo y se alejó sin más.
La mente de Taehyung siguió divagando durante unos minutos entre sus recuerdos, mientras su mirada se perdía en el techo oscuro de su habitación. Su rostro estaba manchado por lágrimas ya secas, y las húmedas almohadas eran prueba del agua salada que había derramado. Tenía sus ojos rojos, hinchados tal vez, y su cabello alborotado descansaba con desolación sobre su frente.
Su celular sonó y el castaño soltó un bufido, puesto que creyó haberlo apagado. Estiró su mano y lo tomó de su mesita de noche con la única disposición de apagarlo, pero cuando observó su barra de notificaciones, se percató de que tenía un nuevo mensaje de un número no registrado.
Desconocido
"Buena noche, ¿Es el número telefónico de Kim Taehyung, verdad?".
La curiosidad le ganó y estuvo a punto de responder con un no muy simpático: "¿Quién eres?", pero antes de poder hacerlo y como si le hubieran leído la mente, un nuevo mensaje apareció en su pantalla.
Desconocido
"Soy Jeon Jungkook".
Decía, y un Taehyung desconcertado se sentó de inmediato para después recargar su espalda en la pared.
Kim Taehyung
"¡Joven Jeon!, ¿Cómo estuvo la sesión de hoy?".
Fue lo que contestó. Y lo hizo animadamente, pues no quería que su atleta favorito se percatara de que no era un buen día. En esa fecha, nunca lo era.
Desconocido
"Todo estuvo perfecto, agradezco las atenciones.
¿Lo estoy interrumpiendo?".
Kim Taehyung
"No, para nada.
¿Pasa algo?"
Fue al punto, debido a que le pareció bastante extraño que el chico pelinegro se comunicara por tal medio. Antes había recibido mensajes de pacientes, pero normalmente le texteaban cuando había pasado algo grave o se lesionaban nuevamente. Y según su conocimiento, Jungkook no debía pasar por ninguno de los procesos anteriores.
Desconocido
"Solo tengo una pregunta, ¿Cree que pronto podré dejar de usar las muletas?".
Cuestionó Jungkook y se sintió un estúpido al hacer esa pregunta tan tonta, pero fue lo único que se le ocurrió.
Kim Taehyung
"Sinceramente, más pronto de lo que cree.
¿Porqué la pregunta?, ¿Está bien?, dígame que no se lastimó".
Sonrió al casi poder escuchar la tranquilizante voz de su guapo fisioterapeuta, alterarse ante una reciente preocupación. Entonces, pensó dos veces su respuesta, pues esta era la oportunidad perfecta para conocer el estado del castaño.
Desconocido
"No, todo está bien, pero quiero preguntar, ¿Usted está bien?, fue bastante extraño no verlo hoy".
Una sonrisa repleta de tristeza se dibujó en el rostro de Taehyung.
Kim Taehyung
"Sinceramente, he estado mejor. Pero sé que mañana estaré bien".
Contestó sin pensarlo mucho. Jamás le decía a nadie lo que sentía ante ese día, pero por alguna razón pensó que se lo debía al pelinegro, pues éste llegó a mostrarse tan vulnerable frente a él que no quiso mentirle. Y aunque no le dio muchos detalles, le habló con sinceridad.
En cambio, Jungkook experimentó un pequeño sentimiento de angustia estrujarle el corazón.
Desconocido
"Comprendo, desearía que ahora mismo pudiera estar bien.
Si necesita algo, estaré por aquí, sin importar el horario".
Kim Taehyung
"Si necesito algo no dudaré en hacerle saber. Le agradezco mucho".
Respondió Taehyung, conmovido ante el mensaje de su paciente. En el fondo, estaba sorprendido, al principio conoció a un Jeon Jungkook tan altanero y enojado con la vida, que, por unos instantes, le recordó a su padre. Estaba arrepentido de aquello, debido a que ahora se daba cuenta de que el joven era muy simpático y amable.
Desconocido
"No agradezca, lo digo de corazón.
Y bueno, para dejar de molestar, no quiero parecer un soplón, pero tengo que decirlo:
Min Yoongi se comió un paquete de galletas que estaba en su escritorio".
Taehyung no pudo evitarlo, soltó una gran carcajada al leer el reciente mensaje. Por otro lado, Jungkook no tuvo otra opción más que contar aquel mal chiste, solo intentaba hacer reír a su fisioterapeuta, no quería permitir que el castaño se fuera a dormir triste.
Kim Taehyung
"¿Enserio?, eso no se hace, gracias por decirme.
Mañana iré por mi venganza y reclamaré una indemnización por los daños".
Desconocido
"Jajaja, quisiera ver eso".
Kim Taehyung
"Jajajaja, yo también, pero lo más seguro es que yo termine con más agravios que él".
Desconocido
"Jajaja, solo procure cuidarse mucho".
Kim Taehyung
"Lo haré, gracias. Usted no deje de cuidarse".
Desconocido
"Delo por hecho.
Le deseo una muy buena noche".
Kim Taehyung
"Igualmente, joven Jeon".
Jeon Jungkook
"Descanse".
Después de aquello, ambos chicos sonrieron a la pantalla, pero solo uno bloqueó su móvil y se fue a dormir con ahora una sensación tranquilizante en su alma, mientras el otro se quedó en su celular, observando la foto de perfil del castaño y sintiendo su corazón encogerse.
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