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Cuando el sol termina por esconderse, dando sus últimos brillos al bajar y desaparecer entre las colinas, la noche llega por fin. Cual reloj cuya alarma acaba de sonar, las tiendas comienzan a cerrar por el día, la gente se alista para ir a sus hogares, los animales buscan refugio en sus madrigueras y el silencio reclama su reinado. Para Foolish, un trotamundos, la noche era su señal para admirar la paz. A él siempre le gustó quedarse un poco más tarde que los demás, en cada pueblo o reino que visitó, paseando por las silenciosas calles, donde ni un alma aparte de la suya podía ser escuchada. Como alguien sin un lugar fijo, quien había adoptado al mundo en sí como su hogar desde que abandonó el suyo al cumplir la mayoría de edad, Foolish admiraba cómo los sitios que visitaba pasaban de concurridos y bulliciosos a callados y vacíos. Era un contraste increíble, pensaba, y nunca estuvo de más para él tomarse un tiempo para admirar el paisaje antes de guardar su pequeño puesto de artículos para vender (desde baratijas, esculturas y variedades; premios u objetos que consiguió durante sus travesías, así como también creaciones mismas).

Sin embargo, lo que a Foolish más le gustaba de las noches eran (y siguen siendo) las estrellas. Tan lejanas y brillantes, pintando el cielo y haciendo compañía a quienes decidían aventurarse en los brazos de la oscuridad. Cuando emprende sus viajes son ellas su fiel guía, su brújula, contándolas todas las veces que puede, incapaz de terminar al ser éstas infinitas. No le importa este último hecho realmente, es más, le fascina que aquellos astros fulgentes no tuviesen fin, pues le brindaban tantas posibilidades, nuevas constelaciones e incluso leyendas aún por descubrir.

— Beautiful... — susurra, notando la belleza de esa noche en particular, pues incluso podría atreverse a decir que las estrellas lucían más brillantes de lo normal.

Continuó guardando las cosas que no pudo vender hoy, aunque se sentía orgulloso de que, en sí, había sido un día productivo. Apenas llevaba una semana en ese reino, pero haciendo cuentas podía ganar lo suficiente para mantenerse y, en un mes, irse a un nuevo lugar. Al agarrar una de sus esculturas, una estrella hecha de arcilla tan pequeña pero muy hermosa, Foolish escuchó pasos y sintió la presencia de alguien frente a él. Alzó la vista y retrocedió un poco, pues desconocía las intenciones de la persona escondida detrás de una capucha.

— ¿Aún está a la venta? — dijo aquel extraño, con una voz cansada y apuntando la estrella con una de sus manos, escondida en un guante blanco.

Foolish agarró su escultura con recelo pues pensó que era raro que, a altas horas de la noche y luciendo sospechoso, alguien apareciera de repente y le preguntara sobre un objeto cuando, evidentemente, él ya había cerrado su puesto. El desconocido bajó su brazo al no obtener respuesta, quizá siendo consciente de que toda la situación era muy sospechosa de por sí. Vuelve a alzarla, mas esta vez para agarrar su capucha y, por fin, quitársela.

Apenas y Foolish descubre a la persona que se escondía detrás de ello, la sensación de intimidación que tuvo por breves momentos cambia a una de sorpresa... e interés. Lo primero que nota es el cabello azabache que juguetea con el viento; luego, la sonrisa leve y cándida que deslinda por completo de la primera impresión que tuvo de él; por último, pero no menos importante, unos ojos violetas, como amatistas, con un brillo especial que lo dejan estupefacto por lo hermosos y llenos de vida que estas transmitían. Incluso podría jurar que las estrellas estarían maravilladas de ser reflejadas en esos orbes que lo cautivaron al mirarlo con interés.

Foolish de repente se siente nervioso.

— Three... three golden coins. — responde por fin, solo para notar que el comprador alza una ceja, confuso. Es en ese entonces que Foolish recuerda que el reino donde se halla en esos instantes habla mayormente español, por lo que intentó buscar la respuesta más precisa en dicho idioma, aun si no era muy bueno en este — Huh, tres... ¿doradas monedas?

— Eso es demasiado barato para una creación tan bella — el joven de ojos esmeraldas logra entender toda la frase, aunque hubiese deseado no haberlo hecho ya que el tono amable del otro hombre, sumado a que éste tomó sus manos por querer agarrar la escultura, fue suficiente para ruborizarlo — Déjame... Yo, I ¿give? ¡Ten golden coins!

— That's too much for such a simple thing! — siente las manos del otro apretar las suyas con delicadeza por un breve momento.

— Don't worry my friend! — responde con optimismo — Es muy hermosa, beautiful, como tú — Foolish no sabe si las palabras del desconocido son intencionales o no se da cuenta de que solo lo pone más nervioso — ¡Aquí tienes! No había visto una escultura así de bonita.

Acto seguido, el muchacho lo suelta y saca de su cinturón una bolsa con las dichosas monedas guardadas en él. Foolish solo se queda ahí, parado, sin realmente querer aceptar el dinero pues le apenaba sentirse un estafador. No obstante, los halagos continuaron tanto en inglés como en español, no pudiendo evitar terminar por aceptar la venta, avergonzado. Cuando le entrega el objeto, ve como los ojos amatista observan con ternura y una pequeña sonrisita la escultura y una sensación de felicidad recorre todo el cuerpo de Foolish ¿Cómo era posible que alguien a quien conoció hace tan solo unos minutos atrás le produzca tales sensaciones? Quiso creer que era por culpa de los halagos, ya que no todos los días recibía tantos y la falta de costumbre lo tomó desprevenido. Así mismo, era una caricia al alma cuando alguien apreciaba con fervor una de sus creaciones.

Sí, eso tenía que ser.

— Thank you! — dijo el comprador, haciendo volver del trance al viajero — ¡Sigue con el buen trabajo!

— Thanks to you. — responde, sin dejar de apreciarlo — Good night!

El hombre misterioso asiente y vuelve a ponerse su capucha. Da media vuelta para comenzar a caminar en dirección opuesta a Foolish, quien no puede evitar sentirse triste por un instante pues, inexplicablemente para él, aún quería seguir viendo su rostro. La distancia entre ambos comienza a hacerse mayor y la noche parece detenida, solo haciendo que Foolish entendiera que sus caminos se separarían y no lo volvería a ver. Normalmente es algo que le daría igual, ha tenido muchos compradores a lo largo de su vida, a cada hora del día, por lo que esto solo fue una venta más que encima y lo beneficiaba. Aun así... quizá le hubiera gustado conocer más sobre aquel extraño ser que le compró una estatua muy simple alrededor de la media noche. Foolish también se da la vuelta, ya tenía todo guardado, alzando la vista al cielo.

— ¿Podría tener el honor de saber tu nombre? — y, como si sus plegarias hubiesen sido escuchadas, escuchó la voz del hombre de ojos amatistas, quien volteó al mismo tiempo que él, haciéndole aquella pregunta con una voz llena de curiosidad e increíble formalidad.

— Foolish. — responde casi sin dejar segundos de distancia entre la pregunta y la respuesta — ... and you?

El desconocido se ríe.

— Sí que no eres de por aquí, ¿me equivoco? — Foolish niega — My name is Vegetta, but ¡shhh! Secret!

— Secret? Why?

Vegetta sonríe, tan brillante como las estrellas.

— ¿Sabes? Tu escultura es tan magnífica que debería acompañar a las demás estrellas que nos iluminan en una noche como hoy. — responde en su lugar, evadiendo la pregunta del viajero y confundiéndolo más pues este apenas y entendió la mitad de la oración — You... ¿estarás aquí mañana?

— Around a month. — concluye, perdido nuevamente en los ojos del otro — ¿Un mesa? ¿Mes?

— Sí, mes. — afirma — ¿Puedo visitarte de nuevo? Quisiera... ver más de tus creaciones y aprender inglés with you.

Una ráfaga inesperada pasa entre los dos, tirando la capucha de Vegetta y volviendo a revelar su rostro. El corazón de Foolish da un brinco al notar como la luz nocturna parece enamorada del joven pues desde su perspectiva solo lo ilumina a él, dándole un halo de divinidad, como si Vegetta fuese la única persona en el mundo a quien las estrellas quisiesen enfocar.

Parece un príncipe, un príncipe inalcanzable.

— Sí, Veyitta... — y no sabe por qué, pero Foolish termina aceptando la petición del desconocido, en una noche solitaria de no ser por el acompañamiento de los astros que se encuentran a años luz de los dos.

Vegetta ríe luego de escucharlo, pero es una risa muy hermosa, suave y elegante.

— ¿Veyi...? ¡Oh! Es muy bonito, ¡me gusta! — continúa — Tomorrow entonces nos vemos, Foolish. Nice Spanish!

Velozmente, el joven de ojos amatista vuelve a ponerse la capucha y alza su mano libre para despedirse, desapareciendo en un abrir y cerrar de ojos entre la noche. Foolish, aún extrañado por todo lo que acababa de pasar, solo tiene en mente aquellos ojos hipnotizantes y esa sonrisa tierna que se niegan a salir de sus pensamientos. Piensa también en si debería tener alguna escultura o demás listo para su próximo encuentro, mas el rugido de su estómago, anunciándole que no había comido en horas, lo saca de su trance. Revisa por última vez que no se esté olvidando de nada y echa a correr hacia la taberna más cercana, rogando que continuase abierta a su llegada.

Durante su travesía, alza la vista al cielo para saludar otra vez a sus centellantes amigas, imaginando si el hecho de que hoy fueran tan brillantes se debía a su encuentro con Vegetta, ¿quién sabe? ¿Quizá estaba escrito, predestinado, en ellas? Si ese era el motivo, si realmente lo era, Foolish debía admitir en lo más recóndito de su corazón que estaba agradecido con ellas, pues aquel encuentro inesperado avivó en él algo que, aunque desconocía con exactitud lo que era, logró hacer de su día mejor.

— Tomorrow is... mañana. — susurra, mientras mira aliviado la taberna aún abierta y recuerda el inglés del comprador, causándole una pequeña sonrisa. 

¡Buenos días!

Sip, se habrán dado cuenta ¿por qué solo hay un capítulo de noche estrellada? Y la respuesta es que un día desperté y me dije "voy a editar todos los capítulos" xD sisi, así como lo leen, editaré cada capitulo y le añadiré algunas escenas y diálogos extra, más que nada por gusto propio y porque siento que me quedé corta en algunos capítulos. Si lo vuelven a releer espero les guste! Y a los que recién lo leerán por primera vez, ¡muchas gracias! Intentaré que sea lo más ameno posible :3

Los capítulos corregidos serán publicados cada dos días (tomorrow tomorrow :,v) así que en menos de un mes toda la historia debería estar de vuelta aquí!

Sin más, ¡Nos leemos pronto con el siguiente capítulo!

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