43.

—Ya ni sé porqué sigo intentando

Miró las rocas de colores que estaban frente a él, a la mujer de las piedras y cristales curativos

—Parte de esto son las energías del destinatario —la mujer sonrió—. Necesito que se concentre

USA miró a su hermano Canadá e hizo una mueca

—No hemos intentado esto. Tal vez funcione —sonrió
—Ok, Can... Intentemos

Siguió las instrucciones de la mujer, la meditación, la explicación de las piedras y al final sostuvo en sus dedos aquellos cristales que corregirían sus energías

Pero una por una las piedras se rompieron en pedazos en sus manos, los cristales se agrietaron, las velas se apagaron, y la mirada incrédula de la chica lo hizo suspirar

—Por qué nada funciona!

USA lanzó un suave grito desesperado y se le escaparon las lágrimas. Se tiró al suelo e hizo un corto berrinche como hacían sus hijos cuando eran pequeños.
Sollozó un poquito en brazos de su hermano.

Y sé resignó a que otra vez fracasó en romper su maldición

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