—Bibi deja de pegarme en el hígado

USA hacía una leve mueca de dolor mientras intentaba acomodarse en el nido. Su hijo había estado más activo de lo normal, moviéndose animado y sin dejarlo dormir

En parte era emocionante

FBI no había sido tan vistoso antes, pero ahora, al estar bajo la influencia de su hogar protegido por el alfa, parecía que su bebé empezaba a hacer travesuras

—Bibi... Deja a tu papi dormir un poquito
Se acariciaba el vientre y suspiraba al sentir otra patada y movimientos repetitivos
—Puedo ayudar?
—No creo que puedas
—Tal vez si le hablo de cerca
—Estoy tan desesperado que aceptaré. Todo sea porque me deje dormir unas horas

Emocionado, México se acercó a USA y se acomodó fuera del colchón que daba inicio al nido para no ivandir la zona de confort de USA. Se quedó mirando para que lo autorizaran y cuando USA asintió, estiró su mano para tocar el vientre

Sintió el movimiento al instante y sonrió

—Ey Bibi... Soy yo... Si te quedas quieto haré jugo de naranja para el almuerzo

Sintío una ligera patada

—Y... Pollo? Con salsa?

Pero el movimiento siguió

—Carne? Tacos? Ensalada?

USA lo miró feo y apartó la mano ajena de su barriga

—Se puso peor —se quejó—. Déjalo Mex... Lo arruinaste
—Déjame seguir intentando. Algo le va a gustar
—No. Ya déjalo... Se pone peor con tu voz

México suspiró. Eso salió fatal.

En compensación preparó un pastel de zanahoria, que sorprendentemente calmó al niño un par de horas después