—Yo soy más lindo que tú

Panamá miraba feo a NASA, pero este solo se reía agitando su pequeño pato que hacía ruiditos al morderlo.

—Y que tú

CIA estaba junto a NASA, dibujando cosas sentado en el suelo

—No me agradan porque ahora papá no me pone atención
—No es mi problema —CIA lo miró—. Sabes qué sí es mi problema?
—Qué?
—Que Nana no sabe hablar todavía! No puede decirme si me comparte su comida! Y a veces come cosas muy interesantes
—Como qué?
—Como el pecho de papá!

Panamá empezó a reírse sin poder evitarlo. Su hermano menor no le caía bien, pero era muy gracioso.

Los dos niños eran graciosos y risueños. Al parecer su padre cumplió su palabra y eligió a nuevos donantes que sí sonrieran y no tuvieran el malhumor de sus exs