—Entonces el abuelo cortó flores y me dió los pétalos y dijo que podía oler bien en un perfume

USA se reía entre dientes al ver a CIA hablar con su barriga. Apenas si había crecido, pero CIA ya se convenció que su hermano estaba ahí

El pequeño hablaba con su barriga varias veces al día como si fuera su deber informar de todo lo que hacía

—Y así... —CIA suspiró—. Ya me cansé
—Quieres tomar una siesta?
—No. Ya le conté todo a Nana, ahora voy a jugar
—Está bien, cariño. Iré contigo
—Pero no te levantes. El tío dijo que mejor descanses... Iré con él

USA sonrió

—Está bien

Su hijo se acercó para decirle adiós a su barriga, le dió un beso y lo vio irse feliz a jugar con Australia. Le sorprendía que CIA estuviera tan ilusionado con ser hermano mayor