-Ve, Sehun. Ahí dentro hay muchos dulces, solo debes buscarlos. -Le insistía Xiumin a su hermano menor.

-No, Hyung* no quiero. Tengo miedo. -Dijo Sehun, con voz temblorosa.

(Hyung* Es así como se llama a un chico mayor que otro. Si una chica es menor que un chico, se le debe llamar "Oppa".)

-Tienes 14 años, ¿Y aún le temes a las casas embrujadas? -Pregunto con sarcasmo un amigo de Xiumin, Luhan.

-Callate, Lu. -Dijo Xiumin.- Yo estoy hablando con él, no tú. -Luhan rodo los ojos.

-No ire. -Declaro Sehun.

-Vamos... Si no vas... -Penso un momento en algo que pudiera perjudicar a su hermano menor.- Le dire a mamá que te gusta tu profesor de Matemáticas. -Sonrio con malicia al ver la cara de susto de Sehun y la de Luhan con asombro por el nuevo descubrimiento del hermano de su mejor amigo.

-P-Pero... No puedes hacerlo... Mamá se enfadará y me castigará. -Sus ojos se volvieron vidriosos al pensar en la reacción, no solo de su madre, sino también de su padre al enterarse, lo golpearían. Sus padres eran homofóbicos. Nunca lo aceptarían.

-Anda. Ya es hora de que seas valiente. No habrá nada tenebroso ahí dentro hasta la media noche. -Miro su reloj de muñeca y sonrio.- Son las 11:47PM. Apresurate y entra. Me estoy aburriendo.

Sehun trago saliva y asintio. Su hermano Xiumin era muy malo con él. Era cruel.

Con piernas temblorosas, se encamino por las escaleras que se dirigían a la puerta vieja, oscura, de madera que se adentraba a la aún más oscura casa abandonada que parecía a punto de colapsar con cualquier roce a las paredes.

Al entrar, el piso crugio bajo sus pies, asustandolo.

-No hay fantasmas. No existen los fantasmas. No me asustan los fantasmas. -Se repetía Sehun, una y otra vez.

De pronto la puerta se cerro de golpe, resonando por todo el lugar y haciendolo soltar un grito nada femenil. Volteo y, efectivamente, estaba cerrada. Demonios.

Su cuerpo empezo a temblar. Escucho risitas al otro lado de la puerta. Su hermano y su amigo lo habían encerrado.

Corrio a la entrada, tratando de abrirla, dandose cuenta que su Hyung la estaba sosteniendo y no dejaba que la abriera.

Comenzo a desesperarse, tirando de la puerta con más fuerza, pero ésta no cedía. Se frustro y se dejo de intentar forcejear con la entrada. Se tiro en el piso y dejo que sus lágrimas bajaran por sus mejillas hasta perderse en el cuello de su camiseta.

Sollozaba, esperando que Xiumin y Luhan se apiadarán de él y lo dejarán salir ya. Ese lugar era muy oscuro y aterrador.

Escucho ruidos...

Algo se arrastraba por el piso.

Chillo bajo y lloro aún más. Morirá por el miedo. Su corazón late tan fuerte que cree que en tan solo pocos segundos se saldrá de su pecho.

Se acercaba. El sonido era cada vez más fuerte.

Lloraba pidiendo que aquella cosa que se acercaba no lo tocase. Ni siquiera miraría. Le aterraba la idea de que fuese un cuerpo cubierto de sangre y sesos saliendose de su anatomía y viniera para comerlo.

Esa cosa estaba a solo unos pasos más de él...

Solo unos pasos...

Unos centímetros...

Estaba tras él...

Una mano toco su hombro y grito a todo pulmón, causando que su grito femenil y agudo se escuchara en toda la cuadra. Alertando a Xiumin y su compañero. Algunas personas pararon de caminar y hacer sus acciones al escuchar, viendo directamente hacia la ya conocida "Casa Embrujada".

-Xiumin... -Susurro Luhan, con temor.- Creo... Creo que esta vez nos hemos ido muy lejos. -Miro a su amigo, éste tenía la cara pálida, como un alma que vaga por la tierra buscando la luz.

-Lu.. Luhan... Algo le paso a mi hermano. -Corrio a la puerta intentando abrirla, tirando con fuerza.- ¡No abre! ¡Ven a ayudarme! ¡Sehun sigue ahí dentro!

Luhan auxilio a su amigo, jalando la puerta con toda su energía. Los ojos de ambos comenzaron a cristalizarce, empezando a botar lágrimas de culpa por haber obligado a el pequeño Sehun a entrar en aquel lugar.

-¡Sehun! ¡Abre la maldita puerta! ¡Por un demonio, me estas asustando! -Gritaba Xiumin.

Dentro, sin ser conciente ni oyente de lo que sucedía afuera, estaba Sehun, llorando por miedo. Pero aquella "Cosa" se había alejado al escucharlo soltar un grito tan sonoro.

-Hey... Chico... Mirame. No te asustes. -Dijo una voz masculina, con un tono dulce.

Sehun hipó y abrio los ojos, encontrandose con un rostro de un chico, que parecía tener al menor unos 23 años. Pero no podía negar que era muy apuesto. Sintió una atracción instantanea con tan solo hecharle una mirada.

-Niño, ¿Qué haces aquí solo? ¿No sabes que es peligroso andar por lugares como estos sin compañía? Podría aparecer el Diablo frente a tus ojos. -Dijo aquel desconocido con una sonrisa ladina, que al menor le parecio más gatuna que la del gato Cheshire de Alicia en el País de las Maravillas.

Al ver que Sehun no contestaba y continuaba hipando, se hagacho a su altura y lo tomo de las mejillas, limpiando las lágrimas con sus pulgares.

-No temas, pequeño. Dime tu nombre. -Pidio gentilmente.

-S... Se... Sehun... -Se estremecio al sentir como el mayor le delineaba con las yemas de los dedos sus labios.

-Es un nombre precioso. -Dijo con un brillo hechizante que hizo que Sehun se sintiera en calma y en paz.

-¿Cuál es su nombre, señor? -Pregunto con más confianza. El contrario sonrio, mostrando todos sus dientes tan brillantes como perlas.

-Me dicen de muchas maneras; Demonio, Satán, Lucifer. Mayormente me dicen El Diablo, pero me puedes llamar Kai.

Sehun se congelo. El hombre estaba jugando con él. No podía ser aquel Rey Del Infierno al que muchos temían y era enemigo del Cielo. Imposible.

-Y-Yo... N-No... No... -Su voz se iba haciendo cada vez más pequeña.

-Tranquilo. Me has gustado. Eres una belleza... Por eso, te concedere un deseo. El que quieras. -Le tendio la mano para ayudarlo a ponerse de pie y ambos estar parados.

¡¿Estaba hablando enserio?! El gran Rey De El Infierno no se llevaría su alma. Y no solo eso... ¡Le concedería un deseo! Debía pensarlo muy bien. Quizá nunca más tendría una oportunidad como esa.

-Quiero... -Miro sus labios... Esos labios tan apetecibles que estaba seguro deseaba provar más que cualquier otra tentación que pudiese anhelar.- Un beso... Quiero que me des mi primer beso.

El mayor miro con el ceño fruncido a Sehun. Era una petición fuera de lo común. Nadie nunca había deseado algo así, y menos con él.

Sonrio con malicia.

Sin avisar, estampo sus labios contra los del menor. Tomo sus manos e hizo que las enredara en su cuello mientras él las colocaba en la cintura de Sehun, atrayendolo más hacia su cuerpo, disfrutando de su pequeña y delicada anatomía.

Kai lamio el labio inferior de Sehun, pidiendo permiso para entrar, el cual le fue cedido.

Entrelazaron sus lenguas dentro de la boca del menor, creando una danza suave y sensual.

Sehun dejo que sus manos vagaran por el cabello del más alto, acariciando las cerdas de cabello entre sus dedos.

Kai se separo por falta de óxigeno y miro a Sehun a los ojos. Viendo su mirada oscura por el beso. Sonrio, el menor lo imito.

-¡Sehun! -Se escucho al otro lado de la puerta. Ambos se miraron. Divulgando sentimientos de manera silenciosa, sintiendo una conexión desconocida entre ellos.

La puerta se abrio de golpe y Sehun dejo de sentir los fuertes brazos de Kai a su alrededor, haciendo que un escalofrio involuntario apareciera. Miro a donde se supone estaría Lucifer, pero no había nada allí.

-¡Ay, por dios, Sehun! ¡Lo siento tanto! Nunca más te obligare a entrar en lugares como estos. Perdón. Lo lamento, hermanito. -Dijo Xiumin, llorando y tirandose de rodillas frente a Sehun.- Me has dado un susto enorme. -Se abrazo a sus piernas y sollozo con lamento.- El los próximos años te acompañare a pedir dulces sin replicar. ¡Incluso me disfrazare, y Luhan también! -El mencionado asintio freneticamente, estando de acuerdo después de semejante susto.

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Luego de aquella escena, habían vuelto a casa después de dejar a Luhan en su casa.

Sehun se había ido a su cama, para pensar en los acontesimientos sucedidos.

Estaba inmerso en el recuerdo de la suavidad de los labios de Kai, cuando sintio una cálidas manos envolverse entorno a su cintura. Sonrio.

-Hola, bello Sehun. -Lamio el lóbulo de su oreja. Sehun rio en tono bajo.

-Kai... -Suspiro.

-Tu deseo se cumplirá. -Y era cierto. Ahora no deseaba un simple beso, sino que aquel Satán, Diablo, Lucifer, ó como la gente más lo llamaba, se quedará a su lado y nunca lo abandonara.

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Si se quiere adaptar, deben pedirme permiso.

Ya sé que Luhan y Kris dejaron la banda, pero para mí ellos siempre estarán con los demas miembros y EXO seguirá teniendo 12 miembros en vez de 10.

También sé que Tao está lesionado. Así que no crean que solo hay 9 chicos. Son 10, por ahora. Tao se está recuperando.

#XimenaEsmeDeSchmidt