drinks
¡Y luego ella me dijo que mejor me cogiera un pato, los patos no se cojen an visto sus pitos?-. Relataba lucifer al televisor y venado mientras se servía otro shot.
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Avía vuelto a discutir con Valentino por lo que necesitaba un buen trago en un buen lugar, aunque no supiera a dónde ir teniendo tantos bares a su disposición con hermosas pecadoras, tenía uno en particular que no salía de su cabeza.
Era bien sabido que el hotel hazbin tenía un bartender, por lo que era obvio que tenían bar, asi que decidió hacer una pequeña visita sin intenciones de redimirse.
Una vez llegó al lugar pudo darse cuenta que no había nadie, por lo que solo tomo una botella y se sentó en la barra del bar esperando poder ver a alastor.
Los minutos pasaban y no llegaba nadie solo estaba el y la gatita del hotel dormida en uno de los sillones de la recepción.
-a ti también te dejaron, no es así?-. Era obvio que el gato no le contestaría pero ya estaba muy ebrio para pensar en eso.
Ya iba por su tercera botella, cuando la puerta se abrió dejando ver al rey del infierno que recién salía después de a ver pasado en su habitación un buen tiempo solo, creando patitos de goma de todo tipo.
-husk nesesito que me sirvas un buen trago, y será mejor que no preguntes dónde est- paro cuando vio que no estaba el cantinero en su lugar y en vez de eso vio a ese televisor recostado en la barra mientras se servia otra copa.
-quien eres tu?-. Cuestionaba lucifer al nuevo intruso. No tenía el conocimiento de si su hija dejaba entrar así nadamás a los pecadores que se quisieran redimir ya que todavía no había llegado nadie como para comprobarlo.
-no te importa, ¿sabes dónde está alastor?-. Respondía con otra pregunta aquel televisor que al parecer sus circuitos ya estaban fallando lo suficiente como para que incluso no reconociera al mismísimo rey del infierno.
-disculpa? Así le hablas a tu rey? Y por qué est-. No pudo terminar de hablar antes de que Vox lo interrumpiera pidiendo disculpas y rogándole que no lo desapareciera de la existencia.
-disculpeme su majestad no creí que fuera usted por favor no me mate tengo esposa e hijos-. Mentía el televisor esperando que así le tuviera un poco de piedad.
-si bueno, esa es la primera impresión de todos, es obvio que nadie creería que lo único que aga el gran y poderoso rey del infierno en su inmensa inmortalidad sea hacer patitos de goma, para olvidar que su mujer lo abandonó-. Decía cada vez con más ansiedad arrebatándole la botella a Vox y acabándosela de un solo trago. -y tu, no tienes hijos ni esposa-.
-bueno si, pero tenía que inventar algo si iba a acabar con mi vida. Además crear patitos de goma por depresión? Valla que necesita desahogarse su alteza-.
-tu cres?, Acaso no hay algo más fuerte que esto?-. Sabía que sería un completo imbécil si se ponía a contarle la historia de la creación a un completo desconocido, pero eso es lo que hace el alcohol, hacer que hagas y digas puras estupideces.
Había aceptado abrirse con uno de los pecadores que odiaba y no estuvo nada mal, hace años que no tomaba con alguien. La mayoría de veces solía hacerlo en su habitación hablando con sus patos y quedándose dormido después de llenar su habitación con botellas vacías de licor barato.
-y entonces el dijo "se supone que eres el ser más odiado de toda la creación y yo le dije "tu primera esposa no parecía odiar le tenía para darle ¡ni la segunda!-.
-¡Ni la segunda!-. Decían ambos al unisono para después reírse y servirse otra botella.
Detuvieron las carcajadas y tiraron todas las botellas abajo del bar, en el momento en que escucharon a alguien bajando por las escaleras, por suerte solo era el demonio radio.
-que haces tu aquí, a las tres de la madrugada, no deberías estar acostado en tu cama con esa polilla?-. Para el ya era el colmo que incluso tuviera que venir para acosarlo, estando dentro del hotel y peor aún con ese chiste de rey.
-oye cálmate, yo lo invite y te tengo una mejor pregunta, que haces tu aquí, a las tres de la mañana-.
-vine por agua-. No iba a permitir que lo trataran como un borracho que bajaba a las tres de la mañana a tomar en secreto como ellos comprenderán.
-bueno, eso tiene más sentido-. Interrumpía el televisor estando de acuerdo con el venado. Conocía a alastor como para saber que el no tomaba demasiado y tampoco a altas horas de la noche.
-pff que aburrido por qué mejor no te nos unes en vez de tomar agua como un abuelo, anímate la noche es joven-. Intentaba convencerlo, solo para ver qué podía sacarle al gran demonio de la radio estando ebrio.
- jaja abuelo esa estuvo buena luci-. Se burlaba Vox mientras chocaba su vaso con el soberano.
Alastor al ver cómo los dos seres que más odiaba estaban burlándose de el, decidio tomar la botella y beber lo que quedaba. Les iba a demostrar que el no era ningún abuelo.
Lucifer y Vox solo lo veían con asombro esbozando una gran sonrisa maliciosa, al ver que avían logrado su cometido y avian echo al demonio radio romper sus propias reglas.
Pasaban las horas y las botellas se acababan. Ya estaban los tres ebrios contando anécdotas, estupideces y una que otra cosa deprimente.
Solía beber con Valentino y velvette pero solamente para contar sus mierdas del trabajo o para celebrar algo, para después terminar en la cama con el proxeneta.
Esos eran sus compañeros de trabajo y podria llamarles familia pero lo que estaba haciendo ahora con su enemigo y el mismo lucifer lo sentía como si fueran amigos de toda la vida, que estaban ahí para escucharlo, llorar y reir con el.
Por el lado del soberano, nunca avía tenido con quién desahogarse desde que se fue su esposa. Y cuando estuvo en el cielo nunca tuvo amigos y mucho menos cuando callo al infierno a excepción de Leviatán dónde solo era para contarse las peleas en sus matrimonios o los problemas en la cama con sus mujeres. Mas alla de eso, desde que Lilith se fue y Charlie crecio, siempre tomaba solo en su cuarto.
Y por el lado de alastor, desde que llegó al infierno solo tomaba el té con Rosie. Solo cuando estaba vivo e iba a los bares con mimzy llegaba a beber un buen whisky mientras escuchaba la música jazz sonando de fondo.
Para el no era algo realmente significativo pero al menos estaba cómodo recordando los viejos tiempos mientras escuchaba las risas y lloriqueos de los otros.
No tenían que preocuparse por nada en ese momento más que el que la hija del rey y gerente de aquel hotel se despertara y bajara a ver todo el desastre y escándalo que habían echó esos tres, o el simple echo de tener que reponer todas las botellas del bar y haber encontrado la reserva especial de husk era su mayor miedo.
Aunque no les importará una mierda y siguieran con las carcajadas y gritos siendo concientes, de que a las cinco de la mañana todos estaban completamente dormidos.
-entonces, hace sonidos de polilla... ¿cuando se enoja?-. Preguntaba el soberano al televisor después de que le haya contado sobre las rabietas de Valentino y su extraño chirrido.
-¡si puedes creerlo es jodidamente difícil no reírme en su cara de verdad no puedo tomarlo enserio cuando hace eso jaja!-. Con el tiempo avía aprendido a controlarse y mantenerse firme, pero era tan gracioso que en algún momento tenía que burlarse.
-alastor también hace chirridos de venado deberías escucharlo, parece un puto juguete de perro jaja-. No podían dejar de reír si no fuera por qué el ciervo se avía desmayado hace mucho, ya los ubiera matado por ser tan irrespetuosos.
-oye hablando de venado, tengo una idea-. Proponía el televisor siendo conciente de que podría morir en el intento. Realmente no le importaba si ese era el día de su funeral, pero desde que llegó al infierno y conoció a alastor siempre quiso tocar sus orejas o saber si tenía una pequeña cola de ciervo.
-estas pensando lo mismo que yo?-. El soberano ya sabía a dónde iba eso y era obvio que nadie se podía resistir, después de todo, el era la reencarnación de la tentación en persona.
-¡tocar sus orejas!-
-¡hacer un trio!...-
Se quedaron viendo por varios minutos dándose cuenta que tenían planes diferentes sobre el venado.
-por que haríamos un trio, si ya se desmayo?-.
-no se, creí que lo violariamos...-. Ok definitivamente necesitaba ayuda profesional.
-deja de hablar-. Mientras más explicaba peor se ponía, ahora entendía el por qué la reina había desaparecido.
-si, creo que eso es lo mejor-. Pensaba que todos los pecadores lo veían como algo normal, ahora era el único loco que pensaba en eso?
Vox solo podía fijar su mirada en aquellas esponjosas orejas que descansaban plácidamente en la barra de aquel bar, no podía creer que después de tantos años por fin las tocaría, solo quería saber si eran igual de suavecitas como las avía imaginado.
-mira, se que es arriesgado y podemos morir, pero eres el puto rey del infierno as algo en lo que yo las toco-. No quería tocar esas esponjosas orejas y después morir, sabía que primero tenía que tocar las orejas y confesarle su amor a Valentino si iba a morir esa noche.
-puedo... ver si tiene cola?-.
Al parecer no era el único que se moría de curiosidad, no podía esperar para decirle a todo el infierno lo esponjosas que eran las orejas del gran demonio de la radio y saber si tenia una cola.
-si, puedes ver si tiene cola, pero sin que se despierte-.
-y... cuánto cres que le mida?-.
-¡acaso eso importa?! te das cuenta que después de esto estaremos muertos!-. El televisor ya estaba lo suficientemente desesperado como para pensar en eso, esa sería su única oportunidad de tocas esas orejas antes de morir.
-bueno, esque escuché que a los venados les mide como 30cm... no cres que sería mejor si lo comprobamos?-.
Definitivamente era un psicópata como para saber cuanto le mide a un puto animal.
-bueno... tal vez no sea mala idea, pero solo si no se despierta después de que toque sus orejas y después y de que veas si tiene cola-.
Enserio estaban completamente borrachos como para no pensar en las consecuencias que les trairian sus acciones.
Por fin la cuenta regresiva comenzó y ambos estaban en sus posiciones. Vox apunto de tocar aquellas orejas que tantas veces no pudo y lucifer atrás del ciervo listo para levantar aquel saco que podría esconder una pequeña cola.
-papa que estás haciendo y ¿Vox?-. Sería un verdadero milagro que la princesa no se diera cuenta de todas las carcajadas que provenían del piso de abajo eran lo suficientemente fuertes como para que incluso el actor fuera tambien a reclamar.
-¡por que tanto puto escándalo no ven que interrumpen mi sueño de belleza, esas vergas no se comerán solas saben!-.
-AHORA-. ambos despejaron sus dudas al mismo tiempo Vox por fin pudo sentirlas y eran mucho mejor de lo que esperaba y lucifer pudo visualizar una pequeña cola ciervo antes de que un par de tentáculos los tomara y los ahorcara
-valio la pena-. Decían al mismo tiempo después de a ver logrado lo que muchos no.
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Vi esta idea en un animatic de Twitter y la verdad es que salió mucho mejor de lo que esperaba jajaja
Una completa locura sin duda alguna
Cambiaré la portada cuando allá más fanarts de esos tres.
Espero les guste y gracias por leer
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