III. blue and brown eyes
──── 3. OJOS AZULES Y CAFÉS
Asher estaba en un sueño bastante agradable a decir verdad. Todo a su alrededor era de caramelo, los árboles eran de plumas de azúcar, habían un montón de ranas de chocolate esparcidas por todo el suelo. Pero para su mala suerte agarrar una era un no rotundo. Comer chocolate le sacaba granitos.
Habían paletas cayendo del cielo de vez en cuando, castillos de gomitas y no dudaba que las flores también fueran comestibles. Quería comerlo todo, si eso implicaba quedar empachado, por meses, aunque podía comer dulces, descansar y seguir comiendo sin problema.
Era el mejor sueño que podía tener. El río era de chocolate, ¿donde se veía eso? Exacto, en la mente del pequeño Riddle, o debería decir ¿Avery? Ya habrá tiempo para determinar como llamarlo. Sus ojos azules miraban todo con emoción sin saber a que pegarle mordisco primero.
Lo tuvo claro segundos después. Dio unos pasos para poder llegar al lago de chocolate, iba hacer un pequeño sacrificio. No todos los días veías un lago de chocolate, pero unas gotas que cayeron del cielo directo a su rostro le detuvo el paso.
Asher toco su mejilla al sentir una consistencia algo pegajosa. Miró sus dedos casi de inmediato, con el líquido impregnado en sus dedos, para darse cuenta que estaba lloviendo chocolate.
──Asher. ──una voz lo llamo haciendo eco por todo el lugar de caramelo.
Asher se detuvo mirando a su alrededor, y al no ver nada extraño siguió caminando dando pequeños saltos para llegar al lago, pero su sueño frustrado se vio interrumpido.
Sintió un balde de agua fría caerle en su rostro, despertando casi de inmediato y se enderezó asustado por la repentina acción. Parpadeo un par de veces para poder enfocar bien su vista y recordar donde estaba.
Otra vez en la maldita habitación.
──¡Ade! ¿Qué te pasa? Estaba soñando con un mundo de caramelo ──bufo el niño indignado y miró a su hermana que tenía su varita en la mano, indicando que fue ella quién lo hizo despertar.
──Te estoy despertando hace veinte minutos, pero lo único que hacías era murmurar cosas como chocolate o plumas de azúcar. Anda, alístate que sabes que a papá no le gusta que lo hagamos esperar ──la niña de ojos azules ladeo la cabeza con una sonrisa y se dispuso a caminar para salir de la habitación.
──También te quiero, Ade ──respondió con ironía y sonrió. Lo único bueno era su hermana.
Pasar tiempo con su hermana, fue algo que Asher nunca había experimentado. Adeleine era una niña muy amable y simpática, más cuando le ayudo a responder todas sus cartas, las cuáles creyó que nunca iba a terminar de responder. Realmente, no vio necesario responderlas hasta saber más o menos como eran sus "amigos" porque temía mandar todo a la mierda si usaba una palabra incorrecta.
Pero, su hermana lo termino de convencer cuando le dijo que mañana sería su primer día en tercer año, por lo que además de responder cartas, hizo sus maletas para el día siguiente, donde para su buena suerte, pasaría la mayor parte del tiempo.
Asher no tenía noción del tiempo, para su mala suerte. Otro aspecto que odiaba, era que no se había dormido tan temprano como quería. Sus pensamientos lo atormentaba y tenía fe en que esta vez si despertaba iba a estar en su cama de Hogwarts, en su época.
En otras noticias, su hermana menor estaba algo preocupada cuando leyeron juntos El Profeta, donde venía la noticia de un tal Sirius Black. Eso no estaba en sus planes de los cuáles preocuparse, pero Adeleine, recalcó varias veces el apellido Black, el nombre de Harry Potter y una tal Hermione.
Y, aunque el apellido Black y el nombre del niño le llamara demasiado la atención, por el sueño que tuvo, no hubo oportunidad de preguntarle sobre eso, porque en eso su tío Caius entro a la habitación, el cual menciono que no eran para nada silenciosos a la hora de hablar y que tuvieron buena suerte en que fue él quien entró a la habitación y no su padre.
Se llevó a la niña a su respectiva habitación. El lado bueno es que Adeleine le explico quién era esa tal Hermione.
──¿Cómo qué quién es? Hermione, la chica Gryffindor, hija de muggles, cabello esponjoso y castaño, la más inteligente del salón después de ti, la chica que te odia porque siempre la molestas. Es una niña muy bonita ──específico algo confusa al ver que el niño no parecía entender mucho sobre quién era.
Asher asintió varias veces como si la recordará.
Obvio que no lo hacía. ¿Por qué molestaba a la niña? Parecía una niña interesante. Tampoco entendía mucho eso de cómo todos tenían recuerdos de él, y Asher apenas sobrevivió a su propia familia ayer.
Ya tendría tiempo de hacer algo, y esperaba que estando en Hogwarts todo fuera más fácil.
Los ojos de Asher estaban en un punto específico del comedor de la casa. Había bajado hace unos diez minutos y termino de desayunar hace unos segundos, con la voz de su "padre" de fondo. Realmente no presto atención, no hacía falta, ya que todo lo que necesitaba saber de Sirius Black lo leyó en el periódico con su hermana.
Aunque bueno, solo sabía que era un asesino, que escapó de Azkaban y que había matado a los padres de ese tal niño Harry Potter. Detalle adicional que dijo su tío.
──¿Me estás poniendo atención, Asher? ──la fría voz de su padre lo hizo salir de sus pensamientos y mirarlo atento. Su mirada era como pudiera ver más allá de sus oscuros secretos.
──Estaremos a salvo en Hogwarts, porque no vas a permitir que nos haga daño ──recito las palabras de su padre, y miró a su madre sin esperar respuesta del hombre ──. Es tu hermano, ¿verdad madre?
──No, cariño... Es mi primo. Pero, eso no importa. Estoy segura de que no será capaz de ponerle una mano encima a sus sobrinos ──sonrió cálida. Su voz tan dulce y tan calmada.
Su padre emitió un sonido con su garganta como si no estuviera de acuerdo con lo último dicho de su madre. ¿Eso le daba seguridad o le preocupaba más?
Era extraño todo eso, y la tensión era palpable en la mesa. Era un tema que parecía hacerle mal a su madre, tal vez eran buenos primos y bueno, solo la traicionó o solo puede haber pasado algo más... Quién sabe.
──Eso no importa mucho, porque va ir tras Potter. Todas las cosas malas van detrás de él ──Adeleine quiso comer el último bocado de fruta, cuando Caius la interrumpió.
──No estés tan segura, Ade. Capaz y un perro rabioso te persigue por todo Hogwarts el día de mañana ──el castaño sonrió con burla.
──¿Qué tiene que ver un perro con Sirius Black? ──la pregunta de la niña se vio interrumpida cuando un elfo doméstico apareció con sus manos temblando ligeramente y nervioso de hablar, por interrumpir a la niña.
──Señor, Avery. Marius dejó las maletas, ya están listas afuera. Usted da la orden y Marius los lleva a la estación ──miró ligeramente a Asher con cierto miedo.
El elfo no sentía ese miedo desde que él estuvo en la mansión hace casi trece años. Pero, desde ayer, Asher le daba la misma sensación.
──Muy bien. Alexandra y Caius irán. Yo tengo que ocuparme de unos asuntos.
Gracias a Merlín. Pensó Asher.
Caius se levantó de la mesa, y fue seguido por su madre, su hermana y él. Antes de salir de la sala, se despidieron de su padre. Algo que no estaba en los planes del adolescente, pero su hermana le dio un codazo para que se despidiera.
Polúx les dio unas palmaditas en sus cabezas.
Vaya que gentil.
Al llegar al patio trasero, sus maletas ya estaban ahí como el elfo dijo. Por alguna razón, Asher suspiro de alivio, porque quería pasar el menos tiempo en esa casa tan extraña, bueno, el único extraño era su padre, y esparcia su rareza.
Por lo que podía asegurar que su padre no quería acompañarlos porque su tío Caius iba con ellos...
Lo único bueno, era que su gato iba en la transportadora, sano y salvo.
[ ... ]
La aparición hizo que Asher tuviera un fuerte dolor de cabeza. Tenía demasiadas ganas de vomitar, y todo a su alrededor se movía. Se aferro al brazo de su tío para no caerse y mantener el equilibrio.
Caius impidió que su sobrino cayera, con una sonrisa divertida.
Nunca había hecho una aparición. Pero, por lo visto, tendría que acostumbrarse a eso de ahora en adelante, como todo a su alrededor. Acostumbrarse a una vida tan extraña.
──Parece que alguien se acostumbro demasiado a no hacer apariciones en las vacaciones ──bromeó el mayor, y Asher lo miro nervioso.
──Sí... Eso creo. Fue, intenso... ──aclaro cuando pestañeo un par de veces, y enfocar su vista, para dejar de ver parches negros.
Adeleine agarro una de las transportadoras (estaba tan distraído que no vio que habían dos), y le dio una... No era su gato, era un conejo blanco con manchas negras.
──Este no es Cook, Ade ──ladeo la cabeza acercando su cara para ver mejor al conejo, que lo miraba tieso, sin moverse.
──Por supuesto que no. Cook es mío. Oreo es tuyo ──respondió, obvia. Asher la miró indignado, ahora sí que estaba solo en esto. ¿Cómo iba a sobrevivir sin su gato?
Espera, si seguía llamando Cook, era porque seguía siendo su gato. Él se llamaba igual en ese lugar, y era él mismo... Bueno algo así. Pero, se llamaba igual. ¿Cuántas cosas viajaron con él? El giratiempo ¿no?
Antes de poder soltar algo más, y seguir haciéndose preguntas, Asher sintió como alguien dejaba un beso en su mejilla.
Una niña rubia de ojos perfectamente verdes sonrió frente a él. Asher frunció sus cejas sin entender nada, hasta que otros dos niños se acercaron a él: uno moreno y el otro tenia rasgos muy parecidos a la niña rubia, por lo que dedujo que eran Theodore y Danielle Nott.
──¡Hola señor y señora Avery! ──saludaron los tres a los mayores quienes devolvieron el saludo.
Alexandra y Caius agitaron sus manos para saludar al señor Nott que hablaba con quién sabe quien un poco más alejados de ellos.
Los hermanos Avery repitieron la acción. El señor Nott sonrió en respuesta.
──¡Asher! Te extraños amigo ──Asher de inmediato capto su intención e hicieron un apretón de manos con una palmadita en la espalda, luego de dejar en las manos de su hermana al conejo.
Repitió la acción con el moreno, quién tenía una sonrisa de oreja a oreja. Adeleine también saludo a cada uno de ellos, estaba encantada de ver a la niña rubia quién le revolvió el cabello.
──¿Y la rubia oxigenada, Blaise? ──Adeleine miró al moreno atento. Asher suspiro de alivio.
Ya sabía como se llamaba su otro amigo.
──Espero que dentro del tren. Perdió la apuesta el año pasado, y es él quién está guardando campo en un vagón. Es más, deberíamos mover nuestros traseros si no queremos que se canse y se vaya ──el moreno agarro sus maletas con prisa.
Asher hizo lo mismo, y Adeleine le entrego el conejo. A regañadientes lo acepto, y le agradeció al elfo doméstico por todo lo que hizo. Antes de subir al tren que daba los últimos avisos de que ya estaba por irse, su madre y su tío lo interrumpieron:
──Tengan un lindo curso. Nos vemos en Navidad, mis niños ──Alexandra se puso a la altura de sus hijos y les dio un beso a cada uno, dejando impregnado su labial rojo en sus mejillas.
Por una vez en su vida, Asher se sintió querido, tenía ganas de abrazar a su nueva madre. Nunca tuvo oportunidad de abrazar a la suya. Pero se contuvo cuando su tío lo miro con una sonrisa y comenzó hablar.
──Si pueden, tráiganme dulces ¿quieren? ──hizo reír a los dos niños ──. Pasen lindo curso. Y, Asher, te mandare el collar cuando Marius lo haya reparado.
Asher lo miro sin entender (otra vez) nada. Fugazmente se acordó del collar que se quito la noche anterior, con tanta fuerza que la cadena se rompió. Sólo qué, no entendía la razón para seguirlo usando.
No era momento de preguntar, puesto a que la voz de sus amigos apresurando de fondo lo saco de ese trance.
Se despidió de su tío y su madre una vez más, y se subió al tren, cuyo había cambiado bastante. Y, ¿cómo no? ¿Cuánto tiempo había pasado? Cincuenta y tres años para ser exactos.
¡Esperen! ¿¡Tengo sesenta y seis años?! ──pensó Asher con una mueca en su cara, mientras seguía a sus amigos, por el pasillo. Mientras miraba todo tan moderno.
Se sentía como un señor. Bueno, su conciencia tenia sesenta y seis años, aunque el mechón en su cabello lo hacía pensar que lo años le estaban pasando factura. Otra cosa por la cual preocuparse.
Iba a volverse loco en cualquier momento. Su mente no procesaba tanta información.
Su mente estaba tan concentrado en sus pensamientos, como si, era posible que le estuviera sucediendo todo eso, tanto así que lo único que sintió fue un impacto en su espalda.
Asher maldijo mentalmente, pues habían muchas personas en el pasillo y se sentía como un sándwich por lo aplastado que estaba.
No era fan de tener a las personas cerca.
──Lo lamento ──una voz tímida resonó detrás de él. Una voz femenina y dulce, por lo que se dio la vuelta al no ver a la persona de reojo. Quería saber si estaba bien, fuera quien fuera.
Una niña de cabello esponjoso, castaño, unos ojos como el color del café no lo miraban fijamente, pero si algo sorprendida. Asher era unos centímetros más alto que ella, y por los rasgos físicos, recordó de inmediato la noche anterior donde hablaba con su hermana. Dedujo que era ella.
Hermione Granger. Era mucho más bonita de lo que imaginó.
──¿Estás bien? ──preguntó Asher con una ceja arqueada, con cierto tono frío, que le salía tan natural. La castaña toco su frente por el impacto repentino.
Hermione quién evitaba el contacto visual con él, porque no tardó más de dos segundos en darse cuenta que era él por el aroma de su colonia, lo miró rápidamente con sus cejas fruncidas.
La mirada color chocolate y sus ojos ceruleos brillantes, hicieron contacto por primera vez. Hermione sintió como Asher tenía sus ojos clavados en ella, como si pudiera ver más allá de sus secretos oscuros.
──¿Te importa? ──ladeo la cabeza con sus mejillas algo coloradas, pero en cuanto se dio cuenta de lo que dijo y con quién hablaba, bajo la mirada.
──Que carácter, niña. Pero, si no me importara, no te hubiera preguntado ──ladeo la cabeza, meneando suavemente la transportadora del conejo, con una sonrisa arrogante.
Hermione trago grueso, y abrió un poco sus ojos. Sus palabras no salían, solo tartamudeos. Asher la miró con algo de diversión, pero preocupado a la misma vez, porque pensó que el color rojo de sus mejillas iba a llegarle hasta las pestañas, y bueno, lo que menos quería era que se desmayara ahí mismo.
──Pasa, veo que estas apresurada ──Asher se hizo a un lado, para darle campo a la niña. Hermione lo miro dudosa ──. En serio, Granger. Yo no muerdo.
Hermione quiso sonreír, en vez de eso, le salió más como una mueca. De todas maneras, no merecía una sonrisa de ella después de molestarla tanto. Después de unos segundos, la castaña paso por su lado con nervios, tanto así que no se dio cuenta que ni un gracias le dio.
Asher pudo percibir un cierto olor a vainilla, por parte de la castaña, que miró a su dirección una última vez. Era algo raro, porque parecía tenerle ¿miedo? Como si estuviera esperando que le dijera algo más. Tal vez algo hiriente, quién sabe, porque los niños de primer año se ponían así cuando Tom pasaba cerca de ellos.
O como su elfo doméstico que lo miraba igual. Temiendo de él. Asher nunca le haría daño, es más, pensaba que merecían ser libres.
La siguió con la mirada, hasta que finalmente la perdió de vista. No fue hasta que Danielle lo jalo del brazo para guiarlo hasta el vagón.
Dio un pequeño salto por el susto, estaba muy concentrado en lo suyo. Por lo que, no se dio cuenta que ya sus amigos habían avanzado.
──¿Hablabas con Granger? ──la rubia lo miro con curiosidad, pues no recordaba que ellos dos se llevarán bien ──. También estas muy distraído, ¿dormiste bien?
──Respuesta de lo primero, no. Y respuesta de lo segundo, sí ──mintió fácilmente, pues si la chica era hija de muggles como mencionó Adeleine, ¿cómo reaccionaria Danielle o sus amigos?
Quería evitar que un día que estaba transcurriendo normal, se tornarse como algo igual a lo que estaba acostumbrado, donde llamaban a todos despectivamente, entonces diría que no. No estaba hablando con nadie.
──Tan dulce como siempre, con tus respuestas, Ashee ──la rubia rodó los ojos divertida.
Finalmente llegaron al vagón, donde un niño rubio estaba ahí sentado con otros dos.
¿Y la rubia oxigenada? Esa frase de su hermana se le vino a la mente, por lo que ya sabía quién era el famoso Draco Malfoy.
Misión completada. Solo esperaba que no hubieran más personajes por ahí escondidos.
[ ... ]
──¡Cook es mía, Asher! ──exclamó la niña castaña moviendo sus manos para sonar más expresiva ──. No entiendo por qué ahora quieres que sea diferente.
Los mellizos Nott, Draco, Blaise y una niña de cabello negro y ojos perfectamente grises, cuyo nombre era Karina Rowle, la mejor amiga de su hermana, estaban sentados en silencio, moviendo sus ojos al que hablase primero.
Llevaban así como treinta minutos, el tren ya había avanzado, pero una pequeña pelea surgió entre los hermanos cuando Cookie rasguño a Adeleine en cuanto ella la tuvo en sus brazos, y se escondió detrás de Asher.
Fue lo mismo con Oreo, el conejo. Cuando Asher quiso tocarlo, este cada vez se iba para atrás, evitando contacto con él, y se escondió detrás de Adeleine. Por lo que Asher le dio la propuesta de cambiar mascotas, por el rechazo que recibían del conejo y el gato.
──Ade, Cook te rasguño y se deja acariciar de mí y no de ti. Es el mismo caso con Oreo. No va a pasar nada si cambiamos de mascota solo por hoy ──se cruzo de brazos. Los ojos azules de la castaña eran de enojo evidente.
──Yo opino... ──Theo quiso intervenir.
──¡Tú no opines! ──Adeleine lo señaló, haciendo que el rubio arenoso hiciera un puchero y abrazara a su hermana, como gato regañado.
Draco sonrió arrogante, y se aclaro la garganta para dar su propuesta: ──Entonces yo digo... ──también fue interrumpido.
──¡Cállate, Malfoy! ──esta vez todos dijeron al unísono. Draco frunció sus cejas y se cruzo de brazos indignado. Dejó descansar su cabeza en el hombro de Danielle.
Theodore le jalo un mechón del cabello para que se alejara de su hermana.
Asher aprovecho para alzar a la gatita, y como esperaba, no lo rasguño. Sabía en el fondo que Cook no lo iba a traicionar de esa manera.
Adeleine abrió un poco su boca ofendida por el repentino comportamiento de su mascota, pero de todos modos se acercó con la intención de quitársela a su hermano. Antes era Cook quien odiaba a Asher.
Ambos volvieron a la pelea, y lo único que se podía escuchar era: ¡Es mía! ¡No, ella me prefiere a mí! Él grupo sentado movía sus ojos más rápido de lo normal para no perderse de ningún detalles.
Sin embargo, como era de esperarse, la suerte no estaba de Asher, cuando vio pasar el carrito de dulces.
──¡Ranas de chocolate! ──exclamó el niño emocionado y desviando el problema inicial, caminando hacia la puerta del vagón, haciendo que todos volvieran a ver a la mujer con el carrito.
Adeleine aprovecho este descuido, y logro quitarle a Cook con victoria.
──Mala idea, Ade ──Danielle susurro.
Antes de poder agregar algo más, Cook rasguño y mordió a la niña en su brazo, que hizo que la castaña soltara de golpe a la gatita qué salio corriendo por el pasillo en cuanto Blaise quiso atraparla, para que justamente no sucediera eso.
──¿En serio, Adeleine? ──Asher la miró con sus cejas fruncidas.
──¡Demonios! ──chillaron los mellizos al unísono, pasando sus manos por su rostro con frustración.
──Oh, no no. Yo me voy, el año pasado duramos todo el camino buscando a ese gato y al final solo Addy y yo la buscamos ──Karina se levantó con los brazos cruzados y sus cejas fruncidas.
Blaise le dio unas palmaditas en su cabeza por lo tierna que se veía. Asher suspiro cansado. Su plan era dormir antes de llegar a Hogwarts como siempre lo hacia, pero su plan fallo por completo.
──Oh no no, nada, niña. Todos vamos a ayudar a buscar, y tú hazme caso cuando te digo algo, Ade ──señaló a la pelinegra y luego a su hermana.
Adeleine miraba al techo como si fuera la cosa más interesante del planeta, para evitar mirarlo y la siguiera regañando como siempre lo hacia. Bueno, sí, si era demasiado terca a veces, pero tenía una mordida y un rasguño en su brazo.
Nada grave, solo algo de sangre que Asher limpio con cuidado.
Buscar a Cook iba hacer como buscar una aguja en un pajar. El grupo de Slytherin se puso de acuerdo para distribuirse, quedaron en que las dos niñas se quedarían a cuidar el vagón.
──¡Pero! ──protesto Adeleine.
──Adeleine, si Cook te ve, se esconderá. Recuerdas que te odia, ¿verdad? ──Adeleine miró a Theo furiosa. El niño trago grueso, le daba miedo la niña cuando se enojaba.
El año pasado, Adeleine le dejo la cara azul por una semana por llevarle la contraria. Finalmente, todos se pusieron manos a la obra.
La pequeña investigación los llevo casi una hora. De vez en cuando Theo llevaba a su hermana en su espalda, luego podías ver a Asher hacer lo mismo, y a Blaise. Las respuestas de las personas eran incoherentes, pues unos decían que se fue por un lado, pero otros decían los contrario.
──Es como cuando todos estaban buscando el sapo de Neville en primer año ──Danielle rodó los ojos, no sentía las piernas.
Asher hecho una risita al escuchar la palabra sapo.
──Iré a preguntar en otro vagón, suerte ──en un abrir y cerrar de ojos, Danielle se metió en otro vagón.
Asher avanzo unos pasos resignado, y con cierto dolor en su cabeza, tenía mucho sueño. Sin embargo se detuvo antes de llegar al otro vagón cuando una pequeña bola de pelos le puso su patita en su pierna, para que se detuviera.
──Hola gatito ──saludo cuando vio de quién se trataba ──. No eres mi Cook, pero eres lindo ──alzó al gato sin problema. Era de un color bastante pelicular y esponjoso.
El gatito ronroneo en respuesta.
──¿Y tu dueña? Debe estar preocupada gatita. Pero también, llegar al vagón y llevarte a Crookshanks no fue muy amable de tu parte. Ahora soy yo quien no encuentra a Crookshanks ──su gata ronroneo en respuesta.
Asher dejo de ponerle atención al gatito y concentrarse en la voz dulce que escucho. Tenía una idea de quién era, pero nunca lo iba averiguar ahí parado, porque tal vez el gato que tenía podía ser la suya y viceversa.
Por lo que dio unos pasos más, hasta que se encontró con ella nuevamente.
Hermione Granger.
Holaa, volví ;). Recuerden votar y comentar <3
Este fue un capítulo algo largo, porque quería doble interacción entre Asher y Hermione (por fin).
También aprovecho para decirles unas cosas: lo primero era que tenía planeado subir otra historia donde Harry Potter tenga un mellizo que queda en Slytherin, y su interés amoroso sería Hermione.
Segundo, en este capítulo lo que quería lograr transmitir la incomodidad de Asher al conocer a sus amigos, porque bueno, no los conoce y no sabe muy bien como tratarlos.
Tercero, pensé seriamente en dejar la historia, pero no es por falta de inspiración, al contrario, tengo ya varios capítulos escritos. Cuando la planee y busque actores, no me convenció ninguno, y sentí que Maxence era todo lo que buscaba en el personaje, pero a decir verdad me cuesta hacer que sus escenas tengan sentido con el contexto que quiero dar, por lo que dejé de subir videos a mi cuenta de Tik Tok. Considere cambiar a el actor, cosa que no tengo problema, pero no sé cómo lo tomen ustedes, porque ustedes son mi prioridad, porque no quiero que se sientan decepcionados de ver que hay videos con un actor y a la hora de leer la historia haya otro.
En fin, si algún día no encuentran la historia no la borre del todo, solo la mande a borradores, besos <3
Sin más que decir, nos vemos en otro capítulo. <3
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