En medio de la noche,un extraño silencio rondaba a obscuras,en la casa del vocalista de Diaura.

En aquel sepulcral silencio,dos ojos rojizos brillantes aguardaban en la completa obscuridad la llegada de Yo-ka,mejor conocido por los yōkais en la actualidad,como el elemento del fuego.

— Me pregunto cuanto mas puede tardar— Se cuestionó a si misma sentada sobre la cama con sus pies pálidos descalzos y su vestido blanco gastado cubriéndole las rodillas.

La Yōkai jugaba con sus manos y miraba hacia la pared,perdiendo la paciencia,su tarea ahora era vigilar al elemento como Yōkai encargada de buscarlos.

Su vista se fue a el mueble donde se encontraba el espejo y los cajones,sus manos tocaron con cuidado las cosas que había allí arriba,diversos maquillajes y cremas,esto le causó una risa ahogada por imaginarse a Yo-ka con la cara untada de crema y una toalla en su cabeza.

Su vista fue al espejo,suspiró al obviamente no poder reflejarse en aquel frágil cristal,lo tocó con las yemas de sus dedos y en aquel momento la puerta sonó junto a unas llaves.

Ella tomó asiento sobre el mueble y desapareció su presencia de la tierra,así aunque estuviera allí,nadie podía verla a menos que ella lo quisiera.

Sus ojos fueron a el marco de la puerta,donde se sorprendió al descubrir que el rubio que recordaba ahora se había transformado en un pelirrojo.

»El rojo no le sienta nada mal « Pensó con una pequeña sonrisa,pero había algo raro en ese Yo-ka que dio un portazo y se quedó de espaldas contra la pared mirando hacia arriba.

Lucia cansado,era obvio que había tenido un largo ensayo hoy,pero tenia mas ojeras que las de costumbre y sus labios se veían mas secos y partidos,su aspecto estaba desmejorado y eso entristeció un poco a la Yōkai.

El siguió su paso hasta su cama,donde se quitó y lanzó la chaqueta,su camisa y su cinturón,ella se sonrojó,Yo-ka era muy delgado,pero tenia una ancha espalda y el bajo abdomen muy marcado,ella desvió la mirada,sintiéndose mal por estar observando.

Se volteó nuevamente cuando volvió a escuchar la puerta pero esta vez del baño,se había encerrado,al acercarse a la puerta apoyándose en la pared oyó un extraño crujir seguido de otro y otro para luego dejar caer algo en el suelo,el ruido seco le extraño

»¿Por que tanto jaleo?« se preguntó y esperó allí,no quería entrar,los espíritus son raros pero no idiotas,entrar significaría abrir la puerta y obviamente Yo-ka se asustaría al ver a la nada abriendo su puerta de golpe.

Se limitó a observar con detenimiento la habitación del pelirrojo con mas detenimiento,notó un pequeño desorden que no había visto antes,una caja que estaba debajo de su cama claramente llena de papeles y cuadernos,al no escuchar nada del lado de Yo-ka se aventuró a ir a investigar,sacó con cuidado la caja de debajo de la cama y se sentó en el suelo,todo estaba hecho un caos,miles de hojas sueltas y arrugadas estaban metidas sin esfuerzo en la caja,al azar tomo una que se partió al agarrarla,el estar abajo de la cama por aparentemente mucho tiempo las tenía húmedas y de una textura no muy agradable

Con una muy cercana mirada trató de descifrar que decía,la tinta se había borrado en algunos puntos por la misma humedad del ambiente debajo de la cama,aún así en ella se leían frases confusas,algunas tachadas con el mismo bolígrafo con el que se escribieron.

La tortura se vuelve insoportable

Los frascos están tan vacíos  como las calles una noche de invierno

Ha sido una muy fría noche,belleza anaranjada que calma mi sufrir

Me haces tanto daño y tanto bien a la vez,tu amor tiene un precio caro.

Leer las siguientes líneas era una misión imposible,todo estaba ininteligible,debajo de todo el desastre parecía haber algo parecido a una imagen,con curiosidad quiso tomarla pero un ruido la alertó,la perilla de la puerta de baño se movía,revoleó los ojos y soltó un quejido de molestia,guardó la caja y se llevó la hoja consigo.

Volvió a su lugar sobre el mueble y dejó la dichosa hoja detrás de ella,pronto Yo-ka estuvo devuelta en la habitación encuerado como cuando entró, llevaba una toalla sobre la cabeza y su pelo húmedo cubría medianamente sus ojos,cuando estuvo lo bastante cerca de su cama se dejó caer boca abajo en ella cosa que a la Yōkai le pareció gracioso.

Pocos segundos después unos ligeros ronquidos empezaron a oírse dando a entender que su cabeza ya se hallaba sumida en el sueño profundo,a ella le pareció una extraña forma de dormir,su rostro estaba directamente pegado a la almohada

»¿De verdad puede respirar durmiendo así?«

Volviendo a materializarse,se bajó del mueble sintiendo el suave tacto de la alfombra a sus pies descalzos,se acercó a Yo-ka con la vista fija en su espalda ancha y varonil,ella se ruborizó y rió para sus adentros,pero hubo algo que llamó su atención de mala manera,en sus manos,mas detalladamente en sus nudillos,se veía un firme color rojizo que destacaba en su pálida piel,estos también tenían marcas de piel que se pelaba de sus manos,como si hubiera golpeado algo muy duro como el mismo piso o la pared.

»Parece demasiado curioso« pensó guiando su vista de la hoja a Yo-ka.

Con la mirada puesta ahora en dirección al baño,decidió aventurarse a ello,se puso camino a la puerta viendo la luz reflejada desde el baño a la habitación,la había dejado prendida,probablemente estaba tan exhausto que nisiquiera pensó en apagar la luz para ir a descansar.

A paso cuidadoso entró en el baño,parpadeó varias veces tratando de acostumbrarse a la luz y miró a su alrededor,se quedó por un largo rato en silencio asimilando todo lo que había allí, le sorprendía mucho todas las molestias que se había tomado Yo-ka tan solo por un baño,todo estaba cuidadosamente decorado respetando el color blanco que predominaba,la tina tenia a su lado todo tipo de cremas y lociones extrañas que ella no pudo reconocer para nada,veía muchas botellas de shampoo y acondicionador

» Supongo que le gusta mucho pasar tiempo aquí ...« pensó con una sonrisa,volteó hacia lo mas llamativo del baño,un gran espejo con dos mueblecillos a su lado

»¿Esto es una especie de botiquín?«  Se preguntó alzando una ceja,uno de esos muebles estaba cerrado con llave y el otro no,eso le dio mala espina.

A simple vista,el que estaba abierto tenía una gran cantidad de ungüentos curativos y vendas,además de banditas y luego algunas cosas mas normales como cepillo y pasta de dientes y una botella de alcohol etílico.

» O soy muy antigua,o este chico se debe lastimar muy seguido «

Miró hacia un costado,había algo tirado en el suelo,una especie de receta médica por la letra escrita a simple vista,se puso en cuclillas frente al papel arrugado y cuando sus dedos estaban a punto de tocarlo,escuchó una especie de quejido proveniente de la habitación.

Volviendo a obscurecer su presencia,salió del baño  asomando su rostro por encima del marco de la puerta,Yo-ka se había volteado  y aunque seguía dormido,no tenía muy buena expresión,susurraba cosas confusas,parecía estar teniendo un mal sueño.

Ella se acercó suspirando aliviada,reapareciendo,se colocó de cuclillas al lado de la cama del pelirrojo y lo observó por unos minutos,con sus ojos de rubí brillando en la obscuridad admiró el rostro de expresión afligida del vocalista y no pudo ver nada que le ayudara a entender todo lo que había visto,todo comenzaba a darle un muy mal sentimiento a la Yōkai,esta clase de espíritus podía tener noción de un mal presagio mas claro que todos,y si unía todo lo que estaba viendo,estaba claro que algo no estaba nada bien.

Un susurro repentino en medio de la pesadilla hizo sobresaltar a Yo-ka y abrió los ojos de golpe,la Yōkai se congeló en aquel momento al igual que el,sus miradas se habían mezclado por la impresión y por unos largos segundos,ninguno de los dos dijo nada.

Yo-ka volvió a pestañear para luego levantar la mitad del cuerpo de la cama y mirar hacia ambos lados,pero ya no había absolutamente nada,se frotaba los ojos con fuerza pero sin embargo,la mirada rojiza brillante con la que se había cruzado al despertar de la pesadilla en la que se encontraba en esta noche,ya se había ido.