Decir que la relación entre Yusaku y Ryoken cambio, era decir que fue una ilusión lo que pasó ese día que ambos durmieron tan bien en los brazos del otro, durmieron tan bien al lado del otro que al momento que se despertaron, no pudieron evitar avergonzarse hasta que la chica soltó un pequeño grito donde llamo la atención de los demás y estos fueron corriendo a ver que sucedía con esos dos. Claro que después Ryoken se ganó un golpe en la mejilla por haber abrazado a Yusaku sin su permiso y que al final se levantará de su cama para ir por su molesto perro e irse sin dar explicación alguna, olvidando incluso su ropa o que no iba bien vestida para salir a la calle. Solo miraron el sonrojo que se alojaba en el rostro de la chica como le regresaba aquel brillo en sus ojos. Ryoken quedó un tanto triste hasta que su padre le mostró aquella foto que les saco en ese momento que durmieron con tanta tranquilidad. Tuvo que amenazar a su propio padre de que no mostrará esa foto a nadie más sin antes decirle que le pasará aquella foto porque la quería enmarcar.

Nunca iba a desperdiciar una foto de ella.

Aún había cosas que quería descubrir de Yusaku, no podía olvidar aquellas palabras que la chica le había dicho, aquellas palabras que solo le hicieron pensar. Ella los estaba protegiendo pero no sabía de qué o de quien, era imposible saberlo cuando ella no quiere hablar de lo ocurrido, aunque de alguna manera lo entiende, debe ser doloroso para ella. Sus padres habían muerto y si no fuera por los abuelos de la chica, ella estaría huérfana, no pudo evitar sentir ese mismo dolor recorrerle el pecho, la manera en que ella se sintió sola ese tiempo, realmente era horrible. No entendía porque ella había dicho esas palabras, palabras que por más que buscaba en Internet, no podían encontrarlas. ¿Por qué Yusaku le mentiría? Ella no tendría motivo para hacerlo. ¿O sí? Sólo tendría que seguir investigando porque esa tal Playmaker protegía aquella información y era imposible hacerlo cuando ella se encontraba rondando. Era un ahora o nunca.

Spectre miraba a su mejor amigo un tanto triste. Ryoken se empeñaba en saber los secretos de Yusaku pero la chica era tan terca, casi igual o más que su mejor amigo, que no iba hablar sobre ello y como en los viejos tiempos, solo lo ignoraría y se iría corriendo para evitar una pelea. Miraba a su amiga de ojos esmeraldas que se dedicaba a observar a Ryoken con una mirada nostálgica para después suspirar y desviar su mirada, negaba lentamente y prefería irse de donde se encontraba, no dudaba en marcharse, solo caminaba sin querer mirar atrás. El sabía que eso iba más allá que una simple pelea de niños, había algo más que impedía que ambos se acercarán pero para su desgracia, no era tan cercano de Yusaku como para preguntar. Su instinto le decía que había algo más oculto, algo más de aquella historia que no era totalmente cierto. Algo que solo Yusaku escondía. Tenía que saberlo de una vez por todas, aunque realmente no era su obligación pero si fuera una manera para ayudar a Ryoken, lo haría.

Aunque sería realmente difícil encontrarse con la chica sola en algún lado de la ciudad.

O eso creía cuando vio a la chica en el hospital en un fin de semana que le tocaba visitarla. Salía de una de las habitaciones haciendo una reverencia mientras en sus manos cargaba una bolsa de papel. Se le notaba tan tranquila que al momento de verse, ella no pudo evitar sentirse un tanto nerviosa para pegar aquella bolsa a su pecho y mirar a otro lado un tanto avergonzada. Era la primera vez que la veía de esa manera que realmente se le hizo un tanto extraño.

--Buenos días Fujiki-san --Spectre hizo una reverencia.-- ¿Qué te trae por aquí?

--¿Si te digo le vas a decir a Ryoken?

--No tengo porque contarle todo a él, somos mejores amigos pero hay cosas que prefiero no contarle por respeto

Vio a Yusaku decidir internamente, era algo raro que Spectre dijera eso. Al final sólo la escucho suspirar y mirarle con una pequeña sonrisa mientras rascaba su mejilla.

--Vine a una revisión médica --Miro a otro lado.-- Tuve un accidente hace dos años y es necesario que me revisen la herida de mi abdomen, hay veces en las que me duele un poco así que tengo que venir constantemente hasta que al menos ya no sea una molestia para mi

Un silencio se formó entre ellos después de aquella pequeña explicación. Spectre miro como Yusaku jugaba con sus pies un tanto nerviosa, ella quería irse, la manera en que miraba a todas las personas que incluso, se encogiera un poco, tal vez para evitar que otra persona la identificara y le preguntara del porque estaba ahí. Al final fue él quien suspiro, alzó la bolsa de plástico y llamo la atención de la chica de ojos esmeraldas.

--Miyu está internada en el hospital --Notó aquella mirada de culpabilidad. ¿Porque ella se culpaba de que Miyu estuviera internada? Tal vez le preguntaría.-- ¿Te gustaría acompañarme?

Yusaku asintió en silencio. Ambos empezaron a caminar por los pasillos, sin siquiera querer verse o compartir palabra alguna, como si en ese momento, se trataran como dos simples desconocidos. Ingresaron al elevador para llevarlos al piso indicado. Era un frio silencio que ambos preferían mirar a otro lado, incluso cuando otras personas entraban, ellos se mantuvieron a su distancia. Cuando fue el piso indicado, ambos dieron un paso adelante y siguieron caminando, Yusaku espero a fuera como le había indicado. Miro la placa con el nombre de Miyu. Lo tocó con curiosidad para soltar un suspiro, era su culpa. Era algo que nunca podría olvidar, era algo del pasado que nunca podría cambiar. Siendo sincera, nunca llego a pensar que ese momento seria la calma antes de la tormenta. ¿Por qué el mundo tenía que ser tan cruel como para que todas aquellas acciones fueran totalmente su culpa?

No entendía que había hecho. Ella y sus padres, no hicieron nada.

Vio a Spectre que se asomaba, era su señal para entrar y darle una sorpresa a su amiga. Miyu no pudo evitar emocionarse al ver a Yusaku después de tanto tiempo, pedirle que se acerque y la abrazara con mucho cariño. Pequeñas lágrimas se asomaron en los ojos de ambas chicas. Era tan hermoso pero doloroso a la vez. Spectre mejor decidió salir por una bebida para él. Dejaría que las chicas hablaran por esa vez. Si había alguien que quisiera entrar a razón a Yusaku, era Miyu, era un detector de mentiras y la única que siempre pudo ganarle a la de ojos esmeraldas cuando intentaba esconder algo de ellos.

--Me alegra volver a verte Yusa, eres un idiota sin remedio que piensa que una vez que te fuiste, todos te íbamos a recibir con los brazos abiertos, es realmente una desgracia de que sea verdad, te extrañaba mucho --Dijo Miyu con cariño, acariciando las manos de Yusaku, ahora que las tomaba, no quería dejarla ir.-- Después de que te fuiste, nunca más supimos sobre ti, realmente creí que si algo malo te había pasado, realmente lo sentí en mi pecho pero también otra parte, decía que estarías bien, supongo que eso fue lo que me tranquilo --Hizo un gesto triste, suspiro para borrar aquella tristeza y le sonrió. Noto que Yusaku no la miraba.-- Han pasado muchas cosas

--Lo se --Yusaku sonrió con nostalgia, cerró los ojos con fuerza y al final se decidió por mirarla, Miyu podía leer en su mirada que había algo más, tal pareciera que nunca cambiaba.-- Aoi me dijo que aquí te encontrabas, realmente fue un milagro que sobrevivieras a ese accidente

--Aunque ahora no pueda utilizar mis piernas --Se quejó.-- Me siento como una inútil

--No es así --Yusaku sonrió.-- Sólo estuviste en el lugar equivocado

--Pero sigo viva, eso es lo único que realmente importa, volver a ver a las personas más preciadas para mi ¿No lo crees? Tú dirías lo mismo

--Si lo haría

.o.

La hora de visita paso rápido. Entre Spectre y Yusaku, hacían feliz a Miyu. Entre carcajada y carcajada. Hacía mucho tiempo que no se sentía de esa manera, aunque no pudo preguntarle nada a Yusaku pero realmente esperaba que a la próxima, no se le fuera a escapar. Miyu no quería que ella se volviera a escapar, aún si tardaba para que le contara la verdad, ella esperaría como todo ese tiempo había hecho. Suspiro y sonrió cuando ellos dos tuvieron que marcharse. No sin antes, hacerle prometer a Yusaku que la visitara. Ella solo accedió antes de hacer una pequeña reverencia y marcharse junto con Spectre. Miro la pequeña planta a su lado, miro por la ventana aquel color naranja del cielo. Realmente le hubiera gustado hacer un poco más por ella.

Un pequeño silencio se formo al momento que Spectre y Yusaku salieron del hospital. Solo se escuchaba el sonido de las personas que caminaban a su alrededor. Algunas personas conversaban con las mismas que se encontraban caminando a su lado, otras más hablaban por celular.

Al final, fue Yusa quien se detuvo. Spectre la miro con atención. La vio alzar el rostro donde se veía totalmente decidida, donde apretó sus manos a la bolsa de papel y soltaba un pesado suspiro que de seguro, había guardado todo ese tiempo en su corazón. ¿Qué había pasado con Miyu para que ella se viera de esa manera?

--Te contare sobre la verdad de hace diez años, no es la que Ryoken te conto sobre nuestra pelea, porque hay algo más detrás de esto, algo que solo el profesor Kiyoshi sabia y que hasta el momento, los dos nos hemos mantenido en silencio

--¿Por qué hasta ahora?

--Porque es algo que tiene en relación con el accidente que tuvo Miyu, con la muerte de mis padres y él porque nos fuimos de esta ciudad sin oportunidad de decirle a alguien, no fue una simple causalidad, fue algo que alguien hizo por algo que se hizo

--¿Por qué me lo vas a decir a mi cuando Ryoken te lo ha pedido este tiempo?

--Porque confió en ti Spectre --Yusaku sonrió.-- Y porque no tengo a otra persona a quien contarle, eres el único a quien le puedo confiar esta verdad y porque si algo me pasara, se que harías lo mismo para protegerlos a todo, se que harías lo mismo por Miyu ¿Podrías escuchar la verdad detrás de estas mentiras sin contarle esto a nadie, a Miyu y mucho menos a Ryoken?

Eso se escuchaba difícil. No poder decirle a nadie. Era bueno guardando secretos pero aquello que iba a decir, no sabía cómo resultaría al final de las cosas. Pero también pensó en que podría saber un poco más. En que al final, aquello que ella le contaría, le resultaría bueno.

--Quiero que me lo digas todo

--Entonces, sígueme

Sin dudar la siguió.

Las palabras que le dijo en ese momento. La impresión de lo que estaba pasando como de las cosas que ella hacía para mantenerlos seguro. Comprendió muchas cosas con esa pequeña plática, pudo apreciar un lado de ella que hasta ese momento, se le hizo desconocido. Aquellos sentimientos que por mucho tiempo se estuvo obligando a esconder. Aquel dolor por el que atravesó, aquello por lo que paso Miyu. Ahora, todo tenía sentido. Al final, fue por aquella frase que dijo al final, la que se mantendría siempre en sí.

--Todo es por proteger a las personas que quiero, todo esto es por proteger a Ryoken, a la persona que amo, gracias por escucharme Spectre

Que le agradeciera de esa forma, es algo que nunca llego a imaginar. Que en ese momento ella pudiera sonreír. Le confirmo cuan fuerte era para poder soportar aquel dolor, para poder soportar incluso, todo el daño que estaba haciendo a las personas, todos los secretos que ha guardado. Lo lamentaba por Ryoken pero no podía contarle nada. Ella que le otorgo esa confianza, no la iba a defraudar como quería desde un principio, una vez que descubrió la verdad, no podía hacer otra cosa más que seguir esa red de mentiras. Tal vez le ayudaría, tal vez haría algo por ella. Para poder terminar con todo, de una vez por todas y que las cosas fueran mejor a partir de ese momento.

.o.

Grandes carcajadas se escuchaban en aquel local de comida. Los adultos veían con diversión como aquellos jóvenes se divertían al contar diferentes historias de su niñez como la forma en que se burlaban de los demás. Shoichi escuchaba atento mientras trataba de contener las pequeñas lágrimas de su rostro. Volver a ver a Yusaku como ver a la mayoría reunidos, era algo que se alegraba de seguir vivo y manteniendo el restaurante familiar que sus padres le dejaron. Volver a sentir como la alegría volvía a ellos, como la tranquilidad estaba presente. Aunque de alguna manera, también se podía sentir como la calma antes de la tormenta.

El sonido de una notificación se hizo presente. Yusaku saco su celular del suéter de la escuela y miro un tanto seria aquel mensaje. Volteo a la ventana y vio a alguien. Shoichi miro con atención, era un hombre mayor con lentes, cabello rosado y una bufanda que cubría su boca y su nariz. Guardo su celular al mismo tiempo que ella le mandaba un mensaje.

--Debo irme, nos vemos mañana en la escuela --Se despidió con una sonrisa mientras tomaba sus cosas y se despedía de todos sus amigos.

Ninguno se había dado cuenta, ni siquiera miraron por la ventana para ver como ese sujeto y Yusaku se reunían. Como el rostro de ella cambiaba inmediatamente y solo caminaba a la parte trasera del carro negro que ahí se encontraba estacionado. Miro con atención, en busca de algo sospechoso y peligroso pero el simple hecho de que ella estuviera haciendo eso, ya sonaba como algo de las dos opciones.

Ryoken que caminaba en ese entonces, no pudo evitar detenerse al momento de que vio en aquel carro negro a Yusaku con un sujeto totalmente desconocido. Ni siquiera lo miro pero él si se dio cuenta que ella estaba ahí. Iba a correr a detenerlo pero el carro avanzo sin oportunidad de hacerlo.

¿Qué estaba pasando?