15-. ¿Qué acabo de ver?

El día estaba yendo relativamente normal para Sunset y Twilight que estaban en el restaurante donde trabajaba la pelirroja, la científica ese día había decidido trabajar como ayudante de cocina de su pareja para aprender algunas cosas, esta vez de verdad y no solo como una excusa para estar cerca de Sunset.

Pero el problema llegó cuando la chica que le estaba coqueteando a Sunset la otra vez, entró nuevamente en el local y se sentó en una de las mesas del local para "ordenar" pero como la otra vez, le coqueteaba descaradamente a la pelirroja y Twilight por su parte no sabía que le molestaba más, el que la estúpida esa no dejara de coquetearle a Sunset o el hecho de que Sunset no le dijera nada por el obvio coqueteo. Así que sin pensarlo volvió a actuar por impulso y se acercó a las chicas, pero cuando estuvo al lado de la pelirroja, ella con una mano le hizo una seña de que se detuviera y tuviera un poco de paciencia.

— ¿Qué haces tú acá? — preguntó la chica viendo con algo de molestia a Twilight recordando el incidente de la otra vez.

— Ella está trabajando temporalmente como ayudante de cocina — respondió Sunset antes que Twilight pudiera decir algo.

— ¿Ella? ¿Por qué? ¡Dañó mi ropa el otro día! No la creo capaz de atender bien a los clientes si comete errores de ese tipo — dijo claramente indignada.

— Créeme, sé que es muy capaz. Yo, confío en ella —

— ¿Por qué la defiendes? Recuerdo que nos echaste a ambas después del conflicto de la otra vez — alegó ella cruzándose de brazos y viendo con disgusto a la científica.

— Porque la amo — respondió levantando un poco la voz atrayendo la atención de algunas personas del lugar y dejando a las 2 chicas boquiabiertas.

— ¿Cómo dices? — preguntó la chica con una mueca ya que obviamente no le había gustado esa respuesta.

— Que yo la amo, es más... — la pelirroja tomó a Twilight que seguía bastante sorprendida de la cintura y le robó un cálido y lento beso ahí en frente de todos los que estaban viendo la escena.

— ¡Agh, como sea! — dijo totalmente indignada la chica antes de retirarse del restaurante.

— ¿Qué...? — iba a preguntar Twilight apenas se separó del beso y pudo controlar su pulso además de su respiración, pero Sunset la tomó de la mano, llevándola a una parte alejada de la gente, que era el almacén de comida del mismo lugar.

— Lo lamento, me dejé llevar — dijo una vez estuvieron solas.

Hubo un pequeño silencio entre ambas y Twilight terminó soltando una pequeña risa antes de decir.

— No te preocupes, Sunset. En realidad, me gustó que lo admitieras... Es decir, sé que ya nos hemos besado y ya habías admitido que te gusto, pero... El hecho de que lo hicieras en frente de esas personas... Y sobre todo de esa tipa que hace que me hierva la sangre... No lo sé... Lo hizo especial... — Twilight sonrió ligeramente mientras la miraba a los ojos, aunque claramente un poco avergonzada.

— Gracias por no enojarte —

— Lo dices como si fuera una gruñona — río un poco la de cabellos azules.

— Bueno... — justo en ese momento el jefe de Sunset llegó a donde estaban las chicas — Oh, jefe. Tranquilo, ya voy a seguir con el trabajo... —

— Está bien, solo quería decirte que me impresionó lo que hiciste allá afuera, siempre supe que eras alguien con agallas pero eso llegó a otro nivel — Sunset ni se preocupó en preguntarle cómo se había enterado de eso porque sabía que sus compañeros de trabajo no eran los más discretos — Solo, evita hacerlo muy seguido, sabes que hoy en día aún hay gente muy prejuiciosa que pueden hacer comentarios muy desagradables — pareció buscar algo en el bolsillo de su delantal que le extendió a ella, parecía ser una carta — Y también quería darte esto —

— ¿Y esto? — preguntó Sunset algo confundida.

— No tengo ni idea, me la acaban de dar diciendo que era para ti — respondió el mayor igualmente confundido.

La pelirroja abrió la carta y era una invitación para una celebración, el título de la carta era explícitamente:

Invitación a reunión súper, súper, súper importante.

¡Hola chicas! Quería celebrar que finalmente han hecho las paces y podemos ser amigas de nuevo y he planeado una reunión maravillosa para todas, esta invitación es para decirles... Pude haber hecho una video-llamada, pero me dio por escribir, ¿En que estaba? Oh sí, la reunión será en mi casa cuando acabe esta semana (O sea, dentro de 3 días) a las 7 de la noche, ¡Las espero con ansias! Y quiero que me cuenten todos los detalles de lo que ha sucedido, también planeé una pequeña reunión de las Rainbows, así que tocaremos una canción en la fiesta, Bueno... Creo que es todo... ¡Bye!

Atte. Pinkie.

— ¿Una reunión hecha por Pinkie? Ohhhh, esto se pondrá bueno — dijo la pelirroja recordando la fama de fiestera que tenía la chica de cabello rosa y esponjado.

Sus fiestas siempre eran lo mejor y siempre sucedían cosas memorables en cada una de ellas.

Mientras tanto en la granja Apple, las mayores y menores terminaron de leer la invitación de Pinkie y sonrieron.

— Esto será genial, Pinkie hace las mejores fiestas. Es una gran organizadora... — dijo Applejack también recordando los buenos momentos que había pasado en esas fiestas.

— Claro que sí, me pregunto si invitó a mucha gente — dijo Rarity.

— Conociendo a Pinkie... — comentó Apple Bloom.

— Posiblemente media ciudad esté invitada — terminó por ella Sweetie para luego reír todas por eso.

— Ahora que lo recuerdo - Apple Bloom tomó de la mano a Sweetie - Debo contarte algo... — argumentó para luego irse con ella hasta el piso de arriba.

La diseñadora y la rubia decidieron entonces pasar la tarde juntas viendo películas, pero cuando se hizo la hora de comer, la rubia fue a cocinar y le dijo desde la cocina.

— Rarity, ¿Podrías buscar a las chicas y avisarles que es hora de comer? —

— Claro querida — dijo yendo a buscar a Apple Bloom y Sweetie entonces entró en una de las habitaciones — Chicas, es hora de... — las chicas estaban allí, pero se sorprendió al verlas besándose — Yo me voy... — dijo la modista cerrando la puerta y bajando a la cocina nuevamente.

— ¿Ya les dijiste? — preguntó la rubia, pero se acercó a su pareja un poco preocupada cuando notó su cara de trauma absoluto — ¿Qué pasó? —

— ¿Qué acabo de ver?... No lo sé, se sintió raro ver eso... -—

— ¿Qué cosa? — cuestionó la rubia en busca de más información.

— Nuestras hermanas menores, estaban besándose... —

— Oh, sí claro, ¿Y por qué el trauma? —

— ¿No te sorprende? — preguntó algo atónita la diseñadora por la reacción tan natural de Applejack.

— Me sorprende más el hecho de que no te dieras cuenta, desde hace rato noté una química entre esas dos — respondió con total naturalidad — Es decir se veían... —

— ¿Cómo se veían? — indagó la diseñadora.

— Creo que un poco como nosotras nos veíamos cuando todavía no aceptábamos que nos amamos, mi terrón de azúcar — respondió Applejack.

— No digas esas cosas... — dijo algo sonrojada la diseñadora.

— Solo digo la verdad... — se acercó y le robó un corto beso.

— Uy, dejen sus escenas para luego... — comentó bromista Apple Bloom.

— ¿¡Con que derecho lo dices tú!? Acabas de traumar a mi pobre Rarity con su escena de besos allá arriba — dijo la rubia en tono de reproche, pero realmente estaba sonriéndole a su hermana menor de forma casi cómplice.

— Touché — dijo Apple Bloom mientras Sweetie a su lado estaba algo avergonzada.

— Mejor comamos y no toquemos el tema... — comentó Applejack riendo un poco.

— Apoyo esa idea — dijo Sweetie.

— Y yo también — apoyó Rarity.

— Nuestras chicas si son penosas, Applejack... ¿Qué crees que suceda finalmente cuando llegue el día de...? — iba a preguntar Apple Bloom, pero su hermana fue más veloz.

— Mejor ni lo preguntes hermanita, ya lo sabremos en su momento... —

— ¿A qué se refieren? — preguntó Sweetie.

— No es nada importante, algún día lo sabrás — respondió Apple Bloom.

— Espero sea algo bueno... — comentó Rarity un poco dudosa.

— Amo su inocencia — comentó Applejack a su hermana con una sonrisa.

— Yo igual... — estuvo de acuerdo la menor.

Finalmente, las 4 se sentaron a comer, mientras que en casa de Rainbow estaba pasando algo muy particular pues teníamos a Rainbow Dash amarrada a una silla.

— Está bien, Shy... Ya puedes soltarme... — comentó la deportista en un tono calmado.

— No sé si sea seguro... — dijo la amante de los animales mientras la veía de reojo un poco alejada de ella como si le tuviera miedo.

— Claro que es seguro, Shy. Prometo no hacer nada... —

Fluttershy no muy convencida la liberó de sus ataduras cuidadosamente pero entonces una vez libre Rainbow la derribó y se colocó encima de ella con una pequeña sonrisa en sus labios.

— ¡Sabía que era una trampa! — dijo sonrojándose al notar la extrema cercanía que tenía la de cabello multicolor a su rostro.

— ¿Entonces por qué me liberaste? — preguntó Rainbow sonriendo de forma pícara.

— Tenía fe en ti, Dashie... — respondió la de cabello rosa pálido haciendo un leve puchero.

Rainbow suspiró levantándose y ayudó a Fluttershy a ponerse de pie.

— Bueno, no te haré nada... Pero consté que fue tu culpa por intentar cambiarte de ropa frente a mí, solo seguí mi instinto... — alegó la deportista en forma de defensa.

— No eres un animal, Dashie... —

— Pero por ese cuerpo — la señaló de arriba a abajo — Ufff, soy una fiera, Shy — comenzó a reír mientras la amante de los animales se sonrojaba al extremo por lo que dijo.

— Me ibas a violar... — comentó aun sonrojada desviando su mirada por la vergüenza.

— Técnicamente no es violación si hago que lo disfrutes... — seguía riendo la deportista.

— ¡Dashie! — ahora Fluttershy oficialmente parecía un tomate.

— Está bien, está bien... Perdón, abandono el tema... — comentó Rainbow tomando uno de los mechones rosa de Fluttershy y jugando con este.

— ¿Crees que vaya mucha gente a lo de Pinkie? La carta no lo específica... — comentó la chica tímida mientras miraba los ojos cereza de su pareja y su sonrojo disminuía un poco.

— Lo más seguro es que vaya mucha gente, pero tranquila, yo estaré a tu lado para que te sientas más segura — dijo en forma de apoyo Rainbow.

— Gracias, Dashie — dijo sonriendo de manera tierna aún con un pequeño sonrojo sobre sus mejillas.

— No es nada, Shy — dijo desviando la mirada la de cabello multicolor.

— ¿Por qué no me miras? —

— Por nada... —

Ambas se habían sentado en la cama de Rainbow donde esta comenzó a jugar con un mechón de cabello de Fluttershy nuevamente.

— Ya en serio, ¿Por qué no me miras? — preguntó Fluttershy.

— Ya te he dicho que por nada en lo particular — respondió Rainbow.

La amante de los animales pensó que tal vez la deportista se había molestado porque ella le negó a que lo hicieran esa noche, pero no era su culpa, aún no se sentía lista, eso sería dar un gran paso, ya que sería su primera vez, pero entonces decidida a compensar en algo a la contraria esta vez ella tomó la iniciativa, agarró la mano de ella con la que estaba jugando con su cabello, para entrelazar sus dedos, colocarlas sobre la cama y le dio un beso a Rainbow.

Al separarse la de cabello multicolor estaba algo sorprendida por lo que preguntó — ¿Y eso? —

— No siempre tienes que ser tú, la que ataque — comentó Fluttershy desviando la mirada avergonzada.

— Este tipo de cosas hacen que me derrita, en serio. No he muerto de una hemorragia nasal solo porque soy muy genial para eso... — comentó con cierto orgullo.

— Sí, Rainbow como digas — río un poco la de cabello rosa pálido.

— Solo es la verdad —

— También hace un tiempo me dijiste que eras demasiado genial para enamorarte, pero aquí estás, admitiendo que a veces te derrites por mí... —

— Es diferente — se defendió la deportista.

— ¿Por qué? —

— Era joven, no comprendía muchas cosas, Shy —

— Dashie... Eso me lo dijiste la semana pasada —

— Y, se madura mucho en una semana — dijo convencida Rainbow.

— Claro.... —

— Mejor bésame otra vez y dejemos de pensar en ello —

La amante de los animales sonrió antes de volver a besar a la contraria lentamente mientras ella moría por dentro de la emoción, definitivamente estaba loca por ella.

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