Twilight estaba sentada en el borde de la cama ya que sus pensamientos no la dejaban dormir al contrario de Sunset que había dormido tranquilamente casi toda la noche aún por las dudas de vez en cuando la miraba de reojo para comprobar que siguiera durmiendo, la científica es muy inteligente, pero le costaba mucho armar por completo este rompecabezas, es decir, tenía una sensación de rencor hacia Sunset, pero apenas ella le contó por todo lo que había pasado, simpatizó con ella, pero esa simpatía, se transformó en confianza que pronto fue la reconstrucción de su amistad, pero justo ahora sentía que ese sentimiento se volvía a transformar en algo mucho más fuerte, algo que no sentía en su corazón desde hace mucho, pero sabía muy bien que era...

Y era aterrador lo fuerte que se sentía.

Cuando Sunset estaba junto a ella era un sentimiento totalmente maravilloso, una sensación completamente cálida que invadía su pecho y apenas se dio cuenta del hormigueo que tenía por ejemplo como ayer cuando le dijo que le gustaban las chicas con anteojos.

Tenía una conclusión algo atrevida pero totalmente cierta, se estaba enamorando de Sunset Shimmer, pero ahora, aunque la pelirroja le había comentado su gusto por las chicas con lentes tenía miedo, ya que tal vez no significara nada y si se le confesaba, existía la posibilidad de ser rechazada, una posibilidad bastante grande que la hacían pensar que lo mejor era guardarse sus sentimientos.

Lo que la científica desconocía, era que la pelirroja comenzó a enamorarse de ella desde el momento en que la perdonó hace un par de días.

En ambas, una bomba de sentimientos se estaba preparando para estallar en cualquier momento.

— ¿Twily? ¿Qué haces despierta tan temprano? — preguntó de repente Sunset que al parecer finalmente había despertado — Son apenas las 6 de la mañana... — comentó la pelirroja mientras veía su reloj despertador en la mesita de noche cerca de la cama.

— Lamento si te desperté... Es que no pude dormir... Estuve pensando... — respondió Twilight con la mirada pérdida y algo nerviosa cuando esos pensamientos volvieron a invadir su cabeza.

— ¿En qué? — preguntó con cierta curiosidad la pelirroja mientras se acomodaba quedando sentada en el borde al lado de la científica mientras se frotaba uno de sus ojos con su puño.

Ahora los nervios de Twilight aumentaron al sentirla cerca, un pequeño sonrojo se pudo percibir aparecer en su rostro, no podía decirle la razón de sus pensamientos, no se sentía lista para eso, así que trató de idear una excusa — Oh... Bueno... Emmmm... Yo... —

— ¿Podrías terminar una oración? — preguntó la pelirroja con cierta burla para luego bostezar y levantarse de la cama estirándose.

— Pensaba en ti — respondió la de cabellera azul pero entonces se dio cuenta de la estupidez que dijo, aunque era cierto, tapó su boca y se sonrojó aún más mientras se reprochaba mentalmente — ¿Es en serio Twilight Sparkle? ¿Tantos segundos como una tonta ideando una excusa para que le terminarás contando igualmente? —

Esto llamó la atención de Sunset que la miró fijamente y levantó una ceja — ¿En mí? —

La científica no quería decir nada, pero el pecado ya estaba hecho y si no respondía ahora quedaría peor, así que tomó aire y valor antes de comenzar a decir — Sí, en ti... Verás, es que, desde el momento en que hicimos las paces y nos convertimos en amigas nuevamente, no pasó mucho para que una sensación nueva comenzara a invadir todo mi cuerpo... Una sensación de alegría, emoción, cariño y confianza que aún es difícil de procesar para mí... —

— Twilight... Basta, no sigas... — dijo la pelirroja sabiendo muy bien por dónde iban las palabras de su amiga, por alguna razón, no deseaba escucharlo.

— Es que ya que comencé y no voy a parar hasta decírtelo porque si no creo que la próxima vez no tendré el valor suficiente... Sunset, yo... —

Las palabras de Twilight fueron interrumpidas por los labios de Sunset que ahora estaban besando los suyos lentamente, pero, así como comenzó el beso, se terminó ya que la pelirroja una vez dejó a Twilight sin palabras y en shock total aprovechó para salir de la habitación.

La científica estuvo unos segundos más en estado de shock y muy sonrojada por el beso repentino, pero cuando entró en razón rápidamente fue por la pelirroja — ¿Sunset? — preguntó pero no obtuvo respuesta, se había ido de la casa, pero ahora después de ese beso tenía que ir a buscarla.

Mientras en la granja Apple, Apple Bloom y Sweetie Belle terminaban de afinar los detalles de su plan maestro para hacer que finalmente sus hermanas mayores dieran el siguiente paso en su relación.

— Esta vez todo saldrá genial — comentó Sweetie sonriendo una vez estuvieron seguras de que las cosas no fallarían.

— Claro que sí, este plan no fallará — dijo Apple Bloom sonriendo con ella.

Unos momentos mientras Applejack trabajaba en los cultivos, Apple Bloom se acercó con el pretexto de ayudarla.

— Buenos días, hermanita... ¿Y eso que no estás junto a Sweetie? — preguntó la rubia.

— Oh, es que ella está ayudando a su hermana a cambiarse de look — respondió simplemente la menor con una pequeña sonrisa.

— ¿Cambiarse?... — pero no fue necesario una respuesta para Applejack ya que de la casa salieron Sweetie y Rarity ambas con ropa de campesina — Por... Todos... Mis... Corrales... — dijo la rubia boquiabierta viendo a las chicas en especial a la diseñadora acercándose con esa linda vestimenta.

Estaba hecha al propio estilo de Rarity, pero no dejaba de ser ropa de campo y se le veía demasiado bien al menos ante los ojos de la rubia.

Tal vez estaba enloqueciendo un poco... Pero sentía que podía acercarse para besarla y luego casarse con ella.

— Hola... — saludó algo avergonzada no solo por la vestimenta tan diferente a lo que usaba normalmente sino también por la fija mirada de Applejack sobre ella.

— ¿Por qué...? —

— Sweetie me convenció de venir a ayudar hoy — respondió rápidamente Rarity antes de que la rubia logrará formular su pregunta.

— Claro que sí, entre más manos trabajando y ayudando será mejor y más rápido — dijo convencida Sweetie.

— Sí, totalmente. Deberíamos ir en equipos para dividirnos el trabajo... ¡Yo voy con Sweetie! Buena suerte — dijo rápidamente Apple Bloom para luego alejarse junto a Sweetie dejando a las chicas juntas y solas trabajando juntas en esa parte de la granja.

— Eeeeehhh, ¿Comenzamos? — preguntó la rubia rascando su nuca y mirando el suelo avergonzada.

— Claro querida, pero tendrás que guiarme en cómo hacer todo — respondió sonriendo la diseñadora.

Ambas chicas trabajaron muy bien juntas, Rarity aprendió muy rápido, aunque en realidad no era tan complicado al momento de recoger el cultivo, todo iba bien a veces se perdían en los ojos de la otra, se rozaban las manos y alguno que otro detalle que las hacía sonrojar, pero nada muy importante hasta que ciertas chicas se cansaron de la situación.

— Ya estuvo bueno — comentó Apple Bloom con fastidio viendo a las chicas y subiendo las mangas de la camisa que tenía.

— Oye, ¿Qué vas a hacer? — preguntó Sweetie en voz baja al ver la acción de su amiga pelirroja.

— Recuerdo que en el momento del plan dijiste que ellas solo necesitaban un "pequeño empujón", ¿Cierto? — dijo Apple Bloom a lo cual Sweetie asintió — Bueno, este será el "empujón"... Literalmente hablando... —

Dicho esto la chica fue hasta donde estaban ellas, mientras pasaba por donde estaban Applejack y Rarity, entonces por "accidente" empujó a Rarity que al estar cerca de Applejack cayó sobre ella pero justamente por azares del destino o tal vez por mera casualidad también sus labios se unieron en un beso que para desgracia de ambas duró muy poco, ya que ambas no tardaron en separarse muy sonrojadas pero antes de que cualquiera pudiera decir nada, la diseñadora se fue directo a la casa pero entonces la vaquera no perdió tiempo y la siguió.

— Lo lamento, Applejack. Tu hermana me empujó sin querer y perdí el equilibrio, yo... — intentó decir la diseñadora, pero la rubia la detuvo tomándola de las manos.

— Calma... No estoy molesta, Rarity... —

— Menos mal... Solo fue un accidente... —

— Un muy dulce accidente, diría yo... — comentó Applejack sonriendo un poco mientras la veía fijamente a esos hermosos ojos azules.

— ¿Eh?... — se mostró confundida ante esto la de ojos azules pero los labios de Applejack la interrumpieron comenzando un lento beso que expresaba todo lo que no se habían atrevido a confesarse hasta ahora y mientras esto pasaba sus hermanas que veían todo desde afuera celebrarán el hecho.

Por otro lado, Rainbow terminaba una llamada en el descanso de su entrenamiento.

— Muy bien... Cuídate, adiós — dijo antes de colgar.

Finalmente volteó a ver a Fluttershy y le contestó tratando de actuar como siempre — Era Scoot, mi hermanita... —

— Oh, por cierto. Nunca me contaste la razón de porque no está contigo... —

- Bueno, yo la dejé en Canterlot con Diamond Tiara y su familia mientras yo encontraba una estabilidad, pero ya sabes que me costó mucho y apenas la pude conseguir cuando llamé para saber cómo estaba mi hermanita, me entero que está de maravilla con su novia, Diamond Tiara — la de cabello multicolor rio recordando esa llamada y el momento en particular.

Fluttershy estaba en silencio no sabía que otro tema sacar y para ella no era una opción hablar de su casi beso en la noche anterior.

— Bueno... Yo... — la amante de los animales intentaba pensar en algo que decir para formar una conversación entre ambas y que el ambiente no se sintiera tan incómodo o tenso.

— Lo siento — dijo aparentemente calmada Rainbow.

Eso obviamente le extrañó a Fluttershy que tuvo que preguntar un poco confundida — ¿Qué lamentas, Dashie? —

— No te hagas Shy... Sabes a lo que me refiero muy bien, yo... Lamento lo que pasó anoche.... Estuvo fuera de lugar, invadí tu espacio personal y casi hice algo que no debía hacer... Así que sí, me siento arrepentida por ello... —

— No, Dashie... No hay problema... — trató de decir la más tímida porque en verdad el asunto no le había molestado.

— Claro que lo hay... Somos mejores amigas desde muy pequeñas y no quiero arruinar eso por unos simples impulsos que estoy sintiendo, así que por favor perdóname y olvida eso... —

La de cabello rosa pálido se quedó en silencio, pero justo cuando Rainbow se levantó para ir a seguir con su entrenamiento, Fluttershy volvió a hacer algo que no hacía normalmente, últimamente estando con ella, se sentía más libre de dejarse llevar y atreverse un poco más, así que se dejó llevar por su propio impuso.

— Pues no te perdono... — dijo antes de tomar de la mano a la deportista, aprovechó el momento de tomarla con la defensa baja para robarle un dulce y tierno beso.

La de cabello multicolor esperaba de todo menos esa acción de parte de la amante de los animales pero en vez de mostrar sorpresa por lo sucedido, sonrió ampliamente y dijo cuándo se separó del beso — Pues esto hará todo un 20% más genial e interesante... — entonces volvió a unir sus labios con Fluttershy pero esta vez el beso era un poco más apasionado y desesperado, sacando a la luz esos sentimientos que habían estado intentando ocultar en vano, al terminar el beso dejó su frente pegada con la de Fluttershy — Te salvas de que estemos en el campo de entrenamiento y no en la casa... —

Ese comentario hizo que la pobre Fluttershy se sonrojara aún más de lo que ya estaba por el beso al punto de parecer un tomate.

— Que alegría ver a la dulce pareja — comentó Soarin llegando de la nada a dónde estaban las chicas mientras aplaudía un poco con una pequeña sonrisa.

— Lo sé, tu plan a final de cuentas si funcionó — le dijo Rainbow al chico quién seguía sonriendo viéndolas juntas.

— Te lo dije... — dijo el deportista sin borrar su sonrisa y una actitud un poco presumida.

— ¿Cuál plan? — preguntó Fluttershy mirando a Rainbow y luego al chico estando notablemente algo confundida por ese comentario de su parte.

— Oh nada, solo un pequeño plan para poder robar tu corazón, Shy... — respondió simplemente manteniendo su sonrisa amplia la de cabello multicolor mientras la veía fijamente a esos hermosos ojos que la cautivaban un montón antes de darle otro beso en esos suaves y dulces labios que fácilmente se podían convertir en un vicio para ella.

.

.

.

.

.