Capitulo 2 Trato y negociaciones...


Three short

(Advertencia: alto contenido adulto)


"...Si toda mi vida...el mundo me dio la espalda...¿Por qué no puedo hacer lo mismo con el mundo?...los demonios me ofrecen una salida...y para sobrevivir tendré que tomarla..."

Su visión comenzó a tomar mas claridad, sus ojos aun le pesaban, y su cuerpo lo sentía tan agotado que apenas tenia las fuerzas para abrir los parpados, el lugar oscuro no le ayudaba mucho a orientarse solo una pobre luz que entraba desde la ventana que solo pronunciaba el resplandor de la luna en estado menguante, lo que no ayudaba mucho en la claridad, pero al darse cuenta que se encontraba atada de las manos, mas aun el pánico la invadió al verse vestida con un camisón el cual no dejaba nada a la imaginación, y estuvo a punto de desmayarse al encontrarse que no tenia braguitas ¿Qué había pasado? Solo recordaba algunas cosas vagas, la fiesta, tragos y... ¡Gaara!-¿acaso él...-pensó con tristeza sintiéndose estúpida, ¿Por qué creía en las personas con facilidad?, ahora estaba amarrada, en un lugar desconocido e incluso pudieron haberla violado, no se había percatado que frente a ella una silueta la observaba en silencio, viendo con esperanza de quien se trataba

-¡Kakashi-sensei!-expreso con felicidad, y esperanzada -¡Kakashi-sensei!-él no dijo nada, mientras ella trataba de zafarse de las amarras de sus muñecas, solo se puso de pie de donde se encontraba sentada sin dejar de observarla

-...

-¡Kakashi-sensei! ¡po...por favor ayúdeme!-le suplico tratando de no derramar lagrimas lo cual le era imposible contener-¿usted también lo secuestraron?-le pregunto, sin embargo, noto que en la mirada del peli gris iba directamente hacia abajo, donde se notaba mas que ella no llevaba ropa interior alguna, haciéndola sentir cohibida y aterrada, pero en especialmente avergonzada, juntando sus piernas, cuando este, le extendió la mano mostrándole aquella tela intima que tanto buscaba-¿Qué...que...

-aun no lo entiendes ¿verdad?-pronuncio, mientras que ella le miraba sin entender lo que sucedía, su mente estaba demasiado en blanco como para procesar las cosas- nosotros te hemos traído aquí

-¿no...nosotros?...-pregunto estúpidamente, haciendo temblar todo su cuerpo

-por favor no tiembles aun-la puerta se abrió, mientras que ella abría los ojos de manera enorme al ver a un peli negro que conocía muy bien acompañado de Gaara, quien se limito a apoyarse sobre la pared – te hemos traído hasta aquí para pasar un buen momento contigo

-¿Qué?...pero...yo...¿Por qué?

-las cosas son así de simples –le explico el peli gris- nos gustas, pero tu tan despistada no te dabas cuenta de nada –ella no podía creer lo que escuchaba ¿gustarle a los tres? ¿a su maestro y a sus dos conocidos y compañeros de salón?

-es...imposible...

-claro que no- respondió el peli rojo- nos calientas demasiado como para hacer esta estupidez

-el verdadero problema, es que estabas ciega, así que no nos viste-expreso Obito- nos ignoraste, ahora queremos tenerte, aunque sea contra tu voluntad

-yo...yo...-apenas podía decir algo, sintiéndose aterrada, estúpida y todo los malos sentimientos que pudiese sentir una mujer, ¿Por qué todo se derrumbaba sobre ella? No era una mala persona, siempre obedeciendo las reglas, sin mayor reclamo en toda su vida, bajo la cabeza totalmente choqueada, mientras los hombres se acercaban a ella, con una sonrisa en sus rostros, nada sacaba en defenderse solo saldría mas lastimada, ¿de que le había servido guardar su virginidad a ese alguien quien nunca llego a su vida?, tampoco si llegase a sobrevivir, la denuncia a la policía no le serviría de nada, los tres eran ricos e influyentes, mientras que ella era una chica que había perdido hasta el dinero mensual de su padre, la yema de los dedos de uno de ellos rozaba su pierna derecha subiendo lentamente hasta su muslo cuando...

-seré...suya...-pronuncio en un susurro, deteniéndolo mirándose entre si confundidos

-¿Qué dijiste?-pregunto Kakashi arqueando una de sus cejas

-les perteneceré...-reitero- no...no quiero que mi primera vez sea de esa forma, al menos...quiero sentir placer...-pronuncio con mejillas sonrojadas y lagrimas derramadas a través de sus ojos auto compadeciéndose así misma-ya no tengo nada...nada...- algo produjo su voz en la mente de los tres quienes la observaban de una manera extraña, esa chica atada ya se encontraba destrozada y ni si quiera ellos se habían encargado de ello, ese pequeño ave que deseaban tener una sola vez entre sus piernas, no veían mayor triunfo en tomar una mujer ya rota

Para su sorpresa, la desataron cayendo sobre sus rodillas al suelo, mirándole aun algo perdida en las intenciones de ellos ¿pensaban violarla en el suelo?-se pregunto-ya no importa...ya se el final...-siguió con su monologo mental, mientras los hombres la libraban de sus muñecas

-ya estas rota-dijo Gaara sin tacto alguno- una mujer que esta rota no sirve para nada

-es por eso que nosotros –Obito se agacho –aceptaremos tu trato

-¿eh?...

-si-reitero Kakashi- ahora nos tendrás a nosotros, todo lo que tu quieras, pero tu serás de nosotros

-no prometemos repararte-dijo Obito –solo podemos prometerte, que disfrutaras estar con nosotros mas que nadie en este mundo

-pero si nos traicionas-siguió Gaara- nos aseguraremos que hasta a tu padre llore de la forma en que moriste

-¿aceptas el trato?-pregunto el peli gris, ninguno de los tres mostraba lo tan ansioso que se encontraban esperando la respuesta de la oji perla quien los miraba de la misma forma que lo había hecho antes, solo que esta vez seco sus lagrimas derramadas para asentir con la cabeza de manera débil

-solo...quiero algo a cambio-respondió ella, era la frase mas larga que había dicho en ese momento – seré suya, como ustedes serán míos, y quiero...vivir todos mis sueños...

-si- dijeron los tres sin mucho pensar-aceptamos...

Solo dios sabia lo mucho que se encontraba nerviosa, sus manos temblaban posadas sobre su camisón sentada sobre la cama, pero al menos era su decisión, sabia que nadie la entendería, pero...¿Quiénes eran para juzgar?, estaba atrapada y era la única salida que encontró para salir, ya no le quedaba nada, si los demonios, le ofrecían algo de recompensa a tanto vacio, ella lo aceptaría, se abrió la puerta mientras que ella cerro los ojos con fuerza, sin duda seria una noche inolvidable, un par de manos le acariciaron los brazos, tensándola un poco

-tranquila..., -le susurro en su oído -te dije que lo disfrutarías mas que nadie ¿no?-ella asintió –bien...-beso su hombro -¿te desagrada?-ella negó, mientras que él beso su otro hombro-¿y aquí?- volvió a negar, tomo su rostro con una mano para girarlo levemente y besarla en los labios algo brusco que a Hinata le costo en seguirle el ritmo-¿no sabes cuanto te deseaba cada vez que chocaba contigo?-le confeso, dejando rastros húmedos a través de su cuello, con un camino llego de lambidas saboreando cada centímetro de su piel, su corazón latía acelerado, mas aun cerrando los ojos ante aquella sensación que se hacia mas presente, en toso su ser, un pequeño cosquilleo que se extendía en todo su cuerpo cuando las caricias del peli negro se alojaban en su bajo vientre, el cual subía aquel estorboso camisón que rápidamente y ansioso lo retiraba dejándola desnuda para él, al tenerla completamente a su merced, subió sus manos al principio de sus pechos los cuales se endurecían al contacto haciéndolo sonreír sin impedirle salivar al prepararlo para prontamente ser devorados por su boca, comenzando con una ardua tarea de masajes tortuosos que solo liberaban gemidos débiles de la boca deliciosa de la oji perla, no paso mucho tiempo cuando sintió como algo duro chocaba en su baja espalda humedeciéndola un poco –mira como me pones...-mordió su oreja, mientras que ella presionaba su boca con sus dientes ante la ardiente sensación que sentía, la giro depositándola en la cama, dejando sus manos sobre su cabeza, moldeando su cuerpo con sus manos para concentrarse en sus senos los cuales anhelaban atención, decidió mirarla curioso de saber si seguiría con el trato, a lo cual, Hinata ya no podía pensar en nada mas que sentir el placer de ser atendida de tal manera, mirándole ella interrogante porque se había detenido, orgulloso se quito la camisa volando todos los botones con ansiedad, para tomar uno de sus senos para introducirlos en su boca, para que jugara con el otro con su mano, mas gemidos, cada vez mas altos se escuchaban en la habitación, sintiendo como la humedad entre sus piernas iba en aumento sin que ella pudiese controlarlo

-Obi...Obito...-pronunciaron sus labios mientras que este cambiaba de pecho marcando su piel cual animal en celo, bajando su mano restante hasta su entre pierna la cual no le fue difícil hallar como aquel néctar rebozaba a través de su palma, indicándole que ya estaba completamente lista para recibirlo, se separo de ella desabrochando su pantalón, ruborizándola al ver el erecto miembro erguirse, mostrándose orgulloso

-ven Hina...-le tomo de la mano para sentarla de rodillas-quiero ver como lo hace tu preciosa boca –pronuncio para besarla, separándola guiándola hasta su miembro el cual aguardaba por ella, mientras que la oji perla, nerviosa solo se guio por el instinto abriendo su boca para introducirlo lentamente, en tanto él, le daba un ritmo subiendo su bajando su cabeza hasta que ella se acostumbrase, no sabia como pero lo estaba volviendo loco, cuando los movimientos de su boca eran mas rápidos sin que el peli negro le guiara, complacido no pudo evitar echar su cabeza hacia atrás sin dejar de ver como de sus piernas escurrían sus fluidos, aparto su cabeza antes de que él acabara mirándole como un cazador completamente excitado, tomándola de las cadenas con ansiedad, enrollando sus piernas a través de su cintura para facilitar el acceso meciendo levemente la punta de su miembro sobre la entrada de la chica quien le devolvía la mirada cargada de lujuria, levantándola para dejarla caer lentamente sobre si mismo, sintiendo cada centímetro de su estreches, sus paredes vaginales abrazándolo con fuerza, aunque el quejido al sentir que su pureza estaba a punto de romperse le era inevitable, no soporto mas hasta bajarla con fluidez, lagrimas decayeron de los ojos de Hinata, pero extrañamente le era un dolor diferente, algo nuevo que no quería que se detuviese, ayudándola gracias a las caricias del peli negro, para comenzar con un vaivén que no solo le ayudo a apaciguar el dolor, si no que también a embestirla con mayor fuerza, liberando gemidos mas fuertes de los labios de ella, depositándola sobre la cama para tenerla mas bajo su control cosa que ella no se quejaba, aferrándose mas fuertemente a sus hombros para sentirlo mas adentro, sus cuerpos chocaban una y otra vez, jamás se había sentido tan de maravilla en su vida, la deliciosa ficción le hacia olvidar todo lo que había pasado, como él se mecía dentro de ella era un completo delite, hasta que su vientre se contraía amenazando con el final, presionándolo con fuerza sintiendo como en su interior se llenaba con algo cálido que recorría todo su ser, cuando este caía pesadamente sobre su cuerpo, apenas el peli negro salía de su interior, mientras que la joven disfrutaba la oleada de placer que estaba viviendo cuando la puerta se abre nuevamente, ingresando el peli gris, ya desasiéndose de sus ropas

-que excitante escucharte, ahora quiero escucharte decir mi nombre en tus labios...- ella le miro con una sonrisa, ¿Qué si había aceptado el trato?, la respuesta era clara, si, y lo estaba disfrutando...

Días mas tarde....

Ella caminaba por los pasillos de la universidad, portando sus libros de clases con una sonrisa en su rostro, aun guardaba esa timidez, ruborizándose de vez en cuando, cuando los veía en el campus, ahora tenia que enfrentarse a la nueva realidad, todo volvería a la normalidad, en algunas cosas, pasaron mas de cinco días en aquella cabaña olvidada hasta de un mapa, en que Hinata desato lo mas puros instintos de los hombres los cuales le habían secuestrado en un principio, hasta que lastimosamente el teléfono celular de la joven insistía en regresar, su familia ya iba a encomendar una búsqueda a su desaparición, cosa que volvió al siguiente día excusándose que solo quería estar tiempo a solas por su decisión a futuro, despertando las dudas mas intrigantes de la policía, sin embargo, ella se mantuvo firme en su declaración para poder seguir con su vida diaria

Ahora no solo cambiaban las cosas, tenia que mantenerlas, ella para ellos, y ellos para ella, no importa el lugar o en que contexto, ese era el trato, mas extraño aun hasta para sus amigas que repentinamente en su cuarto que compartía con la peli rosa, regalos despampanantes llegaban a su habitación, mientras que esta solo sonreía, diciendo que era un admirador secreto, solo que eran regalos que parecían de tres personas completamente diferentes, ingreso a su cuarto luego de alquilar unos libros para estudiar el ultimo de sus exámenes, cuando la puerta se cerro tras de si, sobresaltándose para sonreír algo nerviosa, Gaara había dejado la puerta con seguro

-Gaa...Gaara...

-puedes dejar esos estúpidos libros-menciono- yo voy a ayudarte

-¿de verdad?-mientras que este se acercaba, girándola para acorralarla contra la pared

-pero antes, haremos en amor...


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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, gracias por leer y comentar, mil abrazos!!!

¿lograra que este trato llegue hasta el final?

¿por que Hinata se encontrara en una sala de interrogatorios en el prologo? 

¿se podra ser felices con ese trato?

proximamente...........................................Capitulo 3 Decisión....


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