Taehyung

Rodeo la cintura de Yoongi y lo atraigo más hacia mí, no quiero que se enfrente a mi hermano.

― Namjoon, es una larga historia, te contaré todo después – hablo detrás de Yoongi – me iré con Yoongi, por favor, ve con Jin, te lo suplico.

― Taehyung – sisea Namjoon.

― Ya escuchaste – Yoongi intenta acercarse a Namjoon, pero lo sujeto con más fuerza ― ¡lárgate!

― Basta, Yoongi, cálmate, si quieres que vaya contigo quiero que te tranquilices.

― No irás a ningún lado con ese imbécil – mi hermano luce intimidante – vámonos.

Los aromas que despiden ambos hacen que me maree, siento que en cualquier momento voy a vomitar.

― No, Hyung, iré con Yoongi – me separo un poco de este – estaré bien, Jin Hyung puede explicarle todo.

― ¿con Seokjin? – frunce el ceño.

― Él te dirá todo – siento una lágrima caer en mi mejilla – lo siento, lo siento tanto Hyung, ahora debo irme – tomo la mano de Yoongi – vámonos, no quiero que hagan nada estúpido.

Yoongi aún no aparta la mirada de Namjoon, pero aun así asiente, gruñe una vez más y empieza a caminar en dirección contraria a mi hermano, arrastrándome con él.

No pienso resistirme, miro solo una vez más Namjoon, está intentando no venir por mí y se lo agradezco. Llegamos al auto de Yoongi y se apresura a meterme es este, está furioso, la vena de su cuello se está marcando y sus manos sujetan con fuerza el volante.

Me odiare por esto.

― Yoongi – con un poco de miedo acerco mi mano a la suya, veo que no hay reacción negativa así que pongo mi mano sobre la suya – tranquilízate, por favor, ya estamos en el auto.

Yoongi cierra los ojos y asiente, empiezo a acariciar su mano, con la otra mano acaricio su cabello. Debo tranquilizarlo, no será bueno si se altera más, no sé cómo pueda reaccionar.

― Tranquilo – hablo con calma – todo está bien.

La fuerza que emplea en el volante va desapareciendo, su respiración se vuelve normal y la vena de su cuello está volviendo a la normalidad.

― ¿ya estas mejor? – me humedezco los labios.

― Si – suelta un suspiro – acércate.

― Ya estoy muy cerca – digo nervioso.

― No te haré daño – abre los ojos – solo acércate... Por favor.

Lo miro con desconfianza, pero aun así me acerco, sus brazos me rodean y entierra su nariz en mi cuello, siento como aspira mi aroma. Cierro los ojos y hago lo mismo, ¿por qué se siente tan bien? ¿Por qué mi lobo se siente tan tranquilo?

― Ahora sí – murmura en mi cuello – ya estoy mejor.

No respondo, solo lo abrazo más, me arrepentiré después, de eso estoy seguro, esto es malo, venir con él es malo, pero se siente bien. Su abrazo se siente bien, su aroma llenando mis fosas nasales se siente fantástico.

Y solo por este momento olvido que tan mierda ha sido todo, pero al parecer siempre debo volver a la realidad.

Yoongi

― Te llevaré a mi departamento – me separo con pesar de él.

― No – se acomoda en el asiento y mira al frente – no iré ahí.

―pero...

― No quiero estar en el mismo lugar donde muchos Omegas se han abierto de piernas para ti – frunce el ceño – el día que estuve ahí casi vomitó por todo lo que percibió mi nariz.

Bueno, es lógico que no quiera ir a mi departamento, pero no hay otro lugar donde pueda llevarlo.

― En mi defensa, nadie ha estado en mi habitación, solo han estado en la sala...

― Me largo – intenta abrir la puerta pero pongo los seguros del auto.

― Abriré las ventanas, limpiare todo bajo tu supervisión, pero vamos, necesitamos hablar ― suplico.

Me mira con el ceño fruncido, pero asiente, se acomoda el cinturón de seguridad y cruza los brazos. Arranco el auto, debo apresurarme antes de que cambie de opinión. Ahora me siento más tranquilo, sentirlo cerca de mi hizo que mi ira se fuera, creí que tendría que enfrentarme con Namjoon, es mi amigo o era mi amigo pero si no me dejaba irme con Taehyung haría todo lo que fuera necesario para llevarlo conmigo.

Llegamos a mi departamento abro la puerta y hago que pase primero, cuando entra me apresuro a entrar y cerrar la puerta, camino a la ventana y la abro.

― Siéntate – señalo el sofá.

― ¿estás bromeando? – mira asqueado el sofá.

Cuando estábamos abrazados no se quejaba tanto.

― Mi habitación está limpia – señaló la puerta – podemos hablar ahí.

― ¿por qué no en la cocina? – pregunta confundido.

No respondo, no se como lo tome.

― Eres un cerdo.

Se apresura a abrir la puerta de mi habitación, entra y yo voy tras de él. Mira en todas direcciones, hasta se podría decir que revisa todo, lo veo olfatear en dirección a la cama.

― Nadie entra aquí, además de mi – me acerco un paso a él – puedes sentarte en la cama.

Con algo de recelo se sienta, se cruza de brazos y me mira con el ceño fruncido.

― Habla – se limita a decir.

― No se por donde empezar, se que suena estúpido, pero es la verdad – me paso la mano por la cara – no quería al cachorro, fui un estúpido al decir eso pero...

― ¿qué cambio? – luce enojado.

― No me gusta la idea de que alguien más críe a mi hijo y te cuide a ti...

― Típico de un Alfa estúpido y territorial.

― Puedes verlo así, pero no lo es... Taehyung no he sentido esto por alguien más – doy un paso más a él.

― Ósea que ya has embarazado a muchos Omegas, les pides que se deshagan del bebé y te importa una mierda ¿no? – veo como su mandíbula se tensa.

― No, pero créeme que antes de saber que estabas embarazado ya tenía esa necesidad de ti, tu aroma – tomo su rostro en mis manos – es adictivo.

Taehyung se ruboriza pero no aparta la mirada.

― Por alguna razón, no quiero alejarme – acerca más mi rostro al suyo – me siento bien cuando estoy cerca de ti.

― ¿qué quieres de mí? – susurra.

No luce molesto, pero si consternado, incluso un poco nervioso.

― Que me des la oportunidad para demostrarte que puedo estar en tu vida – acaricio su mejilla – y la de mi hijo.

― Tu no lo querías – sus ojos se llenan de lágrimas – pediste que me deshiciera de él, y te pusiste furioso cuando viste que Hoseok se iba a hacer cargo, ¿quién me asegura que no le harás nada a mi bebé? ¿o a mi? No te conozco, no me conoces, y ya no puedo actuar de una forma imprudente – sus lágrimas caen – ahora tengo que preocuparme por mi hijo.

Suelto su rostro y empiezo a abrazarlo, suelta unos sollozos, y se aferra a mi.

― Solo una oportunidad – lo abrazo más a mi – solo una.

― Ya no puedo cometer más errores Yoongi, entiende, debo ser mas responsable por mi cachorro – su voz suena rota.

― Yo cuidaré de ambos – beso su cabeza – por favor.

Niega con la cabeza, pero no se separa de mi, se que se siente asustado, se que no sabe que hacer, eso lo entiendo pero... quiero que él entienda que no pienso alejarme de él, no lo dejare solo. Pasamos así varios minutos, no se con exactitud cuantos, pues el no paraba de llorar, sin embargo se quedó dormido hace unos minutos. Lo recuesto con delicadeza en mi cama, lo cubro con las sábanas y le doy un beso en la mejilla.

Espero me de esa oportunidad.

Salgo de la habitación y voy hacia la sala, quizás debería limpiar o puedo preparar algo de comer para cuando despierte.

― ¡abre la puta puerta, Yoongi!