I
Estaba desesperado.
Muy desesperado.
Al ver qué su estado de capital se reducía a ceros pareceriera que se le iba el alma del cuerpo.
Cerro su laptop despacio una ves más, llenando de aire sus pulmones y dejarlo escapar, procediendo a levantar la parte de la pantalla de su laptop otra vez de forma lenta, observando como la pantalla se prendia y dejaba ver su estado de cuenta en el banco.
Efectivamente, ahí se resaltaba que su capital actual era de unos sobresalientes ceros remarcados en tipografía roja.
—¡No puede ser cierto!—Cerro de golpe la laptop, arrepintiendose al instante al recordar que ya no tenía dinero para una nueva.—Perdoname mi amor no era a propósito hermosa.—Abraso el aparato como si su vida dependiera de ello, dándole besos como si el objeto inanimado fuera un niño y con eso calmar el mal que había hecho.
Después de pedirle perdón a la laptop como por dos horas, decidió salir de su pequeño departamento en el que vivía para pensar un poco en lo que haría de ahora en adelante. Salió del edificio siendo ya algo tarde, en busca de qué algún milagro le ocurriera, como encontrar 20 pesos en la calle y con eso ir por una Maruchan y un juguito, mínimo ya para tener algo que cenar un poco decente.
Camino un rato buscando opciones y entre ellas estaba evidentemente buscar trabajo, pero no le pagarían el primer día y él necesitaba dinero a la voz de ya para pagar varios servicios de su departamento así como el alquileres de este, la comida y otros gastos, era un peso menos no tener que pagar la universidad y de eso ya se encargaban sus padres pero aún así los avisos de adeudos seguían llegando.
Odiaba ser un adulto.
Si pudiera volver al pasado lo primero que haría sería golpear a su yo de ocho años por desear ser un adulto pensando que todo sería color rosa chillón, o mejor aún, advertirle no aceptar una reunión con Violet, Gillian y Oliver con varios tipos de alcohol y mezclarlos poniendo como pretexto que era para que olvidará al estúpido de su ex Hayato que lo había engañado con la morra castrosa del salón, para así, no amanecer en la parte del basurero de atrás de su edificio, Gillian colgada del techo, Violet con el maquillaje todo regado en la cara y sin sostén, Oliver en la bañera con el sostén de Violet encima de su ropa y con un estado bancario en ceros.
Sea lo que fuese que pasó esa noche, dos días después le comenzaron a llegar paquetes de amontones con un montón de chucherías, mascarillas, alimento para perro—Él ni si quiera tenía un perro, más que su gata que la pobre amanecido rapada de todo el cuerpo menos de la cabeza—, dildos los cuales tal vez nunca ocupe, lencería y otros artículos comprados en un sexshop en línea.
De la nada detuvo su paso, teniendo un vago recuerdo de que tomaron su tarjeta pensando que era la de Oliver pues total él era un niño rico y querían gastar dinero a lo desgraciado, pero su fechoría no se cumplió y le terminó afectado económicamente a él.
También pensó en pedirle a Oliver dinero prestado pero no, porque eso implicaría explicarle el motivo de su pobreza y le debería un favor, favor que capaz y se lo cobraria haciendo ridiculeces para que Emma note la existencia de su amigo de ojos rubí. Y que hueva hacer eso.
Sus padres definitivamente no eran una opción, menos su madre pues le advirtió extrictamente que debería de cuidar su dinero y que miedo enfrentar a su madre ahora ya que no tiene argumentos a su favor.
Las únicas personas que sabían de su situación era Gillian y Violet—Que por cierto Violet había desaparecido de la faz de la tierra—. Iba camino a ver Gillian, la cuál vería después de que está le enviará un mensaje urgente para verse en un bar, bar en el que ya se encontraba ingresando.
Era un lugar como esos de mala muerte, pero ya había ido varias veces y todos los de ahí resultaron ser unas personas amigables pese a sus caras de te voy a matar. Saludo a un que otro hasta llegar a la barra, en donde su rubia amiga ya lo esperaba bebiendo de lo que parecía ser un cóctel mientras mantenía una charla con la mesera, una chica demasiado bonita para estar en un lugar así, pero bueno ahí todo aquel que intentará propasarse con esa señorita de cabellos rubios más largos que los de Gillian automáticamente recibía una buena golpiza. Porque ahí podrá haber drogadictos y personas con cara de malandro pero el respeto a las mujeres ante todo.
—Hola Anna.—Saludo con una leve sonrisa, sentándose a un lado de Gillian.
—Hola Ray. Bueno, los dejo, tengo que seguir atendiendo.—La de ojos azules se despidió de ambos para seguir con su trabajo.
—Es tan linda.—Menciono Gillian, dejando escapar un suspiro enamorado, bebiendo un poco se su bebida y ver a lo lejos a Anna atender con amabilidad.
—Tendras que obtener el permiso de los 35 para salir con ella.
—¿Crees que no lo pensé? De hecho ya tengo el permiso.
Los 35 era literalmente un grupo conformado por 35 personas tanto como hombres como mujeres que eran del bajo mundo y cuidaba de Anna, puesto que ella antes había tenido una relación tóxica de la cuál salió pero al parecer su ex aún no la superaba y era un tanto ¿Yandere? Algo así. Ella se había hecho cercana a esas 35 personas al ayudarlas con sus heridas—Heridas que sabrá Dios como se las habían hecho—, hacerles compañía en momentos difíciles y un montón de cosas más.
Anna era la bebé de todo el lugar.
— La podrás seguir admirando después de que me vaya. Ahora, dime ¿Qué era tan urgente?
—¡Oh, cierto!—De su cartera saco un pedazo de hoja algo arrugada, desdoblarla y dársela a su amigo, en donde tenía escrito una dirección y número de teléfono.
—¿Y esto es...?
—Te ayudará con el asunto de tu falta de dinero.
—Explicate.
—Violet se sentía culpable por haber gastado tu dinero a lo estupido, aunque tú también cooperaste en esto pero bueno ese no es el punto. El punto aquí es que anduvo por muchos lugares buscando un empleo para ti y que diera una buena ganancia para ayudarte con las deudas.
—¿Por eso no supe nada de ella en estos días?
—Exacto. También dijo que te daría parte de sus ahorros y yo también iba a cooperar para ayudar pero que no iba ser suficiente. Así que te consiguió un ¿Empleó? Con uno de sus conocidos el cuál te pagaría alrededor de treinta mil solo por trabajar una semana y si quieres trabajar más la cantidad subiría.
—¡¿Treinta mil?!—¿Dónde carajos pagaban treinta mil por solo una semana de trabajo?—¿Yenes verdad?
—Do-la-res.
— . . .
—Ray.
—. . .
—Rayos, creo que le queme un fusible.—Tomo al azabache de los hombros, sacudiéndo a este para que reaccionara.—¡No te me vayas aún no termino de decirte todo!
—¡Habla! Es demasiado bueno para ser verdad.
—Agh, a eso voy. El amigo de Violet estudio cine, pero no digamos que se dedica exactamente a un cine como esos que vemos en Hollywood. Vi le mostró varias fotos tuyas y al parecer le agradaste.—Hablo en bajito. Por dios no quería que todo el mundo se entera de lo que iba a decir.—Y digamos que se dedica principalmente a la filmación subidita de tono.
—No entiendo.—Ladeo la cabeza a un lado confundido.
—Ya sabes... Eso. Lo eros.
—Gillian no estoy entendiendo nada.
—Me refiero que le gusta filmar esa clase de cosas.
—Se más directa.
—¡Que le gusta filmar porno!
Todos quienes bebian tranquilos voltearon a ver al par que de inmediato se pusieron rojos. Algunos soltaron una risita, otros simplemente negaron y siguieron con lo suyo.
Después de ese momento incómodo se retiró a su casa, no sin antes ser regresado por Anna quien estaba enterado de su asunto—Gracias a Gillian— y darle un recipiente con algo de comida.
Esa niña era un angel.
También se regresó al escuchar a Gillian decir que si llegaba a aceptar que fuera a la dirección que le dio y que cuando llegara que marcara al número, así contactaría con el chico filma porno al cual Gillian ni le dijo el nombre de este, pero que así obtendría una charla con este para discutir sobre el empleo.
Tenía un máximo de dos semanas para contactarlo.
Evidentemente no iría pese a estar urgido de dinero.
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Ok, dijo que no iría, pero que la noche anterior le cortaran la luz mientras miraba el estreno de su anime favorito, a los pocos días le cortaran el agua y el gas al despertar, y que para colmo el viejo histérico del edificios le fuera a cobrar la renta era mucho, y como era una persona que se rendía fácil después de haber buscado varias vías y no contar con ninguna viable, le llevo a estar a las cuatro de la tarde enfrente del edificio que ni en sus mil sueños lograría vivir.
Tenía el número del chico filma porno listo para solo presionar el botón de llamar y comunicarse con este, pero no va a negar estar nervioso, pues que tal si todo tenía una doble intención y aquel chico filma porno resultaba ser un viejo decrépito o en el peor caso abusarian de él— claro que el tema de estar desnudo frente a una cámara con un externo filmando sus acciones eróticas no era algo a lo que esté acostumbrado—.
Pero quería dinero, o su nuevo hogar sería el basurero detrás de su edificio en el que despertó.
Pese a ser ateo le rezo a todos los santos que conocía y presionó el botón verde, escuchando los típicos soniditos de fondo de espera a que respondan la llamada. Fueron los cinco segundos más largos de su vida cuando escucho que alguien respondía.
—¿Diga?
La voz.
Bien podría tener un orgasmo ahí por lo profunda, elegante y suave que era la voz del desconocido tras el teléfono. Con esto descartaba que fuera un viejo decrépito, pues parecía ser de alguien joven.
—¿Hay alguien ahí?
—Oh, lo siento.—Bien hecho Ray, ahora va a pensar que eres estúpido.— S-soy Ray Grace, amigo de Violet.—¿En serio? ¡¿Tartamudear?!
Se sentía avergonzando. Se quería tirar desde el piso 30 del edificio.
—Piso 10, habitación 402.
Tras esto la llamada finalizo. Algo aturdido siguió las indicaciones que le habían dado. Le tomo un rato llegar puesto que se había perdido para ubicar el cuarto. Cuando llegó hizo unos ejercicios de respiración y recordar cuáles eran los movimientos de defensa personal que le había enseñado Hayato, porque si, solo para eso sirvió el desgraciado de su ex, para que aprendiera a defenderse en cuerpo a cuerpo. Todavía recuerda la patada que le dio al chico en la entrepierna cuando lo atrapo en el acto con la tipa en aquel motel.
Iba a tocar la puerta cuando de ahí salió un chico de mas o menos unos 22 años y de piel morena, este parecía molesto pues le pasó de lado golpeándolo sin disculparse, cosa que iba reclamar de no ser porque alguien más apareció en la puerta.
—Ray, pasa.
Alto, albino, con una lunita adornando su cabello, ojos azules, aura dominante —Como le gustan—, piel tan blanca y pura como la nieve incluso sin haberla tocado juraría que era suave, voz endemoniadamete sexi, rostro con rasgos finos ¿Era un ser humano o un dios? ¿Ya se había muerto por falta de comida en su casa que ahora estaba siendo recibido por angeles?
Alcanzo a asentir, olvidándose del tipo que le había golpeado y seguía ahí matándolo con la mirada pero poco le importaba cuando semejante deidad le permitió el paso al departamento que a comparación del suyo, el suyo valía tres pesos.
Miro hacía atrás, observando como aquel desconocido le seguía mirando con mala cara. Pero él era Ray Grace, y no se iba a dejar hacer por alguien al que no ha visto en toda su vida. Al traer una camiseta blanca y una sudadera gris encima que descubría su hombro derecho, se asomo sobre este haciendo una sonrisa ladina que de inmediato pudo apreciar como las facciones del chico se volvían mucho más molestas, ya no pudo mirar más puesto que el chico filma porno había cerrado.
Fue cuando escucho la puerta cerrarse que se cayó de su nube y se dio cuenta del verdadero motivo del porque estaba ahí.
—Sigueme.
—Yes daddy.— Obviamente no lo dijo en voz alta.
Porque aquel chico podría ser guapo pero eso no quitaba el hecho de que seguía siendo un completo desconoció, por lo tanto tendría que ser cuidadoso hasta por dónde pisará.
Camino en silenció siguiendo al albino, durante su travesía vio una de las habitación abiertas, en la cuál alcanzaba a visualizar un jarrón roto, ganchos por toda la cama y el armario abierto de par en par. Le recordaba a esas peleas de pareja donde temrinaban definitivamente y lo sabía porque lo vivió. Se detuvo unos segundos analizando la situación.
— Quizás el chico que había salido era la pareja del chico filma porno ¡Omg! Y había parecido coqueto como si fuera el que le arrebato el novio—. Le iba a dar un ataque.
Dejo su drama para después y siguió caminando hasta lo que parecía ser la sala, en donde por el cristal que abarcaba toda una pared se podría apreciar varios edificios que rodeaban el lugar y los tintes naranjas y morado del cielo por la tarde.
—Vamos, siéntate.—Le invito el albino con una sonrisa a labio cerrado.
Era demasiado pulcro ¿De verdad filmaba porno?
No hizo ningún comentario y se sentó en el sillón de cuero blanco de dos espacios mientras que el albino lo hacía en uno individual.
—Supongo que debes tener mucha dudas respecto a esto.
—Supones bien.
—Violet me comentó sobre tu situación.— Oh bravo, Vi lo había hecho pasar por un urgido de dinero. Y así era, estaba muy urgido de dinero.— Verás la situación no es como lo aparenta.
—¿Me grabarás desnudo?
—Si pero-
—Entonces si es lo que aparenta.—Dijo que estaría a la defensiva, pero de inmediato se arrepintió de lo que había dicho pues se había pasado.—. . . Lo siento.—Se removió incómodo en su lugar. Demonios, el había ido por su cuenta nadie lo había obligado.
Lo escucho suspirar, con algo de valentía lo observó y lo miro negar levemente.
—Tranquilo, de hecho me espere una reacción peor, pero veo que te lo estás tomando con calma.
—¿Supongo?
—Te explicare, este "proyecto" no es precisamente mío y solo se tratara de ti no de nadie más. Es decir no compartirás escenarios con nadie más que conmigo y seré yo el que esté con la cámara.
—¿Proyecto?
Ray se permitió relajar los hombros, pues en ese breve momento algunos aspectos le hicieron darás cuenta que estaban ahí para lo que estaban haciendo. Hablar.
—Esto no lo estoy haciendo solo, tengo a una amiga de nombre Bárbara que tanto ella como yo estamos haciendo esto por varios motivos y diría que son entretenidos, ambos nos repartirnos los temas y en mi caso ya los tengo concluidos solo me faltan algunos y entre ellos está el tuyo para el cual te necesito.
—¿Y ese es?
—Autoplacer o más sencillo, masturbación.
—Si ya entendí.—En ese mismo momento tanto los tomates como las rosas parecían envidiar su cara.
Estaba avergonzado, claro que no es como si no supiera lo que era darse autoplacer, el problema radicaba en que jamás nadie lo había visto pues por lógica era algo privado, sobretodo que si lo hacía, semejante dios griego lo iba a estar observando y aseguraba que no aguantaría ni cinco minutos si tenía al chico filma porno enfrente suyo grabándolo.
—Se que quizas te haga sentir incómodo, pero definitivamente quiero que seas tú al que grabé para esto. Estuve buscando por algún tiempo a personas que ya habían hecho está clase de cosas antes pero no me convencian.—Suspiro, mirando al techo y borrar su sonrisa.—Fue así hasta que Violet apareció hablándome de ti y tu situación.—Miro nuevamente al azabache y sonreírle.—Cuado Violet me mostró fotos tuyas supe que eras perfecto para esto, y aunque te suene extraño que un desconocido como yo te lo diga, me encantaría ver tu rostro gimiendo mientras te das placer.—Lo último juraría haber escuchado un poco de lujuria o tal vez era cosa de Ray que estaba muy avergonzado.
Ok, demasiado directo para su cerebro que ya se le había reiniciado el Windows como seis veces en todo el rato.
—Tomalo como un apoyo mutuo, será solo está semana y te pagaré. Tu me ayudarás con este proyecto y yo te ayudaré con tus deudas.
Si se lo decía de esa forma no había nada malo ¿Verdad?
—¿Cuáles serían mis beneficios?
—Te pagaré el dinero acordado, si te llegas a sentir incómodo en algún momento de la filmación lo entenderé pero tendrás que intentar cooperar, entenderé tu situación al igual que tú entiendas la mía, tu rostro jamás será mostrado, cuídare tu identidad. Entre más rápido iniciemos más rápido acabaremos. Esta sera como una prueba, aún tengo temas por abarcar y me gustaría que tú siguieras siendo mi modelo para esto y el dinero irá en aumento, pero claro esto será si tú lo quieres.
Parecía pensarlo, la oferta era muy tentadora y sobre todo lo que más le importaba su identidad sería protegida así que no habría mucho problema.
Al demonio, si pudo mostrarse ante el infiel de Hayato igual podría con el chico filma porno, total era más guapo y quizás si tomaba un poco antes de cada grabación se soltaría.
—Acepto.—El chico enfrente suyo sonrió satisfecho e incluso relajo los músculos.
De verdad quería a Ray para hacer eso.
—Gracias por aceptar.
—No agradezcas, tu mismo lo dijiste: Esto es un apoyo mutuo.—Sonrio, recargando su espalda en el respaldo del sillón.—Por cierto ¿Cómo te llamas? Estoy harto de andarte llamando mentalmente el chico filma porno.
—Pero-— Se interrumpio a si mismo, dejando salir unas pequeñas risas ante lo mencionado.—¿No te dijeron mi nombre?
—Violet me pasó el recado con Gillian, una amiga, a ella se le olvidó mencionar tu nombre y a mí se me olvidó preguntar.
—Ya veo. Me llamo Norman Callernse.
—Ya lo sabes pero, Ray Grace. Es un gusto conocerte, Norman.
—Oh, antes de que demos por concluido esto hay una condición importante.
—¿Cuál?—No entendía que otra cosa quedaría clara, pues todo ya estaba en orden.
—No trates de seducirme.—Recargo su espalda en el respaldo del sillón, cruzando las piernas y dejar sus brazos descansar a los costados del sillón.
—¿Ha?— Se permitió reír en bajo. Claro que había sido descubierto cuando entro a la casa, el final era que lo notara.—Debes saber que Incluso puedo ser necio.
—Lo se, me di cuenta con solo verte una sola vez.
—Entonces no prometo nada.
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(Si gustan poner la canción para mayor placer xd)
La iluminación era roja, al ser un habitación con paredes blancas la luz artificial contrastaba perfectamente con el lugar, las sábanas eran blancas, todo el lugar era una pulcro para que la escena representara el tema, dando el ambiente lo suficientemente bueno para grabar la situación que Norman le había explicado hace menos de una hora.
—¡Ahh! Mmh.
Pero eso simplemente se había salido de sus planes.
Mordió su labio inferior, enterrando sus uñas en la nivea piel del albino, estando encima de este con las piernas a los costados del cuerpo de Norman mientras esté ya hacía en su pecho lamiendo uno de los pezones del azabache, Ray reprimió un gemido de dolor cuando esté lo tomo entre sus dientes, dejandolo en un tono rojizo al cuál sin descaro Norman sonreía ante su trabajo.
Las manos del ojiazul bajaron por la cintura del azabache, alzando la mirada y conectar sus ojos con el púrpura opaco de los de Ray, para así atrapar los labios de este en un beso en el cual las lenguas de ambos buscan el dominio del contrario, el menor enredaba sus brazos en el cuello de quién lo tenía dominado en ese momento con cada toque que daba sobre su piel. Quemaba, ardía y a la vez ansiaba porque esas manos explorara los lugares que él mismo desconocía.
Las manos de Norman seguían bajando, pasando por las caderas de su contrario, parte de sus muslos y tomar un desvío hasta su trasero, en donde apretó provocando que Ray jadeara por el acto, dejandole ganar la cavidad bucal del azabache, en donde al concluir su exploración y sin apartar sus manos de la parte trasera de Ray, se tomó unos segundos para tomar aquel sobre que hacía a un lado suyo.
Abrió el sobre, dejando que el líquido escurriera en la parte trasera del azabache y pasará sobre la línea que divide sus glúteos, permitiendose alzar la camisa que ya iba a mitad de hombros del azabache y comenzar su trabajo.
—¿Ya lo habías hecho alguna vez?—Cuestiono, tomándose la libertad de dar cortos besos en los labios del contrario, mientras su mano derecha y exactamente uno de su dedo índice se dirigía a la entrada del azabache.
—Si, pero no te va gustar sabes con quien.—Dejo escapar una risa, sus mejillas estaban rojas, aún tenía su brazos alrededor del cuello de Norman que era dónde aún se sostenia para no sentarse por completo.
—El imbécil de Hayato.
Usar lubricante en ese momento le estaba haciendo la vida más fácil. Al introducir el primer dedo el mismo Ray trato de relajarse, ya sabía el proceso y al no haberlo hecho por un largo tiempo sabia que se tenía que aguantar el dolor o no se podría sabrosear físicamente a gusto a Norman como lo había deseado por tres meses desde que lo conoció. Fueron algunos minutos los que tuvo que ser preparado para recibir el miembro de su chico albino, y en ese tiempo fue llenado de besos y caricias por todas partes de su cuerpo.
—Norman, deja de jugar ¡Ahh!—La simulaciones de embestidas eran placentera, pero para ese punto necesitaba de más.
—Eres algo insistente.
—Y seguiré molestando hasta que no metas esto dentro de mi—Sin vergüenza llevo su mano a dónde a la entrepierna del albino, sintiendo ante el tacto como este igual lo deseaba pero igual le gustaba divertirse.— y me hagas ver las malditas estrellas.
—No me puedo oponer si me lo pides de esa forma—Se relamio los labios, tomando a Ray y dejar a este acostado en la cama e iniciaba un nuevo beso que desbordaba pasión, lujuria y deseo.
Intercambiaron lugares, esta vez siendo Norman el que está acostado y Ray encima suyo.
—Anda, esta completamente a tu merced.
No se lo tuvieron que decir dos veces para comenzar a desabrochar el pantalón del albino y bajar la cremallera, procediendo con bajar el pantalón hasta quitárselo juntos a los boxers.
Eso iba a entrar si o si a su cuerpo. Quiera o no.
Se las arreglo para dejar aquel trozo de carne entrara por completo y cuando lo hizo, pudo asegura que se sentía completamente lleno, pero no todo acababa ahí. Ray comenzo a subir y bajar, sintiendo todo su cuerpo ser inundando por el calor del momento y aquel nudo en su vientre exigía por ser liberado. El choque de pieles hacía eco, Norman se deleitaba con la imagen enfrente suyo, observando como aquel lujurioso chico hacia todo el trabajo y el soltaba uno que otro gruñido pues era jodidamente delicioso estar así con Ray, verlo sonrojarse, gemir su nombre y ver el escurrir de saliva por la comisura de sus labios por lo loco que se estaba volviendo solo por estar dentro de él, sobretodo verlo masturbarse en ese momento era completamente diferente a todas las veces que lo había grabado, porque aquellos actos esta vez estaban siendo dirigidos a él y solo a él no a nadie más.
Su paciencia se terminó y Ray ya se había venido pero se seguía moviendo. No espero por más y dejo a Ray otra vez sobre la cama, está vez el siendo el que toma el control.
—¡Ahhh! ¡Más, quiero más!
—Te daré todo lo que quieras.
Las embestidas fueron rudas, Norman sacaba todo el deseo que había tenido contenido al ver a Ray todo el tiempo tras una lente, podría sacar su lujuria y deseo a relucir, el sentimiento sexual era fuerte pero también también el sentimiental lo era y eso combinado trae una bomba de emociones la cuál tardaría mucho en ser detenida.
Fueron minutos en los que ambos pudieron ponerse todo, sentir el contacto de sus pieles y el choque de estás mismas, el sudor recorrer cada parte de su cuerpo ante el desgaste de energía y una que otra palabra que revelaba un sin fin de secretos.
Ray no solo pudo ver las estrellas, pudo ver un universo entero y un sin fin de galaxias gracias a tan rica sensación que marcaba el fin del acto.
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Todo lo anterior tiene un porque.
Jamás pensó llegar a dicha situación. O sea era lo que quería pero jamás había llegado tan lejos.
Todo se le hacía tan lejano.
A principio todo fue tal y como lo habían acordado, llegaba a ver uno que otro inconveniente que ya se veía venir pero no fue impedimento. En esa semana que se dedicaron a las filmaciones y que Norman descubriera sus intensiones de coqueteo le llevo a tomar más confianza, pues se sentía con la libertad de tan siquiera intentarlo. Y eso hizo.
Todo empezaba casual inclusive después de haber grabado y Ray se sintiera avergonzado, pues darse placer vistiendo varias cosas como trajes de maid, gato e incluso con temática de sumisión eran muy vergonzoso pero una nueva experiencia y fetiches raros.
Claro que cuando concluyó aquellas semana y pudo pagar sus deudas sin que su madre se enterara del desperdicio de dinero que había hecho y como consiguió más del que tenían, seguía visitando a Norman después de la universidad o cuando tenía tiempo, y evidentemente no desperdiciaba las oportunidades que le daba la vida para sacar a relucir sus dotes de seducción, aunque al mes se rindió y siguió estando con Norman ya de una forma más amistosa.
Conoció a la dichosa Bárbara que al parecer había visto uno de sus videos y evidentemente se avergonzó pero aún así la chica le halago por las bonitas piernas que tenía y su piel tan bien cuidada. También Norman le reveló el porque la primera vez que se vieron este le dijo que no lo seduciera, puesto que no sería la primera vez que alguien lo intentaba y aquel chico moreno que ahora sabía que se llamaba Don, fue su ex pareja a la que solo acepto por insistencia de está más no por un afecto y que el día que llegó había dado por terminada la relación.
En aquel momento había algo que no le cuadraba a Ray, pues bien Norman había mencionado que había alejado al resto que intentarian algo pero con él había sido diferente, pues Norman lo dejaba ser e Incluso le daba abrazos y besos y al albino no pareciera molestarle. Era muy estúpido en ese momento que fue después que se dio cuenta que quizas Norman gustaba de él pero no sé quería hacer mucha ilusión puesto que su atracción física-sexual por el albino se había ido hace ya bastante y empezaba algo más sentimental.
Fue así hasta que Norman le pidió que filmarán una vez más pues Bárbara había perdido un vídeo que era escencial y bueno, esa filmación termino en una noche de sexo tan deseado en donde al final fue una declaración demasiado amielada para los que están solteros.
Y ahora se encontraba bebiendo se tú ron con coca en el bar en el que siempre se reúne con Gillian solo que ahora estaban Violet, Emma, Oliver y la dulce de Anna.
—Quien lo diría, que la obra de caridad de Vi terminará por darle un nuevo novio a Ray.—Gillian río, llevándose su bebida a los labios y beber.
—Y que su novio resultará ser mi mejor amigo—Dijo la pelirroja.
—Y él mi hermano.—Le siguió Anna.
—¿Cómo así que quería gastar el dinero de mi tarjeta?—Se quejo Oliver.
—¿De que hablas? Yo no me acuerdo—Violet se hizo la desentendida.
—Y si no me acuerdo no paso—Cantaron Ray y Gillian.
El celular del azabache vibro, dejando ver un mensaje de Norman avisando que pasaba por él.
—Me tengo que ir—Se bebió de un solo trago lo que le restaba de su bebida.—Los veo mañana.
—¡Dile a Norman que no te de tan duro!—Grito Gillian ente risas.
—Hay míralo todavía camina chuequito.—Se burló Violet, recordando la vez en la que Ray no podía caminar porque le dolía mucho la espalda después de su ronda nocturna con Norman.
Ray no se fue del lugar sin antes levantarle el dedo de en medio a sus amigas y salir. Bajo unos escalones puesto que el bar se encontraba en un segundo piso, al llegar abajo fue con su novio quien ya lo esperaba recargado en su auto y unos lentes oscuros puestos.
—¿Nos vamos?
—Si.—Le beso en los labios—Te amo.
—Y yo a ti.—Le devolvió el beso.
Ambos subieron al auto, tomando camino a sin ningún lugar definido. Dejaría que las cosas fluyeran a su manera.
4972 palabras, juro estar viendo una luuuuuz.
Y si se preguntan que pasó con los videos de esas filmaciones las tiene Norman puesto que ni loco iba a dejar que Barbara tuviera los videos de su amorcito (le tuvo que pagar para que se las diera).
Me voy a mimir.
Nos leemos luego ( ˘ ³˘)♥
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