Haz la historia más creíble

Todo era una completa pocilga, pero no podía decir que no me lo esperaba. Ahora la máquina de café era el objeto más utilizado de la casa y ambos, Leo y Kai podrían estar subiendo por las paredes por tanta cafeína que llevaban en el cuerpo a esas alturas.

— Buenos días — dije para nadie en concreto y la única que respondió con amabilidad fue Leo. él se limitó a asentir con la cabeza mientras se llevaba ese líquido amargo a los labios.

— ¿Has salido? — preguntó Kai extrañado.

— Llevo ya un rato fuera, sí — pero no le di más explicaciones, no tenía porqué hacerlo y tampoco las pidieron.

Llevaba sin hacer nada de trabajos unas cuantas semanas y ya se me estaba empezando a hacer bola, por eso no perdí más tiempo.

Cogí todas mis cosas y me senté en una esquina — había menos ruido en esa parte — y durante lo que parecieron horas estuve centrada en mis tareas, pero parecía que en vez de estar terminando, estas se hacían cada vez más grandes.

La empujé hacia delante soltando un suspiro de frustración y negándome a perder más tiempo en eso, pero ya estaba Leo para solucionar eso.

Ella llegó y se sentó justo en frente, no dijo nada, solo miró y observó lo que había hecho.

— ¿Cómo te encuentras? — pregunté al ver sus ojeras y su cara ahora más pálida que el día anterior.

— Todo lo bien que puedo estar — dio otro sorbo a su café y se reclinó en su silla. Ni siquiera se molestó en ocultar las marcas de su "diversión" de por la noche.

Era bastante posible que no se acordara siquiera de quien había sido su compañero de la noche, pero eso seguro que no era una de sus preocupaciones.

— He estado hablando con Alec

— ¿Y? — ella se respaldó en su asiento y elevó las cejas.

— Esta noche salimos. — no sabia que expresión estaba poniendo, pero seguro que podía hacerme pasar por un fantasma, creo que incluso estaba más pálida que ella en ese entonces. ¿No había más chicos en todo el lugar? — Necesito que me ayudes a elegir ropa. — suplicó ella.

Apenas era mediodía y ya estaba pensando en la noche. No iba a mentir, tenía unas pintas horribles y solo el maquillaje podía convertirla en una mujer decente.

— ¿Quién tuvo la iniciativa? — pregunté curiosa sin querer aparentar algo más... Ella tardó en contestar, estaba buscando las palabras adecuadas para describir el panorama, pero la dejaría pensar con tranquilidad si eso me daba más detalles.

— Él es tímido, por así decirlo, así que se lo propuse yo — Alec... tímido, ¿estábamos hablando de la misma persona? — De todas formas me costó convencerlo, pero creo que no pudo resistirse — dijo con ese tono que la caracterizaba a ella, era como el de un mosquito cuando dormías. Insoportable. Pero si tenía que poner alguna objeción era esa, y era la única, por todo lo demás se hacía soportable.

Estaba intentando contener mi risa, incluso me mordí la lengua para asegurarme de que ningún sonido saldría, pero en el fondo estaba contenta por ellos — aunque a decir verdad también compartía un sentimiento parecido a los celos, pero estos eran pasajeros —.

Ella tenía la sonrisa más amplia que había visto hasta ahora en ella y realmente se veía ilusionada por el plan, pero quien no lo estaría si tuviera una ocasión como esta. Pero yo no iba a ser quien le pusiera las expectativas por el suelo.

— No parece ser un chico complicado — mentira — pero seguro que te va bien, confía en mí.

Le regalé una última sonrisa esperando que con eso dicho se fuera tan rápido como había venido, pero solo se quedó quieta esperando algo. No sabía muy bien a qué.

— ¿No vas a ayudarme? — la miré indiferente, pero acabé asintiendo y siguiéndola hasta su cuarto. Como siempre.

➳➳➳➳➳➳➳

Quería sacarme los ojos a esas alturas, cada vestido que se ponía era totalmente diferente — aun no sabia de donde sacaba tantos —, aunque todos tenían una cosa en común, la dejaban prácticamente desnuda y tapaban lo justo para ello. Claramente no dejaba ningún espacio para la imaginación, pero a esa conclusión podría llegar ella sola.

<<¿Sería ese el nuevo gusto de Alec?>>

— Si necesitas algo más llámame.

<<Por Favor no lo hagas>>

— Espera, no pensarás que iré yo sola, ¿verdad? — preguntó ella indignada por mi falta de comprensión en las palabras que nunca pronunció.

— No, irás con Alec, ya veras que bien te va.

— Si, pero tú también vendrás con Kai — afirmó ella sin esperar una respuesta que estuviera en contra de esa "orden".

— Yo creo que no

— Adara, te queda media hora para salir de esta habitación arreglada — se dirigió hacia la puerta con esa aura egocéntrica y se volvió a girar hacia mi — De lo contrario te saco como estés y hazme caso, lo haré.

<<Pues buena suerte con ello>>

Me quedé sentada en la cama y empecé a juguetear con las cosas que había sobre la mesilla de Leo, hasta que ella volvió a entrar cinco minutos después.

— ¿Todavía no te has ido? — pregunté con burla.

— Salimos ya — está me miró de arriba a abajo y siguió hablando — o te vistes tú o lo hago yo por ti.

Me crucé de brazos y la miré como si estuviera diciendo Atrévete. Pero ella al parecer tenía muy claro su objetivo.

— Como quieras.

Ella empezó a acercarse a mí con prisa y de un tirón me quitó la prenda que llevaba encima.

— ¿¡Pero qué haces?! — chillé mientras me cubría con mis manos.

— ¡Que te vistas ya! — reclamó ella con el mismo tono.

— NO

— Oh... ya veras como si.

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