Capitulo 1 Vidas paralelas...
"...Tome un sendero equivocado...y ese mismo sendero equivocado...me guiaba hasta ti..."
-que estupidez- fue lo primero que se le vino a la mente al llegar a la entrada de la gran casa del alcalde de la ciudad, una propiedad grande y lujosa, sin mencionar las hectáreas de áreas verdes que de seguro habían en su interior, analizo con manos en sus bolsillos la situación, había vigilado la casa hace mas de dos semanas, sus movimientos, sus rutinas, podía ver que una mujer iba y venia con compras o cosas así, nada mas de lo especial, un hombre que de seguro era el alcalde que se marchaba desde muy temprano y llegaba al anochecer, y por ultimo un chico que al igual que su padre desaparecía por largas horas y llegaba también en la noche, o algunas veces sus amigos llegaban a buscarlo, a veces ingresaban a la casa por solo duraban un par de horas y de nuevamente la casa sola
Sin duda seria perfecto, el robo en casa no habitada no era el periodo de cárcel que tendría que pagar, y también el valor de las cosas que robaría, solo joyas y algún electrodoméstico fácil de vender, con la suerte de su lado quizás solo pagaría una multa en dinero si llegaban a atraparlo, presiono sus puños con fuerza, no le agradaba la idea de robar, pero tampoco tenía grandes opciones en su vida, tomo lo que había aprendido en sus 19 años era todo tomarlo por la fuerza, mas que vivir, él solo sobrevivía el día a día, además ¿Por qué se quejaría un rico? Solo le robaría un poco, casi nada, los adinerados tienen mas dineros en sus bolsillos que en lo que pudiera gastar en su existencia, parecía un trato justo ¿o no?
Espero hasta asegurarse de que la casa estuviese completamente sola, vio a la mujer salir de la casa temprano, podía ver su rostro algo preocupado, mas no le dio importancia –de seguro se quebró una uña-pensó el rubio azabache con cierto sarcasmo, tras algunas horas antes vio al hombre rubio salir atrasado como siempre de seguro a su trabajo, y por ultimo a su hijo quienes lo fueron a buscar sus amigos, con el mismo semblante que la mujer, mientras que estos parecían animarlo, al fin la casa estaba sola, subió por un árbol cercano que daba justo al lado de un gran muro el cual no había seguridad, donde salto fácilmente llegando al otro lado
Se sorprendió al ver que la casa, era un poco mas sencilla de lo que imagino, era grande, pero pensaba que seria como una gran mansión ostentosa y lujosa, pero no, solo era una casa grande de dos pisos y muchas ventana, ingreso con cautela, creyendo que habrían cámaras pero tampoco las encontró –no puede ser que sea todo tan simple-pensó entrando por un gran ventanal que no tenia seguro-que familia tan descuidada- al entrar solo tomo sui bolso listo para robar los artículos que tuvieran mas valor, estaba a punto de hacerlo cuando, de repente escucho un ruido proveniente de una de las salas, inconscientemente saco una navaja de su bolsillo -¿Quién podrá ser? ¿un mayordomo o algo así?-estaba completamente seguro que la casa se encontraba totalmente sola, asomo su cabeza por el lumbral de la puerta abriéndola ligeramente cuando vio una chica de espaldas hacia él, sentada frente a un gran papel blanco donde pasaba el pincel coloreándolo con alguna pintura, dejo caer su navaja al suelo provocando un ruido que la obligo a voltear encontrándolo cara a cara con él
-¡kyaaa!!!!-grito ella haciéndola caer de su silla, él por el susto corrió hacia ella para cerrar la boca y no llamara a la policía, deteniéndose a mitad de camino al ver que la chica no solo se movía, sino que también había una silla de ruedas a su lado
-...-él estaba paralizado, al verla de esa manera tan vulnerable, podía ver como ella trataba de llegar a la silla de ruedas, su cuerpo temblaba, y sus ojos yacía lagrimas, pero no hacia él, mas bien sus ojos eran llenos de odio hacia la silla de ruedas ¿acaso ella no le tenia miedo?
Ella quería subir a la silla, pero sus piernas no se lo permitían, arrastrándose un poco trataba de llegar, sintiéndose un poco humillada por la situación, hasta que sintió como un par de brazos la envolvían sorprendiéndola alzándola del suelo para depositarla en la silla de ruedas, él, el ladrón de su casa la había ayudado a sentarse
-lo siento, no fue mi intención –dijo él, desviando la mirada, dejando a la joven perpleja
-¡¿Qué le haces a mi hermana?!-un grito los distrajo y con ello, el rubio azabache recibió un golpe de puño directo en su cara
-¡Boruto!- grito otra chica con anteojos y cabello negro llegando al lugar, mientras que este iba hacia donde su hermana, tomando su rostro para revisarla
-Hima ¿estas bien? ¿te hizo algo?-pregunto preocupado, mientras ella negaba su cabeza-¿Qué...pero...-ahora era él quien recibía un golpe
-¡hay que detenerlo!-hablo la misma chica mientras ambos jóvenes tenían una fuerte pelea, cuando fue detenida de la mano por otro joven llegando al lugar
-será mejor llamar a la policía, Sarada-dijo sacando su móvil, aprovechando la distracción de la pelea sacando a la joven quien estaba en medio de la pelea, no pasaron muchos minutos cuando llego la policía rodeando la casa con exageración y no solo eso, también había llegado
Como era de esperarse, esposaron al rubio azabache de inmediato, Boruto siendo atendido por los paramédicos al igual que su hermana menor
-solo faltan que lleguen los bomberos-dijo Boruto mientras era vendado por el paramédico
-es porque eres el hijo del alcalde-dijo Mitsuki
-no puedo creer que ese chico te ganara
-¡yo le estaba ganando Sarada!-grito el rubio
-pues parece que no es así-hablo ella con una sonrisa, mientras tanto, su hermana menor estaba siendo revisada meticulosamente por parte de los funcionarios
-¿estas bien Hima?-le pregunto su padre angustiado, revisando su rostro
-esta bien-hablo el paramédico-no tiene nada
-menos mal...-suspiro aliviado, cuando vieron al chico que era esposado para llevarlo hacia la estación de policía-que bueno que llegamos a tiempo
-él no me hizo nada papá-hablo ella después de mucho tiempo, que por un instante como si fuese una magia especial, el tiempo se detuvo por breves segundos, haciendo que su padre abriera los ojos mas de lo normal
-Hima...
-de verdad papá-insistió-ese chico no me hizo nada, me caí...de la silla y él me ayudo a llegar a ella eso es todo- su padre no parecía escuchar lo que decía ya que solamente se dedico a abrazarla en un acto espontaneo -¿papá?
-has hablado...es increíble, has hablado Hima
-¿Hima?-pregunto Boruto también al escucharla -¡estas hablando! ¡es increíble!
-¿Qué les pasa a esos idiotas?-se pregunto así mismo el rubio azabache mientras era llevado por los policías al ver a los dos hombres abrazándola, sin embargo, aquellos ojos azulados que acompañaban a la joven estaban clavados en él por breves segundos, haciéndolo sentir algo extraño, unos ojos que no olvido ni si quiera cuando subió al auto policial
El paso por el cuartel de policía fue bastante rápido, tomando sus datos personales, huellas digitales, y esposas en las muñecas, sentándolo en la sala de interrogatorios, se suponía que nada fallaría ese día ¡fallo todo!, arto se dejo caer sobre la silla aburrido, no había robado nada, no toco a la chica, solo rompió un jarrón en la pelea con el chico estúpido de pelo rubio
-no puedo creerlo -suspiro uno de sus mejores amigos- de verdad estas loco, Naruto
-ese muchacho no puedo dejarlo a su suerte ¿sabes?-hablo el rubio mientras miraba al joven rubio azabache del otro lado del cristal quien estaba en la sala de interrogatorios
-¿a su suerte?-le hablo el peli negro con sarcasmo – ese chico llamado Kawaki tiene un amplio prontuario policial, arresto, resistencia al arresto, porte de arma blanca, exceso de velocidad y sin mencionar robo en lugar habitado, ese chico es toda una colección para la mafia y aun así ¿Quieres sacarlo?
-si, hizo que mi hija dijera mas de dos palabras en 7 años, Shikamaru-hablo seriamente
-Naruto –pensó el peli negro – esta bien, pondré en el informe que fue algo accidental, y pagaras una fianza mínima ¿Qué te parece?
-gracias- hablo el rubio para sonreír, ingresando a la sala, mientras el joven miraba desconfiado tratando de ignorarla presencia de Naruto en todo momento, simplemente él se sentó frente a frente-soy Uzumaki Naruto, el alcalde, la casa que entraste a robar era la mía, pero he pagado la fianza para que seas libre
-¿quieres que te lo agradezca?-dijo el joven mientras Naruto solo sonrió rascándose la nuca, mirándole con desconcierto
-de hecho si, quiero que me lo agradezcas
-¿Qué?
-de hecho quiero contratarte
-¿es una broma?-le pregunto con sarcasmo
-no-hablo de manera seria – supongo que conociste a mi hija-capto la atención de él – mi hija no puede caminar a raíz de un accidente que tuvo cuando era una niña, solo quiero que la ayudes
-¿yo ayudarla?
-si, quiero que te conviertas en las piernas de mi hija-hablo el rubio con seriedad- no te pediría esto si no fuera importante, te pagare bien si eso es lo que te importa
-¿Qué te hace pensar que aceptare?
-es una buena forma para tener otra oportunidad en la vida ¿no?
-¿de qué estas hablando? –pregunto Kawaki desafiante- ¿Qué sabes tu de mi vida?
-tranquilo, solo quiero darte un empleo así de simple, este es el trato, estarás con mi hija medio tiempo
-¿solo eso?
-solo quiero que hables con ella, ha estado muy sola desde ese accidente, todo los amigos que tiene son los amigos de mi hijo mayor, cada día quiere hacer menos cosas, Himawari es una preocupación constante
-un psicólogo estará bien para ella, llévala a un loquero
-es mi hija, mas respeto – pronuncio molesto, poniéndose de pie – te explique la situación, ahora es tu decisión si quieres cambiar tu vida o no, quizás también te sirva para ti también-termino de decir para salir del cuarto- mañana a las 9 en mi casa, todo depende de ti, Kawaki
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Holaaa espero que les haya gustado este capitulo, muchas gracias por leer y comentar, mil abrazos!!!!
¿Kawaki tomara el empleo?
¿se llevara bien con Himawari?
proximamente..................................Capitulo 2 Una moneda y dos caras...
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