Llevaban adentro ya cuatro horas con cuarenta y cinco minutos.
Zoro abrazaba a Sanji, aunque él no lo amara le prometió cuidarlo y una amistad casi de hermanos. Ahora el peliverde sollozaba en el hombro del rubio.

—Tranquilo Marimo —Daba leves palmadas en su espalda— Todo va a estar bien... Espera un poco más. Va a salir todo bien.

Asintió pero siguió llorando.
Todos los demás le daban Compasión a su vice capitán. Usopp todavía no asimilaba muy bien de que dos hombres se amaran, pero, ¿Quien era él para impedirlo?

—Z-zoro —El narizón se acercó— No sé que tenga Luffy. Nadie sabe pero... T-todo va a estar bien... no te preocupes. Chopper es un buen medico, va a encontrar la solución.

—Gracia Usopp...

Cinco horas, el peliverde estaba mas que desesperado.
Decidió ir a entrenar para liberarse de la tensión que estaba sintiendo.

—¿A donde vas Marimo?

—A entrenar...

—Te avisare cuando Chopper salga.

En la sala de entrenamiento. Zoro hacia sentadillas con pesas de más de diez kilos.

—8990... 8991... 8992..

Con el cansancio trataba de reprimir ese sentimiento de culpa, quería ser él quien sufriera y no Luffy. Tocan la puerta, no esperan al llamado y entra Robin.

—Zoro... Sólo vengo a decirte que  Chopper ya salio y...

El espadachín no esperó a que la mujer terminara cuando dejo la pesa y tomando sus Katanas salio hacia la enfermería.

El peliverde ve que todos están al rededor  del reno. Zoro aventó a Usopp para escuchar.

—Pues hice todo lo posible pero... No sé que tiene Luffy. Es una nueva enfermedad para mi, nunca he visto eso en toda mi vida de doctor. El cerebro de Luffy es de color morado. Saqué muestras para llevarlas a laboratorio. Ya se están checando. Esperen otros minutos más por favor.

Chopper volvió a entrar.
Zoro se sentó y levantándose vio una roca, desenvainó su Katana y la corto de un sólo movimiento. Se sentía desesperado.

Todos se aventaron hacia Zoro.

—Tranquilo Marimo —Sanji trataba de consolarlo— Espera un poco más... Sé fuerte. Todo va a estar bien... Y-yo...

—No esta bien —Chopper salió de la enfermería— Creo saber que es lo que tiene...

Todos se acercaron al reno.

—¡¿Que tiene Chopper?!

—Zoro... Lo siento tanto... Luffy pescó esa enfermedad que ataca el cerebro. Si se ataca a tiempo la persona enferma podrá sobrevivir. Pero Luffy, Luffy tiene el ochenta por ciento lo tiene cubierto de ese color negro —Enseña las radiografías— Cálculo que tiene unos cinco meses de vida...

—¡¿Cinco meses?! ¡¿Y no sabes como se enfermo... Hay cura?!

—Esta enfermedad es bastante rara... Ni el mejor doctor sabrá con exactitud que tiene Luffy. Y como la enfermedad es rarísima, se desconoce la cura. Lo siento Zoro.

Pasaron días, Zoro no salia para nada de la enfermería donde Luffy reposaba. Zoro le atendía como si de un bebé se tratase.

"A veces, es mejor dejar volar las cosas. Así sabrás si en verdad les estimabas o no..."

—¿Quieres más Luffy?

—No... Gracias, sólo que estoy muy cansado...

—Descansa...

El peliverde lo acomodó y lo cubrió con una sábana.
Escuchó unos pasos pero no volteo, prefirió observar el cuerpo inmune de su capitán.
Anhelaba y desechaba lo que algún día no iba a poder hacer con él; cinco meses, era muy poco para hacer y no hacer con su mono.
Le acarició el mentón y sus lágrimas empezaron a fluir.

Sintió que alguien lo abrazaba, no le importaba, sólo quería estar cerca de Luffy.

—Zoro... —La voz masculina susurró en su oído, Zoro ya sabia de quien se trataba— Si necesitas consolación; aquí estoy yo... Luffy será fuerte y sobrevivirá. Te lo juro.

—Ojalá y si...

To Be Continued...

Yo sé que es demasiado corto el cap... Pero se acerca el final. Este es el penúltimo cap de esta historia...

Siento tanto tardar mucho... Pero "Tarde pero seguro"
Unas mil disculpas por tardar y por hacerlo cortísimo...

Les quiere Sugar-san... (Marietta)