Capítulo 10
—Luffy no creo que aguante mucho —El pequeño reno lloraba, le dolía decir eso, pero él era el médico, tenía que decir la verdad— La enfermedad esta en todo su cuerpo y...
—¡¿Que cojones es Chopper?! —Zoro gritaba mientras que un ataque de histeria le invadía todo su cuerpo— ¡No se puede morir! ¡No él! ¡¿Que mierda tiene Luffy?!
Chopper rompió el llanto, fue a los brazos de Sanji, este lo acojo en su regazo. Zoro se sentía culpable por hacer llorar a Chopper, pero le dolía más que su amado estuviera ahí, acostado con todas esas cosas en su cuerpo, inconsciente.
—Tranquilo Chopper... —Sanji acariciaba su cabeza mientras volteaba a ver al peliverde— Y tu estúpido Marimo... ¿Como te atreves a hablarle así a Chopper? Si... Luffy esta muy grave y a mi también me duele pero... Tranquilizate... Chopper esta haciendo lo imposible por hacer que Luffy este bien...
—Si Zoro —Dijo Nami— Para que Luffy se mejore, tenemos que aportar nosotros para que...
—Si, si Nami... Pero me duele mucho que este ahí Luffy... Yo lo amo demasiado... Demasiado, daría mi vida por él.
—Lo sabemos Zoro... Pero poniéndote así no vas a arreglar nada.
—¡Tsk! Voy a la cocina
Sanji salió del camarote de Luffy, Zoro salió detrás de él.
—Espera...
Sanji volteó a verlo, le sonrió y se quedó parado hasta que Zoro le alcanzó.
—¿Que pasa Marimo? ¿Quieres onigiris?
—No tengo hambre... ¿Por qué te vas?
—Porque voy a hacer de comer para la tripulación... Que tal si Luffy despierta y quiere carne. Tengo que estar ahí con toda la carne necesaria para nuestro capitán.
—Si... Tienes razón Sanji —El rubio amaba que Zoro le llamará por su nombre, le enamoraba; pero tenia que retener sus sentimientos— Gracias... Ya puedes irte. Regresaré al camarote.
No dijeron más y cada uno tomo sus caminos, Sanji hacia la cocina y Zoro al camarote de Luffy.
Al llegar a la cocina, Sanji quiso llorar, pero no quería. El día pasado se prometió no llorar por Zoro, ya se había decidido que Zoro amaba a Luffy y no a él. Debía entender eso por las buenas o por las malas.
—Luffy es mi capitán —Decía mientras ponía a cocer la carne para luego freírla— Y a Zoro lo amo pero... No podré hacerles esto a los chicos.. A todos; todos ellos están felices de que al fin Zoro y Sanji encontraron el amor. Y él, él había encontrado "Mierda" en su corazón, en su vida. Se sentía una persona arruinada.
—... Esto no me va a detener... Llevare la fiesta en paz Zoro, Luffy... Chicos... Roronoa Zoro, tal vez no te deje de amar, pero... Pero haré lo posible por no perder la cabeza de nuevo por ti...
En el camarote de Luffy, platicaban las posibles soluciones para que el pequeño estuviera bien, Zoro no dejaba de temblar.
—Tal vez... —Decía Chopper con ese aire de doctor. Lo hacia tan bien— Tenga un daño en el cerebro, porque las causas están en su cerebro. No se qué es todavía, pero trataré de investigar más a fondo... Una de muchas hipótesis es que Luffy este en silla de ruedas, porque al ver su cerebro esta dañando el sesenta por ciento... Y eso tal vez le deje cicatrices de por vida. Otra es que tal vez pierda la memoria, que no nos reconozca; que incluso no sepa quien es él.
Todos de mortificaron a las posibles consecuencias de la enfermedad de Luffy. No sabían lo que tenía, ni que había causado que Luffy se estuviera desmayando a cada rato, hasta llegar en coma por mas de tres meses.
Pensaron que ya había terminado todo después de que estuviera despierto por mas de cuatro días, pero volvió de nuevo esos mareos. Zoro era el más afectado.
Unas molestias por parte del menor hicieron que todos estuvieran al pendiente de lo que podría pasar a continuación.
—Z-zoro —Decía con dificultad, aun con los ojos cerrados— Z-zoro... ¿Donde estas?
—Aquí estoy pequeño... Aquí estoy —Zoro no podía retener su llanto y empezó a llorar, sus lágrimas eran demasiadas. Nami, Chopper y Usopp también lloraban— Tranquilo amor... Aquí estoy... Shh
—¿Ya despertó Luffy? —Sanji estaba en la puerta con una bolsa repleta de comida— Traje esto... No tomen mucho porque es más para Luffy... Ahí vienen tus onigiris y sake Zoro...
—Gracias —Volteo a verlo para sonreirle en forma de agradecimiento, pero después volvió su cabeza hacia Luffy.
—Z-zoro... Quiero carne...
—Si mi amor... Pero, ¿No puedes abrir los ojos? Siguen cerrados...
—N-no puedo... M-me pesan demasiado... Quiero c-carne...
Sanji le dio la bolsa a Zoro, y, este tomando un trozo pequeño de carne se la puso en la boca a luffy. Reaccionando a morder por parte de este.
—¿T-tu me d-das de comer... Z-zoro?
—Si amor... Soy yo...
Luffy abrió los ojos, vio a Zoro y sonriendo dijo:
—T-te amo... Z-zoro...
Volvió a cerrarlos. El peliverde lloraba incontrolable, su llanto era tan doloroso.
—Yo también te amo mi niño... Te amo demasiado... Quisiera estar ahí, en vez que tú... Abre los ojos Luffy, vuelve a abrirlos... Quiero ver esos ojos que me enamoran cada vez que me ven.
—N-no... No puedo... M-me... Me voy...
—No Luffy... Tu no te vas... Tu vas a estar aquí conmigo... Nos vamos a casar, vamos a tener muchos momento tanto tristes como muchos buenos... Luffy —Veía que el menor no respondía— Luffy... ¡Luffy contesta! ¿No quieres más carne? Luffy... ¡Luffy por favor! ¡Chopper... Por favor revisa a Luffy!
El reno se puso a trabajar. Hacía esto y aquello, pasaba cables por su cuerpo, puso tres en su cabeza, le sacó sangre del cuerpo.
—Esta descansado Zoro... No te preocupes... Esta bien.
—¡Gracias a Oda!
—Tal vez necesite operar a Luffy... Necesito ver más a fondo su cerebro... Tendrán que llevarlo a mi enfermería, lo operare de emergencia..
Zoro y Sanji cargaron a Luffy.
Al llegar a la enfermería depositaron el cuerpo inconsciente de su capitán en la camilla, Chopper se puso su bata, guantes, protector en su cabeza. Antes de ponerse su traje se fue a lavar sus manos.
—Esperen en unas cuatro o cinco horas...
—¡¿Tanto?! —Zoro protestó—
—Si... Voy a tardar para dar un diagnostico más a fondo de que tiene... Hasta dentro de cinco horas...
Cerró la puerta detrás suyo, los demás esperaron afuera.
To Be Continued...
Perdonen por esperar casi dos semanas para el siguiente cap...
Que tal les pareció este cap?
Nos leemos para la otra...
Beshitos
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