Capítulo 4: Juntos por siempre
Habían decidido regresar dentro de unos días, primero debían asegurarse que nadie los siguiera pues Mikan aún estaba siendo buscada por esas organizaciones.
Todos notaron como la pareja ya no estaba ahí hace un buen rato, lo más seguro es que Natsume se escapó con ella para estar un momento a solas. Bueno nadie lo culpaba, fueron 4 años que estuvieron separados.
En otra parte Mikan y Natsume
Ya por fin estaban solos así podía besarla todo lo que quería, lo mucho que anhelo tenerla entre sus brazos. Sabía que ella sentía lo mismo era evidente en la forma que correspondía a sus besos.
—Natsume...— murmuró levemente recuperando un poco el aliento —te extrañe mucho, perdón por haberme ido y por olvidarte— junto su frente con la de él
—Tonta... No tienes que pedirme perdón por eso, hiciste lo posible por salvarme y eso es lo único que importa— colocó sus manos en el rostro de ella —aunque ya me habías salvado antes de que ocurriera todo eso—
— ¿Cómo fue que te salve? No recuerdo haber hecho nada en especial cuando nos conocimos— lo miraba confundida al no saber a qué se refería
—Me salvaste de la oscuridad en la que vivía, antes de conocerte quería escapar de la academia con Ruka— acariciaba suavemente sus mejillas —fue cuando nos conocimos esa vez, cómo si fueras el sol mismo iluminaste y trajiste calidez a cada parte de mi— beso suavemente su frente
—Harás que mi corazón explote diciendo esa clase de cosas— escondió rápidamente su rostro en el pecho del chico
—No es necesario avergonzarse por algo así, sigues siendo igual cuando reaccionas a estas cosas— dio una suave risa —Mikan mírame por favor— le susurro sobre su cabello
La chica hizo lo que le pidió su novio, era esa misma mirada que provocaba miles de sensaciones dentro de ella, la intensidad de aquella mirada como si fuera a devorarla en ese mismo momento.
Sin tener tiempo de reaccionar Natsume volvió a atrapar sus labios en un suave y tierno beso al cual correspondió sin dudar. Sintió como el chico apretaba su agarre en su cintura lo cual provocó un pequeño jadeo de su parte.
Solamente con escuchar ese sonido salir de los labios de su novia solamente hizo que su deseo por ella creciera aún más, pero no el momento ni el lugar.
—Mikan... Tenemos que irnos— susurró con la voz ronca mientras se apartaba levemente de ella
Ella sintió un pequeño dolor en su pecho al notar como Natsume se apartó de forma tan repentina, no dijo nada al respecto y solo se limitó a asentir para emprender camino a donde estaban los demás.
De regreso Mikan no quiso irse al lado de Natsume así que le pidió a Tsubasa-Sempai que la llevara sin importarle los celos que le provocaba a su novio.
— ¿Natsume paso algo con Sakura? Es raro que no se vaya contigo ahora considerando el tiempo que estuvieron separados—
—No paso nada— desvió su mirada, no entendía a Mikan de un momento a otro se alejó y se fue con el idiota de sombra. Se preguntaba así mismo si había hecho algo que la hiciera sentir mal o la molestara
—Seguro que no hiciste nada? — insistió su amigo —ella solo se pone así cuando le hiciste algo—
Natsume no dijo nada pues estaba sumido en sus pensamientos tratando de entender que habría hecho para que ella se pusiera así.
—Mikan está todo bien? — le pregunto Tsubasa mientras la cargaba en su espalda, algo estaba diferente en ella no sabía bien que podía ser, pero tenía la leve sospecha que Natsume tenía que ver
—Esta todo bien Tsubasa-Sempai no te preocupes, solamente estoy algo cansada por todo lo sucedido estas últimas horas— sonreía levemente al mismo tiempo que recargaba su cabeza en la espalda de su Sempai para cerrar levemente sus ojos, quería dormir un poco pues sentía su cuerpo pesado
El mayor decidió no preguntar más en ese momento, se notaba que la chica igual estaba cansada y era normal tener que recordar toda su vida pasada en muy poco tiempo. Cuando estuvieran en la cabaña donde se estaban quedando intentaría hablar con ella, después de todo ella siempre le contaba todo lo que pasaba pues se tenían bastante confianza desde que se habían conocido.
Natsume sintió muchos celos al ver como su novia se recostaba en la espalda de ese idiota, pero no podía hacer nada ella estaba molesta con él o eso parecía.
Al llegar a la cabaña Tsubasa bajo con cuidado a la chica de su espalda sin despertarla pues se notaba que estaba profundamente dormida. La cargó entre sus brazos hasta llevarla a una habitación apartada especialmente para ella y la recostó con cuidado en la cama dejándola tapada mientras salía cerrando la puerta detrás suyo, al voltear se encontró con la mirada asesina de Natsume.
—Déjala dormir está cansada y dudo que quiera verte por el momento— mantenía una mirada seria frente a él —no sé qué le hiciste, pero se nota que le duele mucho y es mejor que le des su espacio—
—Tsk... Tú no eres nadie para decirme que puedo o no hacer con Mikan— intento avanzar, pero Tsubasa lo detuvo controlando su sombra
—No te estoy dando ninguna orden simplemente lo hago por la comodidad de ella, no se veía bien durante el camino— suspira algo molesto —así que vas a tener que esperar hasta que ella despierte y decida si quiere o no hablar contigo—
—Ustedes ya van a empezar con sus peleas, no ven que eso le haría más daño a Mikan-chan— Narumi apareció antes que esos dos estuvieran a nada de matarse —salgan de aquí, si quieren pelear vayan a fuera—
—Narumi tiene razón, solo terminan lastimando a Mikan con sus estúpidas peleas infantiles— Shiki los miraba molesto —me veré en la obligación de colocar una barrera para que ninguno la moleste— no fue una amenaza, se los dio por hecho.
Y tal como dijo Shiki, sintieron como una barrera era colocada en la habitación de la chica incluso en las ventanas. El menor de ellos se fue resignado y de muy mal humor, quiénes eran ellos para impedirle estar con Mikan ella era suya.
Pasaron un par de horas hasta que la chica comenzó a despertar de a poco, se dio cuenta que ya era tarde por la oscuridad que había en la habitación. Extendió su mano hasta la lámpara que había en la mesita de noche y cerró un poco los ojos antes de acostumbrarse a la luz. La habitación era muy linda y sencilla, se levantó para explorar un poco más acercándose a la ventana mirando las estrellas, aún recordaba como desde la mansión laberinto nunca pudo ver algo así.
Unos leves golpecitos en la puerta la sacaron de sus pensamientos.
—Mikan estás despierta? — era la voz de su Sempai
—Si, pasa Tsubasa-Sempai— se alejó de la ventana y regresó a sentarse en la cama
—Te traje la cena de seguro tienes hambre, no has comido nada en todo el día— se acercó hasta ella con una bandeja la cual dejó en la mesa que estaba en medio de la habitación — ¿te sientes mejor pequeña? —
—Estoy mejor, gracias Sempai por traerme hasta aquí— mantenía la misma sonrisa de siempre —igual muchas gracias por la comida se ve delicioso—
—Anda come un poco y después puedes contarme qué sucedió con Natsume— ahora sí o sí iba a preguntarle directamente si había pasado algo
Mikan se quedó en silencio por unos momentos hasta que comenzó a dar pequeños bocados al plato que le había traído. Luego de que terminó de comer y dejó la bandeja en su lugar nuevamente Tsubasa se sentó junto a ella en la cama esperando por su respuesta.
—Tsubasa-Sempai creo que hice algo para que Natsume se volviera frío nuevamente— bajo su mirada aguantando las lágrimas que amenazaban con caer
— ¿Por qué piensas eso? — no entendía a lo que ella quería decir —ese idiota te extraño como loco, hizo millones de locuras para poder encontrarte—
—Pero... Hoy día cuando nos fuimos un momento lejos de ustedes, Natsume estaba besándome y abrazándome con tanto cariño e intensidad hasta que de la nada me aparto de él con la excusa que teníamos que regresar— no pudo detener más sus lágrimas acompañadas de sollozos
Tsubasa no dudó en rodearla con sus brazos escondiendo el rostro de la chica en su pecho. Ahora entendía todo, ella era muy inocente para saber lo que pasaba con el chico y ese tonto no supo ser honesto con lo que le pasaba en ese momento.
—Mikan no te preocupes por eso sí? — acariciaba suavemente el cabello de ella de forma que le transmite tranquilidad —solo espera un poco y podrán hablarlo sí? —
—Está bien Tsubasa-Sempai— levantó ligeramente su mirada hacia el chico —gracias por estar aquí y siempre escucharme— por fin su sonrisa volvía a ser la misma que él conocía
—Bien pequeña te dejare descansar y cuando te sientas lista me avisas para decirle a ese idiota que venga a hablar contigo— limpio con cuidado las lágrimas de la chica —también tienes que cambiarte para evitar que nos sigan cuando salgamos de aquí, hay ropa en el armario— se levantó sosteniendo la bandeja en sus manos —te dejare para que puedas cambiarte sin problemas— después de decir aquellas palabras salió de la habitación para que la chica pudiera cambiarse y como era de esperar ahí estaba de nuevo Natsume con cara de pocos amigos.
Simplemente lo ignoró para irse en dirección a la cocina, luego que él se alejó la barrera volvió a ser colocada pues Shiki no iba a permitir que Hyuuga molestara a la chica.
Ya un poco más tranquila Mikan se levantó en dirección al armario y se sorprendió de la cantidad de ropa que había, no tenía idea de que podía elegir todo era demasiado hermoso. Fue cuando su mirada se posó en un conjunto que le recordó a su mamá, sin dudarlo lo tomó y se dirigió al baño para probárselo, al salir se miró frente al espejo sintió una ligera nostalgia al ver lo parecidas que eran.
Tras terminar de arreglarse salió de la habitación y se encontró a los demás reunidos en la sala, Shiki al mirarla no pudo evitar confundir su nombre.
—Yuka... Mikan eres igual a ella, se parecen demasiado— sin duda eran iguales más cuando estaba vestida como cuando Yuka trabaja en Z
—Gracias Shiki-san, también me trajo recuerdos de mi madre y por eso quise usar esto— su sonrisa era algo nostálgica pues él tenía razón ambas eran iguales físicamente
—Mi querida Mikan es aún más hermosa que Yuka-san— Tono se acercó para poder abrazarla, pero una pequeña llama se interpuso lo cual lo hizo retroceder algo nervioso
—Mikan, ven conmigo tenemos que hablar— Natsume se acercó tomando la mano de la chica y llevándola en dirección a la habitación donde dormían con Ruka
Los demás simplemente suspiraron, esperaban que esos dos pudieran arreglar el problema que tenían. Mikan estaba sin palabras en esos momentos, no entendía a Natsume su actitud la tenía confundida qué es lo que estaba pensando ahora mismo. Cuando llegaron a la habitación que le correspondía compartir con Ruka abrió la puerta y tiró con suavidad a la chica dentro mientras cerraba la puerta con llave.
—Me puedes decir que te pasa? Porque te fuiste con el estúpido de sombra cuando regresamos— su voz sonaba de una forma que daba miedo
—Eso tendría que preguntarte yo a ti... Natsume que rayos te pasa? Primero me apartaste cuando estabas siendo cariñoso y ahora estás exigiendo respuestas por tus celos hacia Tsubasa-Sempai— ella se negaba a llorar frente al chico
— ¿Por qué me detuve en ese momento? — ahora entendía bien lo que hizo, la chica siempre ha sido inocente respecto a esos temas —no lo hice con intención de ser frío tenía que contenerme— lo último lo dijo apenas en un susurro
— ¿Contenerte? No entiendo qué quieres decir, ¿por qué tendrías que contener tu cariño conmigo? — ella aún no se daba cuenta de lo inocente que era frente a lo que estaba pasando
— ¡Te deseo más que a nadie en este mundo Mikan! Joder si supieras todo lo que quisiera hacer contigo, pero le prometí a tu tío que no haría nada indebido hasta que estuviéramos casados esa fue su única condición— suspiro colocando ambas manos en su cabeza había sido demasiado sincero en las últimas horas
—Natsume... Y-Yo— no sabía qué decir ante la confesión del chico lo único que tenía claro es que estaba más roja de lo que había estado en mucho tiempo quería acercarse hasta él, pero quizás volvería a apartarla —será mejor que sigas con la promesa que le hiciste a mi tío— sin darle tiempo de responder o reaccionar salió prácticamente corriendo de la habitación
Los demás presenciaron cómo la chica corrió de regreso a su habitación, Tsubasa noto como sus ojos contenían unas lágrimas que se negaba dejar caer. Ese tonto le hizo algo de nuevo y hablando del rey de roma ahí lo vio saliendo nuevamente frente a todos.
—Oye tú! Qué le hiciste a la pequeña Mikan ahora— sin pensarlo Tsubasa se acercó y lo agarró del cuello de su polera —no que la extrañabas tanto! ¿Era solo para hacerla sentir mal de nuevo o qué? —
—Por favor cálmense los dos, si inician una pelea harán que Sakura se sienta peor— Ruka se interpuso entre ambos
No quería que su querida amiga se sintiera más mal de lo que quizás se sentía en esos momentos.
La chica en cuestión se encerró nuevamente en su habitación, mientras se dejaba caer al suelo quebrándose en llanto.
(Pensamientos de Mikan)
—Hotaru... Como quisiera que estuvieras aquí, quiero ver a Hotaru—
De repente un brillo en su cuello apareció, una piedra Alice la reconocía bien era igual a la de Nodacchi y frente a ella se abrió una ventana del tiempo. Sin dudarlo se levantó para cruzarla, quizás la llevaría donde Hotaru tenía que intentarlo, aunque fuera quizás una mínima esperanza. Shiki dirigió su mirada a la habitación de Mikan.
—Mikan... Ella acaba de cruzar una ventana del tiempo, ahora mismo sentí la presencia de ese Alice— murmuró mientras caminaba en dirección hacia donde estaba encerrada la chica, pero al abrir la puerta efectivamente ya no estaba ahí
— ¿Cómo es posible que eso pasara? Ella no tenía la piedra Alice de Noda-Sensei o será que de alguna forma apareciera como uno de sus Alice 's— Tono sabía perfectamente que el mismo estuvo en contacto con esa piedra y entonces ahí fue que lo entendió —fue cuando la abrace... Mi Alice siempre pudo amplificar los suyos entonces pudo haber aparecido en ese instante—
—Es imposible Tono, ella no tenía ni idea que pudiera poseerlo a menos que...— no logro terminar la frase porque Ruka la termino por él
—Que deseara ver a Imai, recuerden lo mucho que ella deseaba encontrarla y es posible que ese deseo provocará que se abriera una ventana del tiempo— su mirada se posó en su amigo quien permanecía en silencio — ¿Natsume? —
—Fue mi culpa... La hice llorar y deseo estar con Imai porque la necesitaba— apretó los puños enojado consigo mismo —si le pasa algo no podré perdonarme porque no pude protegerla, de nuevo no lo hice—
—En otro momento puedes lamentarte, pero ahora es necesario seguirla porque hace mucho que no usa un Alice y es peligroso para ella más usando el del viaje en el tiempo— Shiki sacó de su bolsillo unas piedras Alice 's y entre ellas encontró la misma que tenía la chica —solo podemos viajar unos pocos así que iremos Natsume, Tsubasa y yo—
—Por favor traigan a Mikan-chan a salvo— pidió Narumi pues no soportaría perder a la hija de la mujer que amó hace mucho tiempo atrás, es como si fuera su hija también
Cuando Shiki sostuvo la piedra Alice esta misma abrió una ventana del tiempo frente a ellos, Natsume y Tsubasa entraron detrás de él así desapareciendo en cuanto se cerró.
Mientras tanto Mikan dentro del viaje en el tiempo
La chica no entendía cómo había podido hacer que la piedra de Nodacchi estuviera dentro de su cuerpo, pero eso no le importaba mucho en ese momento ella quería encontrar a Hotaru. Se sentía dolida por todo lo que había hecho Natsume después que volvieron a encontrarse, después que por fin lo recordaba. Caminaba sin rumbo con lágrimas aún en sus ojos pensando únicamente en su deseo de encontrar a su mejor amiga.
Cansada de tanto andar sin saber a dónde ir se arrodillo un momento en el suelo aun llorando, quizás quedaría ahí atrapada también no podría volver con sus amigos, con Natsume y con su familia.
—Mikan no llores, te ves más linda con una sonrisa tonta— susurro una voz femenina cerca suyo —anda ven aquí—
—Hotaru?... — alzó la mirada comprobando si su cabeza no le empezaba a jugar una mala pasada y estaba alucinando, pero no era así frente a ella estaba su mejor amiga quién también había cambiado conforme los años —Hotaru! — corrió hacía los brazos de ella
—Mikan, estoy aquí no llores más recuerda que siempre te dije que llorar hace que te veas más fea— la abrazó con fuerza
—Pensé que no volvería a verte.... Que habías desaparecido para siempre— se aferró a ella sollozando
—Te lo prometí no? — acariciaba suavemente su cabello —nuestra amistad será eterna, tenemos un vínculo que nos une para siempre—
—Así que mi hermana tuvo siempre razón en que nos encontrarías Sakura-San— esa era la voz del hermano de Hotaru, Subaru —muchas gracias por no perder la fe en encontrarla—
—Te dije hermano que ella no se rendiría, conozco a mi mejor amiga—
Antes de que siguieran con su charla notaron como unas personas se acercaban, Natsume se sintió aliviado al saber que habían logrado encontrar a Mikan sana y salva al igual que ella encontró a los hermanos Imai.
—Menos mal que no te paso nada Mikan— Tsubasa se acercó al tiro para comprobar que la chica estaba bien —eso fue muy imprudente de tu parte, pudiste quedar atrapada en este lugar
—Eso no le iba a pasar idiota— Hotaru lo miro con aquella mirada que la caracterizaba —nunca dejaría que algo le pasara y tú— señalo a Natsume con una de sus manos —no te salvamos para que pusieras en peligro su vida— ahora miraba al chico con notorio enojo
—Tsk... Lo sé, gracias por salvarme y darme una nueva oportunidad de estar con ella— ahora entendía sus acciones junto con sus palabras habían lastimado a la chica que amaba. Sombra y Imai se equivocaban no la busco para hacerla sufrir lo hizo para estar junto a ella por siempre
—Pueden seguir con su charla después que salgamos de aquí, es importante no permanecer mucho más tiempo dentro del flujo del tiempo— Shiki intervino entre la pequeña discusión que estaba empezando.
Los teletransporto a todos de regreso a la cabaña y en cuanto aparecieron Narumi corrió a ellos con alivio al notar que Mikan estaba a salvo además de ver que encontró a los hermanos Imai.
—Imai...— susurro Ruka —me alegro que tú y Sakura pudieran reencontrarse nuevamente— se sentía feliz de que por fin las cosas estarían mejor para todos ellos
—Gracias Ruka por darle mi mensaje a Mikan— mantenía a su amiga entre sus brazos mientras asentía en señal de agradecimiento
—Podrías soltarla no crees? — se acercó Natsume un poco molesto, pues aún recordaba como ella había besado a Mikan
—Mientras ella no quiera que la suelte no lo haré, además no la he visto en demasiado tiempo— le saco la lengua —tú ya tuviste tu tiempo vamos Mikan te acompañare a tu habitación— la castaña simplemente asintió entre los brazos de su mejor amiga mientras ambas caminaban en dirección donde ella le indico
Al entrar ambas se sentaron en la cama y Hotaru se separó levemente del abrazo, secando las lágrimas de su amiga con cuidado.
—Mikan ya no llores más, estoy aquí contigo de nuevo y ahora sí que no voy a desaparecer, ese idiota de Natsume tampoco lo va hacer—
—Hotaru estoy feliz, de que estés aquí, que Natsume y los demás igual— por fin volvía a tener la sonrisa de siempre —no quiero perder a nadie nunca más— se prometió a sí misma que sería fuerte, seguido de un bostezo
—Vamos a dormir, de seguro ha sido un día bastante pesado para ti— se levantó para ir a buscar pijamas para ellas —toma aquí tienes debes cambiarte para dormir— le extendió un pijama blanco con rojo y para ella uno blanco con azul
Cuando ambas estuvieron cambiadas se acomodaron en la cama, era bastante grande por lo que quedaron bien.
—Hotaru... es verdad que mi tío le dio su consentimiento a Natsume? — le susurró de forma que nadie más pudiera escucharlas —después de todo mis piedras Alice's desaparecieron por lo que el intercambio que hicimos y la propuesta ya no debería existir—
—Mikan no digas eso, su propuesta sigue intacta— acaricio con suavidad la cabeza de su amiga —ese tonto te lo dijo no? — esperaba que lo hubiera hecho, pero pudo entender que no lo hizo por la cara de confusión de su amiga dios ese chico era un caso perdido —no te preocupes por eso, mejor vamos a dormir— dio un suspiro mientras cerraba sus ojos y Mikan se acomodaba a su lado también cerrando los suyos
En medio de la noche Mikan se despertó, tenía una sensación amarga en su pecho quería saber a qué se refería Hotaru, qué cosa le debía decir Natsume sobre la propuesta que hicieron hace ya 4 años. Sin poder conciliar el sueño salió de la cama con cuidado de no despertarla y se dirigió a la cocina, quizás un té le ayudaría a relajarse. Antes de salir se colocó un polerón pues se sentía un poco expuesta con ese pijama, aunque tuviera confianza con todos le daba vergüenza. De camino a la cocina verificó que no hubiera nadie despierto no quería dar explicaciones de porqué estaba despierta a esas horas, al llegar a la cocina prendió el hervidor y se sentó cerca de la ventana mientras esperaba que se calentara el agua.
De a poco sus recuerdos estaban regresando, habían algunos que estaba feliz de recuperar y otros que aún dolían mucho como en aquel momento cuando pensó que nunca más volvería a ver a Natsume ese miedo tan grande que tenía se había hecho realidad en ese instante antes que sus piedras desaparecieran por hacer lo posible para salvarlo. Llevó una mano a su pecho apretando por sobre la polera del pijama en el lugar donde estaba su corazón, de pronto sintió sus lágrimas caer y ese miedo volvió a ella. Unos brazos la rodearon y una suave voz masculina le susurro
— ¿Por qué estás llorando ahora Mikan? — era Natsume, lo más seguro es que hubiera sentido su presencia en el momento que se levantó a la cocina
—Natsume...— levantó su mirada y se lanzó a los brazos de él —Natsume...— se aferró con fuerza de la polera del chico
—Tranquila, estoy aquí no tienes que tener miedo— beso con cuidado su frente acariciando su cabello —dime que paso, que recordaste para llorar de esa forma—
—Recordé el momento en que pensé que nunca más volvería a verte, cuando te vi morir frente a mis ojos— ocultó su rostro en el pecho del chico —mi miedo más grande se había hecho realidad te habías ido y me dejaste atrás—
—Mírame por favor— le pidió con suavidad mientras colocaba sus manos en el rostro de la chica —no iré a ninguna parte, volví para estar contigo por siempre— susurro antes de juntar sus labios con los de ella en un beso suave y tierno
Aquel beso transmitía tantos sentimientos entre ellos y sellaba también la promesa de estar juntos por siempre, como aquella vez la luna nuevamente era su testigo.
—Mikan... Quédate conmigo para siempre— murmuró sobre los labios de la chica al mismo tiempo que se quitaba un collar con un anillo de su cuello —cásate conmigo— le entregó el collar juntando sus manos
—Si quiero, estemos juntos por siempre— le dio una pequeña sonrisa —te amo Natsume—
—Te amo Mikan, ahora y para siempre más que a cualquiera— una pequeña sonrisa se formo en sus labios
Y fue así como volvieron a unir sus labios sellando nuevamente esa promesa eterna de amor, donde aquellos sentimientos seguían igual de fuertes a pesar de todo el tiempo que permanecieron separados.
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