Capítulo 1: Tan cerca y a la vez tan lejos

Han pasado 4 años desde que Natsume y los demás habían dejado la academia. Encontrar a Mikan estaba siendo más complicado de lo que esperaban.
Con los días Natsume se desesperaba más, estaba tan cerca de su amada, pero a la vez sentía que se alejaba cada vez más.

Fue cierto día que estaban paseando por el lugar cuando sintió la presencia de ella.
Estaba seguro que era su Mikan.

—Mikan... Es ella, estoy seguro— comenzó a seguir lo que su instinto le decía, sabía que estaba cerca
Miraba para todos lados hasta que de lejos la diviso pero lo que estaba viendo no le gustó para nada. Un chico estaba declarándose, decidió esconderse cerca de ahí para escuchar todo

—Sakura-San!, tú me gustas mucho ¿Quisieras salir conmigo? — confesó aquel chico muy sonrojado

—Lo siento, yo no estoy interesada— dijo directamente con una sonrisa nerviosa

Natsume sintió alegría por ello, después de todo ella lo seguía amando aún si no lo recordaba. Quería acercarse en ese preciso instante, pero no podía, los demás no lo dejarían hacer algo así sin embargo su cuerpo reaccionaba al deseo de estar con ella, por eso se fue acercando a Mikan.
Estaba tan cerca de poder tenerla nuevamente en sus brazos, pero Ruka se interpuso alejándose inmediatamente de ahí antes que la chica notara que estaban ahí.

—Natsume... No puedes acercarte así a Sakura, debes recordar que no queremos asustarla— sabía perfectamente que su amigo estaba sufriendo —ella no nos reconocerá por eso estamos encontrando la mejor forma de acercarnos—

—Ruka... Ella sigue siendo la misma de siempre— esas palabras las decía con tanto amor, pues la mujer que ama seguía igual excepto por el físico ahora era aún más hermosa de lo que la recordaba

—Natsume-kun tiene razón Mikan-chan es igual a Yuka-Sempai cuando tenía su edad— Narumi había observado a distancia en ese momento a la joven y era igual a su antiguo amor, tan pronto como dijo eso sintió el aura asesina del joven azabache —no me mires así sabes que solo tengo un cariño paternal con ella— movió sus manos de forma nerviosa tratando de alguna forma de apaciguar ese ataque de celos

—No puedes evitarlo Narumi-sensei— dijo apareciendo junto a ellos Tsubasa con Tono —este chico siempre estará celoso de quien sea que se fije en Mikan o se le acerque—

—Repite eso sombra y te quemaré vivo— se le acercó mirándolo de forma amenazante mientras encendía un poco de fuego en su dedo

—Chicos, dejen de lado esta pelea infantil tenemos que ver cómo acercarnos a Sakura— se interpuso Ruka —para eso estamos aquí en primer lugar—

Esas palabras hicieron recapacitar a Natsume quien simplemente apago la pequeña llama y se alejó de ellos en dirección contraria a la que se encontraba la chica

(Pensamientos Natsume)
Tsk... Maldición estuve tan cerca de tenerte por fin en mis brazos Mikan, no sabes cuanto te extraño. No te preocupes pronto iré por ti, lo prometo y esta vez cumpliré nuestra promesa

Todos notaron el repentino cambio de ánimo del chico, sabían perfectamente lo frustrado que se sentía estar tan cerca de la mujer que ama y llevaba todo este tiempo buscando, pero no poder acercarse a ella debido a que no lo reconocería.
Natsume seguía negando la idea de que ella lo hubiera olvidado tan fácil y si eso pasaba haría lo necesario para que lo recordara.

No muy lejos de ahí ya caída la noche el grupo estaba cerca de donde vivía la chica, cierto azabache de ojos rojizos observaba atentamente a su amada, si bien parecía un pervertido no estaba cometiendo ningún delito pues ella siempre ha sido suya. Imaginaba tantas cosas cuando estuvieran juntos algunas no tan santas cabe decir, pero quién podría culparlo había estado sin ella por cuatro largos años y era una tortura tenerla ahí tan cerca.
De repente Tsubasa se acercó a él.

—Pareces un pervertido desde esta posición ¿lo sabes? —

—Tsk... Cállate sombra, no estoy haciendo nada malo sólo estoy observando a la mujer que amo y nadie me puede prohibir hacerlo—

—Natsume-kun a lo que se refiere es que las personas comunes que viven fuera de la academia no están acostumbradas a acciones como las que estas teniendo en este momento— y como siempre el afeminado de Narumi trataba de ser la voz de la razón

Natsume simplemente los ignoró y se levantó para alejarse de ahí, necesitaba espacio urgente para desahogarse de ciertos pensamientos impuros que fueron provocados al simplemente observar a su mujer. Porque era suya.

Se dirigió a la casa donde se estaban alojando, cortesía de su padre. Entró rápidamente al baño y dejó correr el agua fría, eso lo ayudaría a calmar ese deseo que surgía como fuego en su interior.
Luego de una buena ducha fría se colocó ropa más cómoda y cerciorarse de que no hubiera nadie cerca para salir sin ser visto. Sabía que no debía acercarse de golpe a la chica, pero no podía aguantar más las ganas de simplemente verla.

Se movió sigilosamente entre las sombras cerca de la casa de la chica, sabía bien que su abuelo dormía temprano y que aparte de ella estaba bear igual.
Se asomo por el marco de la ventana observándola dormir, recordó la última vez que la vio fue en aquel balcón donde ambos confesaron el amor que se tenían y se comprometieron frente a la luna cómo su única testigo.

—Mikan... Por favor no me olvides tan fácil— apretó su mano en un puño contra la ventana conteniendo las ganas de romperla y llevársela ahora mismo de ahí.
Sin pensarlo más abrió con cuidado la ventana para estar más cerca, solamente le daría un beso y esperaría hasta que pudieran aparecer frente a ella como correspondía.

Al estar nuevamente tan cerca sentía demasiados nervios como nunca antes, pero si lo pensaba bien había sentido esto antes precisamente el día en que se conocieron por primera vez.
El afeminado de Narumi le dijo un tiempo después que las personas que nunca han estado enamoradas resultan débiles ante su Alice. Eso quería decir entonces que Mikan fue su primer amor.

Justo cuando pretendía darle un beso escucho que alguien se acercaba y tuvo que salir de la forma más sigilosa posible para que no lo descubrieran. Resultó ser Bear, lo más seguro es que el tío de Mikan le ordenó mantenerlo alejado hasta que llegara el momento correcto.
Maldijo por lo bajo y se fue de ahí antes de que lo descubrieran.
Al llegar a la casa donde estaban todos, se escabulle por la ventana de esa forma nadie notaría su ausencia.

—Natsume dónde estabas? — Ruka estaba ahí también pues les tocó compartir la habitación —fuiste donde Sakura cierto? —

—Tsk... No me vio si eso es lo que te preocupa, Bear me descubrió y tuve que correr de regreso para evitarnos problemas...— cerró la ventana y se recostó en la cama de lado

—Entiendo que quieres verla, pero su tío nos puso condiciones antes de que suceda eso y...—

—¡Tú no entiendes Ruka! Ninguno de ustedes lo hace— se levantó de golpe echo una furia —si lo entendieran me dejarían ir ahora mismo con ella...— sin poder contenerse más las lágrimas comenzaron a descender por sus ojos
En completo silencio sintió como su amigo lo abrazaba, por un momento no se dio cuenta que se descontroló gritándole todo eso a quien más lo ha estado apoyando.

—No es eso Natsume.... Ella no va a reconocernos, a ninguno de nosotros— se separó ligeramente de su amigo extendiéndole un pañuelo —tenía una noticia que darte antes que te pusieras así—

—Lo siento Ruka... Es solo que la extraño demasiado y no sé cuánto tiempo más aguante seguir así, ya son 4 años desde que desperté sabiendo que ella ya no estaba a mi lado—
Antes que pudieran seguir con su conversación entró Narumi

—Supongo que por los gritos no le has dicho aún la noticia— dijo con una pequeña sonrisa de lado —mañana iremos a ver al abuelo de Mikan-chan mientras ella está en la escuela, su tío vendrá con nosotros nos reuniremos allá—

— ¿Mañana? — el chico estaba perplejo —¿dices que pronto podré estar con ella? ¿Eso quieres decir cierto? —

—Así es Natsume— su amigo le dio una sonrisa —mañana iremos a decirle a su abuelo que nos dé su permiso para llevarla de regreso, que merece saber la verdad sobre toda su vida—
El chico no podía creerlo después de tanto esperar para que llegara un día así, por fin podría estar con ella luego de tanto tiempo separados.

A pesar que sabía bien que mañana debían levantarse temprano no podía contener esa emoción por ese día que tanto había estado anhelando. Después de un largo rato por fin pudo quedarse dormido, soñando con aquel encuentro el día de mañana.

Mientras Mikan que seguía dormida en sus sueños aparecía aquella persona que alguna vez amó profundamente, pero no distinguía su rostro. Siempre era lo mismo y cada vez que despertaba estaba llorando al igual que la primera vez que despertó en casa con su abuelo.

No sabía bien el porqué de ese sentimiento que la invadía todo el tiempo, muy pronto sabría quién era ella en verdad, todo aquello que olvidó hace 4 años.

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