Capítulo 3

- ¡Kenma! - El omega se encontró con Yaku antes de ver a Kuroo en algún lugar. Según lo que le dijo el alfa, el pelinegro se encontraba con sus amigos en el exterior. Pero solo veía al joven beta en el lugar. Por ende, seguramente solo estaría él.

-Hola. - Dijo en un pequeño ápice de voz. Morisuke Yaku parecía contento, no le mencionó nada respecto a su naturaleza. No empezó a insultarlo como algunos de la manada hacían.

- ¡Yaku, Kenma! ¡venir aquí! - esta vez ambos fueron a donde los llamaban, delante del futuro alfa, Tetsuro Kuroo.

- ¿A qué viene tanta impaciencia últimamente? - Yaku estaba harto del inusual comportamiento de su alfa en estos días, era algo extraño de su parte teniendo en cuenta que Kuroo era bastante fácil de prever.

-El alfa quiere que os cuente nuestro futuro plan, Y tu Yaku me ayudarás. -

-Llevo desde que llegué aquí sin enterarme de nada. - Y era verdad, fue solo llegar y su amigo ya lo estaba arrastrando por donde quería sin mencionar explicación alguna.

-vamos a simular la muerte de Kenma y a ocultarlo en mi guardia. - hasta el día de hoy, el único que sabía dónde estaba la guarida de Kuroo parte de sus padres era Yaku, quien sería su mano derecha cuando asumiera el mando. El susodicho solo pudo asustarse. Toda aquella situación lo estaba sobrepasando.

-Kuroo, todo eso lo puedes hacer tu solo y ambos lo sabemos, no es la primera vez que haces que alguien desaparezca, lo hiciste varias veces cuando tu padre te lo ordenó como misión. -La mirada fulminante del pelinegro le hizo callarse. - A lo que iba, si tu solo puedes hacerlo ¿para qué me necesitas? -

-necesito que vayas al pueblo humano a comprar tinte de cabello y ropa de mujer. -

- ¿otra vez? el cumpleaños de tu madre ya terminó hace mucho. Además, a todos nos gusta el color natural del cabello de Luna. -

-No, esto es porque cuando Kenma necesite salir a liberar a su lobo, tendrá que disfrazarse de mujer, además, necesitare tu ayuda si al final tenemos que ir con los humanos una temporada. mi padre aún no dio su permiso, pero lo haré si la situación lo necesita. Y necesitaré que te comuniques conmigo si eso llega a pasar. - Fue el turno de Kenma para interrumpir.

-Aun no estoy muy seguro de esto, no estaremos seguros con los humanos, y queda poco tiempo para el día de mi ejecución. Además, tu guarida será aún menos segura una vez llegue el...- no quiso terminar su oración con Yaku delante. Y por ello el de cabello más claro pregunto.

- ¿Que no es segura? La guarida del futuro Alpha es la más segura que hay, eso es seguro. - El beta no había entendido el hecho de que cuando le llegara el celo el mismo Alpha le atacara, aún más después de declaras que era su alma gemela. No podría resistirse. No es que estuviera en peligro. Pero seguramente acabaría matando a Kuroo cuando el consejo lo capturara.

Sakura apareció- Chicos venir aquí, tenemos que hablar. - Todos asintieron y siguieron su orden. Solo entrar a la sala vieron a los padres de Kenma postrados en el suelo. Kenma tembló. Y Kuroo instintivamente se le acercó para rodearle los hombros.

-Aléjate un poco, eres demasiado pegajoso. - Fue el turno del actual líder de reírse, Aixko y su mujer se sentaron nuevamente en sus respectivos lugares, y Kenma se fue con ellos.

-mi hijo está probando el rechazo, me encanta Kenma, sigue así y serás mi favorito. - Kuroo gruñó.

-Bueno, ahora que tus padres me han dado la aprobación para proceder, voy a volver a explicar todo, pero esta vez con lujo de detalle, cada uno tendrá que hacer lo que se le pide. menso Kuroo, el seguramente hará lo que quiera así que solo tiene que asegurarse de que Kenma sobreviva. Los demás, prestar atención, porque solo nos quedan tres días antes de que el cabal del rio disminuya y nadie pueda llegar a creerse que el agua engulló a alguien.

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Los días pasaban, y Yaku, guiado por Sakura fue mandado al mundo humano a por todo lo que necesitaban. Extrañamente, el viaje fue más corto de lo esperado, y nadie lo miró raro, los humanos eran extrañamente iguales a ellos, excepto por el hecho de que no desprendían ninguna feromona y no podían transformarse en lobos como ellos. Decidió no seguir pensando más en ello, quería volver a su manada cuanto antes después de comprar lo que le habían ordenado.

Entrar al gran edificio fue asombroso, aquello no tenía nada que ver con lo que ellos mismos se autofabricaban para la supervivencia, los humanos se llenaban de comodidades. Y su mera curiosidad le hizo quedarse más tiempo de lo debido.

Y cuando entro a comprar ropa de mujer, siendo el un hombre, se llevó la mirada de más de una anciana del lugar. Aun así, no sabía por qué la Luna le compraba aquello a Kenma y porque había sido tan especifica con las prendas. Dudaba que Kenma se pusiera una falda y mucho menos unas medias. Aun así, lo compró y salió de la tienda para dirigirse a las siguientes.

-Jovencito- ¿Jovencito? ¿Quién? ¿él? Él no era un joven, él ya había sobrepasado la mayoría de edad, iba a ser el segundo al mando de su manada y eso se podría considerar un insulto. - ¿No le interesaría nuestra última consola de última generación? Es muy popular entre los jóvenes- ¿Quería venderle un juguete? Iba a quejarse en ese mismo instante de no ser por los diferentes colores que salían de la extraña caja que el hombre sostenía. ¿eso era magia? ¿se podía comprar?

Si, la curiosidad de los lobos era alta.

- ¿Que es este artilugio y para qué sirve? - El hombre que se le acercó para hablarle se sorprendió un poco con la potente voz que cargaba el joven, aun así, su sueldo dependía de que vendería en el mes, y mientras más vendiera mejor, así que eso no le detuvo de promocionar bien sus consolas.

-Es una nueva consola, la Nintendo Switch, ¡ha salido al mercado a precio de ganga! además con la compra de una viene con un juego de regalo. - Yaku no era muy inteligente para las compras humanas que digamos. Tampoco era como que el hombre quisiera estafarlo, no tenía ninguna pinta de malicia en su mirada. pero eso no le quitaba el hecho de que igual compro todo lo que quiso ese día.

-Me la llevo, Deme todo lo que lleve-

- ¿Todo? - Si mal recordaba, actualmente tenía 28 juegos diferentes en ese momento que eran compatibles con la consola.

-Si, todo- Al hombre se le iluminó el rostro, acababa de ganar un montón en un solo día.

Cada vez quedaba menos para el día fatídico en el que ejecutarían a Kenma delante de todos. Y Kuroo a medida que pasaban los días gruñía más. Solo esperaba que todo saliera bien.

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-Kuroo, suéltame. - Kenma estaba atrapado entre los brazos del mayor, cada día estaban igual, ya hasta los líderes se acostumbraron a encontrar a su hijo abrazando a Kenma en el sofá. Diariamente. Y separarse de el para volver a casa era todo un sacrilegio. No quería separarse.

-Un poco más. - su voz sonaba ronca, casi como si estuviera medio dormido. Las feromonas de Kenma le ayudaban demasiado a relajarse, y eso era difícil para un alfa en cualquier momento del día. Siempre alertas al peligro.

-No, suéltame. - Finalmente lo soltó, aunque estaba seguro de que en algún momento volvería a tenerlo sobre sí. No quería eso. - me voy. -

-No puedes irte. - eso le hizo bufar, cada día lo mismo, y lo mismo.

- ¿cómo qué no? -

-Tienes que estar aquí, no podemos arriesgarnos a que alguien te ataque. - esa estúpida sonrisa se grabó en su rostro de nuevo. Kuroo era el único que podía reír en una situación somo esa.

-Me iré a casa- se levantó, dispuesto a irse si no llega a ser por el apretón repentino en su muñeca.

-Tus padres están trabajando con mis padres, no hay nadie en tu casa, aquí estás más seguro. - Rodó los ojos, ya estaba harto de todo aquello, y en un día, solo un día, vendría su muerte. Y estaba demasiado asustado por ello. No quería desperdiciar su último día de vida estando encerrado. Y aunque Kuroo le dijera que no iba a ser su ultimo día, no podía creerle. ¿Qué podía hacer un simple alfa contra el consejo?

Las puertas se abrieron de inmediato el fuerte sonido de la puerta golpeando con la pared retumbó por todo el lugar, estaban convencidos de que había que cambiar la puerta. Dejando de lado aquello, sus padres estaban a la vista, ambas familias- ¡Rápido chicos! hoy inicia el plan, el consejo acaba de llegar antes de lo esperado. - El alfa lo ordenó, el pecho de Kuroo se presionaba a su espalda, su corazón latía con fuerza, al igual que el suyo.

- ¿Qué? - su voz se quebró, perdiendo la estabilidad en sus piernas, si no hubiera sido por el agarre de Kuroo sobre si se hubiera ido de cabeza al suelo.

-Funcionará, tranquilo. - De verdad, quería creerle. Al igual que tenía una pequeña voz en su cabeza que quería entregarse al alfa. Aun así, su raciocinio no se lo permitía.

-Necesitamos que dejes salir tus feromonas aquí, muchas de ellas Kenma, tenemos que hacerles creer que entraste en celo y te tiraste al rio y la corriente te llevó- La Luna fue clara, llevaba explicándole aquello durante mucho tiempo, pero escucharlo no era igual que hacerlo, tenía la presión de la muerte sobre sus hombros.

La habitación se vació, solo quedaron Sakura y Kuroo, que seguía abrazándolo fuertemente de la cintura. Aun así, no creía que fuera buena idea soltar sus feromonas de manera imprudente y en grandes cantidades enfrente del alfa. tampoco tenían tiempo como para moverlo a otro lugar, además luego de soltar sus feromonas a gran escala acabaría desmayándose, y tendría que confiar en todos los demás para ayudarle.

Forzó su cuerpo, un extraño cosquilleo recubriéndole, nunca había hecho aquello, ni aun estando solo, tenía miedo de que alguien le insultara o le dijera alguna barbaridad por liberar sus feromonas. Extrañamente se sintió demasiado bien. Liberar sus cadenas por una vez en su vida. Respirar, dejar salir su verdadero ser. Dejando fluir las feromonas a gran velocidad.

Algo húmedo en su nuca le hizo detenerse.

- ¡Kuroo! - Se alejó al momento del alfa que había lamido su glándula. Los ojos de Kuroo ahora se volvieron dorados. Todos sabían lo que pasaría si Kenma soltaba sus feromonas tan cerca del pelinegro, aun así, nadie lo detuvo. El pelinegro parpadeo tres veces, el dorado empezaba a desparecer. - Lo siento Kenma, me controlaré más. - Sakura tuvo que hacer como que no vio nada, había otra cosa que corría mucha más prisa en ese momento

-Queda poco tiempo, Kenma, lo haces bien, solo un poco más, tienes que seguir hasta que sientas como si tu cuerpo explotara, sé que es un poco cruel pedirte esto, lo sentimos. - El moreno asintió, cada vez que forzaba sus feromonas su corazón se oprimía.

Finalmente, el ambiente parecía propio de un omega en celo. todos fuera del lugar lo supieron al momento, todos los hombres no emparejados tuvieron que taparse la nariz al momento. La concentración de feromonas era demasiada para cualquiera.

El alfa líder junto a la familia Kozume entraron de nuevo al lugar. Kenma dormía profundamente, su cuerpo colapsó.

-Kuroo, a partir de ahora estas en una misión, no puedes aparecer en la manada hasta dentro de una semana, estaréis en tu guarida una semana, no podréis salir hasta entonces. - Le lanzó algo que parecía una bolsa, una muy extraña al ver su procedencia. - Eso son productos humanos que compró Yaku, utilizarlos, ayudaran a Kenma a cambiar su aspecto. Cuando vuelvas tienes prohibido hablar sobre esta semana, estuviste en la montaña desahogándote con los árboles porque el celo de Kenma te afectó y saliste corriendo, entonces Kenma se suicidó, yo mismo me encargué de tirar más de veinte árboles en esa montaña para el día de hoy. - Se giró a los padres del omega. - Aquí no ha pasado nada de esto, vuestro hijo a muerto, se ha tirado al rio, Sakura os acompañará ya que es la única de aquí que no contaminará las ropas con su aroma. Luego volverá corriendo hacia mí y el consejo. Y nos dirá que os encontró al borde del rio llorando a mares. No sabemos cuánto durará esta farsa, esperamos que sea hasta que acabe el invierno, pero no hay nada seguro ¡MOVEROS! - Y así se dictó

Ahora solo necesitaban un poco de suerte.

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- ¿Ya se han ido? - El alfa líder asintió.

- Kuroo está de camino a su guarida, será el mejor sitio para ellos. Nadie sabe dónde está la guarida de Kuroo, fue el lugar que el mismo se buscó. Y nadie los encontrará por la misma razón. - Aixko suspiraba demasiado fuerte, se llevaba las manos a la cabeza, casi queriendo creer en lo más profundo de su ser que todo aquel plan saldría bien.

Sakura entro al lugar. - Ya está todo preparado, he dejado sus ropas en la zona norte del rio, en cinco minutos os seguiremos. - Aixko y Mina se fueron, cumpliendo las órdenes.

- ¿Soy la única que nota el olor a quemado? - el rostro arrugado de Sakura al pronunciar aquello era dudoso.

-No, yo también lo noto, pero no le había prestado mucha atención- Ambos se incorporaron e iniciaron a buscar algo que pudiera estar ocasionando el leve aroma a ceniza.

- ¿Eso viene de la nevera? - Sakura estaba atónita, ¿por qué la nevera parecía haberse quemado? -Vincent, muévela. - El alfa simplemente tiro hacia adelante el mueble, dejando a la vista el único enchufe que disponía la casa. Completamente quemado, casi como si hubiera sufrido un cortocircuito.

¿A qué se debía esto?

De repente, como si todas las piezas del puzle encajaran, Sakura jadeó, no creyéndose lo que las pistas querían decirle. - No hemos visto nada Vincent. -

-Esto ¿lo hizo Kenma, ¿verdad? El rayo es el símbolo original de esta manada, y solo las lunas de sangre podían controlarlos. - La beta tembló. Todo eso no podía suceder ahora, ¿Cómo no pudo pensar en ello? Todo el mundo sabía sobre las lunas de sangre, si Kuroo afirmaba que Kenma era su Luna con solo captar su aroma, era obvio que era Luna de la manada Nekoma por derecho. Una Luna de sangre enviada por la diosa. Y si la diosa las había enviado, no significaba nada bueno. Ni para su manada, ni para su manada original. Y solo ella, y su hermano sabían de esto. Solo a los familiares directos de la manada central se les explicaba sobre los poderes de las Lunas y lo que podrían llegar a hacer con ellos.

-No podemos sacar este tema ahora, habrá que avisarle de esto cuando el tema del consejo quede zanjado. Ha podido despertar su poder porque le hemos forzado a soltar una enorme cantidad de feromonas, hasta que pase su celo no deberemos preocuparnos de esto, nadie tiene que saber esto- Todo debía transcurrir según lo previsto, sin complicaciones. Además, según sus conocimientos, el rayo era el segundo en despertar después del aire. Y sabía perfectamente que aún ninguna manada poseía ese don, porque el consejo habría tratado de eliminarlo antes de tiempo.

"Y aquel que poseyera el don de manipular el aire nacería con un brillante anaranjado en el cabello, dando inicio a la próxima generación de lunas"

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Solo pasaron dos horas antes de que el representante del consejo de la manada se presentara en casa del alfa, junto a los padres de Kenma, llorando, con la madre abrazando una camisa harapienta y con su Luna intentando consolarla. El resto de la manada se hallaba detrás de la pareja, algunos intentando consolar a la madre, amiga i confidente de muchos. El resto, simplemente se hallaba allí por otras razones, desde la curiosidad hasta el odio pro los omegas varones.

- ¿qué sucede? - el tono de la voz del líder se volvió grave, casi utilizando la voz representativa de los alfas.

-El engendro de la manada se ha tirado al rio, todo apunta a que entró en celo según el fuerte aroma de las ropas que encontraron en el bosque. - Fue la misma mujer que se atrevió a hablarle tan descaradamente en la reunión de la manada la que le contestó. La misma cuyo compañero era el representante del consejo en su manada

- ¿Engendro? ¿Cómo se atreve a llamar de esa manera tan horrenda a mi hijo? ¡Usted es el engendro en este lugar! - Mina lloraba desconsoladamente esparciendo sus feromonas para intentar atemorizar a la mujer. Mas esto era casi imposible para un omega, dado que sus feromonas siempre mostraban la casta de estos, y nadie llegaba a temer nunca a una omega.

- ¿Como se atreve usted a llamarme de esa manera? Usted debería mostrarse agradecida con nosotros después de haberos dejado vivir en esta manada tantos años con ese engendro. Cualquiera preveía que esto acabaría así. Con solo ver el crecimiento de ese monstruo era previsible que se manifestaría como un omega. - La manda se hallaba dudosa, sin saber si era mejor creer a la mujer o si creer a mina. Cosa que ya era muy tarde para todos el poder decir. Kenma estaba muerto.

- ¡Mizuko Miza! ¿Quién se ha creído que es usted para hablar de esta manera en la manada? No se equivoque aquí, yo soy el alfa, y usted simplemente es una de las mujeres de esta. - Vincent no creía lo que veía. Una simple mujer, aliada con el consejo se creía con la suficiente autoridad como para sobrepasar su mando y empezar a dar órdenes.

-Simplemente intento ayudarlo con detalles que no son importantes. Estos sucesos tendrían que ser resueltos por el consejo, no por usted, alfa. - La mujer agachó la cabeza en todo momento.

- ¿Está diciendo que el consejo debería de tener el libre albedrio para actuar sobre mi manada, una gobernada por todos mis antepasados y que pertenece a mi familia el liderar? - la rabia corría en su mirada, era visible por todos. la mujer había cometido un crimen.

Todo aquello era visto bajo la atenta mirada del consejo, que aún no sabía cómo iniciar su conversación y evitar la muerte de una de sus informadoras.

-Alfa, simplemente creía que como pariente de un miembro del consejo deberíamos encargarnos de asuntos menos importantes para así no molestarle con su preciado tiempo. - Mientras más palabras salían de sus labios, más profundo cavaba su tumba.

-Pues creías mal, al unico que le corresponde ese derecho es a mi luna o beta, usted debería encargarse de su tarea en esta manada, que es su propia tienda. -

-Alfa, perdone la osadía de mi mujer, simplemente estaba intentando ayudar en la evolución de la manada. -

- No estaba intentando ayudar a nada, su mujer simplemente quería muerto a uno de los integrantes de esta. ¿Un engendro? Los que son un engendro aquí son ustedes. Saben perfectamente que no tienen permitido entrar a mi manada si no son invitados con antelación, y la fecha puesta no era hoy, sino en unas semanas. - El alfa estaba furioso, a un paso de atacar a el hombre delante de él que defendía a su compañeras. Estaba seguro de que esa pareja creía que estarían seguros luego de darle la espalda y traicionarlo para conseguir el poder del consejo. Estaban muy equivocados.

- Si, mi alfa, pero los sucesos se han adelantado y la diosa luna nos mandó a venir. - ya les gustaría a ellos haber sido enviados por la misma diosa.

-La diosa luna no los mandaría a matar a uno de sus hijos. por ello la diosa luna no os compensa otorgándoos almas gemelas, vosotros vais en contra de la diosa, y por ende no tenéis permiso para un libre albedrio en mi manada. Les diría amablemente que se fueran, pero prefiero no hacerlo, Les ordeno que se marchen. - Eso era algo que muchos sabían, cuando alguien se incorporaba al consejo, la diosa les daba la espalda por ir en contra de sus deseos, era el castigo impuesto sobre estos miembros al ir en contra de la naturaleza y haber matado a muchos de sus hijos.

-No puede hacer eso alfa, yo simplemente soy un mensajero del consejo de esta manada, pero los demás son integrantes de este, son miembros muy importantes de todas las manadas. Son respetados y no se merecen una falta de hospitalidad. - ¿Gente respetada? ja, como si el no tuviese comunicación con el resto de las manadas, todo el mundo odiaba al consejo, pero por razones a las cuales aún no llegaba a entender, nadie los enfrontaba

- ¿Falta de hospitalidad? ellos han venido a confirmar la muerte de uno de los nuestros, eso no es venir con buenas intenciones y menos aquí. -

-Alfa, lamento interrumpir su conversación con uno de los mensajeros de nuestro consejo. - Fue el turno de uno de los consejeros principales - Pero necesitaríamos saber si el omega varón perteneciente esta manada, Kenma Kozume, ha muerte hoy en el rio. - Era una pregunta obvia teniendo en cuenta la temporada en la que estaban. La misma que provocaba que el caudal del rio fuera peligroso para cualquiera. incluso para el lobo más experto en el agua era imposible sobrevivir.

No hubo respuesta, el desahogado grito de la madre que había perdido a su hijo era suficiente para confirmarlo.

-No creo que necesite respuesta después de escuchar los gritos desoladores de la pobre madre. - tenía que admitirlo, por ahora todo estaba saliendo bien, aunque su paciencia estaba pendiente de un hilo, el ser cuestionado siendo el un alfa le estaba provocando una rabia interior que no podía ni quería controlar.

-Está bien alfa, sabemos que la manada Nekoma es una de nuestras mejores aliadas. Aun así, nos gustaría poder conversar con usted para poder ponernos al día de las nuevas. Estamos seguros de que tiene noticias de lo sucedido hace unos años en la manada principal, y dado que su compañera pertenecía a la manada principal seguro que también atender a la reunión. A ser posibles en un lugar un poco más privado. - Esa información seguramente les seria de ayuda. Aunque le pesara aquello, tuvo que invitar a uno de los miembros principales de la manada a entrar en su casa. Mientras tanto, todo el revuelo que se formó en el exterior parecía disiparse.

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-Como ya se hizo conocido, hace unos años un omega varón se escapó de purificación escondiéndose y ocultándose como una mujer, y el pobre alfa cayó en sus trampas de redondo. Actualmente su hijo sigue con vida, y se han abierto temas de discusión, dado que muchos piensan que nació de una unión no predicha por la diosa luna no lo quieren como futuro lider. - Sakura y Vincent no cabían en su sorpresa. Estaban furiosos, ¿Cómo había gente que pensaba así? era imposible, seguramente todo eran maquinaciones del consejo para intentar pillar por sorpresa a la reencarnación del alfa líder.

- No creo que sea un problema para él, Es el único descendiente de sangre directa con el anterior alfa, además, en esta manada no creemos que los omegas varones tengan trucos para engañar a los alfas. - Luna habló, dando a entender que ella apoyaría al lider de Karasuno, sin mencionar en ningún momento su relación con él.

-Aun así, se dice que este año será cuando se presente, muchos hablan y han decidido que luego del festival de la caza se revelaran contra él. El consejo incluido, no sabemos lo que puede lograr el hijo de un omega varón. Puede que tenga muchas carencias debido al engendro de su progenitor omega, no lo sabemos con certeza dado que es la primera vez que sucede. Nos gustaría contar con su apoyo en la batalla. - Estaban locos si en serio le estaban pidiendo ayuda a él.

-No lo tienen. -

- ¿Disculpe? -

-Independientemente de quien sea la madre de ese niño, ya ha llegado a la edad adulta en la cual puede presentarse, no voy a participar en la destrucción de una manada, y menos en la de la manada principal. Mi manada y yo no nos involucraremos. Además, planeo cederle a mi hijo el liderazgo muy pronto, yo ya no tendré derecho a decidir sobre mi manada, será suya en poco tiempo. - Si, le quedaba poco tiempo como alfa líder.

-Si eso es así ¿por qué su hijo no se encuentra en esta reunión? - Sakura se mordió el labio, era algo que fácilmente podía notar por su conexión de compañeros. Fue el momento de hablar, rezando por la seguridad de todos en su elaborado plan.

-Sospechamos que mi hijo huyó a la montaña porque fue afectado por las feromonas de Kenma, tengo a unos de mis ejecutores principales siguiéndole el rastro. - Esperaba que para entonces Kuroo ya se hubiera refugiado en su guarida.

-Está bien, dado que no tiene intenciones de añadirse a nuestra lucha, agradeceríamos que no se interpusiera en nuestro camino cuando esta se de a cabo. - Básicamente eso era una amenaza.

-Así será. -

-pase un buen invierno alfa, nunca se sabe cuándo la diosa luna nos podrá bendecir con otro de sus herederos. - Si claro, solo tenían que sobrevivir al invierno y todo resultaría en un final feliz para todos.

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- ¿crees que Kuroo y Kenma estarán bien? - Eso quería creer.

- Solo tienen que sobrevivir el invierno en su guarida, no es tan difícil. - Si, tenía que mantenerse en ese pensamiento.

-Pero, Kuroo ya lleva un año que se manifestó como alfa. -

-A Kenma aun no le llegó su celo, no tiene por qué sentir los estragos del invierno. Y mientras no lo haga, Kuroo no se verá afectado. -

- Pero ¿y si lo sintieran? No hemos previsto eso en nuestro plan, además se supone que los pusimos juntos para que Kuroo lo protegiera, pero no pensamos en cómo protegerlo de él en el invierno.

SI eso sucediera, nuestro plan podría fracasar. Aun así, creo que lo mejor será dejarlos hacer, porque si algo fallara, al menos habrían estado juntos una vez. -

~El invierno se acercaba, y, por ende, la temporada de apareamiento de los lobos. ~

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