Fue una mala idea. Una muy, muy, muy, muy <<¡MUY!>> mala idea. La simple presencia de Logan está haciendo efecto en todo mi cuerpo, espero no estarme viendo un poco maniática ahora mismo, Dios mío que vergüenza. Pero por favor, este hombre es imposible de ignorar, el cabello castaño, los ojos verdes, la semejante altura y el tatuaje de serpiente que le recorre el brazo son imanes para cualquier ojo. Y a los míos no les costó para nada encontrar la atracción. Comienzo a cansarme de caminar y es cuando estoy segura que casi llegamos a nuestro destino, voy a dejar entrar a Logan a uno de mis lugares secretos y no sé si haya sido una buena idea, ni siquiera Leah y James saben de la existencia de esto. Esta bastante escondido.

- Sigo sin saber a dónde vamos- comienza a ver a todas partes en busca de una respuesta.

Me paro enfrente de una puerta algo vieja color marrón y me ve con la duda en su rostro antes que le abra y señale que pase. Las piernas me tiemblan cuando cierro la puerta detrás de mí y me dirijo a la parte de atrás con el pisándome los talones. El nerviosismo se desvanece en cuanto abro la segunda puerta y una bola peluda grande se abalanza sobre mí. Por la fuerza me caigo de espaldas mientras el responsable se dedica a lamerme el rostro.

-¡Alec!- regaño medio riendo- No seas maleducado.

El perrito juguetón se aleja lo suficiente de mi para que pueda levantarme y le rasque la cabeza con cariño. Me giro hacia Logan que tiene una sonrisa gigante en el rostro y luego regreso a Alec.

-Alec, él es Logan- presento hablándole al canino-. Saluda- le ofrece una de sus patitas la cual Logan toma con suma fascinación.

-No sabía que tenías un perro.

-En realidaddd- no me da tiempo de terminar la oración cuando otros diez perros más salen corriendo del patio. Logan me ve asombrado y aterrado al mismo tiempo, me es imposible no reírme con su rostro-. No son míos, bueno, de alguna forma lo son, por ahora. Yo alquilo este lugar para cuidar de ellos junto con una amiga de la residencia, Lorna.

-No tenía idea- dice mientras acaricia a los perros curiosos que se acercan a él.

-No es fácil mantener un refugio, en especial cuando no tienes suficientes gastos para ti misma, pero ellos no tienen a nadie en el mundo...

-Te tienen a ti, eso es mejor que tener a cualquier otra persona- sus palabras me dejan sin habla por un segundo. Me despejo porque lo que pienso no es correcto. Carraspea un poco antes de cambiar de tema-. ¿Lo tienes hace mucho?

-Mmm más o menos dos meses luego que entre a la universidad.

-Vaya, llevas muchos, ¿cuántos tienes ahora?

-Como veinte.

-¿Y adoptados?

-Treinta y tres.

Sonríe sin preguntar más y veo que le gusta uno en especial. Las patitas blancas de una pequeña Husky buscan las manos de Logan jugueteando con ellas. Logan la ve encantado, me gusta como en un momento se olvidó de todo lo de allá afuera y logré que desvaneciera cualquier sentimiento que estuviera molestándolo. Me doy una palmada invisible y me paso casi todo el tiempo jugando con los perros, los alimento y cambio su agua para luego dormirlos a todos excepto a Snow, que sigue en los brazos de Logan negándose a irse sin él. Me acerco a su lugar para quitársela de los brazos y de inmediato comienza a llorar con su ausencia.

-Por Dios Snow, no puedes irte con él. Ya lo verás otro día- no evito que siga llorando.

-Eres muy hermosa- me quita a la perrita de las manos y de inmediato se tranquiliza, la deja en su cama y la arropa hasta que se queda dormida.

Me aseguro de cerrar todo antes de salir junto con el castaño de regreso a su auto, de camino a él nadie dice una palabra, en ocasiones lo veo de reojo para encontrarlo observándome con curiosidad, aparto la vista siempre sonrojada, detesto mi tez blanca, no puedo disimular el sonrojo. Cuando llegamos a su auto la calefacción nos recibe y me da unos minutos más de vida, cuando llegue a la residencia tendré que bajar las mantas gruesas. En donde vivo no es de las más bonitas del campus, y mucho menos la más cara. Encontré un dormitorio barato en el primer piso de las ultimas residencias, debía levantarme un poco más temprano por el lado en que estaba ubicada, mi campus estaba un poco más alejado, pero era lo que mi dinero podía abarcar. Enciende el auto dirigiéndose a la residencia.

-Deberías darle más publicidad a ese refugio, Jen- me dice aportando una conversación.

-Oh, no es que no quiera, sino que tengo dinero, la mayoría cobran por eso. He intentado lo más barato, como volantes, redes sociales, pero el refugio no es muy bien mantenido así que no lo hace muy atractivo- pongo una mueca y luego comienzo a decepcionarme, tal vez no fue una buena idea después de todo.

-Fue una excelente idea, no seas tan dura contigo misma, yo podría ayudarte con eso...

-No es necesario, Logan, no te llevé para que te compadecieras de mí.

-No lo hago, créeme, solamente quiero ayudarte.

-Me lo pensaré.

Sonríe triunfante como si hubiera ganado la conversación, ruedo los ojos y en lo que siento ya estamos frente a mi residencia, lo que me extraña es el montón de autos y personas fuera de ella. Me bajo rápidamente de su auto con él a mis espaldas. Camino entre la gente intentando averiguar qué sucede hasta que diviso a Lorna hablando con un bombero.

- ¡Hey! ¡Lorna! - la rubia voltea en mi dirección y me reconoce. Llega hasta dónde estamos y me abraza saludándome mientras la presento con Logan- ¿Qué sucedió?

-Hubo un incendio en una de las habitaciones del lado norte, dicen que un cargador explotó.

- ¿Cuándo nos dejarán entrar?

-El problema linda es que el fuego se extendió a toda la parte norte, se quemaron las habitaciones, es poco lo rescatable.

- ¡¿Estás de broma?! ¿Y la nuestra...?

-Es una de ellas bella.

Genial, simplemente genial. Me tomo el rostro con desesperación e intento idear que diablos puedo hacer, donde pasaré la noche. No tengo dinero para pagarme un hotel

-No tengo idea que haré.

-Te diría que vinieras conmigo, pero tendrías que dormir en el suelo.

-No te preocupes, veré que hago.

Se despide de mi dejándome con Logan y murmurando una disculpa. El frio hace que vuelva a temblar y ahora la angustia. Pregunto por más información y solo termino llevándome otra decepción cuando me dicen que las habitaciones volverán a funcionar hasta mínimo en un mes.

-Tranquila, seguro puedes quedarte con Leah- Logan intenta darme ánimos, pero solo me recuerda que en realidad no tengo opciones.

-Leah esta con su tía, le hacen remodelaciones a su departamento, y James ya tiene un compañero de cuarto, no puede meter más.

-Bueno, siempre puedes quedarte conmigo- me rio sarcásticamente, pero cuando veo que el habla en serio achino los ojos en su dirección.

-Leah me matará.

-No creo que prefiera que duermas en la calle- hago como si lo pensara y bufa sorprendido-. No te estoy preguntando, te vienes conmigo.

Toma la bolsa con mis cosas, son de las que pudieron ser rescatadas. Y se dirige a su auto sin ninguna prisa, ignora mis advertencias y mis reclamos, mete todo al maletero, no me siento cómoda con esto, el plan era apaciguar al lobo, no meterse a su guarida. A penas puedo manejar no tocarlo ni hablarle, ¿Cómo carajos viviré un mes entero con él?




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Y hoy les traigo el capítulo 3 de esta bellisima historia, recuerden votar y comentar si les gustó. Pueden seguirme en ig como: dayanara_hill05 y también que ¡ya tenemos grupo de lectoras! Para los interesados en entrar pueden comentar: 

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