Capítulo 44: Por ti.

Gaara.

Nos encontrábamos peleando contra clones del Susano de Madara, vi como uno de ellos golpeó a la Mizukage por lo que antes de caer la salvé con mi Arena; pero entonces recibí un golpe por atrás.

—Es demasiado poderoso...

—¿Cómo podemos...?

—Si seguimos así...

—¡Levántense, Kages! —escuché el grito del Tsuchikage. —¡Cuando nos debatimos entre la vida y la muerte, no es momento de andar con lamentos! ¡Si somos dignos de ser los cinco Kages, nuestra ultimas palabras no pueden manchar nuestro título!

Comencé a levantarme con dificultad para así posicionarme al lado del Tsuchikage, no me iba a dar por vencido. Le prometí a Naruto y a ___ que terminaría con Madara.

La Hokage comenzó a curar al Tsuchikage quien iba a lanzar un jutsu.

—¡Apenas me queda chakra, por lo que este será mi último intento! —exclamó. —¡Elemento polvo: Jutsu del desprendimiento del mundo primitivo!

El lugar se iluminó y entonces Madara perdió la mitad de su cuerpo gracias al jutsu del Tsuchikage, todos comenzamos a combinar nuestras habilidades.

—¡No es tan solo arena! —exclamé mientras atrapaba a Madara con mi arena y le coloca sellos.

—¡Este es el poder de los cinco Kages!

—Son shinobis dignos del título de Kage. —hablaba mientras estaba siendo envuelto completamente. —En tal caso, debo responder con todo el poder de Uchiha Madara.

—¿Qué...?

—Kages o no, se darán cuenta de que todo fue en vano. —decía mientras se liberaba de todos nuestros ataques. Él estaba siendo rodeado por un inmenso Susano. —¡Este es el Susano perfecto!

—Consiguió estabilizar un chakra tan gigantesco...

—Como les dije solo Hashirama podría detenerme, pero ya no existe. Aunque se podría decir que eso es algo positivo para ustedes.

El suelo comenzó a temblar y entonces Madara realizó un gran golpe el cual nos mandó lejos causándonos algunos daños; cuando nos dimos cuenta del poder que poseía ahora mismo Madara, nos dejó sorprendidos.

—Cortó toda una montaña...—murmuró la Mizukage.

—¿Ya están acabados?

Madara comenzaba a acercarse haciendo retumbar el suelo entonces él levantó su espada sobre nosotros.

—Tsuchikage-sama...lo lamento, pero parece que hasta aquí llegamos.

—¡Cállate, Mizukage! —le gritó el Raikage. —¡Aun no estoy acabado!

¿Qué debería hacer? A este paso terminaré muerto...

—¿Qué está sucediendo?

El Susano de Madara comenzaba a desaparecer, dejando que este cayera al suelo siendo alumbrado por una gran luz blanca.

—¿Y esa luz? ¿Qué esta pasando? —preguntaba la Mizukage.

—El Susano desapareció, y además las partículas del Edo Tensei se mueven violentamente...—habló el Tsuchikage. —No cabe duda.

—Así que el Edo Tensei fue deshecho. —habló Madara mientras miraba su mano.

—¡¿Qué dices?! —exclamó el Raikage sin creérselo.

—Pero si aun estamos buscando a Kabuto. —decía la Hokage. —¡Es demasiado pronto! Si lo hubiéramos descubierto, de acuerdo, pero... ¿Quién habrá detenido este jutsu?

—No importa quien fuera. —le decía el Tsuchikage sin quitar la vista en Madara. —Quien lo haya hecho es un héroe que ha salvado el mundo shinobi. Al parecer el cielo no nos ha abandonado.

—Al parecer tienen un shinobi útil entre ustedes. No hay alternativa.

Madara se lanzó para atacarnos por última vez antes de desaparecer, él venía a gran velocidad por lo que no alcanzaríamos a esquivar su ataque y entonces la Hokage evitó los dragones de fuego que Madara había hecho.

—¡Hokage-sama! —gritó la Mizukage.

—¡No importa!

Madara iba a atacarla al ver que perdía la conciencia, pero este comenzó a elevarse y esto iba a acabar; Madara volvía a como estaba antes realizando el Susano para atacar a la Hokage.

Todos íbamos a ayudarla, pero la Hokage se movió rápidamente.

—¿Qué fue eso? —pregunté.

—Se suponía que había perdido la conciencia.

—¡¿Hokage como se encuentra?! —preguntaba el Raikage.

—Al parecer recobraste la vitalidad. —habló Madara quien seguía brillando. —¿Significa que has recibido chakra?

—He visto a un viejo conocido.

—Pronto volverás a verlo.

—¿Por qué no ha desaparecido? —pregunté. —¿Qué esta pasando?

—El Edo Tensei es jutsu para invocar a los muertos, pero hay un solo riesgo al usarlo.

—¿Riesgo?

—Que, si uno de los revividos a este mundo conoce el sello de la resurrección, puede liberarse por sí mismo del pacto de invocación. Si eso ocurre, es el peor de los casos: un cuerpo inmortal, chakra infinito y poder moverse libremente.

—No es posible...

—Díganle al invocador que hay que tener cuidado al usar jutsus prohibidos. —decía mientras realizaba unos sellos. —¡Edo Tensei, liberación!

Madara dejó de brillar por lo que ahora tenemos un muy grave problema, ya no nos quedaba mucho chakra; el Tsuchikage se posicionó frente a él para enfrentarlo y la Mizukage trataba de detenerlo, pero aun así este no se detendría.

Uchiha Madara comenzó a atacarnos con su espada, su velocidad era impresionante; a duras penas lográbamos esquivar cada ataque. Yo no tenía lo suficiente de chakra para así seguir utilizando mi Arena en su contra.

El Tsuchikage fue golpeado en gravedad al igual que el Raikage, tan solo quedábamos en pie la Mizukage, la Hokage y yo.

Traté de enviar mi Arena para al menos poder retenerlo, pero fue completamente inútil; mi chakra se agotaba.

Madara realizó una habilidad la cual me mandó lejos, comencé a protegerme con mis brazos para así al menos disminuir el impacto.

—¡Kazekage-sama!

La espada de Uchiha Madara venía a toda velocidad, en mi estado actual no podría esquivarlo. Me quedé ahí de rodillas a esperar a que aquella espada me atravesara; al parecer no podré cumplir con lo que le dije a ____.

La espada estaba a punto de atravesarme, pero entonces un cuerpo se atravesó para recibir el impacto.

Yo estaba completamente sorprendido ante lo que veía, ____. Mí ____ se había atravesado.

—¡¿Por qué?! —exclamé mientras la atrapaba en mis brazos. —¡¿Qué haces aquí?!

—No iba a dejar...que murieras. —sonreía tristemente mientras sangre salía por su boca. Mi cuerpo comenzó a temblar al verla de esa manera. —No temas...Gaara. Todo estará bien.

—Por favor, resiste. —pido mientras la abrazo. —Por favor.

—Nee... ¿Aun recuerdas lo que me pediste...?

"Si algo me sucediera, quiero que sigas con tu vida"

—No...

—Termina esta guerra Gaara...y sigue con tu vida. Hazlo por mí.

—¿Cómo podría? Sin ti no puedo. —digo mirándola con tristeza. —No puedo...simplemente no puedo.

Mi corazón se apretujaba al verla de esa manera, ¿por qué tenía que ser ella? Lo que más quería proteger, ahora mismo se estaba yendo.

¿Por qué no fui yo?

Maldita sea, ¡¿Por qué no fui yo?!

—No llores, Gaara. —decía débilmente. —Yo siempre estaré aquí...

Ella débilmente colocó su mano en mi corazón mientras sonreía.

—____, por favor... sin ti mi mundo no está completo.

—Te amé, te amo y te amaré por siempre...

Alcé su mentón con delicadeza mientras comenzaba a acercar mi rostro al de ella, la besé con delicadeza entregándole todo mi amor.

Ella sonreía con lágrimas en sus ojos, como pudo acarició mi mejilla y débilmente susurró un "te amo".

Veía como su mano comenzaba a deslizarse cayendo así al frío suelo anunciando que ella había muerto.

Comencé a llorar mientras abrazaba su cuerpo con todas mis fuerzas, no podía creer que había perdido a mi novia, a la mujer que más amo...

—¡No te preocupes, pronto estarás con ella! —gritó Madara. —¡Si te unes a mí pronto podrás tener de vuelta a tu amada!

—¡No lo escuche, Kazekage-sama!

Acaricié el rostro de ___ por ultima vez y con mi arena la dejé en un lugar apartado. Me levanté mientras limpiaba mis lágrimas y entonces miré al enemigo de manera fría y sería.

Acabaré esta guerra por ella.

___ tu siempre estarás en mi corazón. Te amo.

Fin.

Hemos llegado al final de esta historia, espero les haya gustado <3 

Luego anunciaré al ganador y también quería preguntarles si querían que fuera Rayis la de siempre o le pongo un nombre a la protagonista. Ustedes deciden<3 

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