Capítulo 42: Sentimientos.
Naruto se encontraba en el suelo sobándose así su mejilla, el golpe que le dio ___ lo había mandado un poco lejos; Yo recibí información desde la base, por lo que ahora debíamos de ir a sellar a los otros dos revividos que nos faltaban.
—Naruto. —le llamo al momento en que lo vi a mi lado. —Esta bien que vayas a todos los campos de batalla a desenmascarar a los impostores, pero yo que fui Jinchuriki, lo sé. ¿En verdad estarás bien usando el chakra del Kyuubi en abundancia?
—No pienso morir hasta convertirme en Hokage. No me trates como un niño solo porque ya eres el Kazekage.
—Te preocupas mucho por Naruto, Gaara.
—____-chan esta...
Antes de que él pudiera terminar su frase fue golpeado nuevamente por ___ con su arena, pero esta vez fue un golpe suave.
—Eres molesto...
—Yo iré al campo de batalla de la derecha con ___-chan. Tú y el viejo Tsuchikage vayan a la de la izquierda.
—Allí se encuentra el tercer Raikage, Naruto. —le comenté mientras nos íbamos dividiendo. —____ asegúrate...
—De proteger a Naruto. —decía rodando los ojos. —Sí, lo sé.
Admito que me gustaba como se comportaba de manera infantil.
—Nuestro oponente es el Mizukage.
—Genjutsu... ¿eh?
—Sí. No podremos derrotarlo tan fácilmente.
Comenzamos a dirigirnos hasta el Mizukage.
❇❇❇
____.
Con Naruto nos dirigíamos a derrotar al Raikage, él iba completamente concentrado. Más le vale no hacer algo estúpido.
—Allí están.
Podía ver a la división, ellos se encontraban quietos frente al Raikage; con Naruto descendimos quedando frente a ellos y antes de quedar frente a ellos logramos escuchar a Temari quien decía que no había otra persona con más habilidad en el Fuuton.
—¿Naruto, ____?
—¿Recuerdas lo que hicimos esa vez cuando nos enfrentamos a Deidara, ____-chan?
—Sí.
Comencé a realizar unos sellos formando un animalito el cual se posicionó en la mano del Uzumaki; él dio un gran salto formando un gran Rasengan Shuriken mezclado con mi Arena, lo lanzó, pero el Raikage lo había esquivado.
—¡No será suficiente con eso! —exclamó un ninja. —¡No contra la armadura del trueno que posee!
—¡Lo sé! ¡Sé que los viejos que se hacen llamar Raikages son rápidos! —exclamó enviando así su jutsu detrás del Raikage, pero este lo esquivó con gran velocidad. —¡Ahora, ____-chan!
—¡Bien! —exclamé realizando así con la arena que se encontraba en su jutsu una mano atrapando su pierna. —¡Ahora, Naruto!
—¡Ahora que se ha dado la vuelta! —gritó corriendo así con su jutsu. —¡Le daré!
Su Jutsu dio en el blanco mandándolo a una distancia la cual formó una gran ráfaga de viento.
—¡Grupo de sellado! ¡Ahora es el momento!
El grupo de sellado comenzó a realizar su técnica rápidamente, pero simplemente no funcionó ya que el Raikage se deshizo de eso. Todos se quedaron sorprendidos; entonces el Raikage se levantó formando con su mano una habilidad extraña.
—¡Aléjense todos del Raikage-sama! —exclamó un ninja. —¡Lo usuarios del estilo tierra, preparen paredes inmediatamente!
Sé comenzó a realizar una gran pared frente a nosotros, pero el Raikage iba rompiendo aquella pared. El ninja de antes nos comenzó a explicar de que iba la técnica del Raikage, diciendo que acumula chakra en la punta de sus dedos y que esa era su habilidad más poderosa.
—Tks...ha este paso todos seremos atravesados. —murmuré.
Deberé de utilizar aquella técnica que me había prohibido usar, debido a que no quería parecerme en nada a Orochimaru y tampoco me gustaba la forma en la que me veía cuando me encontraba con mi sello maldito.
—¿Qué haces, ___-chan?
Ignorando la pregunta de Naruto comencé a concentrarme; sintiendo, así como mi marca reaccionaba, mi piel comenzaba a cambiar de color y unas marcas negras rodeaban mi cuerpo.
—Maldición no me dará tiempo. —murmuro al ver que se iba a romper la barrera que nos protegía. Los demás ninjas se posicionaron frente a mí. —¿Eh?
—Nosotros ganaremos tiempo. —decía Temari.
Nunca había utilizado esta técnica es por lo que me demoro en realizarla; vi como los demás ninjas estaban siendo derribados y entonces mi marca había sido completada.
Era hora.
Comencé a realizar unos sellos y entonces unas grandes serpientes blancas comenzaron a salir por mis mangas; estas se movían con rapidez entre los aliados y entonces una llegó hasta el Raikage enrollándose así en él, pero el Raikage era fuerte por lo que aquella serpiente no resistiría sola; con toda velocidad la otra serpiente logró llegar y lo inmovilizó mordiendo así su cuello para neutralizar sus habilidades.
—¡Equipo de sellado! —grité al ver que mis serpientes lo tenían atrapado. —¡Ahora!
El Raikage comenzaba a hacer más presión tratando de quitarse esas serpientes, debía mantenerme fuerte para mantenerlo inmovilizado y así pudieran sellarlo.
Los del sellado se movieron rápidamente, enrollándolo así y colocándole el sello; di un gran suspiro al ver que logramos vencerlo y entonces mi marca comenzaba a desaparecer volviendo así mi color natural.
Los ninjas comenzaron a gritar de alegría al ver que logramos vencer al Raikage.
❇❇❇ Pueden evitar esta parte si no les gusta. No soy buena escribiendo esto :'v❇❇❇
Nos encontrábamos todos juntos, ya habíamos sellado a los cuatro resucitados y varios se encontraban heridos; por lo que se encontraban siendo curados por los ninjas médicos.
Ya se había hecho de noche, por lo que nos dijeron desde la base que debíamos de ver a los heridos; ya que no sabíamos que otro enemigo se podría aparecer.
—Deberías de ir a descansar un poco. —me habló Gaara mientras se me acercaba. —Recupera fuerzas.
—El que debería de descansar eres tú. Has gastado demasiado Chakra.
—Yo estaré bien. Además, debo de encargarme de la vigilancia.
—Pues te ayudaré. —sonreí a lo que recibí una mirada algo sería. —Bien, Bien. Iré a descansar.
—Anda ve.
Él acarició mi cabeza levemente, antes de irme le di un pequeño beso y comencé a dirigirme a los refugios que habían creado los ninjas con jutsu de tierra.
Con mi arena creo una especie de cama, para así recostarme un rato y recobrar fuerzas. No tenía sueño por lo que simplemente me quedé ahí recostada viendo la pared de roca; inesperadamente sentí como alguien entraba siendo, Gaara.
—¿Qué sucedió? —pregunté mientras me incorporaba. —¿Apareció el enemigo?
—No. —respondió mientras se acercaba y se sentaba en mi cama de Arena. —Me dijeron que venga a descansar, que me avisarían cualquier cosa. Les dije que me encontraba bien, pero el Tsuchikage simplemente no me creyó.
Sonreí mientras tomaba su mano y colocaba mi cabeza en su hombro.
—Espero que esta guerra acabe pronto. —confesé mientras lo miraba. Mi corazón latía a mil, comencé a darle pequeños besos en su mejilla; él me miró un poco sorprendido, pero entonces me besó. —Gaara...
Gaara pasaba sus manos detrás de mi espalda por encima de mi traje, la movía de arriba hacía abajo lo cual me hacía estremecer. Nuestro beso comenzaba a subir de intensidad, sabía que lo que estábamos a punto de hacer no estaba bien; pero no podía detenerme.
¿Quién podría resistirse a este chico?
Él seguía de la misma manera a lo que no me resistí más y entonces lo aparté para así comenzar a quitarle su traje; él al principio se sorprendió, pero simplemente sonrió y comenzó a quitarse su ropa con mi ayuda. Podía ver su abdomen perfectamente formado, los entrenamientos lo han ayudado bastante.
Él se deshizo de mi blusa dejándola en el suelo, comenzó a darme pequeños besos en mi cuello a lo que yo soltaba leves suspiros. Sentí una de sus manos en mi pecho por lo que mordí mi labio para así no gemir, él jugueteaba con uno de mis pechos por encima de aquel brasier
No sé en que momento se habrá deshecho de mi brasier que ya él se encontraba lamiendo así uno de mis pechos, con todo lo que pude trataba de suprimir mis gemidos.
—Gaara...
Solté un gemido a lo que me golpeé mentalmente, él dejó mis pechos para así besarme y entonces sentí como una de sus manos se encontraba en mi parte baja por encima de mis pantaloncillos. Gaara se separó unos segundos para deshacerse de aquellos pantaloncillos y entonces me miró unos segundos con una sonrisa; lo miré un poco confundida y entonces mordí mi labio para no gemir ya que él había introducido dos dedos en mi intimidad.
Si alguien nos descubriera, sería desastroso.
—No puedo más...—murmuró con excitación en mi oído. —Te necesito.
Gaara sacó sus dedos y entonces sentí algo entre mis piernas, cuando fijé mi vista a esa parte, me avergoncé. Él me miró como esperando mi aprobación, asentí con dulzura a lo que él se introdujo en mí haciendo que quejara de dolor.
Él me miró algo preocupado a lo que simplemente atraje su rostro para besarlo, haciendo que siguiera con lo suyo.
Al principio dolió, pero después el dolor comenzó a cesar volviéndose así excitante. Gaara me besaba para así retener mis gemidos, él se movía con rapidez dándome mucho placer; yo enredaba mis dedos en su cabellera pelirroja.
Él había dejado de moverse y comenzó a salir; yo lo miré unos segundos algo confusa. Él me sonrió y hizo que me sentara sobre él; en la posición que nos encontrábamos ahora mismo era bastante vergonzosa. Gaara volvía a introducirse en mí por lo que yo comencé a dar pequeños saltitos, en eso comencé a besar su cuello llegando hasta su hombro y entonces para no soltar un gemido lo mordí dejándole una marca.
—Lo siento.
—No importa.
Gaara comenzó a acelerar el movimiento colocando así sus manos en mi cadera ayudándome con el movimiento; comencé a besarlo apasionadamente, nuestras lenguas jugueteaban entre si.
Ambos finalmente llegamos al tan esperado orgasmo, él salió de mí; nuestras respiraciones estaban completamente agitadas. Gaara me sonrió para después besarme con dulzura.
En verdad amo a este chico.
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