—Tadeo, campeón, quiero presentarte a Jessica... —El bebé esperaba atento desde el sofá escucharme acabar, tragué saliva un momento, pensando cómo seguir.

—¿La señora de los helados es tu amiga, papi?

Ladeé la cabeza, confundido, luego de escucharlo y fijé la vista en Jessica, ella le sonrió a Tadeo. Sin embargo, no podía confrontarla en ese momento frente a él, repliqué el gesto suyo al continuar:

—Sí, campeón...

—Yo te podo decir que vende helado afuera del colegio, papi. Ricky me compó. Tío Ed ta lejos y no sabe.

Escuchar la deducción de Tadeo me sacó una risa baja porque era obvio que se refería a mi búsqueda con Ed. Jessica se sentó junto a él y aunque sentí cierta molestia por lo que acababa de descubrir, no dije nada, le permití estar con él.

Para aquella tarde había transcurrido una quincena desde nuestro encuentro en el motel y el motivo por el cual dejamos pasar un par de semanas antes de verse fue simple: quería que las cosas se hicieran de la manera correcta; por eso, ayudé a Jessica a encontrar y financiar un departamento pequeño donde pudiese vivir, así, llegado el momento, llevaría a Tadeo consigo algunos días a la semana porque jamás en la vida le permitiría meterlo en ese sitio que habitaba.

También ingresó a trabajar como recepcionista en Murano y de a poco comenzaba a reconstruir su vida.

El día más anhelado por ella finalmente llegó, la expectación y ansiedad bailaban en su semblante, el miedo no dejaba mi pecho. Acordamos no revelarle en un principio a Tadeo el parentesco hasta después de que hubiesen compartido por lo menos un par de meses, Jessica aceptó sin dudar porque si era esa la única condición para recuperar su afecto, estaba dispuesta a hacerlo. Solo que en ningún momento mencionó el trabajo del cual habló el bebé y eso me descolocó un poco.

Los vi reír y jugar, un par de veces le escuché a ella preguntarle si le permitía besarle la cabecita o abrazarlo y en esos momentos notaba un profundo alivio asomarse en el rostro de Jessica cuando Tadeo accedía. Sin embargo, en cuanto Ricky apareció después del trabajo, el bebé se fue sobre él y prácticamente olvidó la presencia de ella sin importar que mi novio se sentó en la sala un rato a compartir con ellos antes de ir a cambiarse.

Tadeo mientras fue a su alcoba por alguna cosa para jugar con él.

—Lamento eso —le dije a Jessica en cuanto tomé asiento frente a ella.

—Son muy unidos —replicó algo nostálgica con la vista en el corredor que conduce a las habitaciones, quizás a la espera de ver al bebé asomarse de nuevo.

—Así es. Ricky me ha apoyado demasiado desde que Tadeo llegó aquí.

—No sabía que tú también eras bi.

A pesar del tiempo, ese tema seguía causándome algo de bochorno, porque sí, era cierto, pero no podía evitar ruborizarme al pensar en eso. Jessica sonrió y se disculpó, asumí que por mi reacción. Aunque no indagué en el tema, ella decidió tocarlo:

—Varias veces lo he visto recoger a Tadeo en la escuela y pensé que era algún tipo de niñero, jamás asumí que fuese tu pareja.

Una nerviosa sonrisa se me escapó.

—Pues, ¡sorpresa! —exclamé en tono irónico y una risa baja dejó salir— Jessica, ¿por qué no me contaste sobre ese trabajo? ¿Y por qué yo no te he visto antes?

—Te lo dije, me convertí en espectador y por mucho tiempo tuve miedo de acercarme a ti, no sabía cómo hacerlo. Cuando finalmente lo hice aquel día, pensé que ibas a matarme, sentí pánico.

—Lamento asustarte. —Un largo suspiro brotó de mi garganta—. Supongo que me alteré, verte después de tanto tiempo.

—Comprendo —replicó enseguida con una sonrisa condescendiente y acarició mi mano.

Pasamos el resto de la tarde y noche platicando, mayormente sobre Tadeo y las cosas que le gustan mientras lo veíamos jugar y hacer locuras con Ricky a las cuales nos sumamos varias veces. Llegué a pensar en algún momento que Ed tenía razón y lo mejor era llevar las cosas en paz.

Dos meses transcurrieron, tiempo en el cual comenzamos a deslizar en Tadeo la idea de una mamá y supimos qué opinaba él:

—¡Quero, papi! Mis amiguitos tienen y hablan mucho de ella, pero ¿dónde compamos una mamá?

Su pregunta me hizo reír y le besé la frente antes de contestarle:

—No, campeón, las mamis no se compran —le dije con una sonrisa y él me contemplaba expectante, entonces, extraje del bolsillo la foto que Odalys me dejó en el sobre, esa donde salíamos juntos el día de nuestra boda y la posé en sus manitas— ¿Sabes quiénes son?

—¡Este es papi! —contestó emocionado, después volvió a mirar la foto, por largo rato contempló a Odalys en silencio, incluso un raro gesto apareció en su carita— ¿Y ella, papi?

—Ella es Odalys, tu mami. —Tadeo sonrió después de escucharme, pero la emoción se esfumó en cuanto supo que ya no estaba entre nosotros.

—Entonces no tengo mami. —Un mohín de tristeza apareció en su rostro y procedí a abrazarlo.

—Algunos niños son muy afortunados por tener dos papás o dos mamás... —Tadeo levantó el rostro y pude ver sus labios curvarse en una sonrisa—. Tú eres uno de esos niños. ¿Quieres conocer a tu otra mami?

Fue así como "mi amiga Jessica" dejó de serlo y oficialmente recuperó el título correspondiente como "mamá", lo gracioso del caso fue que, aunque yo no había tocado el tema formalmente con Tadeo, por sí mismo dedujo que Ricky era algo como su otro papá y eso, en serio, lo hizo muy feliz.

Jessica le obsequió una foto más grande, nueva y enmarcada de Odalys para que la tuviese en su recámara, él iba feliz por la vida diciendo que tenía dos mamás y dos papás.

Todo parecía en calma, de hecho, Jessica y yo congeniamos bastante bien y dado que a Ricky se le complicaba a veces pasar por Tadeo conforme se acercaba el cierre de su último año de carrera, ella o yo íbamos por el bebé a la escuela y luego lo teníamos correteando en Murano, ya era conocido en cada departamento.

En realidad, cualquiera que nos vio salir de la empresa por las tardes, de la mano con el bebé haciendo columpio entre ambos, de seguro pensó: "¡Qué bonita familia feliz!" y no se hubiese equivocado. De hecho, Jessica cada vez pasaba más tiempo en casa, a veces dormía con Tadeo.

A un par de semanas del verano llamé a Ricky una noche para corroborar si iría a casa o no ya que últimamente pasaba más tiempo en el campus a punto de enloquecer. Jessica y yo preparábamos la cena, ambos esperábamos atentos, pero su teléfono timbró incansable hasta mandarme al buzón, un par de veces reintenté sin éxito. Cuando estaba por rendirme, una voz desconocida me atendió y pude ver en el rostro de ella mi propia confusión.

—Disculpa, ¿me pasas a Ricky? —le dije algo liado al sujeto que medio arrastraba su voz grave, aunque podría jurar que sonaba algo burlesco.

—Disculpa, él está exhausto, no puede atenderte después de la última sesión, si sabes a lo que me refiero. —De verdad podía sentir la ironía en su tono y algo en mi interior se revolvió. Sin embargo, hice todo por no estallar.

—Amigo, no sé quién seas, pero necesito hablar con Ricky.

—¿En qué idioma te digo que mi Ricko está descansando?

Estaba a punto de colgar, enojado, cuando de repente escuché en el fondo la voz de Ricky, exasperado, regañaba al tipo por agarrar su celular:

—¡¿Qué te pasa, tonto?! Te he dicho que no contestes mis llamadas. ¡Dame!

La risa desmedida del fulano se oía como fondo, a esta le siguió un golpe seco y un portazo.

—¡Tobiiiiiii!, lamento todo esto. ¡Kevin es un imbécil cuando se lo propone!

—¿Ese era Kevin? ¿Tu mejor amigo?

—Sí, bueno, digamos que tú no le agradas mucho. Es algo rencoroso.

—¡Suelta el celular, ya serán las ocho! —Escuché de fondo una vez más al Kevin, luego gruñidos y forcejeos de ambos.

No comprendía nada, incluso me pregunté qué carajos estaba ocurriendo, hasta observé a Jessica, todavía más confundida.

Ya que no se entendía, activé el altavoz, solo conseguimos escuchar un revoltijo de voces, risas, algunas palabras como: "buscar ventana", lo que siguió fue un conteo regresivo desde el número diez, similar al de fin de año, solo que en ese caso la locura se desató cuando el reloj marcó las ocho. Un coro de gritos emergió con fuerza a través del auricular y se extendió por alrededor de un minuto.

—Pero ¿qué carajos? —le dije a Jessica entre risas, ella estaba igual que yo. Decidí finalizar la llamada y continuar con la cena juntos. Ya Ricky me marcaría luego.

Cuando todo estuvo listo, comimos con Tadeo y posteriormente llevamos al chiquillo a dormir.

—¿Qué dices? ¿Te llevo o te quedas? —le pregunté en cuanto cerramos su alcoba, Jessica se giró para responderme en voz baja:

—Creo que no es buena idea dejarlo solo. —Una veloz sonrisa compartimos y la vi encaminarse de regreso a la sala, le seguí—. Mañana es fin de semana, ¡aleluya!

—¡Amén! —repliqué entre risas.

Fui a la cocina por un borgoña y par de copas, luego tomé asiento con ella en el sofá. Una mezcla entre Maná, Camila, Río Roma y otros ambientada la estancia desde el equipo de sonido.

Hablamos tontería y media, las risas no faltaron, sin darnos cuenta la segunda botella iba a la mitad. Me giré a servir un par de copas más, al volver a acomodarme, noté a Jessica demasiado cerca y sentí el corazón latir al interior de mi garganta.

—Tobías, me gustas —susurró antes de juntar su boca con la mía.

Por un instante quedé helado, no supe qué hacer o cómo reaccionar. Sus manos acunaron mi rostro y yo permanecí inmóvil, sorprendido y la verdad, bastante pasmado con lo que ella acababa de hacer. Sin embargo, fue la voz de Ricky desde el umbral lo que me hizo palidecer:

—¡Ahora entiendo por qué no contestas el teléfono! 

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Hola mis dulces corazones multicolor 💛💚💙💜💖 es un placer leernos de nuevo, espero hayan disfrutado el capítulo 🤗 les comento que estamos a nada del final y sigo sin salir del asombro🙃

También quería contarles algo que se me hizo gracioso, según la escaleta original, era en el capítulo final que Tobías conocía a la suegra😆 y cerraba con la frase que usó Ricky cuando los presentó: "Hola, mamita, fíjate que Tobi no te esperaba". Sin embargo, la historia ha mirado demasiado desde la concepción inicial hasta llegar a este punto y la verdad amo el resultado de tal desvío 😅, espero que ustedes también se sientan como yo💖

Los loviu so mucho😆

Este capítulo sale con dedicatoria para IsaLara625 por dos motivos, el primero pos que fue el primer comentario en el capi anterior y el segundo es que cuando correspondía dedicatoria a ella, quise hacer un break en la dinámica de dedicatorias para animar a través de una a mi amiga que es lectora y escritora😅🙈. Espero hayas disfrutado el capítulo y bueno, toda la historia hasta este punto.

Nos leemos prontito mis corazoncitos💖😘