J'adore

París, Francia.

Era una hermosa tarde en la ciudad de París, el se estaba ocultando iluminando con sus últimos destellos la torre eiffel.

Natsu había viajado desde California con la esperanza de encontrar a Lucy pero a pesar de tener información sobre ella le daba miedo llamarla.

Observo la dirección de la casa de los padres de Lucy, el número de teléfono y la dirección del hotel donde la rubia trabajaba.

De pronto su corazón se aceleró de manera que sientió dos cosas: miedo y alegría. Miedo por que no sabía si Lucy estaba con alguien o si ella lo rechazaría y Alegría por que estaba a unos instantes de ver de nuevo esa cabellera dorada y esa sonrisa cálida.

Tomó una decisión, se dirigió al hotel, al llegar encontró una larga fila de carros lujosos y personas muy elegantes caminado hacia cierta sección del hotel.

Recepcionista: Bonsoir chavalier, ¿puedo ayudarlo?

Natsu: Necesito una habitación para una semana ¿tiene algo disponible?

Recepcionista: Por supuesto que si tenemos habitaciones disponibles, ¿desea alguna cosa en especial?

Natsu: <Si a Lucy ahí conmigo, pensó> No esta bien con lo venga la habitación.

Mientrás la señorita hacía el papeleo, el pelirosa observaba con atención el movimiento de las personas pero se percato en uno de los muros del lobby la fotografía de Lucy y un grabado que decía en francés: Administradora General.

Recepcionista: Mesié, le entregaré la llave de su habitación.

Natsu: Una duda.

Recepcionista: Digame.

Natsu: ¿La Srita. Heartifilia está aquí? Ella trabajó para mi hermano en Estados Unidos y nos conocemos.

Recepcionista: Mademoiselle Heartfilia estará esta noche en el evento que usted puede ver que se esta desarrollando ¿quiere que le avise a mademoiselle Heartfilia de usted?

Por unos instantes Natsu dudó, estaba aterrado con la idea de que Lucy lo rechazará pero accedió que avisarán a la rubia de su presencia en el hotel.

Se dirigió hacia su habitación, tratando de localizarla con la vista pero nada. De pronto una llamada, era Mirajane.

Natsu: Aló.

Mirajane: ¿Se puede saber porqué estás en Francia en este momento?

Natsu: Es importante, lo siento mucho por dejar la misión de Puerto Rico de pronto.

Mirajane: Mira Dragneel ya me esta cansado este juego en que haces lo que quieres sino mueves tu trasero de regreso aquí...

Natsu: ¿Me va a despedir? No me importa, como ya dije esto es importante para mí.

Mirajane: Haré que ninguna agencia federal o privada te contrate ¿entiendes?

Natsu: A mi me importa un bledo sus reglas absurdas agente Stratus y si me amenaza con eso creamé que pierde su tiempo, yo puedo trabajar hasta limpiando pisos si quiero.

Mirajane: ¿Cómo puede ser tan insolente?

Natsu: Fui insolente con mi familia ¿porqué no he de serlo con usted? Ni mi padre me detuvo cuando quise hacer mi vida ahora mucho menos usted lo hará, así que gracias por todo pero renuncio.

El pelirosa cortó la llamada de inmediato, recibio llamada trás llamada, lo que hizo que destruyera el móvil. Se vistió de manera elegante y como fuera entraría a esa fiesta.

En tanto la rubia terminaba de explicar los últimos detalles de su plan a Cana. Lucy lucía un hermoso vestido de cóctel color azul-noche, con corte princesa hasta las rodillas y zapatos de color plateado.

Cana: Muy bien estamos listos con el plan.

Lucy: A las 9:00 p.m. nuestra gente tomará el lugar de los empleados del hotel y atacaremos.

Cana: Excelente.

La recepcionista tocó la puerta de la oficina de la rubia.

Recepcionista: Mademoiselle Heartfilia un caballero vino preguntando por usted...

Fue interrumpida, Gajeel entró como alma que se lo lleva el diablo, indignado por que logró ver a uno de los sospechosos bajando de su carro y dentro tenían a una niña como de 12 años asustada.

Gajeel: Retirese por favor.

Le ordenó a la recepcionista. Luego explico a Cana y Lucy la situación y que como por fortuna su valet-parking había puesto a salvo a la niña, ya que al conductor lo noquearón y lo tenían encerrado en la lavandería del hotel.

Lucy: No hay tiempo que perder debemos movernos.

Los tres salierón corriendo de la oficina para incorporarse a la fiesta. El pelirosa bajaba de su habitación y la miró, su corazón se volvió a acelerar, las manos empezarón a sudarle, su mente se nubló. Rápidamente la siguió.

En el magnifico salón se encontraba reunidas muchas personalidades de la alta sociedad de París. La rubia empezó a pláticar con cada uno de los implicados de manera que ellos no sospecharán de nada.

Cómo pudo Natsu entró a la fiesta, sorprendiendose el lujo de ese lugar era demasiado, con razón el hotel se llamaba J'adore que significaba "Me Encanta" ese lugar prometía deslumbrar a cualquiera pero más deslumbrado quedo él cuando por fín vió a la causa de su insomnio por el último mes.

Ataviada en ese vestidó azul sin mangas, con ese busto reluciendo por todo el lugar, atrayendo miradas indeseables hacia ella, el vestido era largo hasta las rodillas pero no podían esconder esas piernas que una noche acarició con tanta libertad.

De pronto sintió que su pantalón le empezaba a quedar ajustado. "Maldición" susurró él. Se estaba excitando y ni siquiera la había tocado.

Se movilizó intentando acercarse a ella, la persiguió hasta un pequeño lugar donde decía "Solo Empleados" pero no le importo traspaso la puerta y por fin logró llegar a ella.

Natsu: ¡Lucy!

La rubia se detuvo de inmediato, se giro y sus ojos chocolates se iluminarón, sorprendida de ver a su antiguo jefe frente a ella. "¿Qué hacía él ahí, en Francia? ¿Porqué estaba nerviosa? ¿porqué su corazón se acelero de repente?"

Lucy: ¿Natsu? ¿Natsu Dragneel?

El pelirosa no pudo más y la abrazó.

Natsu: Por Dios eres tú, por fin pude dar contigo.

Lucy: ¿Qué haces aquí?

El pelirosa la abrazó más fuerte.

Natsu: Te estaba buscando.

Lucy: ¿Para qué?

Natsu: Por que no sé que me has hecho que no puedo dejar de pensar en tí.

Diciendo esto el jóven hizo que ella alzara la vista y la besó.

"J'adore mi querida Lucy" pensó Natsu.

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