✨Editado✨

Capítulo 26

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Perder la virginidad no era algo extraordinario, solo era nuevo, desconocido y que no estaba dispuesta a experimentar sin sentirme preparada.

Nika solo buscaba eso. No me iba a acostar con el chico que me puso en ridículo y decidió ignorarme para después volver a hablarme cuando quiso. Por mucho que me perdiera mientras nos besábamos, no iba a dejar que las hormonas ganaran, menos iba a llorar.

Bajé la escalera abriéndome paso a codazo limpio entre los borrachos. Busqué en la pista de baile que casi reventaba y no encontré a Sophie o Aksel. No estaban por ningún lugar. Incluso le pregunté a las chicas menos alcoholizadas de la cocina y no supieron decirme nada de su paradero.

Mi teléfono vibró con un mensaje de Dax:

"Llegando".

Salí por la puerta principal. Había grupos alejados conversando por el jardín o bailando con la música que salía del potente equipo de sonido en el interior de la casa. Me sorprendió localizar dos figuras conocidas.

Aksel y Sophie se encontraban a una distancia nada convencional. Mi amiga tenía que alzar la vista para tener contacto visual y sus rostros estaban a menos de un palmo en lo que movían los labios en una conversación entre susurros.

No supe qué hacer. Mi parte racional gritaba que interrumpiera y no permitiera que mi borracha amiga cometiera un error del cual terminaría arrepintiéndose. Por otro lado, estaba la aparente inmovilidad de mis piernas.

Se le podía llamar suerte al claxon que sacó a la pareja de su burbuja y a mí de la parálisis parcial. Un auto iba llegando al final de la calle abarrotada. Dax.

Me acerqué a mis amigos sin saber cómo hablarles. Sophie se alejó un paso y sus ojos asustados se encontraron con los míos. Se acomodó el cabello y trató de disimular observando a Dax parquear.

—Te demoraste —dijo Aksel como si nada.

No respondí y le observé hasta que bajó la mirada entendiendo que había sido atrapado. Tuve ganas de darle un coscorrón. Los Bakker empezaban a hartarme.

Finalmente, Dax se bajó del auto y sucedió lo inesperado. No venía solo, del asiento del copiloto apareció Julien.

Era posible que esa noche terminara muriendo de un infarto.

Iba con un abrigo grueso preparado para el frío de Prakt. Su cabello estaba más largo de lo que recordaba, ondulado y con el conocido tono rojizo. Su piel se mantenía igual de blanca y perfecta en contraste con los ojos azules que mi amiga solía adorar.

Se veía cansado, pude notarlo en sus marcadas ojeras cuando se detuvo a dos pasos con una sonrisa tímida y la mirada en su novia.

—¿Qué mierda haces aquí? —espetó Sophie ganando que la miráramos, sorprendidos.

De lo que no esperaba de ella y había visto en la fiesta, decir una mala palabra era el límite. No más alcohol para Sophie, le afectaba.

—Pregunté qué hacías aquí —repitió con más fuerza de la que le creía capaz y mirando directo a Julien.

—Vine por tu cumplea...

—Dije que no quería verte.

—Soph, iba a venir mañana de todas formas —dijo con voz calmada—. Sé que...

—Mañana tampoco quería hablar contigo.

—Por favor, disculpa si...

—Ya dije que tus disculpas no valen nada después de lo que pasó —habló con voz chillona ignorando que estábamos a corta distancia de fiesteros que empezaban a mirarnos.

—Las cosas no han estado bien, pero...

—Ni se te ocurra acercarte —le cortó cuando dio un paso—. No quiero hablarte o verte.

—Soph, es tu cumpleaños —insistió Julien—. Te juro que quería estar aquí. De no ser por Dax no habría podido llegar hasta mañana.

Sophie frunció el ceño y le costó entender que había sido Dax quien le trajera. Obviamente estaba borracha. Él no fue a entregar algo a casa de su tío, era una mentira. Viajó por casi siete horas para ir a Prakt y traer a Julien.

—¿Tú lo trajiste? —cuestionó, incrédula.

—Necesitan hablar —respondió Dax con calma.

—Eres aún más imbécil que este —dijo señalando a Julien con mano temblorosa—. Después de todo lo que hablamos, ¿vas a buscarlo?

—Por lo que hablamos es que fui a buscarlo.

Sophie parecía a punto de llorar, intenté acercarse y se negó. Limpió sus ojos con fuerza antes de volver a hablar:

—No quiero escucharlos. No quiero estar aquí. Quiero irme a dormir y fingir que no acabo de tener el cumpleaños más detestable de la historia.

—Soph...

—¡¿Estás sordo?! —gritó encarando a su novio.

—Creo que...

—Tú me tienes que llevar a casa de Mia —interrumpió impidiendo que Dax intentará enmendar la situación—. Lo vas a hacer en silencio o... —Miró a todos lados buscando una opción. Sus ojos se detuvieron a mi espalda—. O Nika me llevará en su moto —concluyó señalando al susodicho que, al parecer, llevaba un tiempo allí.

—Sophie, podemos ha...

—Nada —cortó a Julien—. Tú te vas a casa y tú —señaló a Dax—, ¿nos llevas?

—Claro que...

No dejó que terminara la frase y se fue caminando hacia el auto sin lograr establecer una línea recta. Al menos no tropezó y su retirada fue digna.

Julien me miró en busca de ayuda y no hice gesto alguno.

—Ya la escucharon —dije pasando a los recién llegados—. Nos vamos.

No quise mirar atrás y en nada estuvimos en el asiento trasero del auto con Dax al volante.

Julien intentó hablar de nuevo y Sophie se limitó a encender el reproductor a todo volumen con una canción de heavy metal antes de acomodarse contra la ventanilla.

Comenzaba a asustar. Nunca le había visto tan enfadada. La música perforaba mis tímpanos, pero no quise pedir que bajaran el volumen.

Atravesábamos la ciudad hasta dejar a Julien que se bajó derrotado y quedó frente a su casa viendo como nos alejábamos. Me percaté de que los Bakker venían detrás en su moto.

Intenté concentrarme en Sophie. No quería decir nada sabiendo que no hablaría, así que me mantuve en silencio tal cual Dax. Un par de veces nuestras miradas se encontraron en el espejo retrovisor.

Odiaba que el cumpleaños de mi amiga hubiese terminado en un espectáculo. Menuda forma de celebrar los dieciocho años.

Estuvimos frente a mi puerta media hora después y Sophie pidió las llaves antes de bajar del auto. Salió disparada a mi casa e ignoró el último llamado de Dax.

—¿Por qué fuiste a buscarlo? —pregunté dando la vuelta para enfrentarle junto a la puerta del conductor.

—Tenían que hablar.

—¿Hablar? —Quedé atónita—. No quiso hablar conmigo, ¿va a querer hacerlo con él?

—Sé lo que te digo, ellos tenían que hablar.

Me mordí el labio sin entender la razón por la que haría algo como eso sin pensar en las consecuencias.

—Creíste que ellos romperían si traías a Julien —dije sin poder creerlo.

Dax juntó sus cejas marcando un profundo surco entre ellas.

—¿Estás loca?

—Te conozco.

—No —dijo frunciendo los labios—, parece que no me conoces.

—¿Quieres decir que no le trajiste por eso?

—Tú no viste a Sophie en mi casa — contestó irguiéndose en toda su estatura—. No la viste esta mañana.

—¿Y cómo lo iba a arreglar Julien? Fue él quien provocó esto.

—Quizás fue muy estúpido lo que hice, pero quería que lo arreglaran.

—Claro, querías que se arreglaran —solté con sarcasmo.

Dax se vio decepcionado y entendí que estaba metiendo la pata.

—Puedo querer a Sophie de muchas maneras equivocadas, pero, antes que nada, es mi amiga.

El pecho se me apretó.

>>No la viste llorar en la mañana. Nunca la había visto así y si para que eso se detenga tengo que ir a Prakt y traer a Julien diez mil veces, lo haré. Da igual lo que tenga que hacer para que ella esté feliz.

—Espera, Dax —intenté detenerle antes de que volviera al auto.

Me ignoró al cerrar la puerta y ponerse al volante. Creí ver sus ojos demasiado brillantes antes de encender el motor y girar para alejarse en dirección a la ciudad.

Masajeé mi cara con más fuerza de la necesaria y alboroté mi cabello hasta volverlo un desastre.

¿En qué momento todo se había puesto patas arriba?

Las intenciones de Dax era las más dulces y terminaron provocando un problema. Ahora estaba enojado por mi bocaza gigante, era incapaz de pensar antes de hablar.

La cabeza me iba a explotar y cuando giré sobre mis pies la situación no mejoró. Nika estaba a diez pasos.

—Y tú, ¿qué haces aquí? —hablé más fuerte de lo debido.

—Quería hablar contigo.

—No tenemos nada que hablar.

Se interpuso en mi camino y tuve que morderme la lengua para no gritar y descargar en él lo que estaba sintiendo. Tampoco quería despertar a mi familia y se enteraran de lo que tenía lugar fuera de la casa a media madrugada.

—Por favor, Mia.

—Mi mejor amiga está arriba, posiblemente llorando, y yo no puedo hacer nada para ayudarla —dije intentando que no me temblara la voz—. No tengo tiempo para tus juegos.

—Sé que Sophie te necesita. Juro que no me tomara más de dos minutos.

—No tengo dos minutos.

Intenté bordearle y lo impidió.

—No quiero dejar todo como quedó en casa de Adrien —suplicó y me observó con gesto expectante.

—Habla rápido.

—No sabía —dijo en voz baja—. No sabía que eras virgen.

—Pues ya lo sabes.

—Me dejé llevar por cosas que escuché y se me olvidó que esto es un pueblo de chismosos.

—Genial, bienvenido a Soleil —solté sarcástica y volvió a impedir que escapara.

—Si hubiese sabido eso, no me habría comportado así.

—Gracias, muy considerado.

—Mia, por favor.

—Deja de montar numeritos, Nika —dije sin ganas de que siguiera extendiendo el teatro—. Está todo claro. Si quieres disculparte, la verdad es innecesario.

>>Solo entiende que conmigo no puedes tener el tipo de diversión que andas buscando. Te aconsejo que vayas a buscar otro entretenimiento, estoy convencida de que no será difícil.

Esta vez lo bordeé y, sin mirar atrás, entré a mi casa con ganas de cerrar la noche de una vez. Odiaba las fiestas, siempre terminaban mal.

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Holaaaa!!!

Ya este no les sorprende porque puede que de ahora en adelante les deje dos capítulos por semana... Vamos a ver si se puede...

¿Sophie y Aksel? ¿Kastapasanda?

Dax trae a Julien y se arma el problema... ¿Qué les pareció?

Sophie, la pobre. Antes este capítulo se iba a llamar: "Pobre Sophie". Lo cambié porque todo lo que sucede en él, rodea a Dax y como es.

Nika, queriendo hablar con Mia... Va y no es tan malo y yo les estaba engañando...

😅😅😅

Como siempre, gracias a los que están. Espero que vayan disfrutando la historia, estoy escribiendo mucho y muero por ver el final plasmado... Espero me puedan acompañarme hasta allá...

🥰🥰🥰

Beso gigante y sin falta, el domingo nos leemos...
💋💋💋

El próximo cap se llama:
"Vamos a jugar"
🙊

Pd: Amaré a Dax hasta el fin de mis días y sé que involucrarse sentimentalmente con los personajes es malo, pero es la verdad...