Todos tenemos algo o alguien que nos atormenta, que llega en los momentos en que nos encontramos más frágiles, más susceptibles para así hacernos caer en un espiral de destrucción. ¿Y qué es lo que hacemos? Pararlo, aniquilarlo. 

 ¿Pero qué pasa si no existe ese algo o alguien en realidad? ¿Si lo que nos atormenta es algo que viene dentro de nosotros? Una voz en nuestra cabeza que nos tortura. 

 ¿Cómo se para? ¿Cómo se aniquila? No lo sé, lo único que sé es como calmarla. 

 ¿Qué cómo lo hago? Llevando a cabo todo lo que ella me dice, sin importar que sea. Siendo su esclavo, y ella, mi amo.