Capítulo 8
-Deberías dejarte ayudar, sé que es difícil, has sido independiente toda tu vida, pero debes entender que mis sobrinos vienen contigo, no me despegaré de ti aunque me corras -el rubio suspiró con fastidio, se resignó a tenerlo ahí, pensó por un momento -¿crees que sean niñas? siempre quise una -el azabache sonrió pensando en sus sobrinos -eso sería bueno, dos princesas a las que consentir -
El rubio rió divertido, pero luego paró de golpe en un completo golpe de realidad -pero eso significa dos yernos, no no no no, nada de eso -el azabache negó con rapidez -ningún patán se acercará a ellas, de eso me encargo yo -un aura negra lo cubrió, Naruto lo observó, rió en una carcajada desconcertando al Uchiha -sí das miedo ttebayo -el pequeño levantó su mano -puedo dar fe de ello, cuando te conocí, casi mancho mis pantalones ttebayo -Itachi sonrió divertido aún dándole la espalda -no mientas, claramente vi algo distinto -Naruto giró su rostro sin entender, se recargó en el filo de la bañera -¿qué viste? -el azabache sonrió -estabas manchado -el rubio se ofendió, obtuvo su puchero, levantó su mano, le lanzó agua -mientes ttebayo-
El azabache escuchó su mano sumergirse y salir, adivinó lo que sucedería, el agua estaba a punto de tocarlo cuando dio un paso al frente -no te muevas, ¿no ves que intento darte? -el Uchiha negó -no lo harás, ya me bañé -Naruto sonrió divertido, se calmó -¿a dónde fue la abuela? -el Uchiha se volvió a recargar -al pueblo -el pequeño comenzó a lavarse el cuerpo -seguramente fue a tomar y después apostará, regresará mañana o en dos días -Itachi abrió sus ojos con sorpresa -te sientes mejor ¿no es así? -el pequeño lo vio -sí, la abuela hace magia, aunque caminar me cuesta trabajo y me marea, mientras esté sentado o acostado me siento mejor -el azabache asintió -eso es bueno, tal vez por eso salió despreocupadamente -el rubio rio divertido -¿de qué hablas?, la abuela es la abuela, necesita su combustible-
El Uchiha no creía que fuera tan despreocupada -exageras, está preocupada por ti, volverá en unas horas -el pequeño levantó un puchero -ya verás que no exagero Uchiha -el pequeño terminó de bañarse, liberó el tapón de baño, jaló la toalla, la colocó sobre su cadera bien sostenida, comenzó a sostenerse con fuerza de la orilla para levantarse, un puchero se dejó ver cuando Itachi lo cargó como princesa -no soy una chica bastardo -Itachi negó divertido -eres un chico embarazado, bastante debilitado, así que coopera -
Naruto se dejó caer en sus brazos como peso muerto con un gran puchero y un evidente ceño marcado, el azabache lo veía con diversión -no hagas berrinche o la toalla se caerá -el pequeño levantó su mano, tomó con fuerza el agarre de la toalla -no se caerá, la fijé bien ttebayo, sólo quieres molestarme "chico embarazado" te golpearé por eso cuando me sienta bien. Itachi lo acomodó en el futón, con una leve sonrisa divertida -se te olvidará, estoy seguro -el rubio lo vio enfurruñado -iré por la comida que hizo Shizune-san para ti, dame un minuto-
El pequeño balbuceaba maneras de golpear al azabache cuando estuviera bien, comenzó colocándose el boxer, tuvo dificultades con el pijama, su respiración era agotada -de… monios -Itachi levantó una ceja cuando lo vio trata de poner el pantalón, dejó la charola junto al futón, se sentó a su lado ayudándolo a terminar de ponerlo, de inmediato tomó la playera, metió su cabeza rubia por el agujero. El uzumaki metió sus manos en las mangas, el azabache bajó con cuidado la playera, tomó la toalla y comenzó a secar su cabello adecuadamente, estaba goteando, podía ver una de sus gemas brillar por la toalla, tenía un rojo intenso en su rostro, sonrió divertido, quitó la toalla, evitó su mirada molesta y avergonzada, se levantó a colocar la toalla fuera de la cabaña en un lazo.
El rubio apretaba las sábanas frustrado, su estómago gruñó, giró su rostro, vio la comida en el lugar, la colocó en sus piernas, comenzó a comer con velocidad -cocina rico, ¿no es así? -el rubio vio al mayor con promesa de futuro sufrimiento, comió lentamente -sí, aunque no mejor que Teuchi-ji -cuando terminó la comida el pequeño se veía ansioso, juntó sus manitas y comenzó a jugar con ellas, el azabache lo vio con duda.
-¿Tienes más hambre? -el menor negó con vergüenza, se dejó caer en el futón, su estómago sonó con fuerza, un gran sonrojo de vergüenza cubrió sus mejillas -sí tienes hambre aún, iré por más -el pequeño negó -mmmmm ¿tienes dulces? -Itachi giró el rostro con duda, negó lentamente hasta que recordó algo, de su sello sacó un paquete con dangos que siempre traía porque le encantaban, los tomó con algo de miedo a compartir, sus dedos jugaban en el paquete ansiosamente, levantó el rostro, observó los grandes ojos del rubio ver con adoración su dulce, lo podía ver tragar pesado saliva. El rubio levantó su pequeño rostro, sus labios se movían en un puchero a punto de comenzar una escena, sus ojos crecían a un más como un gato. El mayor se puso nervioso, infló su mejilla, estiró su mano con el dulce. Naruto sonrió feliz obteniendo el dulce, comenzó a devorar los dangos, su rostro reflejaba gusto y emoción en cada mordida, cuando estaba en la última banderilla vio como Itachi lo veía fijamente y tragaba pesado saliva, estiró su mano ofreciendo el último palito con tres dangos, el azabache sonrió, los comió con agrado -estaban deliciosos ttebayo, cuando vayan a hacer las compras, podrían traerme mucho de ese dulce -el pequeño levantó su sapito, se la dio al azabache, Itachi la vio con duda -es mi dinero ttebayo, si hace falta, tengo un rollo con mucho más, pero quiero muchos dangos -el azabache sonrió satisfecho y determinado -nos llevaremos muy bien, yo los traigo -invocó a un clon, mandó por muchos paquetes, ambos sonrieron cómplices.
-¿No sabía que tenías una manía culinaria como yo? es extraño, ahora mismo no tengo ganas de ramen -los ojos del rubio crecieron enormes con terror -tal vez muera, nunca me había pasado esto -el pequeño se hacía bolitas dramático en el futón, el azabache lo veía con diversión -Itachi te encargo a mis hijos si no sobrevivo ttebayo, el ramen es un alimento sagrado que he deshonrado -la risa del Uchiha se hizo presente, tapó su boca de inmediato, Naruto lo vio con sorpresa, se dejó caer con una sonrisa -deberías reír más seguido, un minuto más de vida recuerda-
El azabache algo avergonzado se sentó en el tatami, sacó su libro al verlo bostezar -es hora de que duermas, me aseguraré de cuidar los dulces -el rubio lo vio con sospecha -no te los comas solo ttebayo -el pequeño cerró sus ojos en la última palabra.
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