Capítulo 25

-¿Te estás tomando las pastillas que te di de manera rigurosa? -el pequeño asintió -Itachi es algo estricto, Kurama dice que todo está en orden -la rubia revisaba su cuerpo con cuidado, sonrió y se sentó en su escritorio -no sé si golpearte o felicitarte mocoso -el pequeño sonrió en grande -¿entonces? -la rubia asintió -estás embarazado y por extraño que parezca, también son dos -el rubio se hacía bolitas emocionado -siiii Itachi se pondrá feliz ttebayo -brincó sobre su abuela, la abrazó emocionado -si sigues con el tratamiento no tendrás que estar en cama todo el tiempo, en teoría las hice especialmente para regularizar tu periodo de embarazo a diez meses y evitar al máximo los malestares, son exclusivamente hechas para ti, no servirían en otra persona, ¿entiendes? -el pequeño asintió emocionado -¿puedes enviar mi reporte clínico a sensei? -la rubia le dio un trago a su sake -ve, tú no te preocupes -el rubio salió caminando un poco rápido del lugar, lo había platicado con su esposo, era su último embarazo, había demasiados problemas médicos y no les convenía que el pequeño estuviera en cama tanto tiempo o podrían sus enemigos aprovecharse de él.

Antes de llegar cambió su rumbo un poco, sonrió divertido, fue a una tienda de pasteles y dulces, por la noche corrió a su casa, deshizo el clon de sangre que cuidaba a los gemelos -vengan aquí bebés traviesos -los pequeños se dejaban hacer cosquillas en sus barriguitas -¿le harán un favor a papi? -los pequeños con casi dos años asintieron ¿me guardan esto un poco? -los bebés sonrieron emocionados, tomaron la cajita y comenzaron a tratar de abrirla, Naruto podía sentir a su marido por llegar, se escondió tras el sofá -ya llegué cariño -el Uchiha giró su vista buscando a la luz de sus ojos, pero no aparecía, endureció el rostro al no sentirlo, observó el lugar y descubrió a sus pequeños tratando de abrir una caja con desesperación, Itachi se acercó curioso -¿qué hacen?, ¿qué es eso?-

El azabache se acostó en el tatami con sus bebés -¿los ayudo a abrir su regalo? -lo pequeños levantaron un puchero, asintieron con emoción, el azabache sonrió besando sus mejillas con cariño -bien veamos ¿quién se los dio? -ambos hablaron al mismo tiempo -papi -Itachi sonrió divertido, habían tomado como costumbre hablar y decir lo mismo últimamente, se habían hecho demasiado cómplices. El azabache abrió la caja, estaba llena de dangos, los ojos de los tres Uchihas se abrieron de emoción -dagossss -comenzaron a comer, la mejilla de Kushina era azul por las manchas del relleno y la de Itaru rosas, a Itachi eso le pareció extraño, observó nuevamente la caja, había un pequeño sobre en el fondo, metió otro dango a su boca y tomó el sobre, con calma lo abrió, giró su rostro al ver otro sobre, tenía un dibujo de su marido en modo zorro "para mí sensual marido", sonrió divertido.

Abrió el segundo sobre, sus ojos se hicieron enormes y una gran sonrisa creció en su rostro, giró su rostro escuchando unas pequeñas risitas, sonrió, se movió con velocidad y atrapó a su rubio tras el sillón -te atrapé, ven aquí -comenzó a besar su rostro y cuello emocionado -me haces cada día más feliz mi amor -el rubio abrió sus gemas con una gran sonrisa, besó suavemente sus labios -tú también a mí Ita, te amo -el Uchiha besó sus labios suavemente colando su mano en su estómago y acariciando suavemente el lugar, en ese momento la barrera invisible de la casa se activó haciéndola brillar con fuerza, el suelo tembló bajo la casa. Itachi tomó a su marido y a sus pequeños con velocidad, Naruto se asustó, que no estuviera en cama, no significaba que tenía fuerza, ahora embarazado era totalmente indefenso…
-Ita… Itachiiii -el Uchiha abrió una compuerta bajo la casa, había un pasaje corto -entra al cuarto y ocultate con ellos, los amo -los ojos del rubio brillaban con miedo, asintió, sabía que ahora era un estorbo, su marido lo besó con cariño -

Ita, ten cuidado, ese sujeto es poderoso, regresa a nosotros, por favor, te amo -ese ataque había sido totalmente poderoso, Naruto mordió sus labios, tomó a los pequeños y sus mantas, lo último que vio fue la sonrisa de su marido cerrando el lugar con el sello, bajo con velocidad entrando a una habitación con barreras de chakra y de fuerza, su padre la había construído para su madre cuando estaba embarazada, se sentó en la cama en el lugar, abrazó a sus pequeños, temblaba con miedo, los bebés se aferraban a su pecho sintiendo su temor.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top