Capitulo 2
Breve momento +18, quedan advertidos.
—
- ¡Nos vemos señor Yho, gracias por el kimono!
Ukyo despidió en la entrada al vendedor, esperando con ansias volver a verlo algún día. Bajo su brazo con cansancio, había estado toda la tarde con el lindo joven, vendiendo, tomando medidas, notas ( cosa que dejo a medias pues no sabía escribir) y sobretodo conviviendo con el señor y para su sorpresa los aldeanos.
Camino a su hogar, tocando los pliegues de su kimono cada que podía, era de seda y de bonitos encajes, no podía haber recibido mejor regalo de cumpleaños, por qué, hoy celebraba su nacimiento y como objetivo quería ver uno de los famosos trajes que el bonito hombre traía desde lejos. Solo por una vez, no le quitaba nada con intentarlo, tal vez unos golpes pero valdría la pena con solo ver tales creaciones.
— Le daré una oración al señor Yho cuando llegue a mi casa — junto sus manos emocionada, caminando más rápido.
Al llegar, lo primero que hizo fue quitarse el kimono, doblarlo y guardarlo en un lugar seco y seguro para no ensuciarlo. Se vistió con la ropa de antes, ese kimono roto y feo.
La felicidad que la encargaba era tanta que no ceno esa noche, solo descanso en su futón, esperando la mañana para poder vestirse con su hermoso kimono otra vez.
.
.
.
.
.
.
Yho mantuvo la compostura ante la situación frente a el. Estaba por detenerse en un árbol a descansar pero ese demonio perro apareció de repente, lo seguía constantemente en sus viajes. Demasiado posesivo para su gusto.
— Sesshomaru-sama ~ jugó un poco con el control del demonio, observando cómo afiló su mirada — ¿Desea algo de este humilde Kitsune? ~
— Sabes a lo que vengo, Omega.
El tono usado paralizó brevemente a Yho, observó al peli plateado acercarse y tocar su mejilla con sus garras, abrumando al Omega con su olor dominante haciendo que la bestia del peli blanco tomara el control de Yho, sacando a relucir sus orejas, garras y colas. Pegando su rostro en el pecho del alto demonio frente suyo, ronroneando en aceptación las caricias en su espalda. El rostro sonrojado de Yho miro los ojos rojos de Sesshomaru, dando un toque de exitacion y sumisión al peli plateado.
— Sesshomaru- sama, alfa ~
— Omega — contesto a su llamado, acercando el cuerpo ajeno al suyo, olfateando su cuello buscando su glándula de olor para marcarlo — Te marcarte y montare hasta llenarte con mis cachorros
— ¡S-si! — una ola de feromonas lleno el lugar, el Omega se restregó con fuerza dando la espalda al demonio con buenos genes — ¡ Por favor, Sesshomaru-sama!
El Omega sostuvo su cuerpo contra el árbol, moviendo sus colas hacía arriba dejando libre acceso al demonio perro para comenzar su ansiada cópula. El Omega sonrió al sentir como tomaban sus caderas, su cuerpo estaba vestido por el kimono por lo que Sesshomaru tomo la tela trasera y la subió lo suficiente para dar espacio y poder montarlo cómo se debía.
Por un breve instante, se distrajo, dejando brevemente de desprender su olor, cosa que fue suficiente para Yho. Tomo el control y se movió para quedar a una distancia considerable del demonio perro, su corazón latía con fuerza, su cuerpo y bestia lo traicionaron constantemente al intentar que ese demonio lo tomara.
— Lord Sesshomaru, por favor, le pido que deje intentar aparearse conmigo. No lo dejare, no pienso ceder — arreglo su vestimenta con firmeza, tratando de bajar el calor de su cuerpo.
— Yho, no puedes escapar de mi — dicho eso. El hombre emprendió vuelo.
El Omega se derrumbó en la hierba verde golpeando el sueño con furia.
/¡Tan cerca!/ La bestia se revolcó en berrinche.
/ ¿No sabes lo que es tener un poco de resistencia al menos?/
/ ¡No! ¡Lo quiero a el, quiero sus cachorros! /
Los constantes gritos de su bestia lo hartaron y lo dejo hablando solo, ya estaba tan cansado de esta situación. No podía evitar lo que su bestia quería, tenía que ceder en algún momento y no podría hacer nada pero mientras eso no sucediera el seguiría evadiendo el acto.
Subió a la copa del árbol y se acomodo en una rama para descansar. No tardó mucho tiempo en caer dormido.
Los ojos dorados miraron el rostro dormido del Omega a una distancia cercana, su expresión estoica no cambio pero estaba frustrado, no había mucho avance en cuanto a su enlace y ya estaba perdiendo la paciencia. Necesitaba actuar ya o si no otros demonios trataría de tomarlo. Su bestia gruño en desaprobación.
/ ¡No sé te ocurra volver a pensar en eso! ¡El es mío! /
/ Que ruidoso, cierra el hocico/
/ No lo haré, sabes que esto es tu culpa. Bueno, de ambos, pero más tuya. ¡Tu distracción nos hizo perder la oportunidad de anudarlo y enlazarlo! / Le reprochó mordaz, sus colmillos relucieron en furia /Tienes que hacer algo, lo quiero YA/
La bestia corto la comunicación furiosa. Sesshomaru frunció el ceño enojado, su olor por efecto se hizo más fuerte.
Tenía razón, pero por primera vez, el gran Lord Sesshomaru no sabía que acción tomar, estaba atrapado y no le gustaba sentirse de esa forma, era un alto demonio, había enfrentado a otros pretendientes, masacrando, torturando e hiriendo sin piedad con tal de tener a Yho junto a el. Y la bestia interior de su Omega estaba muy satisfecho con el, era bastante obvio por sus súplicas de apareamiento. El, el Gran Lord Sesshomaru, señor y regente de las tierras del oeste, no conocía la derrota pues venció a su mismo padre Inu no Taisho por el derecho a copular con su Omega y salió vencedor.
No sé rendiría.
Cambiará de táctica.
Y esperaba esta vez poder llevarse su preciado botín.
De un salto se transformó para dirigirse al palacio del Sur, hogar en gran parte de la adolescencia de Yho y por desgracia de sus indeseables padres, Ryu y Nanami Katsura. Sabía que su madre se hospedaba en ese lugar, esperando con una paciencia ( que el no tenía) el recibir la noticia de un nieto en desarrollo con su Omega.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top