final.

Decir que Felix no estaba nervioso y emocionado, sería mentira. Por que dios, en este preciso momento se encontraba con sus ojitos siendo tapados por las manos de su alfa, quien lo guíaba a través de los pasillos de aquel costoso hotel donde habían pedido una habitación para 4 días completos.

Habían decidio pasar todos los días del celo de Bang Chan en aquel hotel, tenían todo lo necesario para armar un nido en aquella habitación la cual estaba por ser testigo de muchas demostraciones de amor

Bang Chan no estaba muy diferente, la emocion inundaba su ser al por fin saber que en cualquier momento aquel pequeño ser que soltaba risitas por estarse casi tropezando en los pasillos, sería suyo hoy y por fin lo reclamaría como su omega, suyo y de nadie más.

Él alfa aún no entraba en celo completamente, pero al tener a su pequeño novio ahí, ellos dos en una lujosa habitación con una gran cama y solos por 4 días enteros, estaba seguro que el golpe de calor llegaría en cualquier momento y por consecuencia al ser pareja destinada, muy probablemente Felix también entraría en celo.

Llegaron a la habitación, Bang Chan aún con una de sus manos seguía tapando los ojitos de su niño, mientras con la otra ponía la trajeta que le dieron en recepción en el pequeño aparato de la puerta, el cual hizo un sonido de aprobación y de inmediato la puerta se abrió.

Ambos ingresaron, Bang Chan cerro la puerta tras él y luego hecho un vistazo a toda la habitación, comprobando que todo este como lo planeo.

Y así es, realmente no quiso exagerar mucho, solo unas cuantas velas aromáticas al rededor de la espaciosa habitación, un ramo de rosas para su omega se encontraba encima de un mueble, y una botellla de vino junto a unas copas reposaban en una mesita que en la habitación había.

Bang Chan se acercó hasta el oído de su omega, quien al sentir la pesada respiración del más alto en esa zona tan sensible tuvo un pequeño espasmo.

──¿Estás listo, amor? ──Pregunto en un susurro, Felix asintió relamiendo sus labios.

Bang Chan quito su mano de los ojitos del omega, quien al principo para tratar de acostumbrarse a la luz tuvo que tallarlos con sus manos hechas puñito, haciendo que el alfa sonría por tanta ternura que su mayor desbordaba.

Una vez hecho esto el castañito miro todo alrededor de la habitación, el aura romántica flotaba por los aires, todo tan lindo y especial, como el sueño que cualquier persona enamorada podría tener.

Sus feremonas de felicidad se dispararon sin notarlo, haciendo que el alfa tras él al momento de olerlas se tensara, el calor en su vientre se hizo presente y su lobo comenzo a aullar en busca de reclamar a la personita frente a él.

Las feremonas a celo del alfa golpearon a Felix, haciendo que se marease un poco por los fuertes que estas eran.

Felix giro sobre sus pies, mirando a los ojos a su alfa quien lo veía con mucho amor y una pizca de lujuria.

Bang Chan quería comenzar ya, no soportaba otro momento más sin ver una marca adornando el cuello del omega.

Sin decir nada camino hasta donde se encontraba la botella de vino, abrió esta y sirvió un poco en solo una copa, llevo esta a sus labios y tomo el líquido, sin beberlo aún.

Camino hasta su omega aún con el líquido en su boca, y lo jalo algo fuerte hacia él, uniendo sus labios fuertemente y pasandole aquel líquido a su novio por medio del beso.

El vino se resbalaba por la comisura de los labios de ambos y aquella acción provoco una gran excitación en ambos. Él omega sintio una punzada de calor en su vientre y tambien como su parte trasera comenzo a soltar lubricante, había entrado en celo y su omega se estaba preparando para recibir a su alfa.

A pasos torpes ambos comenzaron a caminar hasta la cama, Felix choco con la orilla de esta provocando que su cuerpo cayera de espadas al colchón y Bang Chan no dudo ni un segundo en subirse encima de él.

Luego de unos minutos de caricias y besos que lograron subir la temperatura en sus cuerpos, Felix se encontraba temblando levemente, su cuerpo anticipando lo que pasaría.

Tenía un poco de miedo, no sabía si lo que estaban a punto de hacer le dolería, había escuchado que al momento de que un alfa marca y anuda a un omega, esto duele terrible pero a la vez es lo mejor que puedes experimentar en tu vida.

Bang Chan se dio cuenta de todo aquello que pasaba por la mente de su omega, pues había notado como sus besos y movimientos se hacían torpes y como su cuerpo temblaba un poco más que antes.

Se separo del beso que compartía con su mayor con un ruidoso chasquido, observando encantado los labios hinchados y rojizos del omega, y como por sus comisuras había rastros de saliva.

Juraría que la imagen que tenía era lo mejor que podría ver en su vida, con su omega bajo su cuerpo, él entre sus piernas, sus labios hinchados por tantos besos, su respiración agitada y sus ojitos cerrados tratando de controlar todas las sensaciones nuevas.

Bang Chan aparto con su mano unos mechones de cabello que cubrían la frente de su niño y se acerco para dejar un beso ahí, acaricio su mejilla y Felix se permitio abrir sus ojitos, la mirada de Bang Chan lo recibió con amor.

──No tengas miedo de tu alfa, mi vida, jamás te haría daño. ──Le dijo con total amor, fue entonces que todos los nervios de Felix se esfumaron. Asintió a las palabras de su alfa, listo para entregarse a él.

Bang Chan le sonrió y dejo un besito en sus labios, antes de ponerse recto y llevar sus manos a la camisa de su omega, comenzando a desabrochar los botones lentamente para no asustarlo.

Fue así que con el pasar de los minutos ambos quedaron desnudos, las caricias y el calor en su cuerpo fueron aumentando de nivel, el celo de ambos llegando como nunca antes y sus lobos listos para volverse uno solo.

Tal cual como lo venía pidiendo el alfa, hizo suyo al castañito en aquella habitación, y en medio de palabras y promesas amorosas mientras hacían el amor, fue cuando el más pequeño ladeo su rostro exponiendo su cuello.

──Ha-hazlo, Bang Channie. ──Susurro con algo de dificultad por todos los espasmos en su cuerpo al estar recibiendo la intimidad de su alfa.

Los colmillos de Bang Chan salieron a relucir, escondio su rostro en el cuello acanelado sin detener los suaves movimientos de su cadera.

Lamió y beso la zona donde su marca iría, preparando la piel y los lobos de ambos chillando de emoción con anticipación.

Cuando el climax de ambos estuvo cerca fue cuando lo hizo, enterro sus colmillos en el cuello del omega; este grito, ambos llegaron a la cúspide del éxtasis, el nudo salió disparado y fue así como ambos terminaron enlazando sus almas de la manera más bonita posible.

Felix termino temblando ante todo lo que acababa de pasar, su vista perdida mirando distintos puntos de colores, sintiendo la magia en su corazón por la marca, sentía como los latidos de él y de su alfa comenzaron a ir al mismo ritmo.

Era algo extraño, pero ahora podía sentir lo que en este momento Bang Chan sentía. Y saber todo por lo que estaba pasando el más alto lo hizo sonreír, pues podía sentir todo el amor que este le tenía.

Luego de unos minutos, Bang Chan se dedicó a bañar a su omega y a él mismo, ambos sintiendo muchísimas sensaciones magicas y transmitiendo todo el amor que se tenían por medio de la marca.

Una vez ambos aseados y acostaditos en la cama -también previamente limpiada- él alfa se dedico a mimar al más pequeño luego de haber soportado valientemente todas las sensaciones que enlazarse provoco.

Felix estaba acorrucado en el pecho de Bang Chan, sintiendo las delicadas caricias que viajaban desde su cintura a su muslo para luego repetir la accion, y también los múltiples besos en su cabecita.

Su reciente marca ardía un poco, no iba a negar que fue la sensación más bonita que había sentido en su vida, pero obviamente dolía y lo hacía mucho. Así que necesitando de su alfa, toco con sus deditos el pecho ajeno, recibiendo de inmediato la atención de su acompañante.

──Channie, dale mimitos a mi marquita, me duele. ──Pidió con un puchero.

Bang Chan no protesto, de inmediato bajo su cuerpo y escondio su rostro en el cuello del omega, comenzando a besar despacio toda la zona de la marca, para luego comenzar a lamerla, pues era bien sabido que la saliva de los alfas era curativa y más cuando esta se aplicaba en heridas de su pareja destinada.

Felix ronroneo agusto por la atención recibida en su marquita, y fue así como luego de unos minutos, cayó dormido aún sintiendo como su alfa mimaba su lazo.

Bang Chan estaba encantando de mimar la marca y todo el cuerpito de su omega dormido. Sintiendose pleno y feliz al por fin haberlo reclamado, ahora Felix era completamente suyo, le pertenecía y él también le pertenecía al omega.

Y aunque la idea principal era que él tendría que ser quien en este momento este dormidito mientras tenía una marca en su blanquecino cuello, no se quejaba de ahora tener a su mayor acorrucado en su pecho mientras portaba su marca en el cuello después de una larga tarde de haber hecho el amor.

Las cosas no siempre salen como las planeas, la vida puede hacerte una mala jugada pero aveces lo que el destino te tiene preparado puede ser mil veces mejor a lo que tenías planeado.

Fin

꒰୨ 🍓 ୧꒱

Hola~ 💓🥺

Muchas gracias por leer esta adaptación, muchas gracias<3

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