-Ah...ah...ah Jungkook.

Gemí con voz aguda al sentirme llegar a mí orgasmo. Faltaba poco, sólo un poquito más para completarlo pero desprevenidamente alguien se tomó el descaro de arrebatar mi aparato masturbador y aturdida abrí los ojos. Mierda.

-Eres una niña, no puedes estar haciendo esto -me regañó el señor Jeon mirándome fijamente, remarcando su varonil expresión, arrugando su entrecejo, fijando sus pupilas dilatas en mi cara, roja como un tomate.

¿En que momento entró por esa puerta que no lo oí llegar? ¿Cuando se subió al colchón para quedar encima de mi? ¿Como puede cautivarme con esa colonia y dejar que me llegue hasta la nariz?

-No soy una niña -fruncí mi ceño -Ya dame mi aparato que a ti no te importa lo que yo haga con mi cuerpo -quise quitárselo de las manos, pero el moreno lo lanzó lejos de ambos, logrando escuchar el golpe. Excelente, si lo rompe va tener que comprarme uno nuevo.

-Ahora te enseñaré que esas cosas malas no se hacen -no me dio tiempo a pensar cuando con brusquedad me giró boca abajo y yo gamí, pero del asombro (joder, menuda fuerza se carga este hombre), mi rostro rebotó contra el colchón estampándolo en el mismo, pero no tardó en levantar un poco mi cuerpo logrando levantar mi culo todo lo posible, todo eso acompañado con un satisfactorio gemido al sentir como la boca de Jeon quiso lamer mis glúteos, agarré aire en mis pulmones y cerré los ojos, mordiendo mi labio inferior, cuanto había deseado esto por fin.

-Joder, tu...tú maldita lengua.

Me dió una nalgada con fuerza, repitiendo lo mismo unas dos o tres veces. Sus golpes me ardían, pero a la vez desataba un placer exquisito que, mierda, era satisfactorio y yo estana sedada ahora mismo.

-Conmigo aprenderás a ser obediente -gruñó muy cerca de mi oído, logrando erizar cada bello de mi cuerpo y que una punzada recayera en mi intimidad necesitada. Más desfallecí al sentir el calor que se le escapaba de sus labios al hablar. Joder, me va a matar.

Besó mis hombros, pasando también su lengua descendiendo por mi espalda, dejando un camino de besos y lamidad que me tenían al borde del colapso, estaba muy cachonda, y que lohiciera él me lo ponía peor. Siguió bajando, dejando dos besos en cada uno de mis glúteos y yo gemí, pensé que se detendría ahí, pero suguió bajando y mordisqueó los muslos de mis piernas, para así darme la vuelta otra vez con su fuerza increíble, se colocó entre mis piernas abriéndome más ante él, dejando a mi vista mi intimidad esperando más que nada por él descendió su cabeza sin despegar sus ojos encendidos y más brillantes que nunca, sentí el calor de su boca sobre mi intimidad, agarré aire, necesitada, excitada, deseosa por que me tomara ya, una succión a mi clítoris me hizo gemir tan alto, que creo que hasta su esposa lo debe de haber oído, pero no parece importarle mucho.

-¡Ah! Jungkook...

Me agarré de las sábanas con fuerza e incliné mí cabeza para atrás. El pelinegro parecía disfrutar de mi sabor, seguía lamiendo con una maestría increíble, chupando mis labios vaginales soltándolos sonoramente, pasando su lengua por mi entrada una y otra vez haciéndome ver estrellitas. Chupaba mí clítoris una y otra vez, al parecer más porque ve que cada vez que lo hace gimo para él, con su nombre, su lengua vuelve a mi entrada y con ella simula embestidas pero no es más que eso, simulaciones porque no entra la mitad de lo que podría entrar la si se lo propone, veo que quiere hacerme gemir un rato, y lo hago, solo hasta que se separa de mi intimidad levantando todo su torso, lamiéndose los labios en el proceso, pareciéndome a mi la imagen más sexy y caliente que e visto en mi vida.

-¿Vamos a follar señor Jeon? -sonreí con malicia tomándolo del cuello y atraje su boca a la mía. Nuestras lenguas se tocan la una contra la otra, obscenas y desesperadas, un grito por mi parte no pudo ser liberado del todo, amortiguandolo ya que sus labios no me dieron tiempo de hacerlo cuando me embistió con un movimiento de caderas demasiado fuerte. Mierda, es delicioso.

-Estaba desesperado por esto, Yuna.

Una de sus manos sostiene fuerte una de mis piernas exageradamente abierta, para que sea más fácil al entrar en mi, aunque ya está completamente dentro y me enloquece su tamaño que me abarca completa, yo ahora mismo estoy muy cerca de mi orgasmo, su otra mano se encuentra ocupada dandole placer a uno de mis senos. ¿Todabía está vestido? No voy a desaprovechar esta oportunidad para verle desnudo como quiero, claro que no. Por eso llevo mis manos al borde de su camisa de pijama y la tiro hacia arriba para deshacerme de ella, lo comsigo porque el pone de su parte y me deja desnudarle. Siento en mis dedos cuando lo toco lo tivia que está su piel, y me encanta. Mucho más me encantan sus tatuajes en su brazo derecho.

Lo manoseo todo lo que puedo, le clavo mis uñas en su espalda arañandolo y escuchándolo gruñir en el acto, es increíble, no me despego de su boca ni un segundo, y una de mis manos se encarga de moldear todo sus prominentes músculos. Su pene cada vez más hinchado y palpitante cubre más mi interior, siento como se hincha cada vez más y es deliciosa la sensación enterrandose hasta lo más profundo y todo lo rápido que puede. Entra y sale una y otra vez. Más rápido, más fuerte, más hondo.

Cada vez que sale y vuelve a entrar en mi de una manera tan feroz gimo alto, agudo, dejandome la garganta en ello, porque es increíble, esa es la palabra indicada, increíble y no voy a parar de decirla porque lo es. Estuve deseando esto por años y ahora ambos estamos aquí, presenciando la humedad del otro.

Era horrible, espantoso tener que callar de ves en cuando mis gemidos, pero si no era así. Todo el personal de la mansión (incluida su esposa, claro) terminarían enterándose de esta rica y placentera infidelidad que Jungkook estaba disfrutando conmigo.

Porque lo disfruta tanto como yo, en como gime, en como gruñe, en como me besa y como su miembro palpita excitado dentro de mi.

JUNGKOOK

"Si me la follo como quiero, será la única manera de matar las ganas que le tengo" pensé volviéndola a embestir con fuerza. No podía dañar mi matrimonio por unos ridículos deseos que se pueden apaciguar en un rato (aunque ya lo e dañado de por sí). Si le doy a Yuna lo que quiere, y yo calmo las ganas de sexo, todo esto quedará como un recuerdo que pasará al olvido tarde o temprano. Nada más ¿verdad?.

La sentí cerrarse a mi alrededor, si, esto es delicioso, porque entro en ella a la perfección, y puedo sentir la calidez qus desprende su interior cuando estoy entro de ella, y gruño al sentirla tan apretada, ella gime porque está cerca, y no voy a mentir, yo estoy mucho más cerca que ella ahora mismo. Por eso llevo mi mano su clítoris, acariciendolo en círculos para que llegue, llegando a maltratarlo de más y luego de unos segundos, en la que la embisto con más fuerza que antes, tiembla cads una de sus extremidades y siento su orgasmo en mi polla, salgo unos segundos y no es nada más y nada menos que para correrme fuera porque no me e puesto condón, y no quiero embarazarla, dejo que mi líquido manchen sus sábanas, gimiendo mientras suelto hasta la ultima gota. Cuando estoy recuperado (al menos un poco) salgo de la cama colocándome de pie. Me recoloco mi boxer que siempre se habían mantenido estancados en mis muslos al igual que mi pantalón holgado de pijama, este ultimo también me lo coloco como antes. Busco mi camisa y cuando la encuentro me la pongo.

-Me tengo que ir -aplasté mi trasero en el borde del colchón mientras rápidito me acomodaba. Yuna enredó sus cálidos brazos en mi cintura, su rostro se recargo detrás de mi espalda y suspiré.

-Te estaré esperando en la madrugada ¿Vale? -me dio unos continuos besos sobre mi piel. No le respondí, solo me coloqué en pie nuevamente y peiné un poco el cabello para parecer normal.

¿Qué la hacía pensar que esto se volvería a repetir? Todo debió quedar terminado de una maldita vez. Que no espere más de mi, porque nada de esto volvería a ocurrir. Solo fue un polvo que necesitaba, solo eso y nada más.

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Al entrar a mi habitación vi las luces encendidas. Miré la cama y mi esposa no se encontraba allí, por un momento me dió un ataque de pánico total ¿A dónde fue? ¿Sería que me siguió? ¿Se habrá dado cuenta de lo que estuve haciendo mientras ella dormía?

-¿Haerin? -cerré la puerta detrás de mí y mis ojos se enfocaron en la mujer que bostezando, salía del baño.

¡Uf! ¡Qué alivio!, no creo que se haya dado cuenta de nada.

-¿Amor?¿Dónde estabas? -caminó hacía mi adormilada y me abrazó pasando sus brazos por mi cuello -¿Por qué te tardaste tanto? Te extrañé -beso mis labios sutilmente.

-Púes... -no supe que excusa decir, no soy bueno mintiendo.

-¿Por qué te ves exhausto? Estás sudando -tocó mechones de mis cabellos que se pegaban a mi frente por dicho sudor que ahora mismo creo que me a delatado -¡Jeon Jungkoon! ¿Se puede saber dónde estabas tú? -se separó de mí rápidamente cruzando sus brazos esperando una explicación, la que yo no tenía en estos momentos.

-Estuve corriendo -dije lo primero que se me ocurrió, una excusa de mierda pero fue lo primero que pasó por mi mente.

-¿Estuviste corriendo? -una sonrisa ingenua y divertida me hizo sacar más confianza en seguir con la mentira, pero igual un poco confundido me dejó por su cambio de actitud tan de repente.

-No tenía sueño -añadí -Tengo tantas cosas en mi cabeza. Tantos problemas que necesitaba despejar mi mente un poco, eso es todo -suelto una tos que me sale sola.

-Oh, mi amor -me abraza nuevamente -Pobrecito de ti, pero no te preocupes tanto, con los besos de tú esposa ya se te pasarán -un beso tras beso dejó en mis comisuras. Caminamos hasta la cama y nos acostamos uno al lado del otro en ella, Haerin enredó mis brazos en su cuerpo para que así la abrazara el resto de la noche.

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-¡AH! Jungkook, ¡me...me vengo!..

A la mierda absolutamente todo, el pedido de la cría se quedó grabado en mi memoria, y como si tuviese un reloj mental, a las dos de la madrugada me levanté dejando a mi mujer profunda entre las sábanas y entré a su habitación para ir en busca de más placer, de ese que sentí unas horas antes.

Me gusta sentirla, me fascina como huele tan dulce, me enloquece escucharla gemir mi puto nombre, disfruto saborear cada centímetro de su piel. Cerrando sus ojos con fuerza, abre su boca de par en par para gritar mi nombre, y inevitablemente me lleva al éxtasis. Tan sólo será una cría, pero ésta cría a logrado despertar en mí aquello que nunca creí que tenía, al menos había considerado muerto. Kim Yuna provoca una locura animal en mí, el tiempo a su lado pasa tan rápido, que hasta quedo anonadado porque se acaba.

Si embargo, no importa que tan hermosa sea, o llegue hacer, no importa que aquel cuerpo tan esbelto lo hayan construido los mismos dioses. Ella sigue siendo una cría, una cría que en un futuro se cansará de mí cuando vea que este hombre, que había estado penetrándola con brutalidad, le comiencen a salir canas en su cabello, y próximo a arrugarse.

¿Qué mujer joven querría tener un amante así? Viejo.

-Mirame, Yuna -le pedí con voz ronca. Ella no tardó en chocar sus ojitos castaños en los mios aunque todavía se encontrase bajo mi posesión, con mi pene dentro, estaba sonrojada -Esto no volverá a ocurrir entre los dos ¿Me oíste? -le advertí -Yo tengo una esposa a quién aprecio, tengo una hija, tengo a tu padre que es mi mejor amigo, y ahora los estoy engañando a todos, los estamos engañando a todos.

-Jungkook, yo...

-Ssh -la silencio -Esto nunca ocurrió entre nosotros, que te quede claro ¿Entendiste? -esperé una respuesta algo por su parte, algo que no fueran sus ojitos tristes ante mi petición.

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YUNA

Jungkook no me sacara de su vida tan fácilmente. No permitiré que me pisotee como si fuese un pedazo de mierda, aunque yo le haya entregado mi cuerpo y también mi alma y haya hecho precisamente eso, pisotearme. No soy su maldito juguete de diversión y eso se lo demostraré, ahora mismo estoy muy enfadada, con Haerin, con Dana, con mi padre, con él y conmigo misma. Por todo, porque yo me dejé pisotear, supongo que todo tiene su recompensa, yo me entrego a él con facilidad, y el se encarga de pisotearme, es el karma, y también lo sufrirá él.

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Bueno, bueno, bueno, un capítulo de smut completo, creo que es suficiente para esta semana.

Anunciar que la historia tierna de JK la pasaré a borradores, tengo mis razones, cuando la termine, juro que la vuelvo a publicar. Por ahora, concentrada en Oppa y en esta.

Lxs sarangheo❤