Símbolo del cambio

CAPÍTULO ANTERIOR:

- No te preocupes...

Doble mierda, Gaara el prodigio, el chico que es prácticamente mi superior, el chico que salve de casi ser violado me está besando... mierda por mil.

Otra vez en cámara lenta, el beso, un par de flash a mí alrededor y muchos reporteros preguntándome por el beso...

CAPITULO DE HOY:

Nunca esperé ser el centro de atención de los periodistas, y todo por un malentendido, la luz me cegaba, los periodistas me rodeaban y justo cuando veo al Sr. Sasuke, mi futuro salvador caminando hacia mí, uno de los periodistas hace la pregunta incorrecta.

- ¿Qué se siente ser el futuro varón más envidiado al acaparar la atención del joven Sabaku?

- Para empezar el señorito Sabaku y yo solo somos conocidos y para terminar no soy un varón, soy un doncel.

Observó como unos me miraban con intriga, otros con repugnancia, pero la misma periodista vuelve al ataque.

- ¿Puede contarnos cuál es la relación entre ustedes dos? - miro a Gaara pues eso no era de mi incumbencia revelar

- El Sr. Uzumaki me salvó hace dos noches de ser violado por un varón y lo que vieron hoy fue mi agradecimiento, un simple beso en la mejilla, nada fuera de contexto, así que respondiendo su pregunta, ¿Srta.?

- Tsunade...

- Srta. Tsunade, el joven aquí es mi salvador

- Dígame Sr. Naruto, para haber salvado al joven Sabaku necesito mucha fuerza, ¿Cómo es que sus padres permitieron que un Doncel no siguiera los caminos acordados por la sociedad? - definitivamente esta rubia es peligrosa.

- Yo no creo en los estereotipos acordados por la sociedad, de que un doncel tiene que ser esto o aquello, todos tenemos las posibilidades de lograr cualquier cosa, lo que la sociedad quiere es volver a los donceles el ¨género¨ más débil, pero es todo lo contrario, tenemos lo mejor de ambos mundo y podemos llegar a ser más fuertes de lo que muchos piensan.

Le sonreí, mientras ella se acomoda los lentes y su compañera se acerca más a mí.

- Las mujeres tuvieron su movimiento feminista para la igualdad de ambos géneros, yo busco lo mismo, definitivamente no soy un doncel afeminado, nací como hombre y mi condición no cambia ese hecho.

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No podía creer lo que había hecho, se enfrentó a aquella mujer y proclamó todo aquello, me sentía horrible, pero al mismo tiempo no podía recordar otro momento más feliz en mi vida, mañana seguro sale un artículo de esa mujer burlándose del ingenuo doncel que quiere cambiar a la sociedad, Dios porque dije todo eso, no debí decir nada.

Ino terminaba de limpiar arriba y Deidara aquí abajo, cuando un cliente entró por la puerta, dei reconoció al cliente y le sonrió de inmediato, empezaron a charlas y a los pocos minutos el hombre se llevó un ramo de margaritas, mire como mi hermano se sonrojaba y seguía con lo suyo... ese hombre sin dudas me resulta algo familiar, me recuerda algo a Sasuke, pero era mucho mayor para Dei, me toca tener una charla con Ino sobre quién es ese tipo.

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Me desperté, pero no quería salir, tome mi teléfono con un poco de miedo y abrí cualquier página online de algún periódico, al entrar vi mi cara en primera plana, y el maldito título: Palabras de un doncel que delira con ser varón; tiré el teléfono, definitivamente odiaba a las personas del periódico. Salí del departamento con paso veloz, muchas personas con periódicos en la mano se me quedaban viendo, y otros sin ser disimulados me señalaban y después a su teléfono.

Llegue al trabajo y me encerré en la sala de producción, tome la lista por hacer y firme en el espacio de checklist, tome la lista y empecé a verificar que todo lo requerido se encuentre en el depósito y aprovechando verifique que los contratos de alquiler estuvieran en orden, hoy grabaremos nuestra primera escena, todos estábamos agitados, yo por otro lado intentaba concentrarme porque cometer un error, era buscar a la muerte y que la parca sea el Sr. Sasuke, seguí con lo mío con muchas miradas en mi espalda, ahora sé lo que siente un animal de zoológico.

Definitivamente a Sasuke le gusta estresarse, porque si no es así, no entiendo porque elegir una profesión tan demandante, no llevaba ni tres horas y ya me dolían los hombros, para el colmo el script tuvo un accidente y como medida preventiva el Sr. Sasuke me puso a mi como reemplazar, sabía que hacer porque él me enseñó todo antes de venir al campo, pero aún así me sentía nervioso, al menos solo lo haría hasta que el reemplazo llegar, el rodaje empezó y mi deber era mantener que todo tenga su cronología, si el actor dejaba algo en cierto lugar en la escena siguiente también debía buscarlo ahí, tenía que estar pendiente del vestuario, maquillaje, cámara, todo, porque en dos meses grabaremos en interior de este mismo día, y la actriz debía lucir igual al día de hoy.

Me tiré en la silla, ya por fin era la hora del almuerzo, escuché una risa detrás de mí, era Sasuke, en el rodaje debía llamarlo Sr. Sasuke por respeto, todos nos llamábamos por el (Sr. Sra. Srto. Srta. ) Aunque eso a mí me fastidiaba, pero Sasuke y yo teníamos momentos en que nos llamábamos por nuestros nombres sin nada más agregado.

Sasuke se sentó a mi lado verificando algo en su tableta.

- ¡No puede ser! -Tome su cabello - Tienes una cana

- ¡Que! - se alarmó avergonzado - ¿Dónde?

- ¡Aquí! -Le arranque un cabello, riéndome - ah, no lo era

Me quedé en silencio sonriéndole, él desvió la mirada sonrojado mientras murmuraba en un tono para nada bajo, insultos a mí persona, eso logró distraerme de todo lo que pasaba a mi alrededor, me recosté en su hombro sintiendo en seguida como el me echaba fingiendo molestia.

Estar con Sasuke siempre me renueva las energías, con su sola presencia me era más que suficiente, él me tendió su Tablet - Apuesto que no has leído el artículo de Tsunade - la tome pero no vi el artículo, era claro mi molestia con ese tema.

- No pero si vi algunos otros, si ella tiene el título más original se lo aplaudo, es vieja bruja seguro se está merodeando entre la gente de su misma calaña...

- No seas así doble - Me golpeo la frente con dos de sus dedos - Lee antes de juzgar... voy a tomar algo...

Prendí la Tablet, restregué mis ojos en busca de ver si ellos me engañaron.

Rompiendo estereotipos: No soy un doncel afeminado

Ayer en la tarde el joven prodigio Sabaku No Gaara fue agredido y a punto de ser abusado, pero para su suerte y suerte de todos los que respetamos y admiramos a él joven doncel, otro doncel llamado Naruto Uzumaki llegó a tiempo, rescatando al Srto. Sabaku. Ayer en la tarde alrededor de las 6:45pm, los dos jóvenes fueron vistos a las afueras del set de filmación de la película del joven Sabaku, donde el susodicho le regaló un beso en la mejilla al joven Uzumaki como muestra de agradecimiento.

"El Sr. Uzumaki me salvó hace dos noches de ser violado por un varón y lo que vieron hoy fue mi agradecimiento, un simple beso en la mejilla, nada fuera de contexto, así que respondiendo su pregunta, Srta. Tsunade, el joven aquí es mi salvador"

Muchos se preguntarán ¿Cómo un doncel pudo defenderse así? Mientras muchos piensan eso el joven Uzumaki lo plantea de este modo y cito:

"Yo no creo en los estereotipos acordados por la sociedad, de que un doncel tiene que ser esto o aquello, todos tenemos las posibilidades de lograr cualquier cosa, lo que la sociedad quiere es volver a los donceles el ¨género¨ más débil, pero es todo lo contrario, tenemos lo mejor de ambos mundo y podemos llegar a ser más fuertes de lo que muchos piensan."

"Las mujeres tuvieron su movimiento feminista para la igualdad de ambos géneros, yo busco lo mismo, definitivamente no soy un doncel afeminado, nací como hombre y mi condición no cambia ese hecho."

Sin duda alguna muchos tenemos prejuicios sobre los donceles y como son más débiles a los demás, haciéndolos el género más débil, pero eso ha cambiado con los años como todo, e incluso los donceles han evolucionado, pero buscando información de dónde vienen tales prejuicio nos lleva a la historia de la tercera mundial donde se desató la muerte del género femenino, donde solo el 20% de la población sobrevivo a este grupo anti mujeres, todo nació con ese grupo.

Sin duda alguna con el paso del tiempo ese momento en la historia fue olvidado por muchos, y olvidamos que existe una nueva generación que está pagando por los pecados capitales de ese grupo.

El joven Uzumaki nos recordó lo que es verdaderamente importante, y con ello este hombre, mi persona lo llama el SÍMBOLO DEL CAMBIO, todos podemos cambiar, el ser humano puede expresarse de miles de maneras y sin duda alguna el joven Uzumaki se merece un aplauso en pie por hacernos dar cuenta del error estereotípico que se estaba cometiendo.

Al terminar de leer no lo podía creer, mi cuerpo sintió una corriente eléctrica al sentir el frío en mi frente, instintivamente me alejé y observé a Sasuke con una botella de agua en su mano.

- ¿Y?

- Pues... no te voy a mentir, estoy impactado y sin palabras - No podía apartar la vista del artículo.

- Pues Sr. Símbolo del cambio, ya es hora de volver a trabajar - Sasuke tomó su Tablet y me dejó la botella de agua, me sonroje, por cómo me llamo, oír esas palabras salir de sus labios fue demasiado encantador, no me cansaría de escucharlo.

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Después de pasar años lejos de su casa, Naruto con 25 años decidió volver, no por falta de dinero, volvió porque extrañaba a su familia, tenía meses planeando ese encuentro, que diría, cómo se vería, cómo se sentirían sus padres y su hermano al verlo.

¿Se alegrarán? ¿Se molestarán? ¿Les gustaría su apariencia? O ¿La odiarían?

Su hermana Ino había influido mucho en esa decisión, y ahora aquí estaba, bajando de la parada de autobús a unas calles de su casa, una de las señoras que antes hablaba de que él era una puta se le acercó por detrás al reconocerlo y lo saludo, hacía mucho énfasis en su cambio y si tenía pareja, o hijos, si trabajaba y en que, después de estar media hora atrapado allí, se liberó con la excusa de querer ir al baño.

Una vez parado frente a la puerta de su casa, reunía el valor para tocar.

A un costado una de las ventanas estaba abierta y las risas de sus padres se podían escuchar, Naruto sin tocar camino hacia la ventana con una gran sonrisa y al ver las risas de sus padres, Naruto estaba decidido a llamarlos, pero en ese momento lo vio, su pequeño hermanito ya era todo un hombrecito, pero lo que más le causo intriga fue su pelo largo, su mama sin duda lo iba a regañar, o al menos eso creía él.

Dentro de la casa, Kushina ayudaba a su pequeño hijo a peinarse como el quería, después de perder a un hijo con sus prejuicios, no iba a permitir perder al segundo, y todo lo que no le llego a permitir a Naruto a Deidara se lo hacía, su hijo más pequeño, su varoncito, le gustaba tener el cabello largo, cocinar, pintar, y vestir con ropa sin género, le gustaba ver a las personas debatiendo entre si era chico o chica, el soñaba con ser modelo de pasarelas, y también diseñar su propia colección y pintar, esos eran los tres pasatiempos del chico, y siempre conto con el apoyo de sus padres, el chico aspiraba entrar en una escuela de modas en Tokio cuando se graduara y vivir con su hermano mayor a quien desde hace mucho tiempo no lo veía, pero que siempre lo admiraría.

Naruto no aguanto la escena, y se fue sin decir nada más, no estaba molesto, estaba dolido que a su hermano lo aceptaran y a él no, pero si todo lo que sufrió ayudó a que su hermano sea aceptado, llevaría esa cruz sin dudarlo... claro que eso no hacía menos dolorosa la herida.

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Al llegar a la casa su hermanito corrió hasta él con una sonrisa.

- Entre en el instituto de modas - gritó lanzándose sobre mí, Dei se dio cuenta rápido de eso, pero antes de que se apartara lo abrace pegándose más a mí.

- Felicidades - lo solté y caminé hacia la cocina, lo mire de vuelta y le sonreí como tenía años que no hacía - ¿Quieres ramen? - pregunte mientras él sólo asentía y me devolvía la sonrisa picarona de siempre.

Nuestra familia no era de palabrerías, era de acciones, no era necesario pedirle disculpas, solo debías demostrarlos y yo le demostraría a mis padres y a mi hermano, mis sinceras disculpas por todos estos años de ausencia, debía ganarlos y daría todo de mí para recuperar el tiempo perdido.

Mientras comía con mi hermano, una llamada interrumpió su relato de lo maravilloso que era el instituto, le pedí disculpas y me pare.

- ¿Si?... Gaara qué sorpresa... ¿Cómo conseguiste mi número?... Ah no, no me importa, tranquilo, así que dime ¿para qué soy bueno?... ¿La vieja Tsunade quiere reunirse conmigo?

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